miércoles, 6 de marzo de 2013

ESTADISTICAS SOBRE LAS OAXAQUEÑAS: INEGI


ESTADÍSTICAS DE LA MUJER
INEGI


·     En Oaxaca, en 2010 hay 109 mujeres por cada 100 hombres, ocupando el primer lugar junto con el Distrito Federal.

·     Según datos censales de 2010, siete de cada diez mujeres de 15 años y más, en localidades menores de 2 mil 500 habitantes, se encuentran en rezago educativo al no haber concluido el nivel de secundaria. 

·     La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2012 señala que nueve de cada diez mujeres de 14 años y más económicamente activas combinan sus actividades extradomésticas con quehaceres domésticos. 

·     La ENDIREH 2011, informa que en Oaxaca, 45.3% de las mujeres de 15 años y más, han sido víctimas de un incidente de violencia, por parte de su novio, compañero o esposo en algún momento de la relación.

·     El Instituto Federal Electoral (IFE) reporta que hasta enero de 2013, del total de personas que solicitaron su inscripción o actualización en el padrón electoral y obtuvieron su credencial para votar, 53.3% son mujeres.

La progresiva incorporación de las mujeres en todas las esferas del desarrollo humano es uno de los fenómenos presentes en México y el resto del mundo. El reconocimiento de los derechos de la mujer ha sido un camino muy largo en el que no obstante los logros alcanzados aún se puede observar su posición de desventaja en términos de salarios, acceso al empleo, seguridad social, mecanismos de protección laboral, y posiciones de liderazgo. Es por eso que la búsqueda de la equidad y justicia para las mujeres es una labor que debe continuar y reforzarse a fin de encontrar los medios que permitan la erradicación de todas las formas de discriminación y violencia que sufren.

El 8 de marzo de 1911 se festejó por primera vez el Día Internacional de la Mujer, pero fue hasta 1975 cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) formalizó su celebración. Para unirse a esta conmemoración, el INEGI presenta un conjunto de indicadores  sociodemográficos con el objetivo de aportar información estadística sobre la situación de la población femenina en Oaxaca.

MONTO Y DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN SEXO

Los datos censales de 2010 indican que en Oaxaca residen 3 millones 801 mil personas, de las cuales, 1 millón 982 mil son mujeres y 1 millón 819 mil, hombres. Conforme a estos montos, se puede mencionar que la relación por sexo es de 109 mujeres por cada 100 hombres en la entidad, esta proporción tiene algunas variaciones según la entidad de referencia. La misma fuente censal explica que en 28 entidades del país existe una relación numérica que favorece a las mujeres, y en sólo cuatro de ellas son una minoría relativa. Los casos más notables son Distrito Federal, entre los que se encuentra Oaxaca y Puebla con 109 mujeres por cada 100 varones, en tanto Sonora, Baja California, Quintana Roo y Baja California Sur, son los estados en donde la relación se invierte y hay una mayor cantidad de hombres.   



EDUCACIÓN
La educación es un derecho humano y un elemento indispensable para el progreso económico y social. El acceso pleno y en condiciones de igualdad a la educación es un requisito fundamental para la potenciación de la mujer, y un instrumento fundamental para lograr los objetivos de igualdad.
México se encuentra muy cerca de alcanzar la alfabetización universal de su población, por lo que en el país se han propuesto otros indicadores complementarios que permitan un análisis más detallado del tema educativo. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) propone medir el analfabetismo funcional, el cual se define como la condición de las personas que no pueden comprender lo que leen, o que no se pueden dar a entender por escrito, o bien se les dificulta realizar operaciones matemáticas 
elementales. Para cuantificarlo, se considera analfabeta funcional a aquella persona de 15 años o más que tiene aprobados menos de tres grados de primaria.
De acuerdo con datos del Censo 2010, en Oaxaca se estima que la condición de analfabetismo funcional es notablemente mayor en las localidades menores de 2 500 habitantes, tanto para hombres como para mujeres, y en todos los grupos de edad observados. En este sentido se calcula que las personas de 15 años y más, residentes en esas localidades menores y con menos de tres grados aprobados en el nivel de primaria, superan en tres a uno a las personas de localidades mayores con esa condición desventajosa (28.0 y 14.7%, respectivamente). Cabe subrayar que la condición de analfabetismo de las mujeres es superior al de hombres en casi todas las edades, y en ambos tipos de localidad aunque las diferencia por sexo se acentúan en las localidades de menor tamaño. 

