Mujeres y Política
Partidos desprecian a sus electores
Soledad JARQUÍN EDGAR
Con las listas de quienes serán
las y los candidatos a diputados locales registrados ante el IEEPCO, todo
indica que de las tres fuerzas políticas mas “importantes”, únicamente la
coalición Compromiso por Oaxaca (PRI-PVEM) cumplió con la cuota de género. Es
decir, Unidos por el Desarrollo de Oaxaca y el Partido Movimiento Ciudadano se
quedaron sin hacer eco de lo que establece el artículo 153 del Código de
Instituciones Políticas y Procedimientos Electorales del Estado de Oaxaca
(CIPPEO).
El Instituto Estatal Electoral y
de Participación Ciudadana (IEEPCO) tiene hasta este domingo para aceptar o, de
acuerdo a la ley, rechazar las propuestas que registraron Unidos por el
Desarrollo de Oaxaca (PAN-PRD-PT) y el Partido Movimiento Ciudadano (PMC), al
primero para completar el 40 por ciento mínimo le faltan dos y al segundo una
candidata.
Esta lamentable situación
demuestra que los partidos políticos siguen resistiéndose a la participación de
las mujeres y siguen menospreciando las cuotas de género, medida afirmativa que
busca una mayor representación de mujeres en política.
Si analizamos las fórmulas
presentadas por estas dos coaliciones y un partido político, encontraremos que
en seis de los 25 distritos en disputa no se registraron candidatas ¿qué dicen
los partidos al respecto? ¿qué opinan las mujeres que militan en los distritos
donde no habrá candidatas? Los distritos sin candidatas mujeres son: el II
(Etla Zaachila), V (Ixtepec), VIII (Pochutla), XI (Pinotepa), XVI (Nochixtlán)
y XXI (Juxtlahuaca).
En 10 distritos, las dos
coaliciones y el PMC, registraron sólo a una mujer por distrito. En tanto que
en ocho distritos la competencia se realizará entre dos mujeres y un hombre por
distrito; cabe aclarar que en 24 distritos están registradas todas las
fórmulas, salvo el distrito XXII, donde el PMC no ha definido quién es su
candidato o candidata.
Entonces hay 47 candidatos
varones y sólo 27 mujeres compitiendo por las 25 curules que forman legislatura
por el voto directo de la ciudadanía, que dicho sea de paso ya sabemos que está
compuesta por más mujeres que hombres. Finalmente, esta cifra variará
dependiendo del sexo del candidato o candidata por el distrito XXII que le
falta al PMC.
Por porcentajes la Coalición
Compromiso por Oaxaca “cumple” con lo establecido en el artículo 153 fracción
siete que dice: “De la totalidad de solicitudes de registro, tanto
de las candidaturas a diputados por ambos principios que presenten los partidos
políticos o las coaliciones ante el Instituto, deberán integrarse con al menos
el cuarenta por ciento de candidatos propietarios y suplentes de un mismo
género, procurando llegar a la paridad de género”, al llevar a un 60 por ciento
de candidatos y un 40 por ciento de candidatas. Lo mínimo.
En cambio, la Coalción Unidos por el Desarrollo de
Oaxaca integrado por el conservador PAN y las “izquierdas” que dicen
representar el PRD y PT apenas alcanzaron el 32 por ciento; el PMC cubre hasta
este sábado el 36 por ciento y de la definición de quién será su abanderado en
el XXII, dependerá si llegan o no a la cuota de género.
De negro pasado a tricolores
Las y los candidatos del PRI-PVEM tienen sobre sus
hombros los acostumbrados nubarrones que golpean al tricolor y su partido
satélite -nadie sabe para qué existe el PVEM si no puede enfrentar por sí mismo
una elección. Sin duda una rémora chupa dinero, y bueno se entiende lo
inexplicable porque los favores se cocinan en las diputaciones y los
legisladores nunca dejan de ser leales a sus partidos más que al pueblo que
representan-.
