lunes, 17 de febrero de 2014

Mujeres y política Contrastes de inseguridad



Mujeres y política
Contrastes de inseguridad

Soledad JARQUÍN EDGAR
Cosas buenas deben suceder en Oaxaca, sí, cosas buenas tendrían que suceder en esta entidad. ¿Cómo? Escuchando a los gobernados. Esa es la magia del gobernante, escuchar, complementado, claro está, con la debida respuesta que dé el gobernado.

Toda una polémica suscitó recientemente, el resultado de un estudio realizado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, que calificó a este municipio como el más violento de México. Las reacciones no se hicieron esperar y hubo desde indignación hasta la exigencia de explicar la metodología utilizada y como me decía un querido amigo, se ordenó a los funcionarios de diversos niveles de gobierno a desfilar por los medios de comunicación, a veces previo pago, a negar que Oaxaca es la ciudad más insegura del país.

Pronto el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Justicia Penal tendrá que explicar qué metodología utilizó. Sin embargo, hay algo que es real, en la ciudadanía hay un reclamo sentido, vivimos en una ciudad insegura ¿Quién no ha sufrido un robo, por grande o pequeño que sea? Vivimos una ciudad que provoca zozobra cuando al salir de casa para ir al trabajo, lo que encuentra es un bloqueo, un cierre de calles…eso, dice otra querida amiga, también es inseguridad.

Cierto, si comparamos Oaxaca de Juárez, con otros municipios de otras entidades del país como los de Michoacán, en algún tiempo municipios de Nuevo León, los tan temidos de Veracruz, hace un tiempo Tijuana, en Baja California, qué decir de Tamaulipas o Guerrero, donde turistas han sufrido violencia…

Lo que no se encuentra lógico es negar un hecho real: vivimos inseguridad. Si no fuera así no tendríamos los resultados cotidianos que observamos en las páginas de noticias policíacas, incluso ya habrían desaparecido. Sin duda, ese para empezar es un parámetro de inseguridad, es algo que no le pasa a los otros, a personas ajenas, a personas que ni conocemos. No, por lamentable que parezca lo publicado en la “nota roja” es nuestro reflejo social.

Ernesto Gutiérrez Jiménez, presidente del Observatorio Ciudadano del Delito, (sin embargo/12 de febrero de 2014), hizo un llamado al gobernador Gabino Cué Monteagudo para que no minimice los hechos de delincuencia registrados de manera cotidiana y expone una serie de ejemplos.

En el caso de violencia de género los delitos fundamentales que se cometen contra mujeres son feminicidio, violencia sexual y violencia física, como los más graves pero no como los únicos, lamentablemente.

Esta violencia, que a pesar de muchos esfuerzos de organizaciones no gubernamentales feministas para visibilizarla, hoy ha vuelto a ocupar un sitio secundario frente a la otra violencia. Incluso se vuelve a caer en el “pecado capital” de hacer las malas comparaciones de que en Oaxaca el problema no es grave, a pesar de las cifras.

Eso sin dejar de tomar en cuenta que esta semana le dictaron auto de formal prisión a una joven a quien se le involucra en un lamentable feminicidio ocurrido en 2011. Este hecho es totalmente sospechoso considerando que a quien se señaló como el victimario fue Abadalá Ruiz Sánchez, y del que hasta ahora nada se sabe, excepto que su madre era la extinta ex senadora de Oaxaca, Cirila Sánchez y atando cabos que su padrino era nada más ni nada menos que Carlos Salinas de Gortari, el ex presidente mexicano menos querido de los últimos tiempos. Sospechosa sin duda la actitud de la Procuraduría General de Justicia del Estado en este caso, porque el principal inculpado está libre y otras personas empiezan a pagar las facturas, no es nada extraño y esa también es una forma de vivir en inseguridad.

Pero como siempre, se trata de no es de comparar a Oaxaca con otras ciudades del mismo estado o del país. No se trata de eso, sino de mirar los hechos concretos, tomar el pulso desde la percepción ciudadana. ¿Cómo lo vivimos? Porque es desde ahí desde dónde quien gobierna debe atender y responder.
Por lo pronto, diremos que a raíz del anuncio, hace casi 15 días del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, hemos visto desfilar a funcionarios defendiendo la idea de esta ciudad tranquila y pacífica, eso se llama tapar el sol con un dedo. Cierto, reflejar o aceptar lo contrario significa no sólo matar a la gallina de los huevos de oro, es decir la actividad turística, sino aceptar que en la capital oaxaqueña hay mucho que hacer en materia de seguridad.

Y eso no tiene nada de malo.

Y en tanto las autoridades se indignan y buscan “reparar el daño colateral” que les ha provocado la declaración del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Justicia Penal, han sucedido una serie de hechos delictivos terribles e impactantes, como el feminicidio de una joven de 16 años, descubierto el pasado sábado. Ella era originaria de San Antonio de la Cal, es decir a 16 minutos del centro de la ciudad. Violada y asesinada y arrojada a un canal de aguas negras, porque es el río Salado. Y debo decir…otra vez las imágenes grotescas en los medios de comunicación ¿quién las distribuye? ¿La procuraduría oficialmente o alguno de los agentes con ímpetus reporteriles? Y lo digo porque es la misma imagen que aparece en los medios. Sospechoso, otra vez.

