lunes, 26 de marzo de 2012

POSDATA

Partidos burlan la ley y niegan lugares a las mujeres

Por Sara Lovera
En el colmo de todo lo imaginable, de lo posible, de las declaraciones sobre la justicia electoral para las mujeres emitidas alrededor del 8 de marzo, los partidos políticos se niegan a promover a las mujeres en tiempo y forma, pero sobre todo, conforme a la ley en los puestos electorales. La resistencia evidencia que vivimos en el peor de los machismos y fuera de un estado de Derecho.

¿Quién podrá obligar a que cumplan? Sabiendo con suficiencia que muchas mujeres importantes, capaces, capacitadas, conocidas, lideresas experimentadas, empoderadas y decididas, han sido eliminadas de las listas y los argumentos son salvajes, como hace 150 años, cuando la paradoja es que en el mundo las mujeres están haciendo gobierno, ciudadanía y han mostrado su mayoría de edad.

Esta semana, el Instituto Federal Electoral podría definir las listas electorales, donde al menos el 40 por ciento deberían ser mujeres, por plantearlo como lo ven ellos. Este instituto podría elegir o definir por su cuenta y asegurar ese porcentaje, en tanto, que los partidos políticos siguen argumentando que no han podido encontrar mujeres interesadas, que no se inscribieron, que a muchas no les interesa ser candidatas y que un derecho no es obligación.

La última frase es la más increíble que puede argumentarse, "un derecho no es obligación", como si viviéramos en la peor de las democracias posibles.

Un hecho palmario y sin vueltas es que, hasta el domingo 25 de marzo todos los partidos políticos no cumplen la ley, a pesar de la sentencia del Tribunal Federal Electoral (TRIFE) de que esta vez serán sancionados. Frente a ello, alegremente enviaron cartas al IFE pidiendo que se tuerza la ley, porque no pueden cumplir.

Hace unos días, escuché la explicación de la ex diputada feminista Elsa Conde sobre ¿cómo poner una cuota para la participación de las mujeres en la política? lucha que data desde 1993, se llama acción positiva y que se ha pasado de ahí para exigir lo lógico, lo elemental, lo justo: la paridad. Porque las mujeres somos poco más del 50 por ciento de la población, de la militancia partidaria, de la economía y la productividad.

Pero todo eso no existe en la cabeza de las dirigencias que siguen incluyendo en las listas a viejos o antiguas políticas; a hermanos y familiares y que han obviado la demanda de las mujeres y no las ven. Las quejas se han sucedido toda la semana anterior. Sólo en el frente Progresista, por ejemplo, había más de mil precandidatas interesadas y ahora resulta que sólo han incluido a 95 y no a 120 como exige la ley y tramposamente entre 25 y no 26 candidaturas al Senado, sólo una mujer tiene posibilidades reales de ganar. O sea, la trampa sobre la trampa.

Algunos argumentos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de Acción Nacional (PAN) y del Verde Ecologista (PVEM) son como del siglo XIX, insostenibles.

Según la información de las periodistas Fabiola Martínez, Georgina Saldierna y Rosa Elvira Vargas, del diario La Jornada, publicada el sábado 23 de marzo, los partidos tienen argumentos verdaderamente impugnables. La prepotencia es verdaderamente brutal y se resisten a ver que el mundo cambió. Nos ven todavía como esclavas.

Veamos estos argumentos:

“El PAN no está obligado a lo imposible ni a postular candidatas en aquellos distritos o elecciones donde no exista interés manifiesto. Los derechos políticos son derechos y no obligaciones políticas (...) y en tanto no exista una manifestación clara de interés, este instituto está imposibilitado por el momento para registrar candidatas mujeres”.

"El PRI expone argumentos similares, así como de la imposibilidad de ejecutar ciertas sentencias del tribunal electoral. Por ejemplo, señala, aun cuando se presentaron 93 solicitudes de registro de diputados por el principio de mayoría relativa, en 35 no fue posible otorgar el registro por incumplimiento de requisitos. En el caso de los diputados, añade, al PRI le fue imposible lograr la meta, porque únicamente se inscribieron 93 mujeres para competir en 80 distritos".

Lo mismo ocurrió al Partido Verde Ecologista de México, coaligado al PRI en 199 distritos. Su representante en el IFE, Sara Castellanos, explicó esta dificultad:

“Una cosa es que sean militantes y otra que quieran ser candidatas. Se habla mucho de género, pero ya dentro de los partidos políticos es difícil. Cuando fundamos el partido la prioridad era apoyar a la mujer; entonces, la estructura era de 80 por ciento de mujeres. Sin embargo, cuando intentamos postular a las indígenas tuvimos una fuerte experiencia, porque en algunas entidades las mujeres se quedaban afuera de los consejos partidistas vendiendo sus artesanías. No les interesaba participar. Las militantes no quieren ser candidatas”, dijo Sara Castellanos, del Verde Ecologista.

Por su parte, la coalición de Izquierda que asegura cumplió, fue desmentida por el Movimiento de Mujeres Progresistas que incluye al Partido de la Revolución Democrática (PRD), al Partido del Trabajo (PT) y al Partido Movimiento Ciudadano, más las mujeres de Morena, quienes anunciarán el comienzo de una jornada por la legalidad y los derechos que las asisten.

Sostienen que solamente han sido registradas 95 fórmulas de mujeres de las 120 obligadas y que fueron postuladas 25 mujeres al Senado (en lugar de 26), y que sólo una tiene reales posibilidades de ganar.

Anuncian que pedirán al IFE que haga cumplir la ley y niegue el registro de las listas.

El IFE hizo una reunión extraordinaria para analizar el problema. Y según las noticias, Leonardo Valdés, consejero presidente del IFE se hará cumplir el artículo 221 del Código Federal Electoral (COFIPE) que establece que si un partido o coalición no cubre los requisitos, además de la amonestación pública, se sancionará con la negativa de registro de las candidaturas correspondientes.

La verdad es que la resistencia llega a tal punto que el PRI ya quiere ahora que se revisen las decisiones del tribunal electoral para que "explique los alcances de sus jurisprudencias, con base en las cuales incluyó la cuota de género en todas las postulaciones.

Lo verdaderamente incomprensible es que los partidos políticos debieran operar con sus estatutos internos, que en todos los casos obligan no la cuota sino a la paridad, en los casos de PRI y PRD; al 40 por ciento como la ley dice en los casos de PT, Movimiento Ciudadano y PAN ; en el Ecologista los estatutos dicen 30 por ciento y en el caso de Alianza no hay mandato y éste parece ser el único que presentó sus listas apegado al mandato.

Lo que me rebela contra lo que sucede es saber que durante los últimos 30 años las mujeres de todas las clases, en todo el país, de todos los gustos, signos y asignaturas partidarias, militantes populares, dirigentes, han discutido sobre sus derechos, han impulsado los cambios legislativos, han participado en las mesas electorales, de vigilantes a funcionarias electorales, que éstas mujeres con todo lo que de ellas se pueda discutir, sí quieren, desean.

Muchas se han quedado en el camino durante varias elecciones, dirigentes indígenas y campesinas, como Martha Sánchez o Daphne Cuevas; otras se han aliado, han, como se dice, cabildeado intensamente, han invertido sus recursos, sus energías, y son permanentemente excluidas e invisibilizadas. La resistencia machista es bárbara, es de una prepotencia increíble. Y quienes dirigen al país, casi todos hombres, hacen demagogia, mienten, les importa muy poco cumplir con la ley y lo que es peor, no tienen el menor interés en la democracia que tanto presumen en discursos vacíos.

De acuerdo con la historiadora Patricia Galeana, las mujeres pidieron el voto y ser votadas desde 1824, es decir desde hace 188 años, y ahora resulta que no quieren, no cumplen con los requisitos, no muestran interés y no las encuentran los jefes de los partidos. Se llama machismo.

Y por otro lado, la ley les obliga a destinar el dos por ciento de sus recursos a promover el liderazgo femenino desde 2008 y ninguno ha cumplido. Nadie los sanciona y la burla se extiende, nos invade, nos hace pensar que este país no tiene remedio. Otra discusión es si las mujeres son mejores que los hombres, pero ese no es el caso.

Veremos.