En México, la población debe ingresar a primero de primaria a los seis años de edad y al concluir este grado de estudios, incorporarse a la instrucción secundaria. De esta manera se espera que los hombres y las mujeres al cumplir los 15 años tengan sus estudios básicos completos, de no ser así, se considera que están en situación de rezago educativo. Según datos censales de 2010, en Oaxaca, seis de cada diez personas (57.9%) de 15 años o más se encuentran en rezago educativo, encontrando que esta condición se presenta en 72.4% de las 
mujeres de esa edad que viven en localidades menores de 2 500 habitantes, porcentaje mayor al de los hombres, cuyo rezago es de 68.8% en el mismo contexto. 
Comparando el rezago educativo que hay entre la población femenina según grupos de edad, se observa que entre las de 60 años y más se presenta el mayor porcentaje tanto en localidades menores como en las mayores a 2 mil 500 habitantes (98.7 y 89 % en el mismo orden); por otra parte, los porcentajes menores se ubican en la población femenina de 15 a 29 años, particularmente en localidades de 2 500 y más habitantes, esto puede relacionarse con la mayor asistencia escolar y los avances en los niveles escolares cursados por parte de las mujeres jóvenes.

FECUNDIDAD Y ANTICONCEPCIÓN

La evolución demográfica de América Latina, en especial la reducción de la fecundidad, proporciona una oportunidad para el avance económico y el mejoramiento de las condiciones de vida de las mujeres en la región. Entre los efectos positivos de este cambio se hallan los beneficios para la economía familiar, mejoras en la salud sexual y reproductiva, y ampliación de las oportunidades de educación y empleo para la mujer. El descenso de la fecundidad en México es consecuencia de una política de población en la que destacan los programas de planificación familiar llevados a cabo a partir de la segunda mitad de los años setenta, los cuales propiciaron las condiciones favorables para que la población planeara de mejor manera su reproducción.
Los datos del Censo 2010, indican que en Oaxaca, la Tasa Global de Fecundidad (TGF), se ubica en 2.5 hijos por mujer, no obstante se observan diferencias de este indicador según el ámbito territorial de residencia de las mujeres. Las localidades de menos de 2 500 habitantes registran un promedio de hijos por mujer de 2.9, comportamiento que puede ser explicado por factores como el más bajo nivel educativo, la condición de actividad, así como el más limitado acceso a servicios de salud y de planificación familiar. En contraste, las localidades de mayor concentración poblacional (de 100 mil y más habitantes), tienen la TGF más baja (1.7 hijos por mujer). Cabe destacar que la mayor fecundidad en todos los tamaños de localidad se observa en la población femenina de 20 a 24 años.
El embarazo adolescente es un tema trascendental en materia de política pública, no sólo por las connotaciones sociales que limitan el desarrollo de la mujer, sino también porque en términos de salud resulta ser un evento que pone en riesgo la vida de la madre y su producto. Es un hecho, que hay un número importante de mujeres adolescentes que inician su vida sexual sin la debida protección, exponiéndose no sólo a un embarazo no deseado, sino también a enfermedades de transmisión sexual. Datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2009, informan que en Oaxaca, siete de cada diez adolescentes (71.7%) sexualmente activas, declaró no haber usado un método anticonceptivo durante su primera relación sexual. 
En la entidad es amplio el conocimiento de los métodos anticonceptivos por parte de las mujeres en edad fértil, no obstante se encuentran diferencias relativas sobre su conocimiento según el tamaño de localidad de residencia. De las mujeres de 15 a 59 años  que residen en localidades menores de 2 500 habitantes, 86.7% mencionó conocer alguno, en tanto que entre las residentes en localidades mayores a ese número de residentes, el nivel de conocimiento fue casi total (98.6 por ciento).

DERECHOHABIENCIA

La Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres establece el acceso y pleno disfrute de los derechos sociales para hombres y mujeres en condiciones de igualdad. En México, los eventos censales permiten una aproximación a la cobertura que el Sistema Nacional de Salud brinda mediante dos variables específicas: la derechohabiencia y el uso de servicios de salud. Con respecto a la derechohabiencia del total de la población en el estado, seis de cada diez personas son derechohabientes en al menos un instituto o programa de salud según el último censo de población, encontrándose que por sexo hay una ligera mayoría relativa de mujeres (57.9%) con respecto a los hombres (53.9 por ciento). A nivel de tamaño de localidad, se reduce en dos puntos porcentuales la condición de derechohabiencia en asentamientos menores de 2 mil 500 residentes, aunque se mantiene la superioridad relativa de las mujeres respecto a los varones (56.0 por 52.3%, respectivamente).
Al observar específicamente a la población femenina que por su condición de no derechohabiencia se puede considerar vulnerable por carecer de este beneficio, es posible identificar que en las localidades de 2 mil 500 y más habitantes, las mujeres de entre 15 a 29 años tienen el mayor porcentaje de no derechohabiencia, asimismo, resalta el alto porcentaje (46.9%) de las adultas mayores (60 años y más) sin derechohabiencia en localidades menores de 2 mil 500 habitantes.      
Por lo que se refiere a la población usuaria de los servicios de salud, las cifras censales de la entidad, dan cuenta de un amplio uso del mismo, ya que en todos los tamaños de localidad, nueve de cada diez personas se identificaron como usuarias, en tanto que por sexo se dan diferencias relativas bajas (97.2 y 98.2% de usuarios hombres y mujeres, respectivamente).