La forma de este feminicidio tiene ¿Cuántos significados? ¿Qué sucede? ¿Cuántas más? ¿Se darán cuenta un día? ¿Durmieron bien los servidores públicos desde el gobernador hasta los titulares de la Procuraduría de Justicia y de Seguridad Pública? Pregunto porque a muchas ciudadanas, principalmente, hemos dejado de dormir bien frente a esta desgracia.

El asunto de la basura apesta en Oaxaca

Desde hace muchos trienios uno de los principales problemas que enfrentan las autoridades es cómo resolver la eliminación de los desechos que se produce cada uno de sus habitantes, estimado entre tres y cinco kilos por cada persona. Desde que Carlos Manuel Sada Solana gobernó la ciudad de Oaxaca, se planteó la posibilidad de concesionar el tiradero a cielo abierto ubicado en la colonia Guillermo Guardado, mediante un sistema que produciría energía eléctrica. Muy novedoso, pero no pasó. Empezaron a operar las manos negras. Desde entonces han pasado 14 años y aún no se ha resuelto el problema del destino final de la basura.

El nuevo presidente municipal también revela esa preocupación, como todos los anteriores. El problema es que la propuesta presentada por una empresa que sabe hacer ese trabajo, cuenta con los mecanismos para ello, se desechó desde el propio gobierno del Estado, donde un muy abusado y abusivo servidor público armó su grupo-empresa para obtener la muy jugosa ganancia que representa la basura.

¿De quién se trata? Pues del mismo de siempre, el “chuky” de Gabino Cué, es decir Jorge Castillo. Quien pretende que el presidente municipal en turno, Javier Villacaña, caiga en el garlito. Huele mal no solo por la contaminación que produce la basura en descomposición. Eso me dicen quienes saben es debido al exceso de confianza que Cué ha depositado en su muy abusivo colaborador.

Actitud que no debe extrañar considerando de qué manera protege a sus cuates el mandatario, otros casos son por ejemplo el secretario de Salud, Germán Tenorio Vasconcelos, quien puede tener un cúmulo de quejas, como en el caso de violación a los derechos de mujeres que solicitan atención en clínicas de salud públicas, y no pasa nada, pero nada es nada. Por eso insistimos: algo bueno debe suceder en Oaxaca y eso bueno está solo en las manos de una sola persona: Gabino Cué Monteagudo.
@jarquinedgar

Palabra de Antígona No hay Reformas sin Derechos Humanos



Palabra de Antígona
No hay Reformas sin Derechos Humanos

Por Sara Lovera
Este lunes Salil Shetty secretario general de Amnistía Internacional (AI) como cabeza de una misión de “alto nivel”,  se entrevistará con el presidente Enrique Peña Nieto, para entregarle sus opiniones sobre el estado que guardan los Derechos Humanos en México. El señor Shetty habría dicho en Saltillo, Coahuila, que no puede hablarse de Reformas Estructurales si no hay respeto a los derechos humanos.

La misión tiene especial preocupación por las violaciones a los derechos de las y los migrantes, sobre la desaparición de personas y la violencia contra las mujeres. Asuntos profusamente investigados, a tal grado que contamos con el detalle de dónde y cómo suceden atrocidades en espacios territoriales concretos; sabemos, incluso, qué ciudades o delegaciones políticas significan grave peligro para las mujeres, periodistas, defensores y defensoras de derechos humanos. Pero todo ello no ha significado casi nada, reina la impunidad y no sabemos nada congruente sobre las acciones de justicia.

La misión de “alto nivel” de AI ocurre precisamente un mes antes de que se cumpla el plazo para que México informe al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU) sobre cuántas y cuáles de las 188 recomendaciones que ese organismo hizo a México en su segundo Examen Periódico Universal (EPU), que presentó el miércoles 23 de octubre de 2013 en  Ginebra, Suiza, y nadie sabe si México ya respondió o no. Por lo que la visita de AI es estratégica. ¿Qué irá a responder el gobierno?

Para nadie es una novedad, dolorosa y tremenda, sobre la crisis que vivimos en materia de Derechos Humanos. Lacerantes todos los datos. Se han detenido, torturado y desaparecido -según AI-, a 83 mil migrantes, es insoportable pensar en más de 26 mil desapariciones para no hablar de las más de tres mil  mujeres asesinadas cada año y los números de trata de niñas y mujeres con fines de esclavitud sexual.

El gobierno de Peña Nieto está en aprietos. México es un país que ya no engaña a nadie. Las leyes, las medidas de protección, por ejemplo, a periodistas no han servido para nada, mientras que en estados como Veracruz, se hace evidente que las y los periodistas no pueden trabajar y son perseguidos, e incluso asesinados, mientras que se apuntala al gobernador, amigo del presidente de la República.

