lunes, 15 de julio de 2013

Mujeres y Política Crimen perfecto contra las mujeres



Mujeres y Política
Crimen perfecto contra las mujeres

Soledad JARQUÍN EDGAR
Lenin o Leninguer Raymundo Carballido Morales es todo un caso y revela la fragilidad convencional y corrupta de las instituciones oaxaqueñas e incluso municipales y federales, denota cómo opera la impunidad, la falta de interés de servidores públicos de todos los niveles para que la justicia sea una realidad. ¿Justicia? De eso nada.

Diría sin pretensión alguna que lo sucedido con este primer concejal electo de San Agustín Amatengo, que a puesto a Oaxaca en la picota de las noticias, nos da la razón a quienes hemos dicho, una y otra vez, que digan lo que digan la violencia contra las mujeres es el gran pendiente de este y de todos los gobiernos.

Es ni duda la cereza del pastel que se coloca a la mitad del Año de la no Violencia contra las Mujeres, como osadamente declaró el gobernante en turno, Gabino Cué Monteagudo a este 2013, otro ejemplo de que este problema no se resuelve sólo con pretensiones mediáticas ni promesas.

En los últimos siete días vivimos una verdadera novela negra, que la costumbre muy mexicana convierte en chiste, en broma, aún cuando en el fondo se esconda un crimen terrible e indignante para las mujeres y en general para toda sociedad que se precie de ser humana como es una violación tumultuaria.

¿Se imaginan qué hubiera pasado, si la parte incómoda que delató a Lenin Carballido se hubiera guardado el secreto de éste que parecía sería el crimen perfecto? Bueno ya lo saben. Habría sido sin ningún problema ni tapujos el presidente municipal de la comunidad que inocentemente creyó en Lenin Carballido, como todos los demás hemos creído en la inocencia de quienes desean ser electos.

Pero no toda la historia estaba oculta. Al menos sí se sabía de que alguna vez fue 1) porro universitario, lo demás se olvidó: 2) violador que 3) fraguó la trama de una enfermedad crónica como la diabetes, 4) que fingió su muerte, 5) que de acuerdo a la costumbre lo velaron, 6) que resucitó en algún momento, que apenas se arregló el pelo y se incorporó con 7) documentación oficial de nueva cuenta al mundo de los vivos y 8) se volvió empresario constructor, de tan buen calado que fue merecedor de un o varios 9) contratos millonarios por parte del gobierno estatal y como eso no le fue suficiente para re-vivir quiso ser 10) candidato y lo fue, quiso ser presidente municipal y lo eligieron…¿qué más hay detrás de este personaje?
Diez escenarios de un crimen que gracias a que alguien habló no fue perfecto pero que estaba a punto de serlo. 

1) Ser porro universitario es algo que no impide ser candidato, hemos tenido varios, el mismo Fredy Gil Pineda presidente municipal electo es un ejemplo, pero ha habido otros que se lavaron la cara y volvieron “de traje” para parecer decentes y fueron diputados o funcionarios.

2) Lenin Carballido, quien fue candidato por la coalición Unidos por Oaxaca que conforman PAN-PRD-PT, fue acusado de participar en una violación tumultuaria en 2004, en la capital oaxaqueña. Pero como la violación es parte del imaginario del patriarcado no importa esclarecer estos delitos, se ha naturalizado y por si fuera poco las víctimas son señaladas como las culpables. De ahí que, Lenin Carballido ideara, con toda tranquilidad, burlar a la autoridad. Pero reitero no es el único, ahí tenemos el caso de la niña triqui de 13 años que sufrió en 2006 el mismo doloroso episodio, señaló a sus victimarios y ninguno fue detenido ni ha sido detenido ¿a quién le importa? Las victimas en el fondo, en el imaginario colectivo sin que se diga, son tributos para los hombres. Podemos repasar desde Elena de Troya hasta las 14 mujeres de Castaños, Coahuila, violadas por 20 elementos de ejército mexicano, la trata de mujeres para el comercio sexual, las desaparecidas…insisto ¿a quién le importan?

