lunes, 10 de septiembre de 2012

Mujeres y Política: Ovejas negras, muy negras


Mujeres y Política
Ovejas negras, muy negras

A la mesa plural del pasado jueves
Soledad JARQUÍN EDGAR
Imposible hacer chiquito el tema, como inadmisible es hacer como si nada hubiera pasado.
Pero cuando Enrique Peña Nieto presentó al equipo de transición vino la revuelta, las malas palabras, malísimas palabras en las redes, la devaluación de la persona. Se trataba de quemarla en leña verde como a las brujas. Rosario Robles Berlanga fue la protagonista del escándalo mediático, fue Trending Topic en Twiiter México y su nombre apareció con recordatorios familiares en Facebook.

A Rosario Robles, ex dirigente del PRD, ex jefa de gobierno en el Distrito Federal se le recordará por la ley que garantiza el aborto por violación, el aborto eugenésico o cuando el embarazo sea por inseminación artificial no consentida, la antesala de lo que sucedería en 2006 cuando se despenalizó el aborto hasta la semana 12. Sin embargo, este no es un cuento de hadas sino la vida real y su vida privada fue pública con un escándalo propio de la época medieval y de la “santísima inquisición” que derivó en desaciertos y cuestionamientos que terminaron con su expulsión del partido perredista.

Pero Rosario Robles está de regreso, envuelta en la indignación de quienes se sienten traicionados y encolerizados porque no pueden conceder ni perdón ni olvido frente a la vergüenza que se les hizo pasar años atrás, por eso la echaron del PRD. Así que Robles volvió y está en el ojo del huracán, luego de ser nombrada vicecoordinadora de política social del equipo de transición del priista ya declarado presidente electo.

Sin duda, para mi, lo que sucede mediáticamente y en algunos círculos políticos de México con el nombramiento de Rosario Robles, es un ejemplo claro de la desigualdad en el trato que reciben las mujeres y que se agudiza, y no está por demás decir que profundamente, entre aquellas mujeres que decidieron incursionar en la política si comparamos la forma en que son escudriñadas, con respecto a los hombres.

Estamos en la segunda década del siglo XXI, las instituciones públicas de género destacan los avances en materia de igualdad, pero la realidad nos indica que la violencia contra las mujeres sigue atravesando todos los espacios y no están exentas las mujeres que militan en los partidos políticos y, peor aún, son ellas las mayormente violentadas: por los hombres de sus partidos, por los hombres de su casa y, también, por los medios de comunicación. Porque aunque no se reconozca y a pesar de que han pasado casi seis décadas desde que las mujeres obtuvimos el derecho al voto, todavía está bien arraigada la idea de que el mundo de lo público es cosa de hombres. Para las mujeres está la casa, los quehaceres domésticos y el cuidado de la familia. Ellos están en la visibilidad, en el poder.

Estos hechos de linchamiento mediático abundan y ahora gracias a las redes este tipo de actos lapidarios es cosa de todos los días, se ha instalado en el modus vivendi, es la costumbre, se ha normalizado quebrantar los derechos de las mujeres.

Por eso para muchos y también para muchas no resultó extraño que en las redes sociales se utilizaran palabras como “zorra”, “puta” e “hija de la chingada”, o expresiones como “vendida” o “falta de ética” que se imprimieron comentarios de televisión, radio o prensa sobre Rosario Robles.

Este hecho, ocurrido en el transcurso de la semana, nos revela y pone clarito y sin nubarrones, que a ellas nada se les perdona, de ellos todo se nos olvida.

Se olvida y se perdona el hecho de que muchos hombres que militan en un partido se pasen al de enfrente pero no pasa nada, se habla incluso de que han tomado una decisión valiente y muy pocos de ellos retroceden políticamente, pero no se trata de cualquier político, algunos habían sido gobernadores con el partido que dejaron y otros lo serían con el que ahora abanderan: Ricardo Monreal, Dante Delgado, Gabino Cué, Diódoro Carrasco, Manuel Barttlet, Ángel Aguirre, Rafael Moreno, Arturo Núñez. Otros han sido diputados o senadores o tal vez han ocupado un cargo público con distintos partidos: Manuel Camacho, Demetrio Sodi de la Tijera, Raúl Castellanos (en Oaxaca), Porfirio Muñoz Ledo, Salvador Caro (en Jalisco), José Luis Nieto Montoya y Rafael Villagómez Mapes (en Michoacán), Carlos Rodríguez Becerra (en Nuevo León), Jorge Garcilazo (en Puebla). Hay cientos de presidentes municipales en esta circunstancia y es del mundo conocido el caso del mismísimo Andrés Manuel López Obrador, ex militante priista y ex candidato del PRD por dos ocasiones al gobierno federal.

