domingo, 13 de marzo de 2016

Mujeres y Política Víctimas de la paridad

Tomada de internet


Soledad JARQUÍN EDGAR
Ni bien empiezan y no se aguantan.
Eso de tocar los privilegios tiene a los hombres en otro lado. Los Lineamientos de la Paridad de Género aprobados por el Instituto Nacional Electoral en febrero pasado y revocados por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación la noche del jueves pasado es un ejemplo.
Ahora sí que los Lineamientos duraron lo que al triste la alegría. ¡Qué horror y qué vergüenza! Los lineamientos eran en realidad una buena carta de mejores deseos para las mujeres en el proceso electoral del 5 de junio.
Buscaban, más que otra cosa, que el proceso electoral tuviera reglas de fácil aplicación para quienes no entienden o no quieren entender qué es y para qué sirve eso de la paridad. Pero sobre todo para aquellos siniestros personajes de los partidos políticos que siempre encuentran la rendija para hacer que parezca aunque no sea.
Reglas que los partidos políticos, sobre todo ellos, pudieran aplicar a fin de alcanzar esa igualdad en los órganos legislativos y también en los gobiernos municipales. Pero fueron los mismos partidos PAN, PRI, PRD, PT y Moreno quienes los impugnaron, bueno los “hombres” de los partidos, y cuatro magistrados del TEPJF, todos varones, los que determinaron que sí que “era un exceso del INE”.
Lo que se trastoca, es claro está por encima y en el fondo, con la paridad es la hegemonía varonil en el poder político. No es viable, pese a que estamos en la era de la modernidad, que las mujeres compartan el poder con los hombres. Pero si no lo permiten ni en sus casas, es lógico pensar que tampoco lo permitirán en lo político.
Esto que sonará exagerado para algunas personas, hombres y mujeres claro está, es una realidad total. La pregunta ya fue hecha con anterioridad en el sentido de que ¿Cómo nadie se dio cuenta de que en los Lineamientos se filtraba un dejo de autoritarismo por parte del INE? Bueno así lo quisieron ver. Y calificado como un acto de simulación cuya pinza debía cerrar sin más el TEPJF, con el voto en contra de la única magistrada. (Lo que explica también para qué sirve la falta de paridad).  Ahora sí, como diría mi abuela Lucha: “a otros u otras con ese cuento” o que les crea Juan Diego.
Y es que nada les ha movido tanto el piso a los hombres como el hecho de verse gobernados por mujeres. Ejemplos hay muchos y muy terribles. Ellas, las que se lanzaron sin paridad, hasta sin salvavidas, la pasaron negras. Su vida estuvo en real peligro. Algunas casi las matan y las queman vivas, aquí tengo las historias en la cabeza, siempre sin explicación, solo actos verdaderos de autoritarismo misógino y machista.
Lo gracioso, al mismo tiempo que peligroso, es esa nueva clasificación que denominan “víctimas de la paridad”. ¿Saben quiénes son las víctimas de la paridad? Según la prensa quintanarroense son todos aquellos varones que aspiraban a un cargo público o que ya se sentían con la candidatura en la bolsa y que ven sus sueños desmoronarse, porque ya no van todos los que quieren, solo unos cuantos, para dar paso a la otra mitad que también aspira, las mujeres.
¡Víctimas de la paridad! ¡Vaya cosa tan graciosa!
Mientras las mexicanas han vivido un largo proceso en busca de sus derechos políticos, léase el poder, que si lo marcamos desde 1924 con el pronunciamiento de las zacatecanas,  son 192 años, en los cuales sufrieron persecución, encarcelamiento y señalamientos y actos de violencia, de esa que hoy se califica como política, en aquellos tiempos en que no había ninguna clase de derechos humanos ni defensoras. 192 años, no en el sexenio pasado, eso para quienes piensan que son las tutoras de las mujeres en materia de política. Años que abarcan la larga lucha por el sufragio de manera más clara hasta conseguirlo hace apenas 1953. Es decir, si volvemos la mirada son apenas tres generaciones de mujeres acudiendo a las urnas…y tuvieron que esperar 61 años más para que por decreto se estableciera la paridad…La cuarta generación está por iniciar una nueva etapa, donde la igualdad numérica está.