saralovera@yahoo.com.mx

MUJERES Y POLITICA

Reformas de fondo

Soledad JARQUIN EDGAR
En seguimiento a los malos hábitos políticos, durante el proceso electoral temas como el aborto, la eutanasia, los matrimonios homoparentales y todo lo que tenga que ver con la libertad y los derechos de las mujeres serán puestos desde distintos enfoques y promesas de avance, aunque en el fondo, cuando las aguas revueltas por los procesos comiciales vuelvan a su nivel todo quede en el olvido.
Los recintos de los congresos legislativos no serán la excepción, desde ahí, los partidos políticos contribuirán a exponer ideas que apuntalen a quienes buscan votos y simpatías para sus candidatos presidenciales y en las otras representaciones populares en disputa. La diputación actuará como siempre, de forma partidista, con supuestas propuestas legislativas “democráticas” y “libertarias”, y también si nos descuidamos y no ponemos atención corremos el riesgo de una que otra trastada, como el asunto del Estado laico pendiente en las agendas legislativas-clericales, que de no ser analizada y discutida, pero sobre todo razonada, esta microcirugía legislativa podría resultar peligrosa en extremo para el futuro de México.
Y lo planteo porque ya empezaron con sus propuestas “democráticas” y “libertarias”. Un ejemplo concreto es la iniciativa de reforma constitucional bajo la modalidad de modificación al Décimo Párrafo del Artículo 12 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano del Estado de Oaxaca, misma que presentó la diputada del PAN, Marlene Aldeco Reyes Retana.
En Oaxaca, hace años que el movimiento social de las mujeres e instituciones públicas dirigidas por feministas pusieron el dedo en el renglón al manifestar el tamaño del problema de la violencia contra las mujeres, con saldos que usted conoce y que terminan con la muerte y asesinatos, sobra decir, innecesarios de varios miles de oaxaqueñas.
Así en tiempos del anterior gobierno estatal, el Instituto de la Mujer Oaxaqueña (IMO) propuso un paquete de reformas legislativas que durante mucho tiempo aguantaron el jaloneo y los condicionamientos de diputados y magistrados, mujeres y hombres, que se resistían a reconocer, en primer término que la violencia tiene su más fuerte componente en la institución familiar, es decir, el hogar dulce hogar, aún así, la entonces titular del IMO, Norma Reyes Terán, consiguió con el cabildeo que realizó que el concepto cambiara y se reconoció legislativamente el concepto de la violencia de género, algo que en aquellos principios no lograron ni las diputadas federales.
En la anterior legislatura local, habría que decir, hubo descalabros importantes para las mujeres, un caso concreto fue la modificación precisamente al artículo 12 Constitucional, que representó y sigue representando un retroceso para la vida y la libertad de las mujeres, pero también a su derecho a decidir, al reconocer al cigoto o huevo por encima de los derechos de la madre, trabajo que orquestaron en 2009, las fracciones parlamentarias del PAN, con Perla Woolrich Fernández y algunos priistas reaccionarios, claro con el silencio cómplice y acomodaticio de la “izquierda” local que entonces tenían un peso en la nefasta chiquillada istmeña.
Sigo el recuento: En la actual administración, también través del IMO se presentó un nuevo paquete de reformas legislativas, que como ya hemos dicho hasta el cansancio siguen durmiendo el sueño de los justos en los cajones de las y los legisladores que no pueden dar pasos fundamentales debido a que les resulta intrascendente crear leyes que protejan la vida libre de violencia de las mujeres.
Por otro lado, es necesario decir, que todavía hay por ahí diputados de todas las corrientes y representantes de grupos de la derecha o los misóginos de la izquierda o los recatados del centro que se preguntan ¿por qué tipificar el feminicidio? Y para mostrar que su ignorancia no es casual sino que son resultado del remanente educativo de este país (léase alumnado de la sección 22), hablan de la necesidad de tipificar una especie de homicidio de hombres. Pero no saben y estarían obligados a saber que existen investigaciones concretas de académicas y científicas que han demostrado que la diferencia entre los asesinatos cometidos contra mujeres está basada en la condición social de disminución (mujeres-cosas)y por ende el no reconocimiento al derecho de vivir sin violencia machista, misógina y patriarcal, sólo por citar un punto.
En ese estirar y aflojar las iniciativas siguen durmiendo en los cajones y la violencia, como reconoce la legisladora Aldeco Reyes Retana del PAN, sigue creciendo y su propuesta legislativa no tiene en el fondo ningún impacto social y legal sustancial real, excepto la mediática, la de estar presente con esa “preocupación” por las mujeres, que no es, reitero de fondo, sólo de forma y de pronunciamiento en los medios.
En todo caso, la opinión de las expertas en materia de género, es decir de quienes se han preocupado en realidad por estudiar el fondo de esta realidad lacerante para las mujeres y, por ende, para toda la sociedad, lo de fondo y sustancial sería una reforma constitucional al Artículo 12, una modificación completa que elimine la criminalización del aborto que al final de cuentas es violencia de género.
Porque entonces sí se concretaría, al menos en la Constitución Política local, como lo pide la legisladora: “por ser un derecho universal de toda mujer a una vida libre de violencia de género, tanto en el ámbito público como en el privado. Todos los órganos del poder público en el Estado, en sus distintos niveles y esferas de actuación, tienen la obligación de hacer efectivo y funcional esta prerrogativa, por lo cual garantizan en el ámbito de sus funciones un sistema estatal que confiera tangiblemente a las mujeres toda la cauda de derechos que merecen (y lo subrayo, por el término absurdo) acorde con la legislación internacional vigente”.
De otra manera estaremos frente a un parche sin destino al Artículo 12, de ahí que su propuesta se convierta en algo intrascendente, lo único que logró es que alguien haya publicado su nota y yo lo comente. Para lograr lo contrario, lo que se necesita, resulta indispensable e impostergable que se ajuste la ley a las transformaciones sociales y eso requiere de la incorporación de la igualdad en todo el artículo 12 o, dicho de otra manera, la transversalidad de una perspectiva de género del 12 Constitucional, completa y no a pedazos. Claro que ese ajuste requiere de la eliminación de prejuicios y costumbres en función de la libertad y la autonomía de las mujeres, de lo contrario, como ya han señalado las estudiosas del género, estaremos frente a un planteamiento intrascendente y simplemente con características mediáticas.
Aunado a ello, también resulta impostergable que se armonicen las leyes secundarias y se saquen a la verdadera discusión las iniciativas que hoy guardan en los cajones del legislativo, una discusión y análisis sin sesgos partidistas, personales, costumbristas y hasta moralinos, sacarlos del limbo legislativo donde están ahora, e incluso, ampliar las reformas a fin de proteger verdaderamente ese derecho a una vida libre de violencia de género.
Por supuesto, los pasos son fuertes, no son enmiendas o parches. Incluso habría que derogar la ley de asistencia a la violencia intrafamiliar, que es asistencialista y no una forma de justicia plena para las víctimas de la violencia de género en Oaxaca.
Sin duda, quienes integran la LXI Legislatura local, integrada por el mayor número de mujeres que ha tenido un congreso oaxaqueño, por lo que estadísticamente se ubicaría con el agregado de “histórica” tienen en sus manos una enorme tarea, pero para ello es necesario que se preparen, lean, estudien, se asesoren con quienes han estudiado el tema, dejen de lado su moral y sus prejuicios personales, porque al final de cuentas, las y los legisladores están ahí por representar los intereses del pueblo, que habría que recordarles, ese pueblo es mayoritariamente femenino, de ahí que las leyes deben ajustarse a las transformaciones sociales.
Eso requiere de la incorporación de la igualdad en todo el artículo 12 o la transversalidad de una perspectiva de género del artículo 12, completa, que significa eliminar prejuicios y costumbres en función de la libertad y la autonomía de las mujeres, de lo contrario su planteamiento es intrascendente.
Y, finalmente, reitero, no es canto de sirenas lo que requerimos, no son golpes mediáticos, no son puntadas para confundir al electorado, frente a la realidad cruenta de Oaxaca, donde las leyes están cercenadas y resultan obsoletas.
Es necesario dar golpes de timón, aunque ello implique pisarle los cayos al poder económico (como sucede con la industria médica local que se opone sistemáticamente a tipificar la violencia obstétrica) o pisar fuerte sobre el poder de los poderes: el patriarcal, las iglesias, los medios de comunicación, las escuelas y otras instancias de poder que siguen reflejando a las mujeres en sus papeles de madres-esposas dentro de su “contexto natural”, como cuidadoras del hogar-familia, por cierto el sitio mas inseguro históricamente para ellas.
Y al mismo tiempo refieren a las transgresoras como putas-incorregibles, perversas que han invadido con su mal ejemplo el ámbito público, el espacio de los hombres, tanto en la política como en la delincuencia, en la academia y en la ciencia, en los deportes, en todo lo que ellas han trastocado, ¿pero quien les diría que las mujeres siempre seríamos santas?
De eso se trata de cambiar de fondo lo que hoy sigue impidiendo el desarrollo libre de violencia de las mujeres.
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A RESERVA

El reto: adjudicación de nuestros derechos humanos

Bárbara GARCÍA CHÁVEZ
El Congreso del Estado de Oaxaca emitió la convocatoria pública abierta para elegir al titular y al Consejo Ciudadano de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, misma que recibió las propuestas del 8 al 22 de marzo.
La importancia sociopolítica de este suceso se suscribe en el contexto histórico de la actuación autoritaria y violenta de los gobiernos pasados, en la ineficacia de la actual instancia defensora de los Derechos Humanos, adjudicándose un lamentable papel de súbdito frente al ejecutivo que intervenía desde la designación de su presidente, hasta la supeditación de sus acciones y omisiones a los intereses del gobernador en turno, y como consecuencia, la negación de facto de la autonomía que debería regir legalmente su actuación.
Es necesario un serio análisis de la condición jurídica y política de esta nueva Ley, que por sí misma no implica las modificaciones imperiosas que en materia de derechos humanos requiere la ciudadanía oaxaqueña, que verdaderamente asegure la certeza y el Estado de Derecho.
Hagamos un recuento de la creación del Ombudsman a partir de los Principios Paris en 1992, cuando la ONU, oficializa el Estatuto y Funcionamiento de las Instituciones Nacionales de Protección y Promoción de los Derechos Humanos.
Debe disponerse de una infraestructura adecuada, lo que implica garantizar su autonomía política y presupuestaria, funcional y de gestión respecto del Estado, que desarticule cualquier control que limite su independencia, es decir, que no se supedite a ningún a autoridad o servidor público alguno.
En México, por decreto presidencial en 1990 se crea la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) como un organismo desconcentrado de la Secretaría de Gobernación; el titular nombrado directamente por el presidente de la República con aprobación de la Cámara de Senadores. En 1992 se reforma la Constitución Federal y se publica la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; se mandata a los gobiernos estatales para establecer una Comisión de Derechos Humanos en cada estado.
Fue hasta1999, cuando la CNDH adquiere plena autonomía a partir de una nueva reforma constitucional que faculta al Senado para elegir al presidente de la CNDH y le otorga el carácter de organismo autónomo.
Es importante puntualizar que el discurso de los derechos humanos ha sido originalmente un enunciado propio de la ciudadanía, ahora llamada sociedad civil, como requerimiento sustancial para mejorar las condiciones de vida de quienes son menos favorecidos, en la búsqueda de mecanismos que permitan alcanzar condiciones de igualdad. El resultado de esta demanda, que ha movido revoluciones es la creación de acuerdos internacionales que conllevan pronunciamientos normativos hacia la creación necesaria de organismos públicos de Derechos Humanos, que garanticen y limiten la actuación de Estado como imperio frente a las y los ciudadanos.
Estos organismos de ámbito público deben estar revisados y supervisados por quien detenta su protección, es decir, el pueblo que efectivamente es quien debe legitimar la institución avalando el origen y desempeño de sus funcionarios, así como su actuación, legalidad, transparencia y rendición de cuentas.
En Oaxaca fue creada la Comisión Estatal de Derechos Humanos en enero de 1993; en septiembre de 2007, se reforma el artículo 114 de la Constitución local, creándose la Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos de Oaxaca; ahora con el gobierno de alternancia, en abril de 2011 se reforma nuevamente la Constitución Política del Estado, disponiendo en su apartado A, la creación de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.
En principio, al parecer el cambio de nominación de este organismo no ha implicado hasta ahora modificación sustancial alguna que favorezca el estatus ciudadano de las y los oaxaqueños; el círculo vicioso entre las prácticas institucionales y la complicidad de los funcionarios del Ombudsman, han consolidado viejos patrones restringidos a sus intereses que violentan permanentemente el ámbito legal, que tienden a sumarse al burocratismo e ineficiencia, que sólo logrará modificarse con titulares menos comprometidos con los políticos y sus intereses.
En Oaxaca, con la inestabilidad política que vive y su desequilibrio social y económico, con las enormes brechas de desigualdad ancestral y atraso, ha venido arrastrando por años la violencia institucional que implica todo estado autoritario, y ahora resulta poco clara la convocatoria que emite el Congreso del Estado, respecto a la inmiscuisión abierta de la ciudanía en un proceso eleccionario que simula ser tan “democrático” que rompe, incluso, con los límites republicanos de laicidad y la necesaria preparación académica de quien resulte ser titular, en cuanto a la acreditación de estudios de licenciatura en Derecho, que se observa en el piso normativo constitucional.
Ya concluido el término de dicha convocatoria, resulta que el registro de solicitantes se encuentra plagado de personajes que rompen el criterio de “aptos” para la función pública –cualquiera que fuere- . Tal es el caso de dos clérigos, uno formalmente dentro de las filas del “Señor” y otro, cuando menos reconocido por ello en la sociedad católica oaxaqueña; ambos resuelven simplistamente este obstáculo legal argumentando ser “conocidos defensores de derechos humanos”. ¡Qué aberración!
Imaginemos a estos “buenos” señores tratando asuntos que violenten, como hasta ahora sucede, los derechos de las mujeres respecto de su ciudanía plena (interrupción del embarazo, derechos sexuales y reproductivos) y algunos otros que no reconocen los adeptos formales hijos de Dios, conservadores a ultranza.
O aquellos derechos que tienen que ver con la diversidad sexual y sus derechos civiles. Qué tal aquellas quejas por intolerancia institucional a las prácticas religiosas diversas a la suya. Imposible ¿verdad? Por algo nuestro Estado es laico.
Algunos otros postulantes –porque la gran mayoría son hombres- incumplen con el requisito de no haber estado en la función pública de cualquier nivel y poder del Estado los dos años anteriores a su registro; así como no haber tenido puesto (no se entiende en la convocatoria si puesto de dirección o simple militancia) en algún partido político, lo que manda al suelo a dos que tres aspirantes.
Uno de los requisitos de la convocatoria resulta tan importante como ambiguo: Acreditar conocimientos suficientes teóricos y prácticos en la defensa y promoción de los derechos humanos con perspectiva de género y pluralismo jurídico.
Absolutamente complejo pero determinante en la elección, dependiendo de los criterios de las y los diputados, que de no estipular claramente qué indica el pluralismo jurídico y cómo se practican y promocionan los derechos humanos con perspectiva de género se enredaran en abstracciones difícilmente conciliables. Es bien seguro que la mayoría utiliza el término perspectiva de género y habrá muy pocos o alguna que lo pueda explicar.
Se conocen dos mujeres que registraron su solicitud en tiempo y forma. Por lo menos una de ellas en absoluto respeto a la convocatoria y compromiso con los derechos humanos.
Por otra parte, la paridad que tanto la constitución refiere como la convocatoria en cuestión relativa a igual número de hombres que mujeres para integrar el consejo, resulta determinante para la verdadera democratización de éste órgano, habrá que esperar a conocer si este registro arroja tantas mujeres se requieren; ojalá así sea y las reconocidas defensoras de los derechos humanos hayan acudido al registro en tiempo y forma.
Ahora nos toca esperar el papel de quienes se adjudican la representación del pueblo de Oaxaca, su calificación y que nos sorprendan, mientras tanto, habrá que conocer, reconocer y adjudicarnos los derechos humanos que nos corresponden.
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jueves, 22 de marzo de 2012

Palabra de Antígona

Palabra de Antígona

Marzo de todos los años

Por Sara Lovera


Y usted ¿no acaba por cansarse? Durante el mes de marzo, allá en el siglo XIX, un grupo de obreras de Chicago acostumbraba reunirse y hacer el balance de sus vidas, de sus salarios.