Esto, debo aclarar no es un asunto exclusivo de los hombres, también hay mujeres saltando de banco en banco, hasta que finalmente desaparecen o tienen actitudes confusas, quizá el más emblemático de los casos esté en la líder magisterial Elba Esther Gordillo. Pero como la política está en manos de los hombres mayoritariamente, son ellos quienes con mas frecuencia saltan de un partido a otro y en algunos casos de un partido a otro y a otro y a otro (hasta agotar existencias), sin importar la ideología política, lo que importa es su interés personal.

Sin embargo, cuando se trata de hombres, salvo lo que podría ser un señalamiento del momento, a ninguno de ellos se les llamó de manera despectiva, por twitter, Facebook ni en los medios. Por el contrario, a veces se les vanagloria por sus determinaciones y por tanto, en ningún caso, fueron llamados “putos”, “zorros” o hijos de ese pueblo que sí existe y que está asentado geográficamente en el estado de Jalisco, es decir, La Chingada.

Queda bien claro que hay un trato desigual y esa desigualdad está basada en nacer mujer u hombre. De lo que ellas hagan mal, nadie se olvida, de lo que ellos hagan mal ya nadie se acuerda. Desdeñamos los efectos del entramado hecho con el tráfico de influencias y prebendas en que se convierten muchos diputados y senadores. El enriquecimiento ilícito que nos presumen cínicamente los políticos que transforman sus vidas, su contorno, no lo ocultan, lo exhiben, porque el poder es algo “natural” en ellos y la corrupción les va implícita, pero no así en una mujer aun cuando se llame Rosario Robles o Petrita Gómez, cuando es una mujer la que roba pensamos que es inadmisible, imperdonable, porque ellas, por ser mujeres deberían ser de otra forma. Lo cual es sólo nuestra mala expectativa ¿por qué razón las mujeres tendríamos que ser incorruptibles? ¿Acaso ser honesto o no, tiene que ver con el sexo de las personas? ¿No es acaso algo que tiene que ver con la cultura? Es decir, se aprende a ser corrupto o se aprende a no serlo. Es parte de la educación.

Lo dicen las expertas, las políticas son las mujeres más violentadas y nos queda claro con el ejemplo de Rosario Robles. Violencia que también se traduce en menos ingresos para ellas, en engaños sobre posiciones políticas, en que se les obliga a hacer la talacha, en que se les ignora al momento de tomar decisiones, en ocasiones hasta las mandan a bajar de peso antes de asignarles una candidatura y le sucede a todas. Sus victimarios son sus mismos compañeros de partido, otro ejemplo es lo que sucedió en octubre de 2006, cuando doña Rosario Ibarra de Piedra se enteró por una reportera que ya no estaría más en la bancada perredista y que desde esa mañana sería parte del grupo parlamentario del PT, y evitar así que perdiera sus prerrogativas de un millón 200 mil pesos mensuales para ese partidito.
¿Le habrían hecho algo así a un diputado? Por supuesto que no, eso nunca.

El diputado gandalla

Y hablando de violencia hacia las mujeres en Oaxaca, el diputado Elías Cortés López no quiere devolver la curul que como suplente asumió hace casi dos años, cuando Bernarda Martínez Santiago, la propietaria, fue obligada a dejar su lugar al ex representante priista en el entonces Instituto Estatal Electoral.

Por cierto, Cortés López desde entonces (2004) era un “valiente” opositor a las cuotas de género, lo que llevó a un grupo plural de políticas oaxaqueñas a desangrarse en la pretensión de obligar al IEE  a rechazar las fórmulas de los partidos políticos que no cumplieran con la cuota del 40-60.