NUPCIALIDAD

El inicio de la vida en pareja se vincula en la mayoría de los casos con la separación del hogar materno, el abandono de la escuela y el inicio de la vida laboral y reproductiva. La postergación de la primera unión es uno de los cambios demográficos observados en las últimas décadas y su presencia se acentúa en un grupo de mujeres que consideran que las metas relacionadas con el trabajo, el estudio y los logros profesionales son elementos importantes en sus proyectos de vida. En 2009 la ENADID informa que en el estado, la edad promedio a la primera unión de las mujeres de 15 años y más alguna vez unidas es de 24.2 años.
Conforme a los datos obtenidos del Censo 2010 sobre la situación conyugal de la población de 12 años y más, se observa que en la población menor de 29 años predominan los varones solteros (98.7% entre los menores de 15 años, y 69.3% en el grupo de 15 a 29 años), mientras en las mujeres la proporción de solteras es semejante al de los hombres en el grupo de  menores de 15 años, pero se reduce a 56.4% entre las de 15 a 29, ya que tienden a unirse a más temprana edad.
En edades adultas (30 a 59 años) predominan los unidos (casados o en unión libre), situación que se hace más visible en los hombres que en las mujeres; en edades más avanzadas esta tendencia se hace más marcada y provoca que tres de cada cuatro (77.5%) hombres de 60 años y más estén unidos, proporción que es 29.8 puntos porcentuales mayor al de las mujeres del mismo grupo de edad (47.7 por ciento). Con lo anterior se asume que las mujeres experimentan con más frecuencia la disolución de la unión y no vuelven a unirse: 14.1% de las mujeres de 30 a 59 años está separada, divorciada o viuda, condición que aumenta a 45.7% en las mujeres de 60 años y más.

MORTALIDAD

El paulatino abatimiento de las enfermedades infecciosas y parasitarias y la mayor concentración de las defunciones en los padecimientos crónicos degenerativos (estrechamente vinculados al alargamiento de la sobrevivencia de la población), han ubicado al país en una etapa cada vez más avanzada de la transición epidemiológica; como consecuencia de este profundo proceso de cambio, México no sólo cuenta en la actualidad con una población más numerosa, sino que sus habitantes viven un mayor número de años. En 2012, en Oaxaca, la esperanza de vida en las mujeres es de 77.3 años, aproximadamente cuatro años más que la estimada en los hombres, esta diferencia se explica por la mayor mortalidad masculina ocurrida principalmente en edades jóvenes y adultas.
De acuerdo con las estadísticas de mortalidad 2011, dentro de las principales causas de muerte de la población se encuentran la diabetes mellitus, enfermedades isquémicas del corazón, del hígado y las cerebrovasculares; estas son las responsables de los decesos de tres de cada diez oaxaqueños; en hombres y mujeres, la diabetes mellitus es la principal causa de muerte. En las mujeres, la tercera y cuarta causa se vinculan a enfermedades cerebrovasculares y a enfermedades hipertensivas. En los hombres, la tercera causa se asocia a defunciones por enfermedades isquémicas del corazón.
El monto y las causas de muerte difieren en cada grupo de edad; de las 20 428 defunciones ocurridas en 2011, el 66.2% acontecieron en la población de 60 años y más, 22.1% en los adultos de 30 a 59 años, 6.8% en la población infantil de 0 a 14 años y 4.8% en los jóvenes de 15 a 29 años. En este último grupo se aprecia la mayor diferencia en los fallecimientos por sexo, el monto de mujeres es poco más del doble menor al de los hombres; por causa de muerte, las tres principales causas ocurridas en hombres y mujeres del mismo grupo de edad, son catalogadas como violentas (agresiones, accidentes de transporte y lesiones autoinfligidas intencionalmente), aunque en los hombres la proporción (48.7%) es mayor al de las mujeres (19.6 por ciento). Esta diferencia puede ser explicada por la menor exposición de las mujeres a situaciones de alto riesgo, así como a una propensión menos elevada a adquirir hábitos dañinos para la salud.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el aumento de enfermedades crónicas es atribuible al envejecimiento de la población y a los comportamientos y elecciones poco saludables, las cuales se vinculan con una nutrición deficiente, al sobrepeso y la obesidad, y con el consumo de tabaco y alcohol. En Oaxaca, la mortalidad para la población de 30 a 59 años, se caracteriza por el incremento de los padecimientos crónicos degenerativos como principal causa de muerte.
En las mujeres de 30 a 59 años, la diabetes mellitus (20.1%) ocupa el primer lugar de causa de muerte, en segundo y tercer lugar se encuentran las enfermedades del hígado (7.0%) y las enfermedades isquémicas del corazón (4.3 por ciento); en los hombres del mismo grupo de edad, la principal causa de muerte son las enfermedades del hígado (19.2%), seguidas de las agresiones (11.9%) y la diabetes mellitus (11.8 por ciento).