Se dice que también en marzo una inmensa masa de mujeres, calificadas como las diez mil, hicieron una marcha que finalmente tumbó al Zar de Rusia, según el texto de Raya Dunaevskaya, en su libro sobre Rosa Luxemburgo, la liberación femenina y la filosofía marxista de la Revolución.

Y que estas luchas exitosas de mujeres -se diría hoy con lenguaje de tecnocracia de género-, "empoderadas", son las que inspiraron en 1910 a Clara Zetkin y a sus camaradas de 17 países a pensar en realizar una jornada de lucha cada año, el 8 de marzo y no la historia plañidera que nos remonta a la siempre viva idea de nuestra desgracia y necesidad: la de un grupo de obreras que murieron en un incendio de una fábrica textil en 1857.

De aclararlo se encargó la historiadora canadiense Renée Côté, quien asegura que no existen pruebas documentales de que un incendio de esas características se produjera ese año, ni que ese hecho fuera el motivo para establecer una jornada internacional de las mujeres.

Las investigaciones de historiadoras feministas, escribió la periodista Ana María Portugal, ya hace algunos años señalan que lo que pasó en 1857 fue, en verdad, la realización de una marcha convocada en el mes de marzo por el sindicato de costureras de la compañía textil de Lower East Side, de Nueva York, que reclamaban una jornada laboral de sólo 10 horas. O sea, un hecho movilizador y potente, convertido por obra y gracia de visiones cortas y deseosas de mantenernos en la fila de las débiles, cambió toda la historia.

Lo peor es que durante años fueron únicamente las trabajadoras quienes reivindicaron estas jornadas de acción y reflexión. Ahora no, todo mundo sabe que el 8 de Marzo es día de la Mujer, un día que se despolitiza, se enreda, sirve para todo, para el discurso de un político, para la maniobra de alguna política pública, para llamar a votar sin pensar, para regalar una flor, para justificar la discriminación o para hacer discursos vacíos y llamar a las mujeres a volver al redil, a la familia, a la paz y la concordia.

El colmo es el de las flores. Igualito que el día de la madre y la desgracia es la ignorancia, la falta de sensibilidad y la inadecuada difusión de nuestros días, de nuestras tradiciones feminista. El colmo son las mujeres de los partidos políticos que no estudian, las que no politizan a sus compañeras y camaradas.

La historia lacrimógena del incendio en una fábrica, sigue repitiéndose también en espacios que se pretenden avanzados. Se repite como una forma de conmiseración y llanto, porque hablar del valor, de la contribución política y social de las mujeres, hablar de la experiencia, del acumulado en propuesta, de capacidades y acciones transformadoras, comprometería a quienes medran con la figura femenina en segundo plano.

Este mes es de gran desgaste y cansancio. Todo mundo quiere informar a todo el mundo que hace algo en contra de la discriminación de las mujeres o bien, nos quieren decir que sí importamos, aunque se hayan, como se dice, "bateado a muchas mujeres en las listas de candidaturas" y a pesar de que todos los días se viola la ley laboral, o se discrimina y humilla a millones de mujeres.

Más hubiera valido no inventar el 8 de Marzo, porque he visto la vulgaridad de lo que se confunde con "celebraciones”. Sólo falta que haya una marca de maquillajes o una jornada de consumo donde el 8 de Marzo sea el gran mercado para mujeres en el mundo.

Este mes, decía, no tiene nada que ver con lo que Raya Dunayevskaya recuerda, ni con el esfuerzo inmenso de colocar la fecha que ha hecho la directora de Isis Internacional, Ana Ma. Portugal, la mujer más tenaz en rescatar la historia del feminismo, como un asunto de gran trascendencia para las mujeres recién llegadas a la conciencia de ser mujeres. Ana María que ahora prepara la historia de las mujeres latinoamericanas, con su propia tesón y su decisión, porque esa labor no es financiada ni reconocida. Se financia lo que es instrumental al sistema capitalista y los designios de los poderosos, que son los que nos colocan, a las mujeres, en el lugar que más les conviene.

Pero rescatar nuestra historia, sería la fuente fundamental para avanzar en esa tarea, que ahora ataca y mantiene a ONU Mujeres como fundamental: llevar a mujeres al poder, no importando quienes son, de donde vienen o qué pretenden. Sólo hay que empujarlas, desde cualquier esquina, conservadoras o liberales, comprometidas o sin compromiso, cultas o ignorantes, llevarlas y enseñarlas a cómo hacer la política de los hombres.

Las mujeres con capacidad para mirar el telón de fondo, la construcción y los procesos democráticos, la estructuración de la teoría y la práctica feministas, son, como se diría, un peligro para el sistema. Marzo definitivamente me agota, son tantas las cosas que se hacen y dicen, que al final no queda casi nada. Mientras los pendientes, son eso, pendientes. Será el próximo año o ¿Cuándo?
saralovera@yahoo.com.mx

lunes, 19 de marzo de 2012

MUJERES Y POLÍTICA

Mujeres y Política
Trata, un paso más

Soledad JARQUIN EDGAR
A medias pero ya avanzaron. La aprobación de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos delitos es un paso fundamental que se dio a medias por falta de quórum, sin embargo, tendríamos que decir que por primera vez castiga a toda la cadena delictiva, incluyendo a quien compre o alquile “los servicios”, así como para sus padres o tutores que regalen, donen o permitan el delito de explotación sexual, hasta por 40 años de cárcel.
Lo lamentable es que frente a la cercanía del puente, un número importante de legisladores decidieron darse permiso y ausentarse sin que para ellos nada significara dejar esta ley sin la aprobación en lo particular para luego ser enviada al Senado. La doble moral impera, lo siempre terrible es que algunos legisladores fueron vistos con sus jóvenes acompañantes disfrutando de la dolce vita, aunque dieran pena ajena y uno que otro les saludara mientras estaban “en compañía de su guapa hijita”. Y aunque las muchachas no son menores de edad, sin duda reciben un pago por sus servicios, es una forma de trata. Otros como ya sabemos están trepados en el camión de las oportunidades, es decir, el proceso electoral.
La trata de personas es indignante y hasta hace muy poco tiempo no se consideraba como un hecho generalizado, sin embargo, existe y es una realidad en la vida cotidiana de muchas familias. Frente a la falta de información oficial, basta mirar a las vitrinas y puertas de algunos comercios, los medallones de los taxis, camiones de transporte público, espectaculares y medios informativos para darse cuenta de la realidad que viven muchas familias en busca de sus hijas. El delito, es claro, no sólo afecta a esa familias, como sociedad también somos víctimas de la desaparición de mujeres, en su mayoría jóvenes y adolescentes.
La ley aún no concluye su proceso por la falta de quórum, lo que habla del nulo de compromiso de quienes integran el Legislativo federal a pesar de que conocen bien esa realidad y tienen las cifras en sus manos, como las que expusieron para fundamentar el dictamen: “México ocupa el primer lugar en el consumo de alguna de las actividades relacionadas con la trata de personas; el segundo lugar en exportar personas en trata a Estados Unidos; y se tienen tres millones 700 mil niños y niñas que son explotados laboralmente”, como se puede leer en el boletín de prensa emitido el pasado 15 de marzo por la oficina de Comunicación Social de la Cámara.
Sin duda, por lo que dijeron, es que ya saben que las mujeres no se prostituyen solas: nueve de 10 tienen un “padrote”, así que la realidad se desmorona y los mitos que durante siglos se han creado para justificar la prostitución de mujeres de todas las edades empiezan a caer en pedazos gracias a las voces de muchas organizaciones que durante años plantearon lo que nadie o casi nadie quería decir, menos los que confunden su moral con la política.
Otro dato que nos recordaron, las diputadas, es que la trata de personas representa el segundo delito que aporta más recursos al crimen organizado a nivel mundial, más de 42 mil millones de dólares anuales, más dinero ilícito del que produce el narcotráfico.
Toda la población sabe de lo que estamos hablando, durante siglos se cuchicheo porque era prohibido hablar de las prostitutas y con el tiempo se nos hizo costumbre mirarlas en la calle. Después supimos de las casas de citas. Más tarde tuvimos noticias de que enganchaban a las mujeres para llevarlas a otros países, las esclavas de África durante siglos, las asiáticas, luego Europa del Este y Sudamérica y nos resistimos hasta el cansancio de hablar sobre lo que en México estaba sucediendo, hasta que se empezaron a destapar las cloacas y se persiguió a Lidia Cacho cuando habló de los empresarios libaneses.
Del otro lado seguimos reproduciendo con chistes que ya resultan viejos y cansados, y nada tan terrible como creer que las mujeres de todas las edades son mercancías que se pueden vender y comprar. Ahí está la responsabilidad y la complicidad de un crimen por parte de las autoridades que siguen permitiendo la apertura y operación de bares, centros nocturnos para exhibir la carne humana, la carne humana de las mujeres y los hombres dispuestos a comprarla.
Insisto, lo terrible es que ya se dio un paso y no se concretó la aprobación de esta ley en lo particular porque un número importante de diputados federales tomaron “su puente” antes de hacer su tarea, ahora explican se les descontará su dieta, deberíamos preguntar a las familias de las víctimas qué castigo merecen por su omisión.
Por otra parte, cuando la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos delitos se apruebe, las instituciones oaxaqueñas, además de adecuar sus leyes, tendrán que realizar una amplia campaña de difusión porque todavía, basados en los usos y costumbres, existen prácticas que pueden traducirse –de acuerdo a la ley- como trata de personas, ya que en este ilícito confluyen la explotación sexual, laboral, matrimonios forzados, el tráfico de órganos y la adopción ilegal de otras conductas.
Según el comunicado, esta nueva ley sanciona el delito de esclavitud con prisión de cinco a 30 años; la pornografía infantil, de 15 a 30 años; la explotación sexual de mujeres, niños y niñas, con penalidades de 15 a 30 años; y hasta 40 años para los padres o tutores que regalen, donen o permitan este delito de explotación sexual. 15 años de cárcel a quien enganche, transporte, transfiera, retenga, reciba, acoja o entregue a una persona con fines de explotación, y hasta 40 a quien compre o alquile esos servicios.