Elías Cortés López no cambia y no cambiará: el 8 de agosto pasado, fue el diputado que no votó la tipificación del delito de feminicidio, lo que habla, sin duda, de un problema serio de misoginia, es decir, Cortés  López, coordinador de la bandada priista local es sin duda un peligro para las oaxaqueñas.

Aunque cuenta con la simpatía de un grupo de mujeres y hombres, que lo alientan a dar largas a la entrega de la curul que tiene prestada, Elías Cortés se enfrentará a otras priistas que se unirán a Bernarda Martínez quien, claro que sí, está en su derecho de ocupar la curul a la que renunció porque la habrían obligado a hacerlo y taparle así el ojo al macho con el asunto de la cuota de género en las elecciones de 2010. Pero don Elías Cortés debería saber que si él se niega, aún está el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que seguramente le pedirá el lugar. Ni modo, el que pide prestado está obligado a devolver.

Por increíble que parezca, el director jurídico del gobierno estatal buscaba mutilar el artículo 134 de la ley que tipifica el feminicidio, lo que provocó fue que se acusara a Gabino Cué de vetar el artículo, lo cual no sucedió. Y resulta increíble porque es una iniciativa del Ejecutivo, la conocía. Su contrapropuesta fue rechazada por las diputadas que integran la Comisión de Equidad y Género y sí habrá entonces artículo 134. En realidad, señalan las organizaciones no gubernamentales el problema no es que quiten o pongan un artículo, el problema es que en tanto no se publique, las reformas son letra muerta y carecerán de un presupuesto para el año 2013 para atender este gravísimo problema que en la entidad ha cobrado la vida de 161 mujeres según el recuento hemerográfico del Colectivo Huaxyacac. 

Un retraso tras otro, porque la misma ley dice que el Procurador General de Justicia del Estado dispondrá de 12 meses para operar protocolo especializado para la investigación del delito. Sin duda, el gobierno estatal (ejecutivo, legislativo y judicial) no tienen ninguna prisa por atender el problema de la violencia feminicida ni el feminicidio. Está claro, insisto, que las mujeres asesinadas no son de su familia, por decir lo menos.
@jarquinedgar


A Reserva: Señales cruzadas, extravío político


A Reserva
Señales cruzadas, extravío político

Bárbara GARCÍA CHÁVEZ
Ya casi ha trasncurrido una tercera parte del sexenio gabinista y las cosas no mejoran, todo lo contrario, o cuando menos todo sigue igual. Las rutas de emergencia se agotan y las salidas se ven muy lejos o de plano se inutilizan en la confusión y la incertidumbre, -inseguridad, desempleo, ausencia de obra pública, conflictos agrarios, cacicazgos criminales, violencia e intolerancia, asesinatos políticos, pésimos servicios de salud y educación, finanzas oscuras, nepotismo, injusticia, desigualdad, pobreza y más pobreza-. 

En Oaxaca los horizontes políticos siguen nublados, casi lóbregos; los grupos del poder económico aposentados en los tronos de la aristocracia ejercen su dominio desde los altos mandos públicos. La plutocracia defiende sus fueros; los diferentes grupos locales se desgarran por mantener el cetro y se arrebatan sus trebejos,  moviéndolos de un lado a otro, de derecha a izquierda, algunos de estos alfiles creen que ostentando un puesto público -de elección o designación – los hace pertenecer o cuando menos acercarse a esa “clase todo poderosa”, a la que aspiran aún más que al propio poder político.

Qué lástima, se diluye el objetivo de la política, el quehacer público deja de aspirar al “bienestar general” o “bien común”, por ambiciones personales o de grupo, arrebatándose puestos y canonjías, cancelando todo compromiso social a cambio de codearse con la nobleza; qué lástima. 

Mientras tanto, uno de estos lores, Gabino Cué Monteagudo, ungido por Diódoro Carrasco Altamirano, hoy habilitado gobernador por designio formalmente popular, juega sus piezas moviéndolas con desgano, las sacude, las acomoda, se divierte y espera ganar la partida sin saber verdaderamente qué estrategia seguir, lo que sí es bien cierto, es que él, Cué Monteagudo, juega de rey en el tablero.