CAUSAS EXTERNAS DE MORTALIDAD

En la décima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), las “causas externas” se refieren a los accidentes, suicidios, homicidios, lesiones por intervención legal y de guerra así como aquellas lesiones que se ignora si fueron accidentales o intencionalmente infringidas.[2] En 2011, de las defunciones totales registradas en Oaxaca, 10.3% fueron catalogadas como externas, de las cuales cerca de la mitad (57.1%) fueron ocasionadas por accidentes, 32.5% por homicidios y 6.7% fueron lesiones autoinfligidas (suicidios).
En particular, los suicidios son el resultado de una decisión individual que obedece a diversas condiciones de orden psicológico, de salud y social, las cuales se asocian con la depresión, las pérdidas afectivas, el aislamiento social, el desempeño y las dificultades económicas.[3] Aunque este evento ocurre principalmente en los varones, se observa un aumento paulatino en el número de suicidios acontecidos en las mujeres: pasando de 19 en 1990 a 27 en 2011; las jóvenes son las más susceptibles a este evento, en 2011, de los suicidios ocurridos en la población femenina, 25.9% acontecieron en las jóvenes de 25 a 29 años, 18.5% entre las de 15 a 19 años y 11.1% entre las mujeres de 40 a 44 años de edad.

OCUPACIÓN

En la mujer han recaído tradicionalmente tareas asociadas a las labores domésticas, la crianza de los hijos, así como el cuidado de enfermos, ancianos y personas discapacitadas. En la actualidad, su presencia creciente en el mercado laboral responde a procesos de modernización y a una estrategia generadora de ingresos con la cual las mujeres contribuyen a la manutención de sus familias. La realización del trabajo doméstico en el hogar de las mujeres que participan en el mercado laboral es una característica que se da en la mayoría, por lo que se puede hablar de la existencia de una doble jornada de trabajo (doméstico y extradoméstico).
De acuerdo con datos del segundo trimestre de 2012 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), 43.7% de las mujeres de 14 años y más forman parte de la población 
económicamente activa (PEA) en el estado, de las cuales, 93.3% combina sus actividades extradomésticas (trabajo y estudio) con quehaceres domésticos, situación que resulta contrastante con la de los varones, entre los cuales 58.4 cumple con esta condición. La población ocupada femenina alcanzó 98% del total de la PEA, mientras que 2% buscaron incorporarse a alguna actividad económica (tasa de desocupación).
De las  mujeres ocupadas, 39% trabajan por cuenta propia, 1.8% son empleadoras y 17.9% no recibe remuneración por su trabajo. Cuatro de cada diez mujeres ocupadas (41.2%) son subordinadas y remuneradas. El 58.1% de estas mismas trabajadoras no cuenta con acceso a servicios de salud, más de la mitad (53.3%) no cuenta con prestaciones y 52.5% labora sin tener un contrato escrito. La mayoría de las mujeres ocupadas desempeñan actividades en el sector terciario (siete de cada diez), de las cuales, sobresale que casi cuatro de cada diez (37.5%) son comerciantes, 29.3% son trabajadoras en servicios personales y 9.2% oficinistas.
Por nivel de instrucción, 52.1% de las mujeres ocupadas cuentan con secundaria o más, proporción que resulta mayor a la de los varones en más de tres puntos porcentuales. El promedio de ingreso por hora trabajada indica que a mayor escolaridad los ingresos aumentan, no obstante, se observa que en todos los niveles educativos, los hombres ganan más que las mujeres y se hace más pronunciado cuando el nivel de escolaridad es menor, las mujeres con instrucción media superior y superior ganan menos por hora que los varones, y entre los que tienen primaria completa, esta brecha aumenta.