COSAS DE NIÑAS

Con autorización del amigo Felipe voy a difundir las reflexiones de su nieta de siete años en torno a la conducta del magisterio oaxaqueño:
- Abuelito ¿Por qué los maestros nos dicen que no gritemos cuando estamos en el salón de clases y ellos gritan cuando están en la calle?
- Abuelito ¿Por qué los maestros nos dicen que nos quitemos de las puertas porque estorbamos y ellos bloquean las calles?
Sin duda sus preguntas nos plantean el choque que la infancia oaxaqueña experimenta entre lo que se les dice que es lo correcto y lo que se les muestra con el ejemplo.

PARA ACABAR

¿Qué le queda a Gabino Cué? Esa pregunta es la que en estos días se está haciendo la ciudadanía oaxaqueña. Él sigue apacible resistiéndose a escuchar a la sociedad, apabullado por los pésimos resultados de sus “operadores políticos” cuyos resultados se traducen en crímenes de líderes sociales, crece la inseguridad social y crece la inseguridad pública, pero el buen Gabo se resiste a pensar que pudo equivocarse al elegir a “los mejores hombres de Oaxaca”.
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domingo, 18 de marzo de 2012

A LA OPINIÓN PÚBLICA

PACTO NACIONAL POR LA VIDA, LA LIBERTAD Y LOS DERECHOS DE LAS MUJERES

A LA OPINIÓN PÚBLICA

Desde hace 12 años, en el país se observa una sistemática violación del Estado laico, cuyos efectos más graves ha vulnerado los derechos de las mujeres, principalmente en aquellas que sobreviven en la pobreza y en la desigualdad más aguda. En 17 entidades se han impuesto legislaciones dictadas por el Estado Vaticano en todo el mundo para negar los derechos sexuales y reproductivos, violentando la soberanía de los países y los compromisos de derechos humanos expresados en distintos tratados internacionales, como los de Cairo, Beijing y la CEDAW.

Chihuahua, Sonora, Baja California, Morelos, Colima, Puebla, Jalisco, Durango, Nayarit, Quintana Roo, Guanajuato, San Luis Potosí, Yucatán, Querétaro, Oaxaca, Chiapas y Tamaulipas han sido doblegados para obedecer normas y políticas que se traducen en la muerte, cárcel y vigilancia obstétrica de miles de mujeres, muchas de ellas indígenas y adolescentes, que son obligadas a la maternidad forzada; en otras 8 entidades pende la amenaza de aprobarse situaciones similares. Mientras los últimos datos censales dan cuenta del creciente fenómeno de embarazo adolescente, México no cumplirá la Meta del Milenio relativa a la reducción de la mortalidad materna en tres cuartas partes para el 2015 y acceso universal en salud reproductiva.

Lo anterior demuestra la claudicación del Estado mexicano, a través de los Poderes de la Unión para hacer cumplir las garantías constitucionales, ya que también las decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación han dejado en la ambivalencia la laicidad del Estado mexicano, cuando es una herencia histórica y un imperativo ético para el avance democrático.

Es evidente la intención de engañar cuando se trata de imponer en la reforma al artículo 24 Constitucional, un concepto como el de “libertad religiosa” para sustituir el término correcto de libertad de pensamiento, conciencia y de religión, que es el aplicado realmente en los tratados internacionales de derechos humanos, y cuyo significado y connotación son muy distintos al que le quiere dar la jerarquía católica. Por eso hacemos un llamado al Senado, para que se use el concepto correcto y no otro.

No aceptamos que nuestros derechos humanos y libertades personales sean negociados en lo obscuro y privado de una reunión del titular del Ejecutivo federal con el jefe del Estado Vaticano, que es el más antidemocrático, totalitario y letal del mundo.

Está claro que al señor Ratzinger le interesara destruir nuestra democracia y viene expresamente a entrometerse e intervenir en las decisiones políticas que sólo le corresponde tomar a la ciudadanía mexicana. Viene a imponer su agenda mortal contra las mujeres y quienes no cumplen con la sexualidad hegemónica, y a entronizar a la pederastia como un nuevo sacramento.

Denunciamos que el Estado mexicano está utilizando indebidamente los escasos recursos públicos para la visita del máximo exponente de las juventudes nazis, ahora jefe del Estado Vaticano, en detrimento de millones de mexicanas que viven en la más extrema pobreza, discriminación y violencia.

Por estas razones, no aceptamos que la información relativa a su visita sea reservada y nos unimos a todas las otras voces libres y sumamos a las movilizaciones que se han alzado por considerar su visita como
NO GRATA.


¡Alto a la criminalización de las mujeres por abortar!
¡Libertad inmediata a las mujeres presas por abortar!
¡Respeto del Estado laico!
¡Despenalización del aborto en todo el país!
PACTO NACIONAL POR LA VIDA, LA LIBERTAD Y LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
Marzo 2012

miércoles, 14 de marzo de 2012

Violencia

Violencia contra las mujeres:
Enfrentarla demanda una política de Estado integral y transversal

Ana María HERNÁNDEZ CÁRDENAS*
Hasta la saciedad, las voces de las organizaciones civiles, otras del sector académico y algunas periodistas comprometidas, han colocado en cifras y testimonios la gravedad de la violencia contra las mujeres en Oaxaca. Se necesitan respuestas de Estado con un enfoque integral y transversal para hacer frente a este problema estructural que ha dejado en el transcurso de los 10 años anteriores más de 500 familias enlutadas y clamando una justicia que no se concreta.
El gobierno de Gabino Cué se comprometió a actuar con firmeza y decisión para combatir las causas estructurales de la violencia contra las mujeres, a generar políticas públicas y destinar recursos del gobierno estatal para programas de prevención y atención a las mujeres que sufren violencia. El legislativo por su parte aseguró que habrían cambios en las leyes para favorecer la seguridad y garantizar la vida de las mujeres y el acceso real a la justicia.
Es evidente que la respuesta gubernamental actual, al igual que en sexenios anteriores, ha sido hasta hoy insuficiente y carente de una visión de Estado -como garante de la vida de las personas- para dar una respuesta contundente a esta problemática. Una política integral y transversal en materia de violencia contra las mujeres debe contemplar acciones múltiples y en los diversos niveles de gobierno. Apunto algunos aspectos que debieran ser adoptados para ir trazando una ruta en ese sentido.
1. Prevención de la violencia de género e impulso de una cultura de igualdad entre mujeres y hombres
El Estado tiene la obligación de dar un mensaje contundente y claro al conjunto de la sociedad en favor de la igualdad entre mujeres y hombres en la convivencia social, en la distribución del poder público y en la vida cotidiana. En este sentido todas las dependencias involucradas en los tres órdenes de gobierno deben impulsar y observar una Política de Estado del más alto nivel de “Cero Tolerancia a la Violencia de Género”. Deben impulsar acciones específicas de acuerdo a su ámbito de competencia que contribuyan a prevenirla y señalarla como una conducta reprobable y punible.
En particular aquellas dependencias como CORTV, IEEPO, IMO, SAI, SSO, PGJE, entre otras, tienen una tarea primordial en este ámbito para sensibilizar y concientizar a la sociedad oaxaqueña sobre la problemática de la violencia contra las mujeres como un asunto de interés público que atenta contra la dignidad de las mujeres, con énfasis en el derecho que tienen a disfrutar de una vida sin violencia y en favor de la igualdad de oportunidades y de trato.
Sancionar con energía también es una forma de prevenir. Por ello es prioritario que el titular del ejecutivo instaure un criterio claro para que todos los funcionarios del gobierno se abstengan de prácticas machistas y de ejercer violencia de género, en su conducta pública y en la vida cotidiana. El respeto a las mujeres debe ser un valor que junto con otros, determine la permanencia o no en los puestos gubernamentales. En este sentido habrá que enfrentar de manera firme el hostigamiento sexual dentro de las dependencias del gobierno, pues un estudio realizado por el IMO arrojó un prevalencia del 45% de este tipo de violencia contra las trabajadoras de dependencias del gobierno en el año 2009-2010.
2. Aplicación de leyes y reformas necesarias. Aprobación de la reforma integral a las leyes y normatividades contra la violencia de género en el estado de Oaxaca.
El Congreso del Estado tiene desde el 9 de agosto pasado en estudio un paquete de iniciativas de reformas en materia de violencia contra las mujeres. Pese a múltiples diálogos y compromisos de los legisladores con las organizaciones civiles para su aprobación, las y los legisladores siguen atorando las reformas por intereses políticos ajenos a las mujeres a quienes busca proteger.
Urgen reformas a distintas leyes y códigos para mejorar el marco legal en favor de los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia:
*Presupuesto suficiente etiquetado en cada dependencia del gobierno en los distintos niveles para generar acciones hacia la prevención y atención de la violencia de género
*Tipificar los delitos de Feminicidio y el de la violencia obstétrica que se comete contra las mujeres durante el proceso de embarazo, parto y puerperio, entre otros.
*Que el delito de violencia intrafamiliar, ahora delito grave, se cambie por “violencia familiar” y se especifiquen medidas de protección concretas para las mujeres.
*Tipificar el delito de discriminación por diversas condiciones sociales, de género, de creencias, de orientación sexual, entre otras.
*Cuando los actos de violencia de género contra las mujeres sean cometidos por servidores públicos se proceda a la elevación de las penas hasta en 50 por ciento mas.
*Incluir con voto y no solo con voz a las organizaciones civiles especializadas en el Consejo Estatal para la Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia de Género Contra las Mujeres, órgano del sistema encargado de las funciones de planeación y coordinación de las acciones tendientes a prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres
3. Garantizar el acceso de las mujeres a una atención integral de calidad y a la justicia.
*Establecer unidades regionales o centros de justicia de atención integral a la violencia de género.
Crear instancias que den una atención integral (psicológica, legal, médica) de calidad en las regiones que garantice al finalizar el sexenio uno por cada región, empezando por aquellos con mayor incidencia de violencia en el estado: Valles Centrales, Istmo, Mixteca, Mixe, Costa
• Establecer refugios regionales para la atención de mujeres en riesgo.
Creación de refugios regionales de atención a mujeres en situación de violencia que están en riesgo, pues el estado gobierno estatal no cuenta con dicho servicio contemplado en la Ley de Acceso para las Mujeres a una vida libre de violencia de género de Oaxaca, existiendo sólo el refugio del Municipio de Oaxaca de Juárez, cuya capacidad y recursos son restringidos.
Estos refugios deberán contar con programas específicos de apoyo a mujeres que ingresen a ellos, garantizando una adecuada atención legal, médica y psicológica con personal especializado. Se requiere un programa educativo para los hijos e hijas de las mujeres que garantice la continuidad escolar de los menores. También se necesita capacitación laboral para las mujeres, acceso a bolsa de trabajo, así como un programa de becas y acceso a una vivienda digna, y garantizar la escuela para sus hijas e hijos, pues es difícil salir de una relación violenta sin el apoyo que el gobierno debe proporcionar.
*Atención de calidad en la Subprocuraduría especializada para delitos contra las mujeres por razón de género y la creación de fiscalías regionales especializadas en delitos contras las mujeres: violencia de género, sexual y trata de personas.
Con el actual gobierno y por presión de las organizaciones civiles de Oaxaca, el año pasado se creó la esta Subprocuraduría dependiente de la PGJE, sin embargo ésta sigue siendo insuficiente en personal y en capacidad de atención a las víctimas de todo el estado, por lo mismo se requiere de la creación de fiscalías regionales que atiendan la problemática de manera especializada, para elevar el impacto de sus acciones y su presupuesto y así coordine eficazmente los trabajaos de las fiscalías regionales en el estado.
*Seguridad y protección a víctimas y potenciales víctimas.
Se hace necesario mejorar los programas de seguridad pública poniendo el énfasis en la capacitación y sensibilización de policías estatales y vigilantes comunitarios/as para garantizar la asistencia y protección a víctimas y a potenciales víctimas de la violencia así como en la generación de mecanismos para garantizar seguridad a la participación ciudadana.
También es urgente establecer de manera eficiente las medidas de protección para las mujeres víctimas de violencia, contempladas en la ley, pero no aplicadas por las instancias de justicia.
*Garantizar el efectivo derecho al aborto por violación por la Secretaría de salud y la Procuraduría General de Justicia de Oaxaca.
A pesar de permitirse el aborto por violación en Oaxaca desde el año de 1944, es hasta el año 2010 que su procedimiento se establece por ley y se mandata a la Procuraduría de Justicia y a la Secretaría de Salud del estado a dar los pasos necesarios para cumplir con la ley. Esto es de gran importancia, pues Oaxaca se encuentra en el primer lugar de violencia sexual en el país, 10 puntos arriba de la media nacional.
Urge que las instituciones responsables de hacer efectivo este derecho refuercen su política de difusión institucional para informar y atender sin dilación a todas las usuarias que soliciten este servicio.
*Promover la re-educación y cambio de conductas en hombres adultos generadores de violencia.
La raíz de la violencia contra las mujeres está en la formación y conducta de los hombres ante los conflictos, sin embargo poco se hace con ellos. Las vías punitivas han demostrado sus limitaciones para reinsertar a quienes cometen un delito. La re-educación de los agresores en materia de violencia de género se hace indispensable, ya que un gran porcentaje de las mujeres regresan con el agresor, aún después de haber puesto una denuncia legal.
Desde 2007 la ley federal sobre violencia de género contempla la re-educación de los agresores y la totalidad de las leyes estatales homologadas también la incluyen; sin embargo poco se ha realizado para implementar espacios y centros especializados para esta compleja labor. También se deben realizar labores preventivas en los centros de readaptación social, los centros educativos y laborales, pues mucha de la violencia vivida cotidianamente se hace invisible, aun constituyendo delito, como el hostigamiento sexual laboral y docente.
4. Mejoramiento de capacidades de respuesta a la violencia de género.
*Sensibilización y capacitación
El Gobierno del Estado debe contemplar estrategias precisas para la sensibilización y capacitación de funcionarios públicos de dependencias claves relacionados a la atención integral de la violencia de género: Secretaría de Salud, Secretaria de Seguridad Pública, Procuraduría de justicia del estado, Poder Judicial del estado y Congreso del Estado.
Si bien las leyes actuales con todo y sus deficiencias, han sido un gran paso para hacer visible y establecer rutas para enfrentar la violencia de género en Oaxaca, aún falta mucho para que se cumplan y se implementen de manera efectiva. Las diversas dependencias involucradas aún no cambian sus antiguas prácticas y parámetros y están aún lejos de ofrecer una atención de calidad a partir de estándares y recomendaciones nacionales e internacionales.
*Sensibilización a autoridades municipales de las diferentes regiones del estado, especialmente a los Síndicos municipales.
Oaxaca cuenta con 570 municipios, de los cuales 418 se rigen por los sistemas normativos comunitarios, en los que no se contempla la violencia de género como un delito grave ni las formas específicas para su atención y sanción.
La función de las asambleas y de las autoridades comunitarias es crucial para generar acciones encaminadas a atender esta grave problemática. El papel del síndico municipal es muy importante en la atención de la violencia de género, pues es la autoridad que imparte justicia y a él acuden las mujeres que se atreven a pedir apoyo.
La mayoría de ellos son hombres que no tienen la información ni los elementos especializados para enfrentar la violencia de género; su formación es clave para mejorar la atención en el nivel local de la comunidad.
*Sensibilización y capacitación de jueces.
El poder judicial es de los poderes del estado más atrasados en formación de sus integrantes en materia de violencia de género, imponiéndose muchas veces los criterios personales de los jueces que dictaminan juicios de violencia de género. Leyes locales, nacionales e internacionales son desconocidas por muchos de ellos, sin embargo no son receptivos a reconocerlo y prefieren regirse por los códigos, muchas veces desactualizados. La sensibilización y formación especializada es clave en este sector.
*Creación de un sistema de información estatal de violencia hacia las mujeres.
A pesar de estar contemplado en la Ley de acceso para a las mujeres a una vida libre de violencia de género en Oaxaca, no se ha implementado un sistema de información que dé cuenta de la violencia, sus tipos, la ubicación geográfica, perfil de víctimas y agresores, etc. Cada dependencia tiene formas parciales de recopilación de información que no son compartidas.
No hay informes estatales sobre la problemática a excepción de los elaborados desde redes de organizaciones civiles, con grandes dificultades hasta ahora de acceso a la información del gobierno. La posibilidad de contar con un sistema efectivo de información, permitiría tener estrategias más específicas para enfrentar los diversos aspectos de la violencia de género en el estado de Oaxaca.
*Feminista y pertenece a Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca A.C.