Como rey tiene todos los valores en el juego, motivo por el cual es la pieza más importante. El valor del rey es infinito, todas las demás piezas lo protegen, pues de el depende que siga el juego, si el rey se pierde, la partida termina. Así que quienes están en el tablero juegan y ganan mientras está el rey. Vaya alegoría.

Los partidos que alcanzaron el triunfo junto a Gabino Cué en Oaxaca, se acomodan en el tablero como alfiles, juegan en posiciones abiertas, descaradas, se mueven con libertad inusitada alrededor del rey, se codean con él y le hacen saber que sin ellos el juego termina.
Siguiendo la parodia, en posiciones cerradas, tienen más valor los caballos, que caracterizan de maravilla los comodines de la clase empresarial bien maquillados para parecer políticos; ellos cuidan de cerca los intereses de su estirpe y acotan al rey –gobernador previniendo que los peones en el tablero político sirvan de trinchera, y si hay que sacrificarlos, pues ni modo, así es el juego ¿Qué no?

El ajedrez político es una partida de intereses que debe jugarse con inteligencia, generar estrategias y artificios para lograr objetivos inmediatos y a largo plazo; es claro que no cualquiera le entiende, es un juego de poder, donde la demostración de dominio infiere en el resultado.

En los tejes y manejes de los sujetos del poder, en Oaxaca, se perciben actitudes y distorsiones que envían a la ciudadanía mensajes cruzados, infranqueables desde la lógica común, que espera actuaciones que respondan a una línea consecuente o cuando menos eficaz en el desempeño de la función pública.

No es así, desde los esquizofrénicos pactos entre partidos políticos y grupos sociales polarizados, que sin acuerdos mínimos llevaron a un representante de la vallistocracia al gobierno del estado, a cambio de cuotas de poder, privilegios que les permitan ampliar su clientela electoral; y para otros cuantos, muy pocos, les ha representado el regreso a la cúspide de oropel, que habían extraviado hacía algunos años a manos de quienes hasta hace poco fueron sus compinches, antes del divorcio político. Pero nunca han perdido ese lazo que une sus destinos el dominio de Oaxaca y sus riquezas.

Desde hace más de 20 meses de gobierno aliancista, el jefe del ejecutivo, Cué Monteagudo, adjudicándose el apelativo de ciudadano se ha paseado por el PAN, el PRD y su coalición de “izquierda” y claro, subrepticiamente deja migajitas en los caminos del PRI para ser encontrado fácilmente en sus extravíos políticos.

Estas señales cruzadas, instigaron mayor confusión durante el proceso electoral pasado; el compromiso político que adeuda a su mentor, le abrió las arcas del estado a favor de Diódoro Carrasco Altamirano del PAN y a la vez a Benjamín Robles Montoya registrado por la alianza progresista, ambos contendientes al senado.

El triunfo de la coalición progresista en Oaxaca inclinó la balanza y claro, hizo que el gobernador oaxaqueño se confiriera honroso miembro de la Red de izquierda, parecía entonces inminente su disociación del PAN y alejamiento de facto de su padre político Diódoro Carrasco.

Pero no, nos dio la sorpresa asistiendo al selecto evento en el que Felipe Calderón dirigió un mensaje por su último informe de gobierno; pudiera explicarse en tanto López Obrador ya cambió al sujeto espurio de su discurso, aun así su asistencia y aplausos a las mentiras y autoalabanzas, resultó muy, pero muy cuestionable.

Casi de inmediato, frente a la resolución del Tribunal Federal Electoral, que declaró a Peña Nieto del PRI presidente electo, Cué Monteagudo, en claro y contundente respaldo a AMLO expresa “…aunque no nos guste la resolución es definitiva”.

Claro que esta posición, frente a Peña Nieto pretendía congraciarse con la mayoría que en Oaxaca votó por la coalición progresista, echarse a la bolsa a las y los legisladores federales que aplastaron al PRI, aún más al PAN y sobre todo darles coba a los funcionarios izquierdosos que dicen ser respaldados por el mismísimo López Obrador y que, dicho sea de paso, han resultado un fiasco para la ciudadanía, ineficientes, prepotentes y corruptazos.

