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martes, 8 de febrero de 2011

Mujeres y Política Los enredos palaciegos

Soledad JARQUIN EDGAR

Uno de los asuntos más difíciles para quienes hacen política, es encontrar el cómo establecer mecanismos de transparencia en el manejo de los recursos públicos que los gobiernos destinan a los medios de comunicación para pagar lo que llaman publicidad, pero que estrictamente sería propaganda política. Esta espinosa relación salió a la luz pública esta semana cuando el gobernador Gabino Cué Monteagudo fue cuestionado al respecto a propósito del relevo de Ernesto Reyes por Abelardo Martín Miranda en la Coordinación General de Comunicación Social.

El tema es tan delicado que se aprovechó el momento para “casualmente” filtrar, como humedad, a algunos correos electrónicos una larga lista de nombres, medios, así como números de cuentas bancarias y montos que, supuestamente, recibían las empresas periodísticas o periodistas de manera individual, como pago por la llamada “publicidad” gubernamental, conocida de forma correcta como subvención. Se trata de periódicos, reporteros, corresponsales y columnistas, radicados en la capital mexicana, en esta ciudad, en el Istmo y la cuenca. La lista filtrada, donde no están todos los que son y en algunos casos aparecen los medios pero no los montos, señala que durante 2009 se habrían gastado alrededor de 42 millones de pesos en la propaganda del ex mandatario, recursos que salieron de una misma institución bancaria, lo cual deja entrever que hubo otras cuentas destinadas al mismo fin. Sin duda comprobar si estos hechos son ciertos no será nada difícil.

Estos dos acontecimientos son motivo de reflexión. Primero, tendríamos que decir que las aguas cristalinas de la tarea informativa se fueron enrareciendo en México cuando se estableció la “subvención” a periódicos y periodistas, lo que ocurrió hace más de cien años, concretamente con don Porfirio Díaz en el segundo periodo de su gobierno.

La historia refleja con claridad cómo los gobiernos y un número importante de diarios consintieron este tipo de relaciones y condicionamientos durante todo este tiempo, los mismos que celebramos con bombos y platillos por aquello del Centenario de la Revolución. Un segundo momento que marca la relación entre el poder público y los medios se gesta en 1935, cuando por decreto del entonces presidente el general Lázaro Cárdenas, se crea la Productora e Importadora de Papel S.A.

De esta forma –cuenta la historia- el gobierno se volvió un “generoso” proveedor de papel a precios bajos para los periódicos, pero había entonces que ser cuidadosos con lo que se escribía sobre el papel producido por PIPSA, pues aunque se decía que habría un absoluto respeto a la libertad de prensa, Ruiz Cortines advirtió -en la inauguración de la papelera en 1954-:“ Tengo confianza en que los periodistas sabrán servir con eficacia y lealtad a la patria".

Sin duda fecha de nacimiento del periodismo de Estado y el presidencialismo institucionalizado, porque nadie podría salirse de lo que establecía el “gran gobernante”. Lo cierto es que a lo largo de estos poco más de cien años, ha imperado la censura y fue hasta hace poco tiempo, cuando finalmente, devino la debacle del imperio de los intocables compuesta por el presidente (del gobernador o del cacique político en turno), la iglesia católica y el ejército. Con Felipe Calderón al frente de la soldadesca mexicana tenemos hoy otros intocables: el narcotráfico y algunos delincuentes uniformados.

La relación prensa-gobierno ha ido cambiando, la analista política y catedrática Rossana Fuentes-Berain, señala que esto se debe a la cada vez mayor profesionalización de las y los periodistas; la exigencia ciudadana de que sus representantes políticos rindan cuentas, tarea en la que los medios han hecho eco, y finalmente porque es indiscutible e imposible de no ver el poder compartido que hay entre los medios y la ciudadanía, que por supuesto deben ser el contrapeso al poder de los gobiernos.

Así que para establecer una relación sana entre los medios y el gobierno se requiere de dos elementos fundamentales, los cuales ya han sido probados por sus resultados: uno se llama respeto a los derechos fundamentales de la libertad de expresión y libertad de información; el segundo, efectivamente es establecer una relación donde quién exhiba lo que gasta en su propia propaganda política sea el gobierno estatal, cuya figura principal es nada más ni nada menos que Gabino Cué, eso como ustedes saben se llama transparencia.