3) Qué podemos pensar de quién para evadir la “acción de la justicia” trama su muerte, primero las autoridades saben quién fue el médico que le diagnosticó la enfermedad que malévolamente lo llevó a la tumba y 4) quién fue el otro médico que extendió el certificado de defunción del hoy nuevamente prófugo. Qué autoridad se prestó para tener un cadáver y darle sepultura o qué las autoridades de Xoxocotlán no se dieron cuenta de que estaban enterrando un féretro vacío en 2010.

Un punto 5) que me parece deleznable es cómo le hizo este personaje funesto para involucrar a toda su familia en estos lamentables hechos. Cómo convenció a toda la familia para que le hicieran los rituales fúnebres y con ello los llevó a cometer otro delito: encubrimiento. Tal vez seguros de que Lenin como Jesucristo resucitaría al tercer día, esta vez el humano cobijado por el manto del poder ¿de quién? Buena pregunta que Lenin Carballido podrá contestar cuando finalmente se de cuenta que tiene dotes para la invención y se ponga a escribir su novela negra y claro cuando aparezca.

7) Este hecho nos pone de relieve cómo sí existe corrupción en el Registro Civil, donde con algo que dinero y “buenos amigos” se pueden expedir primero actas de defunción y segundo actas de re-nacimiento, con registros extemporáneos. Vienen más preguntas cómo un sujeto que ha sido reportado ante el Instituto Federal Electoral cómo muerto ¿puede obtener de nueva cuenta una credencial de elector? ¿Aparecer como si nada en el Padrón y la Lista Electoral? Eso lo tendrá que responder el IFE.

8) Luego ya lo saben se volvió empresario constructor, indignante porque está visto que en Oaxaca solo es cosa de talento para ser lo que usted desee desde médico hasta ingeniero y desde constructor hasta abogado (también en las versiones femeninas), de todos modos aunque venda motocicletas será acreedor de obras. Por eso a los colegiados constructores les concedemos la razón cuando estos organismos se quejan amargamente de cómo se las gastan en el gobierno del cambio para otorgar las obras, 9) como la que le concedieron a Dijical Construcciones S.A. de C.V. cuyo representante es el hoy nuevamente prófugo de la justicia Lenin Carballido a quien el gobierno del cambio le concedió una obra por 12 millones 121 mil 978 pesos.

Y para cerrar su actuación de 10, Lenin Carballido se olvidó de su pasado negro y lo que quiso volver azul-amarillo-rojo al solicitar su registro como candidato, claro que entre unos seis mil aspirantes le resultaba imposible a estos partidos observar a cada uno, señaló en una entrevista que le hicimos a Rey Morales, presidente del PRD ¿será posible? Bueno, añade que hasta les pidieron cartas de antecedentes no penales, que de ser cierto y si Lenin la presentó, estamos frente a otro ilícito de documentación apócrifa a su ya apócrifa vida. ¿o un acto más de corrupción?

Lo que si tiene Lenin Carballido es que es muy agradecido y lo demuestra en su Facebook, que ya quitaron de las redes, donde agradecía al presidente del PAN, Juan Mendoza Reyes, y al senador de la República Benjamín Robles por su apoyo para obtener el triunfo del pasado domingo en San Agustín Amatenco. Ahora resulta que todos actuaron de buena fe.

En fin, el caso Lenin Carballido más allá de todo, insisto, ha mostrado en carne y hueso el sistema político y de corrupción que impera, pero sobre todo y ante todo lo que queda clarísimo es que la procuración de justicia para las mujeres víctimas de violencia machista importa un bledo, que la investigación no existe, porque tampoco nadie ha detenido a los otros cómplices de Lenin Carballido en el atroz acto de violación tumultuaria, una constante en Oaxaca la única entidad donde es posible que un delincuente llegue a presidente municipal, diputado y quien sabe si no hasta gobernador.