MIGRACIÓN INTERNA

En las últimas décadas, las transformaciones en los patrones de migración interna e internacional han tomado fuerza en la configuración del tamaño, crecimiento y distribución de la población a lo largo del territorio nacional. En nuestro país, como en todas las regiones del mundo, los movimientos migratorios están ligados a la situación socioeconómica de la población y como factores que influyen en su ocurrencia se identifican la búsqueda de empleo y mejora de ingresos, así como el acceso a servicios educativos, entre otros.
Los datos censales de 2010 indican que entre la población de 12 años y más que menciona un cambio de entidad de residencia dentro del estado y respecto a una fecha fija anterior (cinco años antes), hay un alto porcentaje de la población económicamente activa (95.6%) ocupada en alguna actividad económica, siendo mayor la ocupación entre la población femenina, que entre la masculina: 96.8% de las mujeres inmigrantes estatales realizaron alguna actividad económica, contra 95.1% de los varones en la misma situación.
La revisión de la condición de desocupación de la población migrante de 12 años y más confirma la tendencia anterior. Según la misma fuente censal, sobresalen dos hechos, por una parte que en los varones hay una mayor proporción de desocupados en todos los tamaños de localidad con respecto a lo observado para las mujeres, y al mismo tiempo, la condición de desocupación de éstas últimas es menor en las localidades más pequeñas.
La instrucción educativa es un elemento importante para el acceso a un mejor nivel de bienestar y para el pleno conocimiento de los derechos y obligaciones que tenemos como ciudadanos en nuestro país. Bajo este marco de referencia es posible analizar indicadores que den cuenta de la situación en la que se halla la población migrante reciente en edad apropiada para asistir a alguno de los niveles del Sistema Educativo Nacional.
Según el Censo de Población y Vivienda 2010, en Oaxaca, casi ocho de cada diez personas de entre 5 y 19 años que cambiaron su entidad de residencia de 2005 a 2010 asisten a la escuela, observándose una cantidad relativa ligeramente superior de los hombres (80.1) respecto de las mujeres (76.8 por ciento). 
Por lo que se refiere a las proporciones de no asistencia escolar de los migrantes recientes de 5 a 19 años y según el tamaño de la localidad en la que habitan, los residentes en localidades menores de 2 500 habitantes muestran un mayor peso relativo de inasistencia en los grupos de edad menor de 15 años, respecto a los de localidades mayores. No obstante, esta situación se invierte en el grupo de mayor edad (15 a 19), en el cual la no asistencia aumenta, tanto en hombres como en mujeres, sobre todo en las localidades de más de 2 500 personas, fenómeno que puede estar relacionado con factores como: la incorporación de los jóvenes a una actividad económica, la unión con una pareja, la maternidad, o el desempeño de labores domésticas, entre otras razones.

MIGRACIÓN INTERNACIONAL

Algunas de las pautas tradicionales de la migración internacional se encuentran en un proceso de cambio reciente e involucran de manera directa la forma en que participan las mujeres y los hombres en este fenómeno demográfico. Los datos censales de 2010 indican que la emigración internacional es predominantemente masculina pues del total que salió del país durante el periodo 2005-2010 (58 913), sólo una quinta parte son mujeres.
Según el ámbito territorial de origen se puede mencionar que hay una marcada diferencia respecto a la participación en los flujos migratorios internacionales de mujeres y hombres. Aunque la mayor cantidad relativa de migrantes varones tiene como origen localidades de        menores a 2 mil 500 habitantes (68.7%), el porcentaje que aportan las localidades mayores (31.3%) es  significativo. De igual manera, el aporte migratorio femenino de las localidades de menos de 2 mil 500 habitantes (65%) es mucho mayor que el que representa la población femenina migrante de localidades mayores (35%), lo que remarca su origen más rural.
Por lo que se refiere a la situación emigratoria y de retorno, los datos de la muestra censal permiten mencionar que los retornos son eventos menos frecuentes en las localidades de menos de 2 mil 500 habitantes en uno u otro sexo, pero sobre todo en el grupo de migrantes mujeres (7.8% contra 14.5% de los hombres), lo que hablaría de una mayor tendencia a permanecer fuera del país. Asimismo, resalta que uno de cada cuatro retornos de las migrantes no se realiza a la misma vivienda (cifra ligeramente superior a la de los hombres).

HABLANTES DE LENGUA INDÍGENA

En Oaxaca, 1.2 millones de personas de 3 años y más habla alguna lengua indígena, de las cuales 52.5% son mujeres. En la entidad, las mujeres hablantes se distribuyen en las localidades de todos los tamaños, no obstante las mayores concentraciones se encuentran en los asentamientos más pequeños del territorio estatal (casi 435 mil, 68.8% se distribuyen en localidades de menos de 2 500 habitantes).
Al analizar la estructura por edad de las mujeres hablantes de lengua indígena, se observa que en 2010 el grupo de 3 a 19 años representa 35.7% de la población femenina total hablante en localidades menores de 2 mil 500 habitantes, cifra que contrasta con el 23.8% de mujeres hablantes en los asentamientos mayores a 2 500 habitantes. Por su parte, en el grupo de edad de 20 a 64 años la proporción se invierte: en las localidades con población menor de 2 mil 500 habitantes, este grupo representa 52.4%, y en las mayores a ese tamaño alcanza 64.3 por ciento. Finalmente, la brecha en la proporción de población femenina hablante de lengua indígena se reduce en los grupos de mayor edad, así, se tiene 11.9% de las hablantes de 65 y más años en localidades menores de 2  mil 500 habitantes e igual valor de población femenina hablante en las localidades mayores.