Es indispensable que quién gobierna no olvide el papel de los medios de información como enlace permanente entre ellos y la ciudadanía. Si el gobierno pretende que los medios sean sólo “cajas de resonancia” de lo que hacen o dicen, tendremos un periodismo obsoleto y un gobierno con la pretensión de control sobre la labor informativa, pero sobre todo estaremos frente a la violación permanente de los derechos fundamentales a las libertades de expresión y de información.

Lo que no puede ni debe hacer el gobierno de Cué es ahorcar a los medios por grandes, medianos o chiquitos, finalmente son fuentes de empleo, pero sobre todo tienen un papel fundamental, también educan, difunden conocimiento y son un mecanismo de aceptación entre la institución y la población, por decir lo menos.

Sin duda, los medios deben ser críticos de lo contrario estaríamos frente a la complacencia palaciega, algo que ya no puede permitirse la sociedad oaxaqueña, algo que ha hecho mucho daño al país; aquel, el presidencialismo institucional que dictaba las notas que debían publicarse y anulaba aquellas que lastimaban sus egos, tendría que estar en plena decadencia, ese es un deseo de la ciudadanía, un deseo de quienes hacemos periodismo. Por eso y sólo por eso sería fundamental transparentar la relación entre el poder público y los medios, la ganancia será una prensa libre y la independencia del gobierno, lo que no significa que existan preferidos como en las monarquías.

Cué y Tenorio: ambiguos

Ojalá que nadie olvide la importancia de los medios en estas horas cruciales, de lo que también tendrán que estar enterados algunos funcionarios públicos que todavía tienen dificultades para ver, a través de los medios, la demanda ciudadana.

Vale la pena recordar algunas de las palabras pronunciadas por Gabino Cué el pasado 1 de diciembre, apenas empezaba su discurso, luego de tomar posesión como gobernador, cuando dijo que iba a “¡gobernar obedeciendo! Ese fue el mandato que recibí de esta tierra y de sus pueblos… Obedecer su voz y escuchar atento sus necesidades…”

Sin embargo, no todos sus funcionarios escucharon el discurso, algunos estaban ahí pero no estaban, los consumía el nerviosismo, la emoción íntima, ya que en pocos minutos serían llamados a “servir a Oaxaca” y serían presentados a los medios. Un ejemplo es el titular de los Servicios de Salud de Oaxaca, el médico Germán Tenorio Vasconcelos, quién ya respondió tras la pifia de que no habría hospital de la mujer y que éste sería convertido en hospital general.

Entre sus explicaciones señala que es la Secretaría de Salud (federal) la que debe definir el uso del “gran inmueble”, declaración extraña, considerando que es casi seguro que la dependencia federal conocía desde el principio el destino que se daría a la construcción y, sin duda, sería un hospital de mujer o ustedes creen que el gobierno federal panista le daría dinero a ciegas al priista Ulises Ruiz, para ver ¿qué se le ocurría hacer?

En sus declaraciones a El Imparcial, según señala la nota informativa de Yadira Sosa, Tenorio Vasconcelos sostiene que: “Un hospital se construye por una demanda de salud, se opera por las normas oficiales de salud y no es una decisión política, de organizaciones sociales o grupos que decidan quiénes se atienden ahí”. Perdón, ¿qué dijo el gobernador Cué cuando tomó posesión? Acaso no exclamó emocionado: ¿¡Gobernar obedeciendo!? Y no es que deba obedecer a intereses políticos o a organizaciones sociales, no para nada, pero sí debe escuchar la voz de las mujeres que hablan por aquellas que todos los años se mueren por falta de atención especializada, porque las traen del tingo al tango en las instituciones sin atención, porque no pueden pagar al personal médico privado y se mueren de enfermedades que se pudieron prevenir o por dar vida y no es un grupo, son varios cientos las mujeres que no tienen ninguna oportunidad frente a las decisiones erróneas de políticos encaprichados con no reconocer la voz del pueblo al que sirven.

Tenorio Vasconcelos agrega: “Las autoridades correspondientes serán las que decidan… insistió, éste atenderá los padecimientos de los dos géneros”, vaya contradicción esta de gobernar pero desobedeciendo. Alguien le tiene que aclarar al médico porque sus dichos ante este medio y otros, muestran claramente que está confundido. Un ejemplo es esta perla: “¿Qué pasaría si un matrimonio choca su automóvil en una carretera cercana al Hospital de la Mujer, y ambos se encuentran poli-traumatizados? ¿Ella ingresaría al Hospital de la Mujer, y al esposo lo trasladarían al hospital civil, en esta ciudad? (Noticias/31/Enero/2011) ¡Vaya pregunta! Si alguien tiene bolitas y palitos que le expliquen ¡Por favor!