El último, bandazo del gobernador oaxaqueño fue su inesperada visita al Estado de México para asistir al primer informe del gobernador priista Eruviel Ávila Villegas, sucesor de Peña Nieto, que por supuesto estuvo en primera fila y que por más bríos de Cué Monteagudo le fue imposible acercársele al presidente Peña Nieto –por cierto ya reconocido por la dirigencia nacional del PRD-  después declararía el propio gobernador que se trata de negociación y apertura democrática... ¿Qué, qué?

Oaxaca se encuentra zambullida en la bipolaridad, el cambio de señales, que muestra un rostro de ocurrencias, de poca seriedad y proyecto inexistente; si la vallistocracia regresó  inmersa en una serie de acuerdos subterráneos para sumar viejas fuerzas políticas, las más violentas reacciones y los más altisonantes comentarios.

Las luchas se agudizan y seguirán agudizándose producto de la entreveración de las más disímbolas corrientes y formas de pensar. Otros puntos de discordancia se dan con el alejamiento del Partido Acción Nacional, hoy desdibujado y avasallado por la “izquierda” que apenas fue su aliada y ahora lo vapulea.

Hoy por hoy se allanan caminos y espacios políticos para el PRD, que anula a los otro dos partidos de la coalición de izquierdas, MORENA se queda con su mínima organización, su estructura y su ausencia de programa.

El PRD en Oaxaca se queda y refina su ambición desmedida y la falta de preparación. Beligerantes y protagónicos. Se queda por ahora como la andanada de alfiles, creyendo que el rey vive y se los debe a ellos. Que fantasía.

En esos mensajes no sólo se oculta la debilidad de un gobernador anodino, ante los eventos electorales donde trata de sacar fuerza de supuestas organizaciones y defensas ciudadanas, para congraciarse con los diversos sectores del Estado.

Oaxaca enfrenta la lucha a muerte de grupos y "castas" que exigen el respeto a sus posiciones políticas y cotos de poder. Sin duda persisten los mismos métodos y estrategias de permanencia y preeminencia priísta, donde sólo las élites opinan y los demás obedecen.
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Palabra de Antígona: La camaleónica actitud del PRI


Palabra de Antígona
La Camaleónica actitud del PRI

Por Sara Lovera
De acuerdo con la definición científica, los camaleones son  reptiles  prehistóricos, escamosos, que tienen la  habilidad es cambiar de color según las circunstancias.

Ello  dio lugar al adjetivo que recogen los diccionarios de habla hispana: un camaleónico  o tener una  actitud camaleónica significa tener esta personalidad de lengua rápida, una especial y enorme capacidad para transformarse según cada situación, cambiar de opinión, incluso de actitud. Ser capaz de acomodarse con facilidad a todas las situaciones.

Recuerdo que tras el fraude electoral, fenomenal de 1988, los agentes políticos de Carlos Salinas de Gortari, se dieron a la tarea, en actitud camaleónica, de pretender abrir caminos para responder a una  población mexicana harta del sistema. Por eso el entonces regente de la ciudad de México, Manuel Camacho Solís, pretendió que un 8 de marzo las organizaciones de mujeres dieran un espaldarazo al nuevo gobierno de facto. Lo consiguió en alguna medida, no la que pretendió.

Pero la historia del PRI es larga. Del mismo modo con su política de "apertura democrática", a la que se inscribieron cientos de "intelectuales", Luis Echeverría en 1970 pretendió dar la impresión, cambiando de color, de una transición política, mientras operaba en el país la guerra sucia desatada contra los mexicanos y las mexicanas que habían llegado a la conclusión que la única forma de cambiar al país, era la guerrilla y la acción política clandestina. De esa época hay en la memoria 500 desparecidos y desaparecidas, actos de persecución indescriptibles y otras lindezas.

Así se comportó el gobierno de José López Portillo, por un lado decretó nuevas y variadas excepciones para interrumpir el embarazo, hasta llegar a 7, en diversas entidades del país, haciendo pensar en una apertura sobre la permisión del aborto.

Pero López Portillo mientras tanto,  instrumentó desde el IMSS, la Secretaría de Salud e instituciones semejantes una política que significó la esterilización de dos millones de mujeres, en clara violación al artículo 4o. Constitucional.