Por la coalición tricolor-verde van una empresaria
del transporte, Martha Alicia Escamilla León (mucho le podría cobrar la
ciudadanía el pésimo servicio del
transporte público); Manuel García Díaz, hijo de Manuel García Corpus, un
“campesino” político de ingratos recuerdos y de esos que en cuerpo y alma no
quieren estar fuera del presupuesto sexenio tras sexenio; Mónica Bernardino,
quien también buscara la diputación federal, que por cierto perdió, en el
pasado proceso al que llegó tras acusar al PRI ante el TRIFE y obligar que éste
la registrara; Blanca Islas empresaria y ex servidora pública en la Secretaría
de Turismo, al mando entonces de la hoy regidora Beatriz Rodríguez, de ingratos
recuerdos, juzgada más por sus líos personales y personalidad que por su
desempeño.
Hay, además, varios ex ediles con negro pasado,
entre otras cosas, por enriquecimientos inexplicables, como Guadalupe Ramírez, Fredi
Gil Pineda, Germán Simancas, Armando Demetrio Bohórquez y Pedro Peralta Espinosa (quien le habría hecho malas
pasadas al PRI en el pasado proceso electoral federal) todos insufribles para
sus gobernados; otros que pretenden volver a San Raymundo Jalpan
son Baruc Alavés, Carlos Ramos y Samuel Jiménez. Además de Emilia García
Guzmán, quien se vio perdida por un rato, se medio volvió panista o panista
completa porque apoyó en otros procesos electorales al blanquiazul, ahora
vuelta al redil, sí, pero con hueso. Así como otros y otras cuyas historias son
dignos de un thriller o película de terror para la ciudadanía.
Desprecio perredista
Pero si de reciclar se puede acusar al PRI y su
rémora verde, en la otra coalición las cosas no son de otra manera. Lo del PRD,
es un ejemplo clásico al estilo de las mafias italiana, donde la “familia”,
como base de la mafia, juega un papel fundamental, aunque con ello dejen fuera
a su añeja militancia y no tienen ningún empacho en hacerlo si a quien hay que
dejar sin posibilidades es a las mujeres.
Los jeques perredistas ponen y disponen entre
hijas, sobrinas, hermanas, secretarias y parejas, dejando fuera a las
verdaderas militantes que como dice el retorcido diputado federal Rosendo
Serrano “podrán ser leales al partido, tener trayectoria política, ser lo
máximo, pero eso no me garantiza que me traigan dinero”, habla de dinero
suficiente para mantener su buró de empleados y seguidores. Así de simple y de
sin vergüenza.
El PRD tiene candidatos en 11 de los 25 distritos,
pero sólo tres de estos 11 son mujeres. Una de ellas, Kariña Bolaños López, quien
competirá en el distrito III ha sido identificada por los mismos perredistas como
sobrina de Salomón Jara Cruz, y pretenden que la suplente sea Melina Hernández,
quien no está nada conforme. A ver qué pasa.
Irais Francisca González Melo buscará ser diputada
por el distrito XII, ex funcionaria gabinista, denunciada porque presuntamente
habría cometido algunas irregularidades como coordinadora del Módulo de
Desarrollo Sustentable.
La tercera nominada es Juanita Cruz Cruz, que como
en el caso anterior también responde a los clanes partidistas que operan y
deciden en el PRD, pero que al mismo tiempo le han permitido hacer toda una
“carrera” política, alcanzar el máximo al que una perredista puede llegar: las
diputaciones.
En el PRD, entonces, los dirigentes y los líderes
de las tribus son como una especie de caciques de horca y cuchillo ni duda
cabe. La pregunta es si el partido del Sol Azteca evolucionará algún día, algo
así como llegar a ser el human sapiens
plitikon.
El poder de los Serrano debería avergonzar a la
militancia perredista. No sólo Rosendo Serrano, diputado federal y ex diputado
local, decide y ha dispuesto que el hermano Félix, quien ya fue legislador local
y dejó la presidencia municipal de Ixtepec para ahora pretender volver a la
cámara de diputados, también ha echado la mano de sus hijas, una en la cámara
local y otra en la cámara federal. Ahora dispone que su secretaria Vilma
Martínez Cortés sea la segunda de la lista de las candidaturas por la vía
plurinominal, esto para que no lo critiquen por poner a otra hija. La
secretaria va tan sólo después del candidato de la “súper izquierda”, “el
progresista”, Jaime Bolaños Cacho, por cierto nombrado e impuesto por su jefazo
del alma, el mismo Gabino Cué.