Claro, como siempre Cué le enmendó la plana este viernes cuando conmemoraron el Día Mundial de Lucha Contra el Cáncer. Un discurso, según algunas analistas con las que dialogué previamente, un tanto ambiguo o al menos eso refleja el comunicado fechado en Santa Cruz Xoxocotlán. Dice Cué que sí, pero no todo. Como buen hombre de derecha, recuerda que sin salud la felicidad no existe en las familias. Después vino una especie de reconocimiento al trabajo hecho por la anterior administración en materia de salud, cuando señaló que siete de cada 12 mujeres diagnosticadas con cáncer se salvan, esto en voz de Tenorio Vasconcelos, por lo que ratificó su compromiso de seguir en este fuerzo. ¡Qué bueno!

Cuando Cué retomó el tema de los hospitales que no han sido concluidos anunció que sí, que los va a terminar y a equipar para atender “de manera adecuada a las familias” y como dice su comunicado: “En ese sentido, salió al paso del debate en torno al Hospital de la Mujer -actualmente en proceso- , y aclaró que no se va a cambiar el uso de esa unidad; se aprovecharán mejor los espacios para que se brinde atención altamente especializada a las mujeres, pero también a la población en general, pues el Hospital Civil de la capital, es ya insuficiente”.

Esta administración dice que terminará la muerte materna con acciones preventivas, ojalá así sea. Sin embargo, no es de extrañar que en su discurso siga anteponiendo a las familias por encima del valor, las necesidades y los anhelos de las mujeres por ser mujeres, ellas están invisibilizadas, ocultadas por sus palabras y sus hechos. Cué dice que sí habrá hospital de la mujer, pero también será para los hombres. ¿Entonces?

Valiosas mujeres

Tal parece que lo que no quiere hacer el gobierno para atender la salud y las enfermedades de las mujeres, lo hacen las organizaciones civiles, el caso concreto es la Casa Reto, cuya primera etapa fue inaugurada el pasado fin de semana por integrantes del Grupo de Recuperación Total, asociación civil.

Con la ausencia de representantes del gobierno, tanto estatal como municipal que seguramente atendían asuntos prioritarios (y que confirman con su ausencia que su prioridad no es la salud de las mujeres), la señora Mina Fernández Pichardo y las integrantes de Reto, mujeres que han pasado por la experiencia del cáncer de mama, se dieron a la tarea de tocar puertas y puertas hasta lograr la construcción de la primera etapa de la clínica de recuperación, detección y diagnóstico de esta enfermedad.

Así, frente a la parálisis de las instituciones, el Grupo Reto asume su “responsabilidad” social con otras muchas oaxaqueñas, permitiéndoles recuperar su salud, sus vidas. Sin duda, hay que decir gracias a este grupo de valiosas mujeres.

martes, 1 de febrero de 2011

Mujeres y política. ¿Sexismo gubernamental?

Soledad JARQUIN EDGAR

La política es un tornillo y quienes viven de la política son tuercas, ambos dan vueltas para llegar a su cometido, pero no siempre el tornillo y la tuerca se ajustan. Eso pasa con algunos de los funcionarios que Gabino Cué incluyó en su gabinetazo resultado de la coalición. Todos y todas responden al mismo fin: el poder, pero no siempre quieren llegar por el mismo camino.

El gobernador del Estado debe recordar sus palabras y sus dichos, porque si le apuesta al olvido, habría que decir que no toda la población olvida. Meses antes, ya siendo gobernador electo, Cué dijo que no gobernaría con amigos, pero está claro que más de uno son sus compañeros de infancia pertenecen al grupo más cercano, otros no son de la infancia pero ahí están y son sus amigos entrañables.

También dijo que gobernaría con “los mejores hombres”, esto redujo de facto las posibilidades a “las mejores mujeres”, porque aunque el gobernante sostenga que cuando dice “todos”, como sucede en su eslogan de gobierno (Oaxaca de todos, un gobierno para todos) o cuando dice “hombres” se refiere a las mujeres, tendríamos que decirle que eso ya no es posible, es anacrónico y se llama lenguaje sexista, que discrimina y oculta a más de la mitad de la población: las mujeres.

Así, 60 días después tuercas y tornillos todavía no se ajustan porque la componenda política de derechaizquierda y aderezos simplemente impidieron que en realidad llegaran los y quizá las mejores. Había que pagar facturas, así que aquello de los mejores perfiles y la promesa no cumplida de incluir exámenes sicométricos para quienes estarían en el gabinetazo se esfumó porque su realidad es otra. Vaya entuerto.

