miércoles, 30 de octubre de 2013

Las Caracolas 15 Aniversario, pag. 6




Periodismo y Género

Elvira HERNÁNDEZ CARBALLIDO
¿Se puede ejercer el periodismo desde la perspectiva de género?
Antes de responder a esa pregunta, prefiero primero recurrir a mi querida especialista Joan Scott, para definir el género: Es una categoría social impuesta sobre un cuerpo sexuado, así como un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen tanto lo masculino como lo femenino. Pero destaca que representa una forma primaria de las relaciones significantes de poder entre hombres y mujeres y las mujeres mismas.
En los estudios de periodismo que hasta la fecha he realizado, dicha categoría me ha orientado para confirmar que los hombres desde los inicios del oficio lo han utilizado para explicar los acontecimientos que les rodean, mientras las mujeres comenzaron esta relación con un gran interés por autodefinirse y explicar su identidad, frente al restringido mundo donde la tradición social las mantenía. Este proceso, observado a finales del siglo XIX, permitió a las periodistas que poco a poco fueran analizando el deber ser femenino ya sea para aceptarlo y revalorarlo o para rechazarlo, cuestionarlo y buscar o proponer otras alternativas de comportamiento.
Cuando iba madurando esa manera de hacer periodismo a partir de 1910 cuando hubo un cambio, pues cada una de ellas se incorporó al movimiento revolucionario y descubrieron que podían abordar otros temas, asuntos que no les eran ajenos pero que no estaban acostumbradas a tratar. La trascendencia de lo sucedido las involucró a tal grado que hicieron suyas preocupaciones, enfoques y expresiones que antes solamente parecían del ámbito masculino.
Las dos vertientes que se abrían ante el camino profesional de las mujeres periodistas a principios del siglo XX, les ofreció la posibilidad de reconocer que cada una tenía una característica básica: En la primera estaba su condición de género. En la segunda, absolutamente recorrida por los hombres, la construcción de la realidad político social. Por ello me atrevo a hablar de un periodismo del ser íntimo. Las mujeres periodistas externaron su propia condición buscando una identidad personal, un interés por autodefinirse y por describir lo que su limitado mundo le permitía vivir: tareas domésticas, arreglo personal, la relación de pareja y el cuidado de los hijos.
Los cambios que nuestro país empezó a vivir después del movimiento revolucionario influyó también en las mujeres periodistas, ellas empezaron a tomar un ritmo diferente al inicial, de la intimidad resignada o cuestionable algunas pasaron a la visión crítica de su escenario social en todos sus ámbitos, principalmente el político. El cambio no fue abrupto pero empezó a abrir otra vertiente en la temática de las mujeres periodistas y sin duda fue el inicio que les permitió tener la convicción de que, como sus colegas,  podían abordar otros asuntos, opinar de sucesos que parecían ajenos a ellas e identificar que formaban parte del mundo social. Entonces aparecen las primeras reporteras mujeres. A lo largo de cuatro décadas, la lucha fue extenuante porque el oficio se consideraba exclusivamente masculino y algunos directores, jefes de redacción o periodistas bloqueaban la labor periodística de sus compañeras aunque hubo quienes también las apoyaron y ya en la década de los setentas su presencia fue constante hasta cerrar la última década del siglo XX. Puede decirse que a la fecha,  la presencia femenina late reporteando en todas las fuentes informativas del periodismo nacional y por una presencia, quizá todavía no fuerte, en los espacios autonombrados feministas, donde algunas periodistas manifiestan una continua denuncia de la condición de las mujeres en el país.
Todo este panorama ha sido posible desarrollarlo con el apoyo de la categoría género porque permite una visión transversal en los fenómenos sociales, distinguiendo la presencia masculina y femenina, buscando explicar que las diferencias entre ellos son absolutamente culturales y que por lo tanto pueden modificarse en pos de una equidad.
Así, una periodista con un compromiso de género podrá cubrir un suceso noticioso con esa mirada transversal..
Al momento de hacer una crónica puede explicarse con más bases las diferencias de actitudes y acciones entre hombres y mujeres.
Posiblemente al hacer una entrevista, distinguiremos las condiciones genéricas de nuestros entrevistados y podemos hacer énfasis sobre ellas.
Una periodista con visión de género debe ser la que se interesa por intentar aclarar, mostrar o denunciar las relaciones desiguales entre hombres y mujeres y mostrar las consecuencias de esas relaciones. El género en el periodismo debe tener como uno de sus objetivos cuestionar las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres, persuadir para la transformación de esas relaciones, cambiar la imagen estereotipada tanto femenina como masculina y entregar una imagen más equilibrada de su diversidad y contribuciones a la sociedad.
El periodismo de género es el que se ejerce con un compromiso abierto, desde una manera incluyente y una clara preocupación por denunciar las condiciones de justicia y equidad, o de injusticia e inequidad entre hombres y mujeres.
El periodismo con visión de género debe ser la que se interesa por intentar aclarar, mostrar o denunciar las relaciones desiguales entre hombres y mujeres y mostrar las consecuencias de esas relaciones.
El género en el periodismo debe tener como uno de sus objetivos cuestionar las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres, persuadir para la transformación de esas relaciones, cambiar la imagen estereotipada tanto femenina como masculina y entregar una imagen más equilibrada de su diversidad y contribuciones a la sociedad.
Y entonces… ¿Se puede ejercer el periodismo desde la perspectiva de género?

Entretexto

Las mujeres periodistas externaron su propia condición buscando una identidad personal, un interés por autodefinirse y por describir lo que su limitado mundo le permitía vivir: tareas domésticas, arreglo personal, la relación de pareja y el cuidado de los hijos.