La perversa costumbre de excluir a las mujeres

En nombre de la cultura:
La perversa costumbre de excluir a las mujeres

El reto de impulsar el reconocimiento político y social de la desigualdad
de las mujeres por mandato social de género y con base en ello,
impulsar un diálogo político distinto, por ahora en México se antoja imposible.

Norma REYES TERÁN*
La cultura política de nuestro país está retrasando el cumplimiento de las libertades y los derechos de ciudadanía de las mujeres. Los cambios que se necesitan requieren forzosamente del convencimiento de los actores políticos. Y en México, no lo hemos sabido producir.
Desde luego, parece lógico y elemental que la clase política deba conocer y respetar los compromisos internacionales de su país, no obstante, frente a la discriminación de las mujeres, los partidos políticos sólo han sido capaces de mostrar una actitud mercenaria, apática e indiferente.
Es claro que si fuera por la clase política, los derechos de las mujeres continuarían postergados quién sabe para qué época del porvenir. No obstante, el recrudecimiento de la violencia machista, los asesinatos (feminicidios) y la trata de mujeres y niñas, así como la escasa participación de las mujeres en todos los niveles de gobierno y, en muchos otros ámbitos, nos llaman a romper ya con el orden establecido.
Pero, si los dueños del poder no son aliados de las mujeres, ¿con quiénes se cuenta para lograr esta titánica empresa? Con la opinión pública, no; con los empresarios, no; con la sociedad civil organizada, no; con la academia, no; con las religiones, no. ¿Con quiénes, entonces? Es triste reconocerlo pero no hay respuesta.
La esperanza de un vuelco, sostengo que es el activismo feminista. Dicho de otra forma, si los sujetos obligados no han sabido responder a la opresión y las demandas de autonomía de las mujeres, habremos de encontrar la manera de influir y propiciar el reconocimiento de nuestros derechos políticos, sociales, económicos y culturales. El reto del feminismo es construir colectivamente una agenda que responda a la autonomía de las mujeres.
En este contexto, la situación de las mujeres debe ser analizada a partir de las nuevas realidades sociales configuradas a partir de la globalización económica neoliberal, las nuevas tecnologías de la información y el multiculturalismo, es decir, de las prácticas frecuentemente violentas y hostiles -disfrazadas de tradiciones y sello de identidad cultural-, ejercidas contra las mujeres en las comunidades que se rigen por el sistema de usos y costumbres.
Frente a la mundialización del capitalismo neoliberal y de las tradiciones que históricamente han sido fuente de desigualdad de las mujeres, el feminismo tiene la compleja tarea, por un lado, de deslegitimar lo que de forma silenciosa y subterránea vienen transmitiendo las instancias sociales y mediáticas, en el sentido de que la desigualdad no se encuentra relacionada con los procesos económicos y políticos, ni con las estructuras de dominación y las tradiciones, sino que se trata de una cuestión inherente a la propia condición humana y, por otro, la responsabilidad de diseñar la utopía de la transformación social.
Respecto al multiculturalismo, compartimos con el feminismo que, en lugar de hablar de prácticas culturales, debiéramos hablar de prácticas patriarcales, porque aquellos hechos que se pueden entender desde cierta lógica como choques culturales o como violencia cultural, tienen en realidad un trasfondo androcéntrico que legitima y reproduce una posición de poder, el poder de los hombres sobre las mujeres.
Esto habrá que aplicarlo a Oaxaca, el estado más multicultural de México: con sus 17 pueblos indígenas, entre zapotecos, mixtecos, nahuas, chocholtecos, zoques, chinantecos, huaves, triquis, mixes, afrodescendientes y más.
Oaxaca es el único estado cuya legislación reconoce expresamente a los pueblos y comunidades indígenas, su derecho de regirse bajo el régimen de "usos y costumbres", dicho de otro modo, tienen el derecho de mantener sus formas de organización social y gobierno no importando si estas se apegan o no a los derechos humanos o bien a la cultura democrática que rige al resto de la ciudadanía.
Así, los partidos políticos y una parte considerable del movimiento indigenista y organizaciones civiles, han conseguido legitimar en Oaxaca un salto bestial hacia el comunitarismo, sin darle oportunidad a la modernidad de establecerse plenamente, borrando los derechos individuales en perjuicio de las mujeres.
Por esa razón, Oaxaca se asemeja con un laboratorio de pruebas que reta al planeta entero, en cuanto a la promoción de la democracia y el respeto de los derechos humanos se refiere. Indiscutiblemente, todas las culturas son valiosas, pero no las prácticas patriarcales ni los privilegios masculinos confundidos y justificados en tradiciones culturales que atropellan los derechos humanos de las mujeres, por mas que éstas se encuentren legalmente reconocidas e institucionalizadas.
De la orografía de su territorio a su sistema electoral mixto; de su megadiversidad biológica a la megadiversidad cultural; de la exclusión de las mujeres en la elección de autoridades locales en más de cien municipios al rapto; del feminicidio a la trata; la única constante en Oaxaca es la complejidad.
La sociedad oaxaqueña es complicadísima, es la que concentra el mayor número de municipios de México, 570 con más de 10 mil localidades; con unos actores políticos que no saben leer ni escribir, frente a otros que ostentan posgrados. Aspira a vivir bajo un régimen democrático, sí, pero sus normas toleran otras formas de organización que nada tienen que ver con una elección universal, libre y secreta.
Más de 400 municipios de Oaxaca se rigen por usos y costumbres y en un centenar de ellos prevalece la perversa costumbre de no permitir el acceso de las mujeres a las asambleas generales donde se determina quienes representarán a la comunidad. No votan ni pueden ser electas, no estudian porque hacerlo es un privilegio de los hombres y, en algunos casos, no pueden elegir pareja ya que tendrán que vivir con quien su padre disponga previo arreglo económico o trueque.
La comprensión de la subordinación de las mujeres sigue siendo endeble en la cultura política nacional y local, los actores están acomodando sus parlamentos frente al tema; pero no para un auténtico reconocimiento de la aportación social y económica de las mujeres; tampoco para democratizar la vida familiar y llamar a compartir por igual el trabajo doméstico y de cuidados.
Presenciamos un uso político distorsionado de la defensa de los derechos de igualdad de las mujeres; constatamos cómo, en nombre de la opresión de las mujeres, se convoca, se moviliza y se reclama; pero no encontramos congruencia entre esos actos y la vida interna de los congresos, las organizaciones sindicales, los partidos políticos, los gobiernos emanados de cualquier signo o coalición e incluso las organizaciones civiles.
La revisión de los usos y costumbres es una exigencia pero no existe consenso ni en el Congreso de la Unión ni en los Congresos Locales para forzar dicho proceso. La responsabilidad de subsanar el déficit de participación política de las mujeres es del Poder Legislativo, que debería deliberar y establecer medidas que permitan a las mujeres el goce y disfrute de sus derechos.
En Oaxaca, el reconocimiento de las desigualdades entre culturas es hoy una verdad incuestionable; pero el reconocimiento de las desigualdades de las mujeres no; exigir el reconocimiento de esta forma de desigualdad todavía incomoda, ofende, molesta a la clase política y a la sociedad civil.
El trato desigual que durante décadas ha concedido el Estado Mexicano a las entidades del norte del país, en perjuicio de las entidades del sur, es criticable por injusto; el trato desigual que se da a las mujeres en la sociedad se hace pasar como una condición natural, como algo biológicamente determinado, no como lo que es: una práctica indecente, ofensiva e injusta.
Las religiones continúan influyendo en los asuntos públicos; el clero participa funcionalmente de las decisiones políticas. Los políticos consienten los abusos de las religiones, principalmente, del catolicismo y se impide desde los gobiernos, por ejemplo, los derechos reproductivos y los derechos sexuales de las mujeres.
Perviven prácticas patriarcales legitimadas en la ley, en la religión y en los usos y costumbres, de consecuencias lamentables para la libertad y autonomía de las mujeres. Este es el escenario que se alcanza a ver y este es el escenario que urge transformar.
Se ha dicho que en un estado como Oaxaca, cuyos paisajes cambian de "pre" a posmodernos en tan sólo 10 kilómetros, el único feminismo posible es el de los libros. No lo creo.
Imaginar y construir otro mundo, es posible. El desenlace de esta utopía, requiere de la construcción de un diálogo político distinto y un gran acuerdo que redunde en los cambios que requerimos.
* Feminista de la Agencia para la Igualdad S.C.