Dos casos concretos: Irma Piñeyro y Benjamín Robles. El agua y el aceite. Piñeyro con un trabajo político de varias décadas, que al igual de Gabino Cué se formó en las filas del PRI, decidió relativamente hace poco tiempo dejar al moribundo padre y se sumó a las filas de una madre política a través del Partido Nueva Alianza (PANAL), de ahí salió como candidata a la gubernatura. Junto con Ángeles Abad –que dejó al PAN para competir con el PUP y que ahora es vocera del gobernador- se convirtieron en las primeras mujeres en la historia de Oaxaca en buscar el cargo político más importante de la entidad.

Piñeyro declinó a favor de Cué, sin duda una decisión evidentemente consecuencia de los compromisos políticos de la cúpula de su partido -no por ser vidente-. Resultado, Piñeyro se convirtió en la tuerca de un tornillo que no era propio al ocupar la Secretaría General de Gobierno.

Las evidencias: días antes de su nombramiento oficial, es decir, antes del 1 de diciembre, la hija de Elba Esther Gordillo la felicita por su designación en un periódico. Se confirma el compromiso político, asegurando políticamente que no haya cambios ni sorpresas, amarraron como quien dice, pero algo sigue sin apretar. Hay que mirar que el sentido del acuerdo implica la intervención de Elba Esther en la acciones de gobierno de Gabino Cué.

Quien está al frente de la Secretaría General de Gobierno tiene en sus manos la relación política con las distintas fuerzas políticas del estado, eso es lo que tendría que hacer Piñeyro. De ahí que Gabino Cué le diera la vuelta a ese acuerdo y aflojara la tuerca, ¿cómo? sobre poniendo una figura “novedosa” en la famosa Oficina de la Gubernatura, que sorprendentemente tiene tentáculos establecidos y de facto en todas las áreas del nuevo gobierno democrático centralizadas en Benjamín Robles, pero de manera más precisa y contundente en las áreas que se supondrían corresponden al quehacer político de la Secretaría General de Gobierno.

El primer síntoma que se vislumbra es la situación legal que expone sin necesidad a Irma Piñeyro para que cabildee con la diputación local con la intención de poder tomar protesta violentando Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de Oaxaca, por carecer de título profesional, nuevo requisito para desempeñar el cargo y que a la fecha, es decir, a 60 días de su nombramiento sigue sin presentar.

Para no crear problemas, Gabino Cué simple y sencillamente guarda silencio y no le exige su renuncia o separación del cargo, sin embargo, hay agentes encubiertos, como la Sección 22 y Congruencia Ciudadana de Oaxaca, que parece fue creada para denunciar penalmente a esta funcionaria y al senador con licencia Salomón Jara, casualmente ambos incómodos para Cué. Piñeyro porque representa los intereses e intervención de Elba Esther en el gobierno local y el segundo porque antes y durante la campaña fue cuestionado y permaneció alejado del candidato, sin rendirle la pleitesía esperada.

Podrían hacer bien el sindicato y la nueva organización, pero casualmente no son los únicos funcionarios en esta situación de ilegalidad a los que podrían señalar, sus dedos acusadores deberán señalar a otros y otras, para ser “congruentes” como dicen.

¿A qué se expone Oaxaca con esta simulación montada por Cué? Bueno a la respuesta de la maestra de maestras o podríamos pensar que frente a los hechos, han abandonado a su suerte a Piñeyro. No tanto porque Elba Esther haya dejado su idea de crecimiento a través de los acuerdos con el nuevo gobierno de Oaxaca sino porque seguramente ha vislumbrado otro tipo de coyuntura, por supuesto más poderosa con Felipe Calderón. Tal vez, no nada más sería el reconocimiento de la Sección 59, la que no representa casi nada, pero sí sería una opción la inclusión de su propaganda política en las escuelas, como ya sucede en otras entidades, pero son conjeturas.

Relegada por el jefe de jefes (Benjamín Robles), la Secretaria

General de Gobierno no ha logrado hacer su trabajo ni intervenir en la política interior del estado, lo que se refleja, al menos por ahora, con dos situaciones concretas: no ha podido acordar con los partidos políticos, a pesar que la mayoría pertenecen a la coalición que postuló a este gobierno, y la segunda, es su incapacidad de acción por la intervención permanente del jefe de la Gubernatura en la solución de los problemas post electorales, fundamentalmente, en los municipios de usos y costumbres que son la mayoría y donde ni siquiera la han dejado dialogar para resolver lo que sin duda alguna es capaz de hacer.

