miércoles, 7 de noviembre de 2012

Letras Violeta: Culpable no, responsable sí


Letras violeta
Culpable no, responsable sí

Soledad JARQUÍN EDGAR
La cuenta regresiva ya comenzó. Los 365 días del “Año de la no violencia contra las mujeres en Oaxaca”, como el gobernador Gabino Cué denominó al 2012, se agotan, quedan poco más de 50 días que de nada han de servir, el daño está hecho.
No es culpa de Cué, dirán algunas veces, y hay acuerdo en ello. Cierto, Gabino Cué no tiene la culpa directa de los asesinatos, desaparciones, de las diversas formas de violencia que todos los días se perpetúa en el cuerpo de las mujeres, sin embargo, sobre los hombros del “mandatario estatal” está la responsabilidad, el deber de responder por el cumplimiento del derecho de las mujeres a “vivir libres de violencia”, ¿acaso no lo dictan así las leyes mexicanas y locales?
Es decir, su responsabilidad está basada en vigilar el cumplimiento de los derechos humanos, en ejercitar lo que prometió el 1 de diciembre de 2010 cuando tomó protesta: cumplir y hacer cumplir las leyes y eso implica, por tanto, accionar políticas públicas, destinar recursos, sensibilizar a servidores públicos, actuar sin dilación alguna, tener lo que se llama ¡voluntad política! Pero de eso, nada.
Al tiempo que de uno en uno, los asesinatos de mujeres alcanzan una grotesca cantidad, más de 160 en los meses del actual gobierno del cambio, las reuniones de trabajo con las organizaciones pro derechos de las mujeres, las cartas, las manifestaciones de indignación, las cruces, las veladoras encendidas, los gritos de reclamo se han ido apagando y con todo ello la desesperanza de las familias de las víctimas, que en lugar de justicia se convierten en las víctimas de las instituciones que solapan y fomentan la impunidad.
Así una a una caen, como se abren una a una las otras heridas, las que sangran por la desaparición de la hija, la hermana, la madre o la abuela. Por tener la “mala suerte de pararse en el sitio equivocado, en el momento equivocado y donde, para colmo de males, no funcionan los sistemas de seguridad, los ojos que vigilan y que tanto orgullo producen entre algunos servidores públicos.
Asesinatos y desapariciones, dos de las muchas expresiones de la violencia, que se borran de la tragedia colectiva de tanto que se repiten, como ha pasado con la violencia sexual, con la violencia familiar, la escolar, la laboral y todas las violencias que las mujeres sufren ¿sabe por qué? Sí, tiene razón, por el simple hecho de ser mujeres.
Gabino Cué no tiene la culpa pero sí es el único responsable de que esta violencia se incremente porque no acciona ni políticas públicas ni recursos para reducir la violencia, amén, claro está de lo que sucede en la Cámara de Diputados, donde como dice el lugar común: duermen el sueño de los justos y justas, sobre una almohada de papeles donde alguien escribió (con deficiencias notables) las leyes que dicen servirán para que las mujeres vivan una vida libre de violencia…¡sí, como no!
Culpables no, responsables sí de todas y cada una de las vidas que se pierden, las agresiones que se cometen contra las oaxaqueñas y el resto de las mujeres que viven en territorio oaxaqueño.
El año de la no violencia contra las mujeres es una leyeda, una promesa que no se cumplió, un golpe mediático que llamaba a la suerte, la pose y la fotografía, una muestra de hasta dónde puede llegar el cinismo de la clase política oaxaqueña, ocupada desde ahora en los votos del 2013.
Una lástima.