domingo, 28 de septiembre de 2014

Mujeres y Política Primer campanazo


Mujeres y Política
Primer campanazo

Soledad JARQUÍN EDGAR
En solo unos días, esta misma semana, sonará el primer campanazo para el inicio del proceso electoral federal y con ello iniciará un proceso que debe ser registrado en la historia política del país, pero sobre todo en la historia de las luchas de las mexicanas.
En las elecciones federales, por primera vez, aplicará la reforma electoral que plantea la paridad entre las y los candidatos. Cincuenta por ciento para cada uno de los sexos. Ni una más ni una menos. Lo que veo es mucha preocupación frente a este reto por parte de los dirigentes de los partidos políticos, los grupúsculos y las tribus que se forman al interior cada uno.
Por otro lado, también existe una alentadora esperanza entre las militantes a quienes ¡Por fin…! No se les regatearán sus derechos como candidatas. Ya no solo será ¡Por fin…Ya podemos elegir y ser electas! Parafraseando el título del libro fantástico de Enriqueta Tuñón Pablos, en referencia al trascendente hecho de reconocimiento a ese derecho en 1953 y que a cuenta gotas se ha dado a lo largo de seis décadas.
Surgen también ideas que preocupan mucho, como el hecho de qué sean mujeres de las “familias” de los políticos con cierto peso, quienes jueguen una especie de alternancia, por acuerdos políticos, y no las verdaderas militantes quienes ocupen esas candidaturas. Me refiero a las esposas, las hijas, las hermanas, las madres…mañas y artimañas que han utilizado los hombres para no perder “su espacio”, en esa rutina nefasta y corrupta que convirtió los escaños y las curules, las presidencias municipales y las concejalías como si fueran concesiones de taxis y no en liderazgos reales. Tenemos muchos ejemplos de esa situación, aunque claro, habrá algunas hijas, como también hijos de políticos con verdadera vocación, pero una gran mayoría están para cuidar el espacio.
Esta semana me preguntaba una joven colega ¿cómo le van a hacer los partidos políticos? ¿De dónde van a sacar a esas mujeres? Sí de eso se trata de hacer visible lo que hasta ahora han obviado, a las militantes verdaderas de los partidos, esas que durante años y años han cuidado las casillas, las que han hecho la talacha electoral, las que acuden a los mítines y gritan entusiastas vivas a sus candidatos…ahí las tienen, ellas y otras tienen derecho a ocupar los cargos de elección popular, no se necesita gran ciencia.
Falta mucho para echar las campanas al vuelo. Cada minuto del proceso electoral será una prueba de fuego para observar qué tanto hemos crecido en la democracia partidista, en la igualdad sustantiva, en la aceptación real, clara y de conciencia de que las mujeres como los hombres tienen los mismos derechos y por ende, deberían, tener las mismas oportunidades en todos los rubros de la vida.
No es para menos, un hecho concreto es que la Constitución mexicana ha crecido enormemente. Los y las ciudadanas tenemos las mismas oportunidades según la ley y eso parece suficiente para muchas personas. Incluso sostienen que ya no es necesaria la luchas de las mujeres, piensan que sus demandas son exageradas y hasta se atreven a pensar que son trasnochados e innecesarios.
Pero la realidad es otra. La constitución mexicana, como en los Estados de todo el país podrán tener los mejores enunciados a favor de la igualdad y el reconocimiento de los derechos –de todos los derechos de las mujeres- pero falta mucho para darnos cuenta de cómo se menosprecia, se invisibiliza, se violenta la vida de las mujeres.
La historia oficial no recogió los hechos realizados por ellas a lo largo de las dos últimas centurias en México y menos aún antes de la Independencia. Apenas unas cuantas tienen un lugar en el muro de la memoria eterna. Las instituciones científicas ven con recelo la presencia de las mujeres, pero ellas siguen insistiendo y ganando puestos importantes y frente a esta gloria de unas cuantas mujeres, tenemos una mala noticia, dada a conocer por el subsecretario de Educación Media Superior de la SEP, Rodolfo Tuirán, en el arranque de la campaña “Es tu futuro, hazlo seguro”.