VÍCTIMAS DEL DELITO

La seguridad pública forma parte esencial del bienestar social; la cual debe permitir una convivencia libre de riesgos y conflictos, en cuyo marco las personas puedan gozar plenamente y ejercer integralmente sus derechos y libertades. En México como en todos los países del mundo, la seguridad pública ocupa un lugar preponderante como tema que preocupa a amplios sectores de la sociedad y corresponde a los gobernantes formular políticas y mecanismos institucionales eficientes tendientes a controlar el conjunto de riesgos o conflictos (concretos o previsibles) que lesionen aquella libertad o el goce pleno de esos derechos y libertades.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2012, en Oaxaca, casi 446 mil personas de 18 años o más, han sido víctimas de alguno de los 550 mil delitos que, se estima, ocurrieron durante 2011. Esto significa que una de cada cinco personas (18.1%) del total de población de dicho grupo de edad ha sufrido algún delito.
Por tipo de delito que ha tenido como víctima a alguna persona de 18 años y más, se tiene que son el robo o asalto en la vía pública o en el transporte público (38.6%), la extorsión (17.0%) y amenazas verbales (10.9%) los que con más frecuencia se cometen en el estado; al revisar la lista de los tres delitos más frecuentes de acuerdo con el sexo de la víctima, no se tienen  diferencias en el orden ya mencionado, sin embargo; es de resaltar el hecho de que entre las mujeres de este mismo grupo de edad, 13.2% sufrió alguna extorsión, 58.9% robo a casa habitación y 8.1% fue víctima de secuestro, secuestro exprés  o algún delito relacionado con la violencia sexual.
Según la edad de la víctima, se observa que 36.8% está entre los 18 y 29 años, 55.8% entre 30 y 59 años y 7.0% tiene 60 años o más. Esta distribución se mantiene muy parecida para cada uno de los sexos 44.8%, 46.6 y 7.8%, respectivamente en los hombres, mientras que en las mujeres es de 30.4%, 63.3 y 6.3% para cada uno de los grupos de edad mencionados.
Al analizar el número de delitos cometidos en todo el estado según el tamaño de localidad, se tiene que ocho de cada 10 se cometen en localidades de 2 mil 500 habitantes o más, siendo el más frecuente el robo o asalto en vía pública o transporte público (41.7 por ciento); mientras que en las de menos de 2 500 habitantes, la extorsión (37.8%) es el más común.

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

La violencia contra las mujeres, en cuatro de sus manifestaciones: física, emocional, económica o sexual, puede tener lugar dentro de la familia, trabajo, escuela, grupo de amigos o en la comunidad y ser perpetrada por conocidos, familiares, figuras de autoridad (ya sea en el ámbito laboral o escolar) o, como ocurre en un gran número de casos, por desconocidos.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2011, señala que en Oaxaca, el 45.3% de las mujeres de 15 años y más han sido víctimas de un incidente de violencia por parte de su novio, compañero o esposo en algún momento de su relación. Por tipo, se tiene que es la violencia emocional (40.8%) la más declarada, mientras que la violencia sexual (8.0%) es la que menos casos identificaron.
Entre las mujeres casadas o unidas de 15 a 29 años, 29.9% declararon ser víctimas de violencia, con un porcentaje similar las mujeres mayores de 45 años,  presentan el  29.1 por ciento.
Debido a que las mujeres que ya están casadas o unidas son las que se encuentran en mayor riesgo de sufrir violencia por parte de su pareja, es importante saber si se recurre a alguna autoridad para denunciar el hecho, solicitar ayuda, orientación o protección legal; en Oaxaca se tiene que el 10.1% denunciaron la agresión de las cuales el 80.2% experimentaron un evento de violencia sexual o física durante su vida en pareja.
Independientemente del tipo de agresión sufrida, el 68.3% acuden al Ministerio Público, Presidencia Municipal o Policía a solicitar ayuda y el 40.2% acuden al DIF, Instituto de la Mujer u otra autoridad.