lunes, 12 de marzo de 2012

Mujeres y política. Sara Lovera

Deseándole toda la felicidad a Fer y Yobed

Soledad JARQUÍN EDGAR

Con una disculpa porque hablaré en tono personal y eso no es bueno en el periodismo, pero se trata de mi maestra de periodismo de la condición social de las mujeres, Sara Lovera, quien este 8 de marzo fue reconocida con el premio Hermila Galindo, otorgado por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, por su trabajo indiscutible.
Sara Lovera tiene más de 40 años en el ejercicio de informar. Llegó a la redacción de El Día, cuando apenas tenía 18 años o estaba por cumplirlos. Era el año de 1968, como estudiante de periodismo en la Escuela Carlos Septién García había participado junto con sus compañeros en la protesta estudiantil de aquel octubre en la Plaza de las Tres Culturas y milagrosamente salió bien librada, gracias a que otro periodista la protegió.
Como reportera entrevistó a personajes muy diversos y de todos los ámbitos del quehacer humano, desde David Alfaro Siqueiros, su primera entrevista, hasta presidentes, premios nobeles y científicos y todos los dirigentes sociales y laborales que una pueda imaginar. Dirigió el suplemento feminista La Doblejornada y como ejemplo de ella nacieron en el país otros 80 suplementos, entre ellos Las Caracolas que desde hace casi 14 años edita El Imparcial.
La historia de Sara Lovera es muy interesante. De la redacción la enviaban a casa de Adelina Zendejas, (pionera de periodismo de género, historiadora y, por supuesto, feminista) quien a propósito le decía que debía esperar en su biblioteca donde previamente le había dado una serie de lecturas. Fue Adelina Zendejas quien la llevó a mirar a las mujeres y a hacer ese periodismo al que Sara le ha dedicado su vida profesional en las buenas y en las malas, convirtiéndose en una férrea activista a favor de los derechos humanos.
Su trabajo la ha llevado a caminar todo el país o casi todo el país y una gran cantidad de naciones. Denunciando la barbarie de la misoginia y el machismo, los constantes episodios de violencia contra las mujeres, una historia que escribió y reescribió en varias ocasiones desde el sur hasta el norte del país. Su trabajo, ha visibilizado también los muchos triunfos de las mujeres, los sueños individuales que se hacen realidades colectivas.
Pero lo más importante que ha hecho Sara Lovera ha sido, sin duda, su generosidad, su actitud de compartir lo que sabe. Así, caminó el país entero, ciudad tras ciudad buscando a las periodistas, así nos encontró y nos llevó a crear redes de periodistas comprometidas con el quehacer de las mujeres. Su idea se ha replicado en otras naciones de este continente, de Europa y África. Sonia del Valle, una de las periodistas más destacadas de este país, señala que Sara Lovera le puso la “A” a las noticias en México y sin duda no se equivocó.
Sara Lovera aprendió muy bien ese método y todas las que hemos sido sus alumnas extra escuela hemos ido a parar a su biblioteca y hemos recibido de ellas varias docenas de libros de los cuales luego nos pregunta.
Las conversaciones con esta periodista son siempre interesantes y muy aleccionadoras. Tantas experiencias en una sola persona que yo siempre le insisto que debe escribir un libro, porque hay que decirlo, hay muchas mujeres descritas por ella a lo largo 44 años.
Somos muchas las periodistas que reaprendimos a hacer periodismo a través de sus lecciones, y es que no puede haber periodismo si éste solo refleja una parte de la realidad y no toda la realidad.

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A Reserva. Mujeres, política mediática

Bárbara GARCÍA CHÁVEZ

No cabe duda, el tema de género es redituable en la política mediática que con inusitada frecuencia pretenden posicionarse los gobiernos frente a la ciudadanía dejándonos en claro el dicho: “dime de qué presumes y te diré de qué careces”.
La justicia y la democracia tienen hoy rostro de mujer, sí, pero sólo en el discurso y de pronto se vuelve pretexto para “justificar” millones de pesos que no se traducen para nada en acciones públicas garantes de la igualdad. Muy por el contrario, son las primeras acciones que con la mano en la cintura resultan inacabadas, opacas o de plano se quedan en promesas, “al fin se trata sólo de mujeres”.
Resulta que Felipe Calderón afirma desfachatadamente que este sexenio que termina ha sido el sexenio de las mujeres; podría ser que se refiera a las mujeres de su casa o a lo bien que le ha ido a su hermana Cocoa Calderón, próxima senadora de la Republica.
En concordancia y para no quedarse atrás, Gabino Cué gobernador de Oaxaca, inició el 2012 nominándolo a priori: “Año contra la violencia de género hacia las mujeres”; tal vez, supongo, considerando que hasta el día de hoy, durante los escasos 15 meses de su administración en Oaxaca suman ya 108 mujeres asesinadas y se encuentra entre los primeros lugares de violencia.
En éste contexto y aprovechando el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, otra vez “de manera histórica” felicita a las mujeres en su día (no sabemos ¿por qué?). Será que ya normalizó las las cifras de sangre, desapariciones y violencia que las mujeres de Oaxaca padecen sin expectativas reales de cambio, aún cuando la Procuraduría General de Justicia del Estado informa que el 40 por ciento de los asesinatos de mujeres ya fueron resueltos. Habría que pedir a las familias que lo confirmen.
Las políticas y acciones públicas de atención a las mujeres cruzan necesariamente las relativas a las de seguridad y procuración de justicia, panorama muy atractivo para los devaneos mediáticos del gobierno federal y también del estatal, que resultan propicios en la trama electoral y sus particulares campañas.
Oaxaca y sus municipios recibirán 438 millones de pesos en materia de seguridad, dijo en su visita Alejandro Poiré, Secretario de Gobernación, al afirmar muy orondo: “…debemos seguir trabajando así, y aquí se confirma la unidad de propósito de la República para cumplir con la ley, combatir el crimen y garantizar seguridad y justicia”.
El mandatario estatal, a su vez aseguró que “Oaxaca ha establecido un compromiso inquebrantable con la legalidad y el buen gobierno, para dar certeza que los oaxaqueños y oaxaqueñas cuenten con una policía eficiente y garante del respeto de los derechos humanos”.
Lo que es irrefutable para quienes padecemos la ineficacia, tanto del gobierno federal como del estatal e incluso del municipal, es que la retórica de estos señores no responde por ningún lado a la apreciación ciudadana. Tal vez existe un problema semántico en su discurso o de plano el cinismo ofensivo rige su exacerbada nula actuación.
Imaginemos que sus intenciones son buenas, como todavía hay quien lo asegura, Gabino Cué aprovechó la presencia del representante del ejecutivo federal para informar que el mes pasado se inauguró el Centro Estatal de Control de Confianza, con una inversión cercana a los 17 millones de pesos, dijo que aún está en el proceso de certificación, y que sólo falta una persona de mandos superiores por ser evaluada.
Esto significaría que sin tener la certificación requerida, en Oaxaca en menos de un mes ya evaluaron a todo el personal policiaco y -lo más incierto-, es que todos son confiables, según su dicho. Como se atreve a decir tales incongruencias y pretender tomarnos el pelo.
Bueno, el colmo fue cuando el Secretario de Gobernación afirmó contundente que Oaxaca es uno de los diez estados con menores índices de inseguridad, debido a que es un tema que ocupa a la sociedad y los tres niveles de gobierno.
Este marco de lucimiento mediático fue el propicio también para suscribir un convenio de coordinación entre los dos niveles de gobierno -Poiré y Gabino Cué-, en el Día Internacional de la Mujer para crear el Centro de Justicia para la Mujer del Estado de Oaxaca, con una inversión inicial de 9.1 millones de pesos, por cierto, mucho menos que lo destinado a su Centro Estatal de Control de Confianza.
El discurso ya lo conocemos, reafirmaron su compromiso para garantizar el acceso de las mujeres a la justicia y el respeto a sus derechos fundamentales. Cabe decir que en tan connotado suceso, la presencia de las mujeres fue sospechosamente abolida, pues si bien es cierto que el gabinetazo (de gabinete y Gabino) carece de presencia femenina, brilló por su ausencia la titular del IMO, Anabel López, ausencia bien planeada al comisionarla para asistir a un evento en Chiapas en pleno día de la mujer, tal vez porque se imaginó que su presencia pudiera incomodar a tan ilustres y conservadores personajes.
¿Por qué será que en el boletín de Comunicación Social del gobierno del Estado se afirma que Anabel López asistió a tan importante firma, cuando evidentemente no fue así?
Promoviendo aplausos sólo se vio por ahí a la subprocuradora de Delitos Contra la Mujer por Razones de Género, Ileana Hernández Gómez.
Para ser puntuales habrá que resaltar la presencia de Diycya Samantha García Espinosa de los Monteros, comisionada para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres de la Secretaría de Gobernación (tan largo el nombre como el cargo, pero sobre todo la historia que hay detrás).
Funcionaria protegida del grupo elitista en el poder y que ha pasado de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal a la Procuraduría General de la República; en ambas instancias separada del cargo por ineficiente y por estar involucrada en conflictos de alto impacto político; sin embargo, fue levantada y sacudida por la presidencia de la República y enjaretada con alto cargo en la Segob.
Ahora resulta que la llamada funcionaria fashion es la responsable de las políticas de género y transversalización; hay quien afirma que le será heredada al gobierno de Oaxaca para los cuatro años restantes. Bueno, alguien dice que Diycya Samantha García Espinosa de los Monteros, habrá de hacerse cargo de ese Centro de Justicia, cuya ubicación es aún incierta.
Así fue anunciada, entre bombos y platillos, como histórica una nueva etapa en la protección de los derechos de las oaxaqueñas, al disponer de mejores medios legales y materiales para prevenir y erradicar la violencia por motivos de género en nuestra sociedad. A pesar de que la iniciativa de reformas sobre violencia familiar, tipificación del feminicidio y violencia obstétrica, así como la reforma propuesta para modificar la ley de acceso a una vida libre de violencia, no han sido aprobadas, ni siquiera seriamente discutidas en el congreso local, y al parecer no existe voluntad política que de indicios que así será, pues en Oaxaca sigue prevaleciendo el interés de grupos de poder político y económico sobre el interés de las mayorías, el de las mujeres.
Sin esta adecuación del marco jurídico normativo simplemente estamos, otra vez, frente a insultantes actos mediáticos que pretenden simular alcances inexistentes. Así vimos la escena irrisoria y patética cuando Gabino Cué eufórico y radiante apuntó “Oaxaca hace patente su compromiso con la justicia y la legalidad, y desde luego, su firme decisión para prevenir y combatir todas aquellas prácticas y amenazas que vulneren los derechos de las oaxaqueñas”.
Hay dos caminos: exigir el cumplimiento inmediato de lo acordado o seguir dando tiempo al tiempo y otorgando el beneficio de la duda. El pueblo tiene un límite es cosa de tiempo.