En ese mismo tema el director general del IMSS, José Antonio González Anaya, expuso una cifra de miedo, aterradora: “cada minuto una joven adolescente se convierte en mamá, el 80 por ciento tiene que dejar la escuela para encontrar un trabajo con qué mantener al bebé… el embarazo adolescente es el ancla más importante a la pobreza, la mayoría de las veces, las mujeres son las que cargan con este proceso”.
Otro dato fue dado a conocer por Leonor Calderón, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas para México, quien denunció que en la mayoría de los estados mexicanos, existe una dispensa para que las niñas menores de 15 años se casen. “Es absurdo y fomenta transacciones que se siguen dando principalmente en el entorno rural”.
Datos aterradores, como el que muestra la Encuesta de Exclusión, Intolerancia y Violencia en Educación Media Superior que reveló que 630 mil alumnos de preparatoria dejaron la escuela: 11.8% por embarazo y 8% por matrimonio. Aquí el lenguaje sexista que se utiliza nos lleva a interpretar que de esas personas que dejaron la escuela estamos hablando de una mayoría de mujeres, sola las mujeres se embarazan y tal vez del 8 por ciento del que hablan, un cuatro por ciento son mujeres. Haga usted sus cuentas y de nuevo veremos que la magnitud del problema que afecta en mayor medida a las mujeres y cómo dice el precepto feminista: las vidas de esas jóvenes se trunca.
El Consejo Nacional de Población (Conapo) reveló que en 2012 se presentaron cinco millones de embarazos en adolescentes, 74 mil fueron en menores de 15 años. ¡Recontra uff! Un país como el nuestro no podría permitirse esa situación de agravio para las mujeres.
En suma, dice Tuirán, lastimosamente los embarazos no deseados expulsan a más jóvenes y adolescentes de las escuelas que la pobreza misma. Un dato que debe preocupar en serio a la sociedad y es cuando me pregunto qué estamos haciendo para no exigir a las autoridades responsables como la Secretaría de Salud, Educación Pública y los mecanismos de las mujeres, entre otros para que implementen programas de educación sexual, acciones de capacitación a los varones sobre sexualidad y potenciar a las niñas, adolescentes y jóvenes para evitar que trunquen toda su vida por un embarazo inesperado desde los 10 años como hemos visto que sucede, muchas veces, producto de la violencia sexual.
Cómo hacer para que las y los hacedores de leyes hagan conciencia sobre la importancia del aborto libre, que este domingo conmemoró el Día por la Despenalización del Aborto en América Latina, una demanda feminista desoída por la fuerte injerencia de las iglesias que siguen condenando el aborto y no la pederastia, que siguen condenando a las que abortan pero no a los curas que abusan de la infancia.
Si ponemos ambos datos en una balanza nos daremos cuenta del tamaño de la desigualdad que sigue pesando sobre las mujeres consecuencia de una sola verdad, la maternidad. La misma condición que nos llevó al espacio privado y no al público, el espacio de lo político al que llegamos con más de doscientos años de atraso desde que este país es independiente.
Por eso resulta importante que las mujeres ocupen los puestos de decisión y mejor ¡qué decidan! Que hagan que su trabajo observe estos fenómenos que nos deben preocupar porque resultan ser una vergüenza para el país.
Necesitamos que las políticas, esas que llegarán a la cámara o a las cámaras, gracias a la paridad, que ahora serán más en número, sean grandes, que piensen en la terrible condición social de las mexicanas, en especial por las más jóvenes, que puedan hacer algo distinto por las futuras generaciones en este tema fundamental. Por eso no pueden llegar a esos sitios las hijas, las hermanas, las primas…las parientas por sangre o por amor de los señores del poder. Este país no resiste más actos que avergüencen a las mujeres que han tomado conciencia de su condición.