Y frente a esta realidad y las 214 mujeres asesinadas en el periodo de comprende esta administración pública ¿dormirán bien Gabino Cué Monteagudo, gobernador de Oaxaca y los López: Anabel López de IMO, el procurador Manuel de Jesús  López, y el secretario de Seguridad Pública, Marco Tulio López?

@jarquinedgar
www.caracolasfem.blogspot.com
www.diezcomunicacion.com.mx


A Reserva La resaca de las elecciones



A Reserva
La resaca de las elecciones

Bárbara GARCÍA CHÁVEZ
Un proceso electoral, en una sociedad medianamente democrática o cuando menos en proceso de serlo, tendría que pasar por impactar con argumentos la intelectualidad del electorado, además, claro, de generar expectativas de cambios prácticos en la vida cotidiana, cuando la propia experiencia del pasado y el presente resultan negativas o de menos lívida, sin movimiento, sin avance social.

Los soliloquios de quienes se ostentaron como candidatas y candidatos en las pasadas elecciones locales en México, que pretendieron erigirse como propuestas electorales que no alcanzaron a permear en más de la mitad del electorado que, seguramente de manera inteligente, creó barreras de autoprotección en la defensa de sus ideas, ni toda la verborrea mediática, pretendiendo justificar lo costoso del voto y el balín argumento de “si no votes, no te quejes”  y como comentaban un grupo de jóvenes universitarios que debatía el reciente acontecimiento electoral en Oaxaca –había quienes sí votaron y los y las más no acudieron a las urnas- “…de cualquier manera tenemos derecho a quejarnos hayamos o no votado…”; “…es cuestión de números, hagan cuentas, si casi el 60 por ciento no votó y el candidato del PRI ganó solo con diferencia de uno por ciento ¿le dará al próximo gobierno municipal la representación legítima para gobernar? ¿Podrá consensar los grandes cambios sociales que dice hará?...

Claro que no, objetaron, es solo un juego mal jugado que disfrazan de democracia. Otra joven indignada adujo: “yo quería votar por la izquierda, aunque el PRD ya no se parezca mucho a lo que sabemos debería ser la izquierda; pero aun así ¿Cómo votar por una izquierda atravesada por la derecha?

Sin duda estos argumentos de jóvenes, si bien es cierto, privilegiados por ser universitarios, podrían ser principio del análisis de un gran sector de la sociedad que manifiesta articuladamente o no tanto, su hartazgo ante la política electorera, marrullera y francamente corrupta que no representa aún a todas y todos los mexicanos.

Un elemento más que descalifica los resultados de las elecciones en México es el conocido mecanismo de acarreo de votos de los sectores más empobrecidos y marginados cuya voluntad está mermada necesariamente por la necesidad, el desamparo, la violencia y la poca educación, que ha sido criminalmente explotada con prebendas indignas por todos los partidos políticos.

Casualmente, previo a las recientes elecciones en 15 estados de la República Mexicana, se publicó una encuesta de Transparencia Internacional que arroja como resultado que poco más de la mitad de la población mundial (53 por ciento) cree que los partidos políticos son las instituciones más corruptas.
El mismo porcentaje de población percibe que la corrupción ha empeorado en los últimos dos años y señala como responsables a los partidos y a los gobiernos.

La misma encuesta señala que en Latinoamérica la corrupción se percibe empeorada en casi todos los países analizados (Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela). Se destaca México donde 71 por ciento de los encuestados percibe que el nivel de corrupción se ha incrementado.