Esta doble cara, doble moral y engaño camaleónico, no sólo operó en el PRI para tamañas infamias. Algo que ha caracterizado su conducta para mantenerse en el poder  fue y es su capacidad para "enamorar" a supuestos y reales personajes con capacidades y compromiso social, para llevarlos a sus huestes. Fueron cientos  a lo largo de décadas, quienes creyeron en  estos espejismos, tanto que una frase sistemática en la jerga política lo explica: "es mejor cambiar las cosas desde dentro, que solamente oponerse" o la otra muy cercana a ciertas políticas feministas: "es mejor la propuesta y la colaboración, que mantenerse al margen y mirar cómo las mujeres no avanzan", la llamada política de lo posible.

Hoy no vivimos nada ajeno a ello. Ya Enrique Peña Nieto, con la sola designación de su equipo de transición muestra esta antigua costumbre, que me hace preguntarme ¿cuál nuevo PRI?. Es lo mismo. Y me dirán que es obvio pero que tras 12 años de panismo camaleónico, los muertos, las nuevas prohibiciones, la intromisión religiosa, entre otros, es lo que hay.

Antes no era importante lo que hoy conocemos como política de género y no había, como hoy, tantas y tantas mujeres en el espacio público -trabadoras, profesionistas, políticas, luchadoras sociales, defensoras de los derechos humanos, feministas, etc.- como hoy.

Se trata de la mitad de la población. Del 53 por ciento de la fuerza laboral -datos de una iniciativa presentada por Diva Gastélum- y de una fuerza cada vez más participativa, tanto que las mujeres fueron en las elecciones de 2012, la mayoría de votantes y las receptoras de las llamadas prebendas partidarias, sí, desde una gallina hasta una tarjeta de Monex.

También las mujeres han sido mayoría en la organización y cuidado de las elecciones. Mayoría sin conocer sus derechos, pero sí saber, que lo que conocemos como clientelismo tiene sentido de sobrevivencia y esperanza.

LA AVANZADA  y LAS MUJERES

¿Y por qué tanta parafernalia? Porque el regreso del PRI, obviamente, hoy pretende en forma inmediata captar simpatías  para desarrollar su antigua política. Por eso una propuesta, que no ha llegado formalmente al Congreso, pero que fue "trascendida" a los medios de comunicación, que ya se comenta: ésta de distribuir los recursos para los medios de comunicación y así contrarrestar los sentimientos incómodos de la población.

De igual forma el senador Pablo Escudero Morales, del Partido Verde Ecologista, el 4 de septiembre durante la segunda sesión del nuevo Congreso, presentó una iniciativa para modificar la Constitución en el sentido de limitar el fuero militar ante la comisión de delitos por actos y omisiones realizados por miembros de las fuerzas armadas en ejercicio de sus funciones, para que tengan conocimiento y competencia los Tribunales Comunes del Fuero Federal.

O sea, llueve sobre mojado, porque las recientes decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la práctica ya hicieron esta modificación, ante la evidencia ofensiva del reiterado e injurioso abuso de policías y militares contra la población civil, especialmente durante el sexenio de Felipe Calderón.

Iniciativas semejantes, al menos tres, están en los archivos de la cámara sin dictaminarse, desde la LX legislatura. Ahora resulta, que un niño verde se pone en la avanzada. Y es que el Partido Verde Ecologista, es y será el mejor aliando priista, para enderezar una presidencia, que como la de Calderón esta signada por la sospecha de legitimidad.

Lo mismo sucede con las mujeres. Lo veo como un ensayo donde dos cosas parecen fundamentales: ordenar el trabajo de las mujeres -brazos fuertes, con ciertos derechos y libres para la acumulación capitalista- y un mensaje de "sí cumplimos".

Ese mismo 4 de septiembre, en que Escudero Morales habla de restringir el fuero militar, la senadora priista, Diva Gastélum, conminó al Ejecutivo a signar el convenio 189 de la OIT, para que firmado y reafirmado por el Senado, haga posible hacer justicia a las trabajadoras del hogar, -las llamadas  chachas - incrustadas  en la economía informal, sin derechos ni prestaciones, violentadas, sin horario y sin contrato. Sin nada. Se trata nada menos  que del 9 por ciento de todas las mujeres trabajadoras del país, que a través de sus organizaciones nacionales e internacionales, se hallan en una campaña permanente para que México firme ese convenio y se haga ley, hoy, en virtud de los cambios al artículo 133 de la Constitución.