@jarquinedgar






martes, 23 de septiembre de 2014

Palabra de Antígona. Mujeres al poder


Palabra de Antígona
Mujeres al poder
Por Sara Lovera 
En 2015, en la renovación de autoridades de 17 entidades del país, cinco mil 897 mujeres podrían estar en las listas electorales de todo tipo, en diputaciones estatales y federales, en mil 15 ayuntamientos y, probablemente, varias candidatas a las nueve gubernaturas que estarán en juego. La idea de compartir el poder con las mujeres ya está haciendo estragos en la cabeza de los políticos hombres, que se mueren de miedo.
Sin duda la Senadora de Nuevo León, Cristina Díaz, podría ser la candidata puntera del PRI a la gubernatura de un estado de la República de gran poder económico y desarrollo del capital; el lugar donde los hombres han dominado toda la historia.
Ella es la actual dirigente nacional de la CNOP y cuenta con muchas simpatías. Actualmente ninguna mujer gobierna una entidad de la República. Puede haber otras, desde luego, pero Cristina tiene el apoyo  de las mujeres y de su partido.
Y lo del miedo viene a cuento por lo que sucedió en Aguascalientes el pasado 15 de septiembre. El gobernador priista de la entidad, Carlos Lozano de la Torre, la noche del famoso “grito” del aniversario de la Independencia, al nombrar a quienes nos dieron patria  espetó, ¡Viva Josefina Ortiz de Domínguez!; en lugar de Josefa, una pifia que tuvo repercusiones inmediatas en las redes sociales. Algo que parecería un chiste es grave. Muestra cómo en la cabeza de los dirigentes políticos de este país, las mujeres no importan, ni siquiera las históricas.
Desde el tercer año de primaria las y los mexicanos la conocemos. Sabemos de ella, de María Josefa Crescencia Ortiz Téllez-Girón, conocida como Josefa Ortiz de Domínguez o como La Corregidora, insurgente de la Independencia y esposa del corregidor de Querétaro que nació en Irapuato, Guanajuato, el 8 de septiembre de 1768 y murió en la  Ciudad de México el 2 de marzo de 1829.
A lo largo de la historia de México decenas, cientos, tal vez miles de mujeres han contribuido a la construcción social de nuestro país. Sus rostros, sus nombres, su filiación, su pueblo, sus contribuciones concretas, se han olvidado. ¿Pero doña Josefa? La figura infantil que todas y todos llevamos dentro por el taconazo de aviso sobre la famosa infiltración de un traidor, esa circunstancia que hizo adelantar las acciones de rebelión contra los españoles. Esta mujer cuya biografía se ha ido construyendo a través del tiempo, se le olvidó al señor gobernador.
Así se han olvidado otras muchas. Casi nadie sabe dónde y menos cuándo nació doña Leona Vicario; pocas personas, sobre todo las que no son historiadoras conocen la importancia que tuvo en Yucatán doña Rita Cetina, creadora de las escuelas y la revista La Siempre Viva; en ninguna escuela nos han explicado el papel de estratega militar de doña Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín y Lazo de la Vega; o cuando se hizo prisionera durante la guerra de Independencia  a doña María Ricarda Rosales o en qué momento se hizo presente la combatiente doña Guadalupe Rangel.
Se entiende que olvidadas por los hombres que escribieron la historia, las que he nombrado y otras muchas como doña Dolores Jiménez y Muro o la sufragista Hermila Galindo, no las conocen los gobernadores, ahora aterrados porque en 2015 la Ley obligará a promover a los puestos de elección a un mínimo de 50 por ciento de mujeres y tal vez en la cabeza de Lozano de la Torre operó lo que llaman en psicología como negación.
Yo creo que el gobernador pensó más bien en María Josefina Rosa Tascher de la Pagerie, la esposa de Napoleón Bonaparte, primera emperatriz del primer Imperio Francés, quien en 1810 estaba  viva y actuante, ya que murió en 1814, cuando aún  estábamos en la lucha armada de la independencia. La famosa Josefina.