Es cierto que el fenómeno del abstencionismo tiene innumerables variables y que pareciera simplista determinarlo exclusivamente desde la apreciación subjetiva del rechazo de una buena parte de la ciudadanía a los partidos políticos, también es cierto que ha resultado muy cómodo y hasta conveniente el reiterado dogma del IFE de que “no existe una tipología universalmente aceptada para caracterizar el abstencionismo” ; también hay que decirlo el propio IFE concluye afirmando la relación absoluta y “su importancia en el desempeño negativo de los regímenes democráticos”.

Lo inevitable es la realidad que rebasa cualquier buena voluntad –si la hubiere- de un partido  o candidata o candidato, una población mayoritariamente joven, que solo ha vivido tiempos de crisis y que ha experimentado desde siempre la pobreza –la propia o la ajena- siempre de cerca, impactando de una u otra forma su vida; esa pobreza que se vive y no hay forma de desecharla, la pobreza alimentaria, creciente, que impide el desarrollo del país, que las elecciones y su costo ofende a quienes la padecen, que por cierto son millones; la pobreza patrimonial que año con año afecta a millones de familias, que ven mermado sus bienes y vive endeudada permanentemente, este tipo de pobreza disminuye a pasos agigantados la clase media, que sostiene el equilibrio en los países modernos; y la pobreza de capacidades, la que padece la mayoría de mexicanas y mexicanos, la que menoscaba día a día la capacidad de compra, de adquisición, pobreza que se siente en el bolsillo y genera resentimiento creciente frente a las ofertas del mercado neoliberal.

Entonces, en estas condiciones frente a la pantomima de las elecciones ¿para qué votaron, los y las  que si votaron? ¿ya no se quejarán?

@BarbaraEGCH


Palabra de Antígona. Antiguos problemas: difusión masiva



Palabra de Antígona
Antiguos problemas: difusión masiva

Por Sara Lovera 
En las últimas semanas el consorcio Televisa ha “descubierto” con sorpresa y mucha información de qué tamaño es la violencia contra las mujeres, en aspectos menos dramáticos que el homicidio y tremendamente cotidianos como el abuso de pareja, la trata con fines de prostitución y el contorno del desarrollo de estas violencias.

Es lo mismo que sucedió con el homicidio de mujeres en Ciudad Juárez, reportado por Esther Chávez desde 1993 y que cobró gran difusión sólo y hasta cuando los diarios de Estados Unidos lo reportaron. Después supimos, digo la opinión pública, que el fenómeno del feminicidio es común, por desgracia, en nuestra sociedad occidental, no sólo en todo el país sino en todo el mundo, con diferencias de impacto, y características diversas: pero existe y muchas mujeres pierden la vida todos los días a manos de un enemigo llamado patriarcado, discriminación y el supuesto de que las mujeres valemos menos que los hombres, no importa edad, condición social, clase o etnia.

Considerar a las mujeres sólo como cuerpos intercambiables, sin derechos en la práctica cotidiana de las relaciones sociales o de pareja; consideradas casi no humanas en distintas comunidades, usado su cuerpo para vender en muchas campañas publicitarias, vistas sólo como instrumentos del placer de los otros, es un asunto largamente tratado, investigado y denunciado por las feministas. En la época reciente, hace más de 30 años. Los medios masivos frecuentemente no lo reportan y les ha importado poco, no es noticia, no se profundiza sobre sus causas y menos ponen en discusión el carácter patriarcal de la sociedad mexicana.

Elsa Conde, quien fue diputada por el Partido Alternativa Social Demócrata, hace poco más de seis años, realizó en 1994 por encargo de la recién fundada entonces Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, un estudio sobre la trata de mujeres que llegaban a la zona de la Merced en el primer cuadro de la ciudad de México, descubrió cómo esto tenía que ver con los “usos y costumbres” de un pueblo llamado Tenancingo, Tlaxcala. Es decir hace casi 20 años.