A esas mujeres que lucharon y algunas que dieron sus vidas no fueron consideradas víctimas, porque desde la lógica del patriarcado estaban exigiendo algo que no les correspondía.
Resulta gracioso, pero también preocupante, que los hombres se sientan así frente al acceso ineludible de las mujeres a las tareas del ámbito político. Lo que veremos lamentablemente será un incremento de violencia política, cuyo protocolo de atención se presentará este lunes en la capital mexicana.
Estamos pues ante un proceso electoral en la que las instituciones deben garantizar la participación paritaria de las mujeres, eso ya no tiene vuelta de hoja. Lo otro, los lineamientos eran el broche de oro que desde el jueves pasado se perdieron. Es decir, hay paridad horizontal, vertical…pero lograr que encabecen las listas de las fórmulas o planillas, en municipios ganadores será una batalla a codazos.
Violencia política
Creí que a estas alturas ya nadie se fijaba en la forma de vestir de una mujer dentro de la política. Pero volvió a pasar, grave retroceso. Este sábado en un diario local la alcaldesa suplente de Xoxocotlán, Diana Luz Vásquez Ruiz, fue cuestionada por su forma de vestir sin tomar en cuenta su mensaje ante la Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Rosario Robles Berlanga y el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo.
Ese periodismo anquilosado y viejo, es reflejo del pasado que no acaba de pasar. El pretexto, que no es un hecho noticioso concreto, fue que a la joven política se le atoró el tacón. Eso bastó para describir socarronamente la forma en que iba vestida. Lo cual es reflejo del periodismo sexista y hasta misógino que se aplica, esencialmente, en las mujeres que transitan en la política. Lástima de verdad, porque lo que se perdió fue el hecho concreto, me refiero al motivo de la visita de la funcionaria federal y del gobernador al municipio contiguo a la ciudad de Oaxaca, Santa Cruz Xoxocotlán. Ojalá no le vuelva a pasar a Octavio Vélez, quien en breve recibirá el premio de periodismo que otorga el Club de Periodistas.
Lo peor de todo es que no es el único caso.
Los apellidos
A petición de un grupo de lectoras y lectoras.
Preguntan por qué Alejandro se quitó sus apellidos paterno y materno. Y también preguntan por qué Alejandra, la pre candidata panista, (curioso ambos tienen el nombre de origen griego, pura casualidad) se quitó su apellido paterno.
Hay cuatro supuestas razones en puerta, todas vertidas por la ciudadanía, claro está:
1. Las personas piensan que es para que a ALEJANDRO no lo relacionen con su papá José Murat, (supuesta estrategia que inventan los sesudos asesores del candidato del PRI que contrario a todo confirmaría la teoría de que fue un mal gobernante y su hijo no está orgulloso de él).
2. Otros piensan que ALEJANDRO y ALEJANDRA, o quienes los asesoran, creen que la política es como la artisteada y que se trata de ganar fans y no votantes.
3. Es dicen un asunto de mercadotecnia. ¡Sonamos! La política vista como un producto para el hogar.
4. Y, la última, porque les dio su regalada gana.
Lo que creo es que en eso de la polaca resulta bien visto mandar a aquella ranchería de Jalisco a la familia, porque lo que importa es ganar, sea sobre quien sea. Lo cierto es que todo el mundo sabe que ALEJANDRO es hijo de José Murat ex gobernador de Oaxaca y que ALEJANDRA se apellida García.
Si las cosas fueran como ambos quieren que sean y ambos ganaran las elecciones el 5 de junio, uno como gobernador y otra como presidenta municipal tendrán que retomar sus apellidos paternos y todo volverá como era en un principio. Nadie se engaña a sí mismo.
@jarquinedgar