2015
Es natural. Aunque claro en Aguascalientes no habrá elecciones. Las cosas evidencian que después de 61 años, desde que las mexicanas obtuvimos el derecho al voto (17 de octubre de 1953), se ha decretado la paridad y eso significa compartir el poder al 50 por ciento. En Aguascalientes nunca una mujer ha sido elegida senadora. Cosa curiosa.
Las elecciones de 2015 son un tema de preocupación. No obstante lo de Nuevo León, por obra y gracia de la priista María Elena Chapa, se está poniendo a la cabeza de la previsión que habrá de hacerse para que los partidos políticos cumplan con la Reforma Política, donde además de la paridad, habrá candidaturas independientes.
Algo sumamente importante y será la primera prueba de esta nueva situación lo que suceda en julio en que habrá elecciones en Coahuila – que históricamente se niega en la práctica a dar lugares  las mujeres- o Nayarit tierra de machos. En ambas entidades se elegirán a 25 y 30 diputados locales, respectivamente y más de 20 ayuntamientos nayaritas. Importante porque todas las cuentas indican que es en el poder local donde mayor resistencia hay para la participación femenina.
De los casi 2 mil 500 municipios del país, el poder de las mujeres en esas comunidades no ha logrado remontar el siete por ciento. Si fuera posible y real en 2015 habría al menos 500 mujeres con posibilidades. Eso depende de cómo jerarquicen los partidos políticos. Por ello la previsión en Nuevo León es fundamental.
En Nuevo León se estima  que para las elecciones del año entrante estarían participando 25 candidatas a Presidentas Municipales; 39 a Síndicas; 151 a Regidoras; seis a diputadas federales, y 13 a diputadas locales, todas ellas con sus respectivas suplentes-, según marca, la histórica sentencia del 30 de noviembre  2012, donde el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación obligó a los partidos a cumplir con la cuota del 40 por ciento y a que las fórmulas electorales fueran del mismo sexo.
El caso es simple, hoy la participación política de las mujeres es un hecho que hay que apuntalar. En Nuevo León hace unos días los dirigentes de los partidos políticos prometieron cumplir con la ley sobre paridad de género para el 2015, luego de reconocer que se trata de una conquista producto de muchos años de trabajo de las mujeres, que representan ya el 52 por ciento de la población en México.
Y la Reforma Política, que el presidente Enrique Peña Nieto impulsó, es el producto de un proceso de negociación de mujeres de todos los partidos políticos, especialmente de las senadoras, para que la Reforma Política contuviera la paridad. Ahora en esa reunión a la que me refiero, la primera de un proceso de seis encuentros denominados Foro Nacional de Análisis Político, reuniones todas citadas en Nuevo León, evidentemente es una de las mayores movilizaciones en favor de Cristina Díaz.
En la primera reunión asistieron los presidentes de cinco  partidos políticos, entre ellos los tres  principales y ahí quedó dicho, sin ambigüedades que “El año 2015 será un parteaguas para el México del tercer milenio. La reciente reforma político-electoral garantiza que -por primera vez-, las candidaturas a los congresos sean para hombres y mujeres por igual”, como dijo Lorena Cruz Sánchez, presidenta  del Instituto Nacional de las Mujeres.
Agregó, como para pensar que el reto para los partidos políticos será capitalizar el dividendo de género con prácticas muy concretas, sin escatimar el reconocimiento y el apoyo a las mujeres que han desarrollado carrera política, que han llevado mejoría a sus comunidades o bien que están listas para aprovechar la primera oportunidad de participar.
Y, finalmente para que no haya duda: “El país necesita más mujeres en puestos de poder y de liderazgo, tanto en las empresas como en los gabinetes de gobierno. Estoy convencida de que, sin mujeres participando en el diseño y puesta en marcha de políticas públicas, no podremos combatir la pobreza, la desigualdad ni la violencia en México”. Tan, tan….a ver qué sucede.