Aunado a ello, la Secretaria General de Gobierno enfrenta de manera permanente el golpeo mediático de la consentida y única reconocida –según el titular de Educación en Oaxaca- Sección 22.

Si esto no se resuelve ahora, si el control total de Benjamín Robles sigue como barril sin fondo, a pesar de que existe una opinión amplia que señala que sólo le falta tocar la flauta, la insistencia a intervenir con el beneplácito de su gobernador, se podrían esperar conflictos serios ocasionados en cualquier régimen centralista. Claro está que eso depende de que doña Elba Esther no haya abandonado a su suerte a Irma Piñeyro.

Sin duda, la creación de esta súper Secretaría para el amigo incondicional del actual gobernador (que dijo que no gobernaría con amigos), es resultado del poder político de la maestra Elba Esther porque al declinar su candidata (Irma Piñeyro) el ofrecimiento fue ocupar el segundo cargo de importancia política del gobierno y el amigo quedó fuera, con ello, los planes gubernamentales se desbarataron. O sea la maestra les borró los apuntes del pizarrón y tuvieron que enmendar la plana, para lo cual Gabino creó un súper puesto a modo.

¿Habrían actuado de la misma manera si en lugar de Irma Piñeyro, el cargo de Secretaria General de Gobierno estuviera ocupado por un varón del poder? Digo, porque también fue claro Gabino cuando dijo: “gobernaré con los mejores hombres”.

¡Extra, extra! Aún cuando este mismo fin de semana se dio a conocer que Benjamín Robles ya no será jefe de la Oficina de la Gubernatura, lo cierto es que sólo le tapan el ojo al macho. Ni duda cabe

Ni veo ni oigo

Sin duda, el gobierno estatal equipado con vocería y estupendas áreas de comunicación social, ha optado por la política salinista de no ver ni oír aquellas voces ciudadanas que podrían ser críticas. A 10 días de los dichos del responsable de Salud en Oaxaca, Germán Tenorio, quien anunció que convertirá el hospital de la mujer que se construye en San Bartolo Coyotepec, en un hospital general, nadie ha respondido, aclarado o ratificado el punto. El silencio sigue frente a la solicitud de activistas, investigadoras reconocidas, funcionarias y ex autoridades electas que han pedido que retroceda en su idea. Pero nadie responde ni explica nada, simplemente ignoran a la sociedad. Es como decía el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, cuando se le criticaba a través de los medios: ni los veo ni los oigo. Bien decía mi abuela Lucha: todo lo malo se aprende y lo más feo es lo que más persigue. En fin.

lunes, 24 de enero de 2011

Mujeres y política Contradicciones, caprichos y ocurrencias

Soledad JARQUIN EDGAR

Esta semana al realizar un foro sobre lenguaje no sexista, el gobernador Gabino Cué señaló que una de sus prioridades será reducir y de ser posible erradicar la muerte materna en Oaxaca, incluso apuntó que ese propósito debe ser una realidad desde este 2011.

Oaxaca, junto con entidades como Chiapas y Guerrero, ha ocupado uno de los tres primeros lugares de mortalidad materna desde hace varias décadas. Es más, el promedio anual se mantuvo año tras año y no hubo política pública capaz de contrarrestar la grave muerte materna.

Hay otros padecimientos como el cáncer cérvico uterino, como consecuencia de algunos tipos de virus del papiloma humano, y el cáncer de mama que cobran la vida de cientos de mujeres cada año. En el cáncer de cérvix, Oaxaca –como en al muerte materna- ha ocupado por años deshonrosos primeros lugares. En ambos casos, el problema no es sólo médico, tiene un fuerte componente social, al priorizar y dar un mayor valor a la vida de los varones y dejar fuera de todo a las mujeres, incluyendo su salud. Aunado a esto, las mujeres no dueñas de sus cuerpos están sujetas a lo que diga el marido, la suegra, su padre o su madre, sobre su atención médica. Difícilmente acuden a la consulta prenatal, porque se considera que tener hijos es un asunto “natural” y que si se mueren es cosa de Dios. Peor aún, en pleno siglo XXI sigue prohibido acudir a la revisión ginecológica para la toma del Papanicolaou.