PARTICIPACIÓN POLÍTICA

El incremento en la participación social de las mujeres y su acceso a puestos de representación popular, es una señal del avance que existe en la búsqueda de la equidad de género; en este sentido, uno de los eventos históricos más importantes es el otorgamiento del derecho a ejercer su voto y ser votadas en cargos de elección popular. En 1911, a las mujeres se les permitía votar en tan sólo dos países y en nuestro país esto ocurrió el 17 de octubre de 1953. Hoy, la participación política de las mujeres es un derecho que ejerce casi el total de la población de 18 años y más. De acuerdo con el Instituto Federal Electoral (IFE), hasta el 15 de febrero de 2013, en Oaxaca, del total de personas que solicitaron su inscripción o actualización en el padrón electoral y obtuvieron su credencial para votar, 53.3% son mujeres.
En la actualidad, el Congreso del Estado de Oaxaca está integrado por 25 Diputados electos según el principio de mayoría relativa en Distritos Electorales uninominales y 17 Diputados electos según el principio de representación proporcional. En el 2012, las mujeres tienen 15 de las 42 curules en la Cámara, lo que representa (más de una tercera parte: 35.7 por ciento). La tendencia respecto a la integración de las mujeres en años anteriores, muestra que la proporción de diputadas ha aumentado.
En nuestro país por lo que se refiere a gobiernos estatales, y aunque en años anteriores han participado mujeres a estos niveles, en la actualidad no hay mujeres que ocupen una gubernatura. En este mismo contexto por lo que corresponde a la participación de las mujeres como presidentas municipales ha sido incipiente, la proporción de mujeres que han ocupado la presidencia no ha variado sustancialmente, sin embargo, 2012 a nivel de entidad federativa destacan nueve de éstas que cuentan con la mayor proporción de mujeres al frente del gobierno municipal (delegacional), el Distrito Federal (una de cada tres delegados) y Quintana Roo, Colima, Baja California Sur y Yucatán (una de cada cinco presidentes municipales) son los que muestran una mayor proporción de mujeres con esa responsabilidad de gobierno; caso contrario, Oaxaca es de las entidades con muy poca participación de las mujeres en estos puestos de elección, con solo el 3.5% en los 570 municipios.