Igual sucede con situaciones explícitas y conocidas como la trata de mujeres en Tlaxcala, Jalisco y las Lomas de Chapultepec, donde los datos e investigaciones están hechas y no se actúa. ¿Qué pueden responder gobernadores, procuradores de justicia y la flamante policía federal? El autoritarismo y el patriarcado, bien, llenos de buena salud. Y hay quien duda de los testimonios de mujeres y niñas.

Este 14 de febrero, durante el baile de la movilización femenina en la Alameda Central, para llamar la atención sobre la violencia contra las mujeres y lanzar el mensaje de que todavía pensamos en la utopía de relaciones amables y satisfactorias, reveló o más bien ratificó, datos incontrovertibles. Son crecientes y sostenidas las cifras de asesinatos femeninos, cada vez más crueles en los estados de México, Chihuahua, Guerrero, Guanajuato, Michoacán, Oaxaca, Sinaloa, Chiapas y Sonora.

La Iniciativa de las Mujeres Premio Nobel concluyó, en un informe, que por el crecimiento del feminicidio entre 2006 y 2012, la situación en México había alcanzado la calificación de “crisis preocupante”.

El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio contabilizó, en los últimos cuatro años, tres mil 139 feminicidios en 13 entidades de México, sin considerar los datos de Chihuahua, donde creció la tasa a pesar del operativo contra el crimen.

Amnistía Internacional registró dos mil asesinatos de mujeres en un solo año, un promedio de seis por día, ya que entre 2008 y 2009 aumentaron los homicidios femeninos 69 por ciento en relación con años anteriores.

El número de asesinatos contra mujeres en estados como Chihuahua es 15 veces más alto que el promedio mundial, por ejemplo, y en todo el país se cometen 6.4 asesinados de mujeres por día, de los cuales 95 por ciento quedan en la impunidad, mientras que 10 estados las cifras registran tasas de crecimiento sostenidos de asesinatos de género.

Según cifras de las Procuradurías, han desaparecido en los últimos cuatro años 3 mil 149 mujeres en nueve estados de la República, en edades que oscilan entre los 10 y 17 años de edad.

Si hablamos de  las víctimas de violencia sexual y trata de personas, la maestra Teresa Ulloa, directora de la  Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC), afirma  que el crimen de desapariciones llega a 20 mil personas al año, o sea  16 víctimas por cada 100 mil habitantes.

Y si hablamos de violencia sexual en un solo año, Amnistía Internacional detectó alrededor de siete mil violaciones, de las cuales en sólo cinco por ciento ha sido ingresado en la cárcel. Y hasta 2012 la Cámara de Diputados habló de 15 mil violaciones denunciadas.

Pero la cifra negra es espeluznante, se habla de 112 mil violaciones cada año. Es, además, alto el porcentaje de mujeres violadas que resultan embarazadas, como lo indica el Informe Nacional sobre Violencia y la Salud en México realizado por Ipas Salud, organización civil, que señala que entre siete y 26 de cada cien violaciones provocan un embarazo.

En la Encuesta Nacional sobre Violencia contra las Mujeres, del Instituto Nacional de Salud Pública, se reflejó que el 7.6 por ciento reportó abuso sexual en la infancia, y son los familiares agresores en un 13.7 por ciento del total de mujeres que fueron violadas cuando eran menores de 10 años, mientras que el 65 por ciento, lo fue entre los 10 y los 20 años de edad, según esa encuesta.

El agravamiento de la violencia contra las mujeres periodistas y defensoras de los derechos humanos es funesto. Sólo entre los años 2002 y 2010 fueron asesinadas 10 periodistas en México, y entre diciembre de 2010 y noviembre de 2012 fueron asesinadas 15 defensoras de derechos humanos, la mayoría de ellas en los estados de Chihuahua y Guerrero, según denuncia de la organización internacional Asociadas por lo Justo (JASS).

El secretario general de AI llegó a México el día 15 y además de escuchar a personas migrantes, víctimas de tortura y a sus familiares, también se reunirá con integrantes del Congreso. AI abrirá una nueva oficina en México y seguramente su análisis de la situación, nos va a retar a volver los ojos a nuevos referentes valóricos de la convivencia humana, porque las cifras son superiores a las historias de países en guerra o sometidos por alguna dictadura, como las conocidas en la historia.

En el Examen Universal de Naciones Unidas llamó la atención la observación de Holanda en cuanto a la legislación de algunos estados de la República en los que se protege la vida desde la concepción, lo que ha influido en la dificultad de las mujeres para poder recurrir al aborto en caso de violación y otras causas. Feminicdios indirectos, puesto que muchas muren en el intento.

Es también alarmante que según ONU hay un aumento de casos de tortura, efectos negativos de la desigualdad social, el abuso del fuero militar y la indiferencia al combate a la corrupción.