A esta situación habría que agregar la muy frecuente violación a los derechos humanos en la que todavía incurre algún personal médico, que las regañan porque tienen muchos hijos, porque no se cuidan, porque no se asean, porque tienen los pies sucios…

Sí, es de reconocer que el problema de la muerte materna y el cáncer cérvico uterino tiene fundadas raíces en la construcción social desigual, en esa “extraña” circunstancia que hace a las mujeres dar la vida por el resto de la humanidad.

Sin embargo, en todo esto el Estado no deja de tener responsabilidad partiendo sólo del principio constitucional del Derecho a la Salud y el grave problema radica en que tanto la muerte materna como el cáncer cérvico uterino podrían evitarse, pero no es así.

Por eso resulta interesante la declaración que el pasado miércoles hizo Gabino Cué, es muy tentadora la frase –otras veces repetida, insisto- de erradicar esos lastres sociales, lo que claramente se contradice con lo que ese mismo día dijo el titular de Salud en Oaxaca, Germán Tenorio, al señalar en declaraciones periodísticas que no habrá Hospital de la Mujer y que esta obra iniciada en la administración pública anterior y que está por concluirse, será convertida en un Hospital General.

Así, como un mago experto en desaparecer al conejo, Germán Tenorio echa por tierra una vieja demanda de las ciudadanas oaxaqueñas, un largo y esperado anhelo de las mujeres organizadas que finalmente habrían sido escuchadas considerando la problemática en salud.

Las oaxaqueñas constituyen más de la mitad de la población. En Oaxaca, como señalaba antes, las mujeres fallecen por enfermedades prevenibles y, peor aún, la pobreza es tal en la gran mayoría de la población que muchas carecen de recursos para recibir atención especializada. A menos qué, como sigue pasando en muchos casos, tuvieran que deshacerse de su patrimonio o endeudarse de por vida en las voraces cajas populares para ser atendidas en hospitales, clínicas o sanatorios particulares para recibir atención médica. Caso curioso, el Secretario de Salud es dueño de una clínica de salud de ese tipo. ¿Resulta explicable o inexplicable? usted saque sus propias conclusiones. Lo cierto, es que el hospital de la mujer, que dice Germán Tenorio que ya no existirá, sería un espacio de atención digno y especializado, ese era el objetivo, donde las mujeres podrían ser atendidas y con ello contribuir a reducir esos lamentables lastres, repito, que padece Oaxaca, especialmente en aquellos casos donde la medicina pública es la única alternativa para salvar la vida, que reitero sería en la mayoría de los casos.

Fue –si no mal recuerdo- en 2009 cuando la construcción de un hospital para la mujer se planteó en la Cámara de Diputados, esa vez la solicitud de las mujeres fue puesta ante el entonces secretario de Salud, Martín Vásquez, por la que era diputada Perla Woolrich, presidenta de la Comisión de Equidad y Género. Sensibilidad –habría que reconocer- en la representante popular y en el funcionario público se concretaron para llevar a cabo ese proyecto que respondió y en menos de tres meses ya se había iniciado la obra.

Incluso, en alguna ocasión se hizo una supervisión, al acto acudieron varios cientos de mujeres, ahí mismo se conoció que el hospital tendría un área para el “parto humanizado”, otra vieja demanda de las organizaciones de mujeres que durante más de 15 años han trabajado por una maternidad sin riesgos en Oaxaca.

Por eso es lamentable que ahora, por ocurrencia personal del Secretario de Salud, se termine con el viejo anhelo de las oaxaqueñas bajo el pretexto de que será hospital general para reducir la excesiva carga de trabajo que enfrenta el “Dr. Aurelio Valdivieso”, que curiosamente tiene en la atención gineco-obstétrica el mayor volumen de atención, por no decir que la mayor parte de las atenciones se enfocan a ese rubro ¿se lo habrán dicho a Tenorio? Lo que no se si sepa el funcionario es que el destino de las obras públicas no se cambia por ocurrencias o decisiones personales, un presupuesto y ese presupuesto debe tener, sin duda, algún sustento legal.

No tengo la menor idea si el gobernador Gabino Cué permitirá que en Oaxaca se cambien los planes, sólo por llevar la contraria a la anterior administración, lo que sería un acto revanchista y hasta podría decir misógino. No sé tampoco qué dirán los colectivos de mujeres sobre el tema y también sería bueno que la titular del Instituto de la Mujer Oaxaqueña, Anabel López, quien recibió otro espaldarazo de las organizaciones de mujeres esta semana, planteara su posición sobre la declaración del responsable de la salud de la población oaxaqueña, cuya idea parece, sin duda, contradecir a su jefecito, es decir, el gober Cué.