PALABRA DE ANTÍGONA: El PRI, la maestra y EPN


Palabra de Antígona
El PRI, la Maestra y EPN
Sara Lovera
Elba Esther Gordillo es un fenómeno completo y exitoso del sistema. Un portento político que un día puso de rodillas al Partido Revolucionario Institucional (PRI), el antiguo partido de Estado y el actual partido en el poder. Quien gobernó sin cartera y se encumbró en alianza y solidaridad entre poderosos.
Sacó del PRI al sindicato más grande de América Latina, con un millón 500 mil afiliados; creó su propio partido político, dejó correr su imagen de poderosa que le construyeron maestros disidentes y movilizados desde finales de los años setenta hasta la fecha y de la izquierda militante que se encargó día a día de construirle cuidadosamente esa imagen de fuerza e impunidad.
Por ejemplo, en 2006, Andrés Manuel López Obrador la definió como la principal actora en el triunfo legal de Felipe Calderón. La calificó como la máxima operadora política que consiguió doblegar a políticos, gobernadores, gremios, caciques locales y al magisterio que, según ese líder carismático y muy poderoso, consiguieron votos fraudulentos para evitar que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) llegara a la presidencia de la República.
Mito o realidad. Elba Esther Gordillo fue encumbrada por el sistema. Eso en la política mexicana tiene un valor inestimable. Quien ostenta tal poder, del presidente Álvaro Obregón a la fecha, es quien “maneja al país”, “manipula las masas”, “acumula dinero”, “hace negocios”, “logra impunidad “y lo más importante: se venera, se halaga, se le tiene miedo y por supuesto, en lenguaje tradicional, se le tiene respeto.
Elba Esther Gordillo tuvo algo más, reverenciado y reconocido en este sistema antidemocrático, se construyó a sí misma desde abajo. Una amiga me recordaba hace bien poco, ese dato que no está en ningún artículo periodístico ni en comentario de especialista alguno: comenzó en la sección 36 del SNTE, con apenas edad y creció lentamente, con mucho “sacrificio”. Con los hombres del poder, éste es un dato fundamental, lo justifica todo.
Luego le gustó. Se corrompió. Ni más ni menos que de la misma forma en que lo hicieron una inmensa lista de líderes sindicales, campesinos, caciques regionales, dirigentes sociales y políticos. El sistema social-patriarcal ha consentido y fomentado este perfil. Ha recreado las bondades del cacicazgo que reparte, que delega bienes materiales y simbólicos a sus seguidores. Que premia y que castiga, que tiene autoridad frente a sus “súbditos” ejerciendo cabalmente el autoritarismo.
Elba Esther Gordillo durante dos décadas consiguió muchos derechos y beneficios para el profesorado. Creó un sistema piramidal de salarios, un trabajador común, cuando deja de trabajar, no cobra salarios y es posible que no se le vuelva a contratar. Los maestros en México nunca se exponen a ello, no importa que dejen de dar clases semanas y semanas, que marchen y tomen las plazas, que cierren comercios y carreteras, que como muchos casos documentados violen a niñas o niños y jamás sean castigados. Son intocables, tienen dobles plazas, vacaciones envidiables, aguinaldo de 90 días, en fin, tienen lo que ningún trabajador de este país posee y todo gracias al poder de la maestra y claro, se me dirá, a sus propias luchas. Y es cierto, tanto como lo otro. Además, se niegan a ser evaluados y son responsables solidarios del desastre del Sistema Educativo Nacional.
Han entendido mal el valor de un sindicato que hoy, por supuesto, está todo en riesgo. Las plumas y las bocas flamígeras han mostrado ya su misoginia y su capacidad devastadora de las figuras de las que se sirven y que dejan de tener poder. Eso ya está en cuenta regresiva en contra del magisterio.
La maestra cumplió cabalmente y como los hombres del sistema –hay una lista inmensa- procuró servir a cada presidente de la República, a su partido original: el PRI al que se afilió desde los años 70; a consentir y dialogar con la disidencia y a proporcionar recursos para marchas, protestas y demás. El profesorado de Oaxaca ha conseguido las mejores prestaciones de toda la República. Hace 22 años que no paran y toman en mayo y otros meses plazas, calles, carreteras y edificios.
Hoy a Elba Esther, a quien nadie la hubiera tocado si se hubiera disciplinado como lo hizo muchas veces pagará sus excesos. Y ello no obedece al debido proceso, a la investigación seria y responsable ni a una política de anticorrupción profunda. No, no se trata de eso: hoy el sistema ya no la necesita, ya no la quiere, porque sus acciones, otrora reconocidas como audaces, ya no les sirven.
Elba Esther Gordillo igual que todas las esposas de presidentes, como Martha Sahagún, compraba ropa y alhajas de marca a precios increíbles, accesible sólo a integrantes de la realeza o magnates, y también claro está a la clase política mexicana. Elba Esther, la maestra, disponía como los directores de empresas del Estado, de un avión particular y contaba con un séquito; compró propiedades en el extranjero, igual que muchos de sus correligionarios, algunos en el poder y en el círculo más cercano de la nueva administración. Su pecado es la indisciplina y haber creído que su poder le era suficiente y eso es pecado en este sistema. Hay que pertenecer a un grupo y responder al grupo. Digan si no es cierto.
Cuando se cumplieron 50 años del reconocimiento a los derechos políticos universales de las mexicanas, la profesora Gordillo formó parte de un grupo de 21 mujeres –todas con poder real-, a quienes se les atribuyó el perfil de una pequeña mafia que pretendía llevar a la presidencia de la República a una mujer. Se pensó que podría ser Martha Sahagún de Fox. Los opinadores  y columnistas pegaron un grito al cielo. Como buenos machos.
Ese grupo levantó una tolvanera y un miedo tan grande que se convirtió en actos de persecución, violencia, desprestigio para cada una de ellas proveniente de amigos, compañeros de partido, caciques diversos y líderes de opinión; la campaña fue intensa. Tanto que un libro conmemorativo de esa celebración, desapareció de las librerías en menos de un mes; hubo libelos, trampas, campañas de desprestigio. Esa fue una andanada que resultó exitosa. Todas fueron derribadas por el poder masculino.
Hoy, casi 10 años después –cumpliremos 60 años del voto femenino en octubre próximo- ninguna de aquellas que fueron identificadas con deseos de llegar a la presidencia de la República, se salvó. Todas están en la banca o son sobrevivientes calladas, con poderes de segunda o tercera, algunas se fueron a sus casas a tejer para sus nietos; otras son embajadoras, lejos de México; algunas son consultoras.
¿Por qué habría de sobrevivir la maestra, cuyos excesos son inaceptables? No es por los millones que desvió, si ello se puede o no comprobar. No por lo que hizo para pacificar levantados o levantadas, a quienes defenestró o procuró su desaparición. No por sus crímenes políticos o sindicales sino por haber perdido el rumbo y haberse opuesto a la nueva y máxima autoridad.
Cómo mujer es la última de esas 21 –un poco menos- a quien la audacia de pedir, ejercer o pretender eternizar su poder no se le permitió. Hay otros casos locales que pueden ilustrar esta situación, de presidentas municipales o dirigentes políticas castigadas.
Por tanto yo no creo en la limpieza democrática, ni en los cambios de discurso. Ni en la reforma educativa. Pienso que como Elba Esther se había ganado muy bien esa estatura de políticos a la mexicana, demostrando el tamaño de la vulnerabilidad de al menos tres presidentes y porque dentro de poco llegará a los 70 años, había que castigarla, como ejemplo, mil veces repetido, de que aquí, en la política mexicana todo se puede, menos decirle que no al presidente de la República.
Eso. Ahora veremos lo que sigue. Ella tendrá que descansar en paz aunque sea en una celda.