Pero en el caso de Vilma Martínez Cortés, hasta
hace poquito secretaria de Rosendo Serrano, su suplente es nada más ni nada
menos que la representante de otra de las familias-mafias perredistas: se trata
de Monserrat Romero López, sus ilustres apellidos lo dicen todo. El plan, dicen
los perredistas, es que Vilma y Monserrat compartan en tiempo la curul.
En esa misma lista va Itaisa López Galván, madre de varios de los hijos
de Roberto López Rosado, quien de esta forma cobra su cuota de familia. Otra
hijita que podría ser diputada pluri es Gloria Naxhiely Estrada Bautista y de
suplente va Alma Delia Gómez Ignacio, hija de la actual diputada federal del
mismo nombre y la suplente de esta misma, respectivamente; otra que ha sido
favorecida en “resguardo del poder” es Mónica Torres Ferra, asistente del
senador Benjamín Robles Montoya.
Por supuesto que algunos hombres no sólo repiten en la tarea
legislativa, hay otros que como en el caso de los priistas han sido presidentes
municipales y tiene un historial negro y vergonzoso y otros más que proceden de
las “familias-mafias” perredistas. Estos son apenas botones de muestras y que
nos dan luces sobre el desprecio tan grande que tiene el PRD-Oaxaca no sólo por
su militancia sino por la ciudadanía que elige, porque piensa que la gente no
lo sabe y que votarán en consecuencia por ellos.
Además, sin temor a equivocarnos, podemos decir que el PRD otra vez
burló sus propios estatutos al negar con acciones afirmativas que cada género
cuente con el 50 por ciento de representación. Y me pregunto ¿si se burla así
de sus estatutos que más podrá seguir haciendo?
Y para no dejar diremos que en el PAN también no cantan mal las
rancheras, vuelve la repetición de nombres y la consagración de algunas
familias a quienes el favor de Gabino Cué, que sigue pagando deudas, les ayudó.
Lo que sí hay que decir es que el PAN, nos guste o no como partido, sí cumplió
con la cuota de género dentro de lo que aportó a la coalición. Lástima que no se fijó con quienes se metió. Al Partido
del Trabajo, el otro que completa la coalición Unidos por el Desarrollo de
Oaxaca, le importó un bledo eso de la paridad y solo aportó dos candidatos
varones. Y como sucede en estos casos convivirán los que se odiaron en el 2006,
los empresarios y los hacedores de barricadas. ¿Cómo harán eso posible?
Sencillo, el poder político y económico es un buen incentivo. Los motiva.
El Partido Movimiento Ciudadano lleva nueve candidatas, le falta una
para llegar a la cuota. Poco conocidas, algunas con algo de experiencia porque
han competido pero nada más. En sus plurinominales apareció otra empresaria
transportista, la expriista muratista Aurora López Acevedo. Su negro historial
está más relacionado con lo que hoy vivimos y sufrimos, al abrir la caja de
Pandora e iniciar la repartición de concesiones a diestra y siniestra, que
luego continuó el equipo Ulisista. Parte de su personal pagó con la cárcel,
ella se fue un tiempo y luego volvió, reaparece después de sufrir una agresión
en plena contienda electoral de 2010 y es cobijada por el propio Gabino Cué.
Así las cosas, hoy busca ser diputada local y tal vez lo logre.
Ustedes dirán ¿por qué las mujeres se prestan a estos cochupos
políticos? No hay una respuesta simple pero se entiende si consideramos que el
nuestro es un mundo construido por y para los hombres, donde ellas o la gran
mayoría de ellas carecen de la idea de que este mundo sea mejor, con una
relación de mujeres y hombres justa o al menos igualitaria en oportunidades. Sin
discriminación de oportunidades. Porque lo que saben hacer lo aprendieron en el
mundo patriarcal.
Yo sólo digo que la memoria reciente de la ciudadanía debe funcionar
para no repetir los errores del pasado.
@jarquinedgar
www.caracolasfem.blogspot.com