Otra más…
Apenas ayer se nos cayó el techo encima. Si, la velaria del Auditorio Guelaguetza, llamada el monumento a la corrupción refiriéndose a los actores políticos de antes y de ahora, solo duró un año en pie, y habrá que decirle al responsable de tan ilustre obra “se lo dijimos”.
Se nos aseguró con todos los estudios y opiniones de doctos especialistas que sería incólume tanto la estructura metálica como la inmensa lona Lorenzo. Si, así se llama la empresa que el secretario de las Infraestructuras del gobierno de Oaxaca, Netzahualcóyotl Salvatierra contrató en una oscura licitación y que después del niño ahogado, como si se tratara de sus empresas particulares, solo atina a decir que en unas horas ya se hizo el peritaje respectivo, y la empresa Lonas Lorenzo, hará efectiva la garantía del producto. Vaya con el baquetón secretario, totalmente confundido, no se ha dado cuenta que no arriesga su inmenso capital privado, se trata de la obra y de los recursos públicos.
¿Será que en esa facultad omnipotente del gobernador de poner y quitar funcionarios ya este en la mira el millonario secretario de las SINFRAS?
¿Será que ahora si escucharán las voces de verdaderos especialistas en cuanto a la cuestionada obra vial de Cinco Señores?

Canalgentelibre.com
Caracolasfem.blogspot.com

viernes, 9 de marzo de 2012

¿Yo feminista?



Margarita Dalton:
Una vez adquirida la conciencia es irreversible

Soledad JARQUIN EDGAR
Margarita Dalton Palomo, es una mujer que se construye feminista a pesar de que en tono de broma dice que “nació feminista”. Su vida como su aprendizaje feminista es una “experiencia de largo alcance”. La clave está en la conciencia que una vez adquirida es irreversible. El feminismo, afirma, tiene futuro, la lucha no es nueva pero no estamos ni a la mitad del camino.
Se escribió cartas con Alejo Carpentier; conoció a Fidel Castro; conversó, trabajo y estudio con el Che Guevara y es una miliciana con permiso; compañera de José Agustín, Gerardo de la Torre y René Avilés cuando le dio por el teatro…
Alfabetizó a las empleadas de las casas vecinas de la colonia Roma cuando tenía entre 13 y 14 años invitada por algunas monjas y Jesús, un sacerdote católico que formó una escuela nocturna para trabajadoras domésticas en el templo El Rosario; con sólo un lustro de diferencia hizo lo mismo, pero con los comunistas en La Habana, Cuba, después de la revolución de 1959, cuando ya tenía 18 años.
Más tarde, el destino la hizo parte de otra revuelta, la del mayo francés en 1968, durante su estancia en París, donde vio desaparecer a personas conocidas, y luego, de vuelta en México ese mismo año, le tocó de “refilón” el movimiento estudiantil de 1968.
Margarita Dalton Palomo, una joven “enamoradisquilla” de los inteligentes y de los que tenían conversaciones interesantes, al grado tal que escogió al menos agraciado de los “guapérrimos” hermanos de la Chata, su mejor amiga, para que fuera su chambelán cuando cumplió 15 años, frente a la incredulidad de sus amigas y familia.
Margarita Dalton la que pensó alguna vez que “podría” ser monja, hasta que se topó con las juventudes comunistas y se convirtió en marxista leninista y más tarde fue objeto de las sospechas de su madre que pensaba que ella armaba las revueltas porque donde estaba “había problemas”, recuerda y dice entre carcajadas, que es posible que haya nacido siendo feminista.
La conversación periodística con Margarita Dalton es como entrar en un tobogán de la historia, porque mientras piensa ¿cómo se convirtió en feminista? repasa los hechos que marcaron a toda una generación, hechos históricos que vivió, para sufrimiento de su mamá que le reprochaba el haberse juntado con los comunistas y tal vez más adelante que haya hecho consciente su “nacer feminista”.
Su suscripción a la lucha de clases y más tarde al feminismo, empezó justamente en la escuela de monjas, ellas le estimularon su preocupación porque “en el mundo había gente que no tenía para comer”, cuando tenía menos de 10 años de edad se desesperaba frente a las desgracias ajenas y se preguntaba ¿qué puedo hacer? “La conciencia estaba conmigo desde muy chiquita”, dice.
Encontró en el marxismo leninismo la respuesta y apenas con 18 años se embarca hacia la Habana, donde estudió y desarrolló uno de sus más grandes “compromisos de corazón y de pasión” como describe su contribución a la revolución cubana.
En 1961, Fidel Castro era la esperanza para toda América Latina no sólo para Cuba, “era nuestra estrella y una estrella que brillaba, potente en todas partes”, dice con el rostro iluminado, quien conoció ahí a los emblemáticos comandantes Castro y Ché Guevara, estuvo en el periódico Alma Mater, estudió y obtuvo el grado de licenciada en Historia, pero también fue investigadora del Instituto de Etimología y Folklore en la Academia de Ciencias Cubanas.
Ahí confirmó la idea de que tenía que luchar por los obreros, los campesinos –así en masculino-, luchar por mejorar sus condiciones, era la lucha social, de clases.
En 1966, Margarita Dalton deja Cuba para embarcarse a otra esfera de lucha y aprendizaje en Ghana. Obtuvo el grado de maestría en Estudios Africanos en la Legon University, donde también dio clases, conoció otras personas y siguió pensando que el motor de la historia era la lucha de clases.
Entre 67 y 68, Margarita Dalton viajó a París, donde vivió el mayo francés con mucha intensidad e incertidumbre por la persecución que había sobre las personas de otros países, como sus amigos españoles que desaparecieron, pero ella estaba allá porque quería escribir y Europa era ese lugar para hacerlo, hoy tiene en su haber cuentos como Marichuloca o Al calor de la semilla; novelas como Larga Sinfonía en D; innumerables ensayos como Una aproximación a cómo se construye el discurso femenino, que fue su tesis de doctorado en Geografía e Historia por la Universidad de Barcelona (1985).
A mediados de ese mismo año vino a Oaxaca y de refilón le tocaron las protestas estudiantiles de la ciudad de México, refiere mientras su rostro se le llena de alegría al recordar las sospechas de su madre, “como imaginan cosas las mamás”.
Más tarde regresaría a París donde nació su hijo Rodrigo y se tomó lo que llama un año sabático en Madeira, Portugal, para cuidar al niño, pero no por mucho tiempo.

Tocada por el feminismo

Expresa que por alguna razón viajó a Oregon, Estados Unidos de Norteamérica, ahí un grupo de mujeres le pidieron un artículo sobre las mujeres de América Latina para el periódico underground y yo decía ¿qué es eso? Finalmente escribió, empezó a hablar de la situación de la mujer…pero terminó de nueva cuenta con la lucha de clases, porque no veía la diferencia al interior de las clases sociales entre los hombres y las mujeres.
Y fue ese artículo que la llevó a pensar en la identidad: “no soy hija de obreros, no soy hija de campesinos, no soy esto, lo otro, qué soy, soy mujer, empecé a recordar mi historia, la genealogía, las dificultades que había tenido por ser mujer en diferentes sitios, espacios, que (reconoce) no tenía mucha conciencia, siempre me había ido muy bien, yo considero que había sido una mujer muy privilegiada, pero ser mujer me había limitado en muchas cosas”.
Inició así su largo proceso de sensibilización, a la par de intentar una comuna en el Vergel, Ejutla, como una sociedad alternativa que buscaba no depender en absoluto del exterior, porque consideraba que la sociedad capitalista era una sociedad que no me gustaba. Realmente, reflexiona sobre la comuna que duró unos cinco años, fue un grupo de avanzada, ya veíamos eso de reciclar basura, no utilizar plásticos, cultivar verduras orgánicas…
Al mismo tiempo, Margarita Dalton empieza a leer a las feministas, entre ellas recuerda a Marta Acevedo, Marta Lamas y Paloma Villegas; estuvo al pendiente de la I Conferencia Internacional de la Mujer (1975) organizada por la ONU en México, y entró en contacto con otras organizaciones que ya para entonces empezaban a formarse y hablar de la condición social de las mujeres.
En 1976, ingresa a la UABJO como maestra en el entonces Centro de Sociología, donde junto con sus alumnas, Guadalupe Musalem, Ruhama Ortiz y otras inician la lectura de temas feministas para estar informadas. Ahí, en el viejo edificio conocido como Labastida, por el parque que está enfrente en honor a Antonia Labastida, en un pequeño cubículo muy cerca del corazón de Oaxaca, se gestó la idea de formar el Grupo de Estudios sobre la Mujer “Rosario Castellanos” que persiste siete lustros después.
Precisamente la autora feminista más importante del siglo pasado es una de sus primeras lecturas en aquel camino: “nos sirvió mucho su sentido del humor y luego empezamos a entrar en contacto con otras mujeres, el colectivo Boston, por ejemplo”.
La feminista, escritora e investigadora Margarita Dalton recuerda a la directora del Centro de Sociología, Regina Gibaja, quien les decía ¿pero cómo saben ustedes que las mujeres quieren liberarse? ¿Cómo saben si quieren que las liberen? Luego se ríe a carcajadas, “no sabemos”, era la respuesta.
Tranquila con un enorme aprendizaje de vida, Margarita Dalton sostiene seria que ser feminista “fue algo muy orgánico, una experiencia de largo alcance”.
La clave es la conciencia, cuyos procesos ha gustado de estudiar y que aprendió desde niña, cuando tenía que hacer exámenes de conciencia antes de comulgar, “la palabra conciencia estaba conmigo desde muy niña…una de las cosas que me parece que es uno de mis descubrimientos dentro de este proceso de la conciencia es que la conciencia es irreversible”.
De primera dice que no sabe cuál es su trabajo más importante como feminista, pero luego recuerda y denota entusiasmo hasta por los poros, cuando se refiere al Fondo de Becas Guadalupe Musalem, un trabajo de equipo destinado a apoyar a niñas con pocas posibilidades de seguir estudiando su preparatoria, por ahora van 83.
“Ellas se transforman, nos revelan su enorme inteligencia, su capacidad para desarrollar las oportunidades que tengan, ahí están los premios que ganan, cómo se desenvuelven, su trabajo en la comunidad, sus calificaciones…transforman sus vidas”, aunque reconoce que lamentablemente no siempre es así.
Desmitificar el matriarcado, una satisfacción que le sabe bien, le huele a Istmo de Tehuantepec, donde conoció a las “zapotecas maravillosas que me iluminaron, me mostraron un mundo distinto al que conocía, aunque mujeres maravillosas y extraordinarias las hay por todos lados”, como las presidentas, el otro trabajo que la llena de orgullo porque dice que “es necesario recuperarlas, hablar con ellas”.