Lo increíble es que dos días después la senadora perredista, Angélica de la Peña, hizo la misma propuesta, con 48 horas de diferencia. ¿Es así como va a operar el pacto político plural de las legisladoras 2012-2015 que apenas firmaron el 30 de agosto?

También la senadora Gastélum quién es la dirigente femenil nacional del PRI, apuró al gobierno a mejorar las condiciones de los servicios de salud, propuso modificaciones a la Ley Agraria para asegurar que en los órganos administrativos y políticos (para el Ejido) sustantivamente las campesinas accedan a la paridad en su representación. Ambas, de la Peña y Diva, también apresuraron al ejecutivo a firmar el Convenio 156, relativo al reparto de las responsabilidades familiares.

Y como cereza de un pastel, Calderón  envió una iniciativa en materia laboral para prohibir expresamente la discriminación por cuestiones de género; la realización de actos de hostigamiento o acoso sexual; la práctica de exigir certificados médicos de ingravidez para el ingreso, permanencia y ascenso en el empleo, y permitir que las mujeres trabajadoras puedan distribuir las semanas de descanso pre y postnatal, así como reducir en una hora la jornada de trabajo, durante los periodos de lactancia, a efecto de que puedan convivir con el recién nacido. Todo en la ley.

Pienso que es una pequeña prueba de lo que nos espera. ¿Cómo abordarlo? ¿Reconociendo al PRI "nuevo" y "cambiado"? o planteando el tema tabú: del aborto y empujar a fondo el otro tema "tabú" de la representación nacional y paritaria para hombres y mujeres, propuestas e iniciativas abundan.

Por su parte, la perredista Angélica de la Peña propuso otro punto, mejor e interesante, el de  la firma del convenio 183, también de la OIT sobre la protección  a la maternidad, argumentando que el Estado debe garantizar la protección de la maternidad a las mujeres que deciden tener hijos en circunstancias de libertad, responsabilidad y con la información suficiente y asegurar que reciban bien y a tiempo servicios de salud.

Esto en la lógica de Angélica de la Peña, podría significar disminuir las altas tasas de mortalidad materna, tan ofensivo y tremendo que significa la pérdida anual de mil 200 vidas, cifra inamovible desde hace al menos 20 años.

Todos estos asuntos constituyen una parte sustantiva de la agenda de las mujeres, en la época reciente, desde 1996, para no remontarme a las demandas del Frente Pro Derechos de la Mujer de los años 30 o las demandas revolucionarias que hicieron las mujeres en los albores de 1915.

Camaleones veremos en multiplicados discursos, propuestas de acuerdo y todo eso. En el fondo ya están en pelea de sombra los espacios donde se desarrolla la política de género, que hoy está incluida o deberá estar en el Plan Nacional de Desarrollo.

Vaya tema, de seguimiento obligado, porque las priistas, ahora sí, denodadamente se ponen al frente, como seguramente sucederá en los otros campos, obviando las demandas históricas: libertad sexual, no a la violencia contra las mujeres, parar el feminicidio, parar la persecución a mujeres y hombres periodistas y asegurar la integridad de las defensoras de los derechos humanos, que no requieren nada más que el cumplimiento de la legislación vigente.

Una nota de importancia si lo es, la posibilidad de hacer justicia por fin a las trabajadoras el hogar, el pendiente más significativo que la agenda feminista ha dejado pasar. Por cierto en la legislatura que terminó, se hicieron los mismos llamados al Ejecutivo, desde la bancada obrera  a través del ahora ex diputado Francisco Hernández Juárez y antes en la XL la ex diputada  Rosario Ortiz, quien presentó una iniciativa con perspectiva de género para reformar la Ley Federal del Trabajo. O sea fuegos artificiales en esta larga historia del camaleón.

sara.lovera@ymail.com ( si es "y"). @SaraLoverLopez