domingo, 21 de septiembre de 2014

Mujeres y Política El tamaño de las complicidades

Mujeres y Política
El tamaño de las complicidades

Soledad JARQUÍN EDGAR
El conflicto eterno de la educación ha pasado, por lo menos unos días a un segundo término, como resultado del paro de labores que realizan los policías estatales que demandan básicos fundamentales y también mejores condiciones de trabajo.
El timón no tiene rumbo y la tecnología de la buena navegación del barco gubernamental hace agua día tras día con las consecuencias que ya conocemos: la inconformidad ciudadana que poco o nada importa a las autoridades.
Oaxaca de Juárez, la ciudad de las protestas, es el espacio geográfico donde todos los días se realiza un claro ejercicio de grupos y organizaciones que ven en esta modalidad la única forma de ser visibles ante la indudable incapacidad del funcionariato de hacer lo posible y lo necesario para que la administración de los recursos se haga de manera satisfactoria y con beneficios directos a la población.
Pero…Salvo sus muy honrosas excepciones no todos los grupos u organizaciones tienen como objetivo al grupo que representan. Las personas son con frecuencia carne de cañón para los fines aviesos de los líderes. Cierto que la sociedad organizada busca ventajas y el cumplimiento de sus derechos, pero en alguna parte “los dirigentes” encontraron que la combinación de la agrupación de personas y la presión daba resultados. Incluso se activan en fechas específicas como los informes de gobierno, las fiestas patrias y, en el caso de Oaxaca, durante la temporada del espectáculo de la guelaguetza.
La deformación de la protesta social ante demandas genuinas, está basada hoy en una enorme corrupción y el engaño de los seguidores, fraguado entre la clase dirigente y el funcionariato. Son quizá más décadas de las que imaginamos en las que se ha empleado este método de protesta que ha escalado niveles escandalosos, ante la mirada de otro sector de la población que protesta por las protestas.
A través de las organizaciones y el funcionariato desfilaron y siguen desfilando grandes cantidades de dinero que se depositan en una especie de barril sin fondo, no solucionan los problemas de la gente, pero abultan las carteras de los “líderes” que como se ha visto llegan a mocharse hasta con el funcionario en turno. El ejemplo más claro y contundente es sin duda el conflicto político en que ha derivado la protesta del magisterio.
Estamos ante una nueva generación de líderes, la segunda generación. Sus padres pasaron de las organizaciones sindicales, obreras y campesinas a los partidos políticos de izquierda. Esta segunda generación de hoy son los titulares de dependencias públicas, regidores, diputados y presidentes municipales. Hombres de negocios que emprendieron con dinero público. Algunos estudiados, incluso, en universidades extranjeras.
Del otro lado, tenemos también una segunda generación de hijos de funcionarios, algunos tan jóvenes e inexpertos, que lo único que traen consigo es el apellido de sus respectivos padres, la alfombra roja y la posibilidad de abrir puerta tras puerta, hasta llegar a ocupar un cargo político o público sin mérito alguno. Hoy están incrustados en todos los niveles de la administración pública, es más, hay quienes aspiran a gobernar Oaxaca y han iniciado –también con dinero público- sus campañas políticas, disfrazadas de tarea pública.
En esa historia, al menos en la primera línea, no están las mujeres.
Ese es el nivel que hoy tiene a Oaxaca en la lona, como seguramente a todo el país. Por un lado, la voracidad de un movimiento y por el otro el apetito, yo digo, siempre insaciable de los funcionarios. Todos ellos tan capaces o tan rapaces de que en un solo sexenio pueden obtener ganancias que podrían superar toda la vida de trabajo de otra clase de servidores públicos, como por ejemplo los policías.
Las corporaciones policiacas -esas en las que ya no creemos como ciudadanía, esas que han sido utilizadas para la represión, para el hostigamiento, para joder a la gente-, han puesto en  jaque al gobierno de Gabino Cué y han mostrado, una vez más, la incapacidad de otro de sus colaboradores-amigos, Alberto Esteva Salinas.
La protesta de los policías de la Secretaría de Seguridad Pública muestra la forma en que la voracidad hace presa a los más débiles, a los que “por disciplina” no pueden denunciar la violación casi permanente de sus derechos humanos, que también tienen, por ende, sus derechos laborales.