Hoy es espectacular la conducta que ha puesto en escena el ex ministro de la Corte, Genaro Góngora Pimentel, cuando allá por 1981 existió un grupo llamado Madres Libertarias, que con abundante información planteó lo que sucedía entre las parejas, donde los hijos son botín de guerra interna y la manera como los juzgados familiares se asociaban con los hombres, ya sea para que se evadiera la responsabilidad paterna para pagar alimentos en la separación o una horrenda historia de cómo con el poder se hacían de la patria potestad de sus hijos, sólo para “vengarse de sus parejas”, mayoritariamente mujeres.

¿Qué quiero decir? Que los fenómenos de maltrato a las mujeres, uso y abuso de sus cuerpos, para grandes o pequeñas industrias de prostitución han producido la trata de personas una de las más crueles formas de esclavitud, en una época que queremos pensar de avance democrático y científico. Que ese horror existe y no hay mecanismos de justicia capaces de detenerlo. Ahora, cómo son los hombres quienes se acercan a estos problemas, el asunto llega a la pantalla chica, con un halo de estupor. Bienvenida esta difusión y planteamiento del problema. Ya era hora.

Lo que llama la atención, y hay que hacer hincapié, es que se presentan como casos aislados. Pude ver como un periodista que logró colocar su investigación en la Revista Nexos es presentado como el gran descubridor de la cadena de trata de Tlaxcala al país, donde las jóvenes enganchadas de ninguna manera ejercen la prostitución como un asunto de decisión personal sino que engañadas, maltratadas y esclavizadas.  Ahora también son exportadas a Estados Unidos y es ahí donde se ha dado la voz de alarma, mientras que en México, además de una Ley en proceso de operación (es de 2012), podría encarar el problema. El tema es que en México nuestro signo es la impunidad.

Es obvio que no podemos desestimar esta “toma de conciencia” que de pronto aparece en la televisión monopólica, encargada sistemáticamente de reafirmar el papel subordinado de las mujeres en sus imágenes y contenidos de la programación cotidiana que llega hasta el más recóndito lugar de la República Mexicana.

Habría que pedir a los sorprendidos integrantes de la comentocracia, como se llaman así mismos, si serán capaces de quitar a sus informaciones el amarillismo y la sorpresa, como si hubiera en este país un solo Góngora Pimentel, e ir, con todas las herramientas con las que cuentan, a relatar este horror que sucede tras cada puerta de muchos “hogares” en México; si serán capaces de quitar la cara de sorpresa y el tono de victimización de las mujeres, algunas, unas cuantas, que insinúan son una pequeña porción de la población femenina, para ir más allá y como sabemos, realmente coadyuvar a mitigar el fenómeno de la violencia contra las mujeres.

Poderosos como son, podrían empujar, por ejemplo, la declaración de Alerta de Género en lugares precisos donde la investigación feminista y de derechos humanos ha mostrado hasta el cansancio que son lugares donde se ha rebasado cualquier frontera de la violencia contra las mujeres, donde las asesinan sin justicia cotidianamente; donde crecen las violaciones sexuales y la trata con fines de prostitución.

Por supuesto que hay que dar la bienvenida a sus sorpresas. Acaban de descubrir estos horrores que frecuentemente denunciamos desde el quehacer feminista; los observatorios de violencias, las decenas o centenas de grupos sociales mixtos y de mujeres que documentan, día a día, estos horrores sin tener los espacios deseados de difusión; las televisoras reciben decenas de invitaciones para conocer los estudios de montones de académicas que van del análisis global al estudio de casos: uno por ejemplo el de Atenco o el tema tremendo de las mujeres desaparecidas y torturadas; los miles y miles de expedientes que no se resuelven en los juzgados familiares y de tipo penal.

Correr la cortina para que en el país esto tome forma, obligue a la responsabilidad y al cumplimiento de nuestras leyes, sería un comienzo.
Vamos a ver hasta donde son capaces de llegar, las fuentes existen, los casos todos son para sorprendernos, la manera como se sigue pensando a las mujeres es nuestra ofensa cotidiana. Pensemos.