Somos pacifistas y estamos haciendo la revolución

Optimista dice que sí hemos avanzado. Explica que el sistema patriarcal que se ha mantenido durante miles de años, es difícil cambiarlo de la noche a la mañana. “A los señores no les vamos a quitar nada.
Lo que queremos es compartir la responsabilidad, porque la organización social es una responsabilidad, es como nuestros actos, es una cuestión de química, de física o ciencias exactas, si haces algo tienes resultado, pues si haces algo en la vida social de una comunidad también tienes resultados”. Los ejemplos, plantea, están en la violencia y en no buscar otras formas de resolver el problema, como permitir la legalización del consumo de algunas drogas.
Por el contrario lo único que tenemos es un estado de miedo, de terror, muy violento…un deterioro social porque no “se fabricarían armas si se considera que lo más importante es la paz”.
En ese punto, sostiene que si algo tienen claro las feministas es su sentido por la paz, “no queremos la guerra” e históricamente así lo han demostrado poniéndose frente a los tanques, los misiles, las bases militares o convenciendo a los soldados que regresaban mutilados por la guerra de Vietnam para que protestaran en EEUU, las israelíes y palestinas juntándose para buscar la paz, o la marcha de Canadá hasta Argentina y todo ello a lo largo de más de cuatro décadas porque el feminismo es un movimiento pacifista y con el pacifismo estamos haciendo una revolución, expresa en una mezcla de indignación y entusiasmo.
Los cambios no son rápidos y desafortunadamente entre la guerra y la paz no hemos logrado grandes avances, pero hemos aprendido a resolver conflictos, a educar de otra manera anteponiendo el diálogo, la paz.
¿Tenemos que articularnos las mujeres, las feministas, para hacer algo hoy en México?
Cierto, no lo hemos hecho, lo tenemos que hacer.

102 años no son nada, no hemos llegado ni a la mitad

Yo siento que la lucha entre el feminismo y el patriarcado es muy grande y quienes tienen los privilegios no quieren soltarlos, sostiene y añade que aunque hay avances que se muestran en los espacios (públicos) que ocupan las mujeres, lo siguiente será que esas mujeres estén comprometidas con la agenda de las mujeres, no se trata de que llegue cualquier mujer sino las que estén dispuestas a trabajar contra la violencia, por una educación no sexista y para que las mujeres tengamos igual cantidad que los hombres en los puestos de decisión. Tenemos que hacer que lleguen mujeres sí, pero con consciencia de género.
“El feminismo tiene futuro, la lucha no es nueva pero tampoco estamos a la mitad del camino, ni si quiera llegamos a la mitad de camino”, apenas dice Margarita Dalton “estamos dando los primeros pasos, seguimiento a los que dieron las mujeres de mediados y finales del siglo XIX y a principios del XX, “esas pioneras maravillosas”.
Y ejemplifica con la directora de Vesper, periódico revolucionario, Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, quien sin ningún recurso se opuso sistemáticamente a la dictadura, la tuvieron presa varias veces, “pero ella siguió y siguió luchando” y las que lucharon por el voto que no se consiguió en 1917, pero insistieron, por eso digo como la canción 20 años no son nada, 102 años no es nada.
Con todo su aprendizaje y su experiencia advierte que “por el bien de los hombres, de las mujeres, de la humanidad las mujeres tenemos que participar más” y cita a la intelectual y poeta norteamericana Adrianne Rich quien afirmó que los hombres a pesar de todo su poder no habían logrado establecer la paz en el mundo.
Y agrega, no han logrado hacer un mundo sustentable, no han logrado muchas cosas, el mundo sufre calentamiento global, falta de agua, extrema pobreza, este es el mundo que hemos heredado de un sistema patriarcal y las mujeres no podemos echarnos para atrás. Por eso creo que el feminismo tiene futuro.

jueves, 8 de marzo de 2012

Feminismo, un movimiento transformador

*La persistencia de un movimiento 102 años después

Bárbara GARCÍA CHÁVEZ*
El feminismo es un movimiento transformador del pensamiento, de comportamientos sociales y políticos, iniciado el siglo pasado. Ha penetrado visiblemente en diversos campos del conocimiento, en el discurso político y en las prácticas sociales. En principio, las feministas pretendieron visibilizar y sensibilizar las condiciones de injusticia, subordinación y exclusión social de las mujeres en un mundo que supuestamente reconocía la calidad humana de todos y sus derechos fundamentales. Después de 102 años esa tarea no concluye.
El feminismo es per se un movimiento revolucionario para alcanzar una condición igualitaria entre mujeres y hombres en un contexto verdaderamente democrático.
Durante el siglo pasado, formó programas académicos que de manera paralela, sistematizaron conceptos y formaron teorías, que permiten el análisis de la realidad histórica-social, que muchas feministas teóricas denominan la condición de la mujer.
La teoría y la permanente investigación académica han permitido responder a quienes desde el ámbito patriarcal de dominio, descalifican con argumentos filosóficos, doctos y políticos, denostando y hasta ridiculizando el discurso feminista.
En el siglo pasado, la constante transformación cultural, económica y socio-política que puso en jaque al mundo entero, resultado de las guerras originó la formación de organizaciones de orden social que reflejaron la inconformidad hacia los cotos de poder imperialista. Muchas mujeres se inician en el campo laboral debido a la necesidad de cubrir a los hombres que se embarcaron a la guerra o para apoyar la economía familiar de por sí afectada; siendo el principio de la emancipación formal de las mujeres.
Del sufragio a los otros derechos
En México, se conduce por las mujeres posrevolucionarias de pensamiento liberal y de formación ideológica marxista, el movimiento sufragista con tardío auge, sin embargo, se logra el reconocimiento político-legal del sufragio femenino y la ampliación de su ciudadanía a la capacidad jurídica de ser electas en cargos populares. Así, se reorganiza a mitad del siglo y nace en los setenta con inusitada fuerza el Movimiento de Liberación de la Mujer, cuyas características se enfocan en el discurso social, poniendo énfasis en el lenguaje sexista, la utilización de la imagen de la mujer como cosa-producto en los medios y la inequidad civil, jurídica y política entre los géneros, los roles predeterminados y sus significaciones en la dominación.
Este movimiento de liberación, que se vincula con las expresiones ideológicas de la izquierda, determinó la evolución del feminismo, confrontando en determinados momentos a las vertientes teóricas y a las activistas en una dura crítica a las tesis marxistas. Se argumentó entonces y ahora que la lucha de clases no determinaba sino el aspecto económico faltando considerables cuestiones que se dejaban rezagadas en el análisis integral.
Las diferentes expresiones del feminismo en México han aceptado la división cronológica que describe la periodización del movimiento en tres etapas:
1.- La organización, posicionamiento y lucha;
2.- Estancamiento y despegue, y
3.- Alianzas y conversiones.
Inmerso en los movimientos sociales y con la influencia del feminismo en Estados Unidos, el movimiento en México logra despertar en la conciencia social la desigualdad imperante, enfocando la lucha en la reivindicación de sus derechos y la autodeterminación sobre su cuerpo.
Los años setenta
En los años setenta se desarrolló en pequeños grupos en los espacios universitarios, en movimientos de protesta y generó el inicio de la visión feminista en el quehacer periodístico, lo que permitió la difusión de sus postulados.
En primera instancia se define por el ingreso masivo de las mujeres al ámbito laboral, en principio por la demanda económica resultado de crisis financieras, por los bajos salarios y la caída del poder adquisitivo; aumenta el ingreso de mujeres en los niveles de educación superior; campañas y fácil acceso a los anticonceptivos; algunos cambios en la situación jurídica de las mujeres en el ámbito civil.
La Conferencia Internacional del Año de la Mujer, promovida por la ONU y realizada en México en 1975, fortaleció e impulsó el movimiento de mujeres, despertó el interés académico y reforzó la actividad artística de contenido feminista.
Sin embargo, las cerradas estructuras políticas en nuestro país y la incipiente democratización, ocasionaron que el feminismo mexicano caminara más lento que en Norte América y Europa. Lo relativo al cuerpo de la mujer y sus problemas se consideraban de carácter personal, “asuntos de ellas”, originaron el lema “lo personal es político” que implica la demanda de la apertura de espacios y visibilidad de las mujeres.
La década de los ochenta
La década de los ochenta, en que se desarrolla la segunda etapa del movimiento feminista, se caracteriza por la inmersión de las feministas mexicanas en foros y convenciones internacionales, el consenso de acuerdos y formación de redes nacionales e internacionales, así como la participación formal de académicas investigadoras que definen los postulados que esgrimen las organizaciones no gubernamentales que aparecen como ejes del movimiento y bajo nuevos esquema de participación acceden a financiamientos internacionales con objetivos claros de popularizar la doctrina feminista, llegando a las comunidades y sectores marginados para formar cooperativas de mujeres e incidir en áreas de salud y educación.
Otras asociaciones se formaron con la pretensión de incidir en las acciones legislativas y en las políticas públicas con perspectiva de género.
Esta etapa es confusa para el feminismo mexicano, se crean infinidad de grupos con tendencias diversa, algunos sin recurrencia conceptual y las llamadas feministas históricas parecen estancadas frente a la incursión agresiva y penetrante del nuevo feminismo comunitario popular que genera un movimiento mucho más amplio y diverso, incluso con intereses y prioridades diferentes.
El feminismo se insertó en movimientos sindicales, estudiantiles, indigenistas, urbano populares, etc. El discurso feminista debió adaptarse a las nuevas situaciones y demandas.
Al verse insertado y dependiente, el feminismo pierde su capacidad de respuesta propia, deja de impugnar el patriarcado como sustento de la desigualdad y disminuye sustancialmente su conciencia crítica, conciencia de género.
En 1988 durante la reforma política, las feministas propusieron la formalización legal de la participación femenina ganando terreno en espacios de representación popular e impulsaron en la agenda política reivindicaciones de género y las garantías a sus derechos humanos.
A fines de los ochenta, las instituciones públicas reconocen la existencia de una cultura femenina y se abren espacios de discusión y debate desde las acciones de gobierno, lo que por desgracia sirvió como medio de cooptación de grupos de activistas para elaborar programas públicos hacia las mujeres argumentando el cambio social, pretendiendo legitimar su carácter patriarcal.
El final del siglo XX
El feminismo en la tercera etapa se institucionaliza, tanto en el sector público como en la academia, las mujeres de los movimientos feministas, se profesionalizan y establecen relaciones con las esferas políticas, logran escaños en el legislativo, fortalecen sus posibilidades para gobernar y se insertan en los espacios de decisión.
En las últimas décadas, los derechos de las mujeres han venido modificando los estándares de las conductas sociales, públicas y privadas, sin embargo, la desigualdad persiste, las diferencias aunque parecen acortadas están ahí, la condición de las mujeres sigue siendo vulnerada; difícilmente los tradicionales roles y los estigmas sociales permiten las mismas oportunidades. Culturalmente la subordinación es un factor fundamental de orden socio-político, económico, que guarda estigmas familiares, étnicas y religiosas, que se potencializan con la falta de educación y los retenes tradicionales de nuestra formación.
Los avances democráticos se detienen y a veces retroceden por la política conservadora de la derecha que señala los logros democráticos como perversiones, en relación a los derechos de la mujer sobre su cuerpo, las libertades sexuales y reproductivas.
Si bien es cierto que los avances son sustanciales en lo que se refiere al reconocimiento jurídico-político de relativa igualdad en términos republicanos, no cabe duda que se debe a la incidencia de las feministas, que sin cuartel desde hace 102 años, han defendido los derechos de las mujeres, desde el sufragio hasta la inclusión de leyes libertarias.
Empero, también es cierto que persiste el carácter patriarcal del Estado, que de ninguna manera estamos bien, que nos siguen discriminando, que no hay igualdad laboral, que la violencia a las mujeres por ser mujeres existe, que es un gran pendiente.
Feminista parte del Consejo Democrático