Hoy, Esteva Salinas puede asegurar que el pichicateo de uniformes (además, uniformes clonados y no originales), el salario indigno que reciben, la falta de seguro de vida, el pago de viáticos y otras prestaciones, además de la nulidad de sus equipos de trabajo, son lastres de antaño. Sin embargo, la administración de Gabino Cué tiene ya casi cuatro años, los mismos en que “la honestidad” debió operar, al igual que “la transparencia” en el empleo de los recursos públicos y resolver eso que los corruptos del pasado no hicieron en Oaxaca.
Pero no, pensar en que una administración va a resolver los problemas es un sueño, considerando que se trata de los políticos de siempre o de sus descendientes con el aprendizaje que ya les conté.
Ya es del dominio público: en la Secretaría de Seguridad Pública impera la corrupción. Incluso, el diputado de Nueva Alianza, Jefté  Méndez Hernández, declaró a los medios de otro hecho que debe ser aclarado hasta las últimas consecuencias y que podría ser interpretado como el exceso de personal “administrativo” burocrático o una nómina donde cobran más de cinco mil policías fantasmas.
La cosa es así. Méndez Hernández y otros diputados pidieron auditar la nómina de la dependencia porque asegura tener ocho mil policías, en tanto en el Registro Único de Policías (RUPO) existen dos mil 600 uniformados.
Habría que decirle a este grupo de diputados encabezados por el aliancista que muchos de esos funcionarios públicos son utilizados para lo que ya sabemos: espiar a toda clase de personas que pudieran “entorpecer la carrera política” del gran jefe Esteva Salinas, así como para aplaudir, pero también para amedrentar y denostar a periodistas, diputados, servidores públicos.
Todo eso sabe el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, todo opera así porque él así lo quiere. Sabe a dónde y en qué se gasta el dinero, aunque ello no signifique que ese gasto sea específicamente en la tarea de cuidar la vida y los bienes de la ciudadanía.
Gabino Cué no está ante ninguna encrucijada, la actitud pasiva y complaciente que muestra ante la probabilidad de actos diversos de corrupción, es una actitud asumida con anterioridad con otros de sus amigos a quienes hizo funcionarios públicos, unos para saldar deudas políticas producto de la campaña política y a otros que han estado con él, como Esteva Salinas, y como el Secretario de Salud, Germán Tenorio, ex priista; o los perredistas y petistas que lo acompañan como el Secretario del Trabajo, Daniel Juárez López, uno de los herederos de la tradición coceista, quien como otros hacen caso omiso a la ciudadanía, tanto o más que el actual Secretario General de Gobierno, Alfonso Gómez Sandoval, el buen Alfonso, quien ha sido demandado por la organización Consejo Democrático en un acto que podría configurarse como discriminación política. Ahí están otros como el titular de Coplade, Gerardo Albino, a quien se le olvidó su origen, su militancia, su consigna de acabar con la pobreza, aún utilizando la fuerza y las armas, si era necesario…Sueños de juventud.
Todos ellos son herederos de la clase política oaxaqueña: todos vienen de la vieja guardia. Todos, excepto la familia López y la familia de Albino, militaron en el viejo PRI, al igual que el propio gobernador Gabino Cué. Eso tal vez nos ayude a explicar el tamaño de las complicidades, los pactos, las alianzas que siguen enriqueciendo a unos como los denunciados una y otra vez por el ex gobernador interino don Jesús Martínez Álvarez.
En fin, en tanto la cifra funesta crece 328 mujeres asesinadas en la actual administración pública. Más de 70 en lo que va de este año. ¿Acaso cuidar la vida de las mujeres no es tarea de Esteva? Si claro por eso viste de naranja los días 25 de cada mes, pero la colorida y mágica fórmula no tiene ningún resultado para las víctimas, sí tiene efectos directos en las carteras de quienes siguen viendo en esto el negocio de las mujeres. Así es el patriarcado.
@jarquinedgar