martes, 29 de diciembre de 2015

Mujeres y Política 2015: saldo negativo




Soledad JARQUÍN EDGAR
Esta semana en que tenemos que hacer un recuento de los hechos y de los daños de 2015 decidí empezar por dos quebrantos ocurridos en la víspera de Noche Buena: uno la validación que el ieepco (con minúsculas) hizo de las elecciones en municipios por Sistemas Normativos de Partidos y, por otro lado, la “emblemática” 62 legislatura (igual con minúsculas) aprobó el Síndrome de Alienación Parental como delito de violencia familia, una propuesta hecha por un psicólogo acusado de pedofilia en Estados Unidos. Estos son dos ejemplos claros y concretos de cómo este año –como otros muchos- de nueva cuenta fue de saldo negativo para las mujeres.
En el primer caso, donde el “instituto estatal electoral y de participación ciudadana de Oaxaca validó las elecciones en aquellos municipios donde “las mujeres asistieron a la asamblea con voz y voto, pero manifestaron su deseo de no querer ocupar un cargo dentro del ayuntamiento”, nos revela un abc:
a) el fracaso de la política de igualdad del actual gobierno y que dice que impulsa a través del IMO; b) es resultado de la posición misógina y machista que asumieron las diputadas y diputados de la 62 legislatura a quienes no les importó legalizar el hecho de que en Oaxaca las ciudadanas tengan dos categorías. Las de primera, como ya dijimos, es para aquellas que votan por el sistema de partidos políticos en 153 municipios y las de segunda categoría para las que viven en 417 municipios restantes (“las menos” como dijo la propia titular del IMO, Anabel López y cuya declaración consta en un boletín de prensa) cuando se negó la paridad en ambos sistemas electorales, y c) también es resultado de la manipulación, el engaño, la simulación y las omisiones de quienes están al frente del “ieepco” que han hecho su trabajo para no tener conflictos con el patriarcado e invitan a los señores del poder a hacer como que hacen aunque no hagan.
Según el ieepco en 22 municipios donde se ratificó a las autoridades municipales –en la víspera de Noche Buena- “Se les invitó a las mujeres a ser postuladas a un cargo de elección popular, sin embargo suscribieron un documento en el cual las mujeres expresaban su deseo de no participar en esta ocasión para ser parte del Cabildo, manifestando el compromiso de la Asamblea de integrar a las mujeres en las elecciones del próximo año”. ¿Cómo la ven? 
Y esto me lleva a una declaración que previamente nos había hecho Ana María Emeterio Martínez, del Centro de Atención Integral Mujer Ayuuk, sobre lo que está sucediendo en las comunidades que se rigen por los hoy llamados sistemas normativos internos (http://goo.gl/WN6hzG), y que advertía lo que efectivamente se consumó antes del 1 de enero con el cambio de autoridades.
Explicaba que efectivamente para algunas mujeres tomar el cargo representa una doble carga de trabajo, porque a diferencia de una elección por partidos políticos, el ejercicio de estar en un cargo en su ayuntamiento no les representa ningún ingreso y, como es  el uso y la costumbre, los hombres no cooperan con las tareas domésticas y de cuidado que históricamente se han asignado a las mujeres (aunque esto también pasa en los otros municipios).
Emeterio Martínez señalaba también que efectivamente el ieepco había iniciado una serie de visitas a los municipios explicando que era necesario integrarlas para cumplir con la disposición constitucional y que “bastaría con colocarlas en regidurías de menor importancia”, algunas de ellas que significan una extensión de sus mandatas de género. Así ellos no perderían el poder formal. De igual forma para muchos varones “las mujeres no tienen experiencia para gobernar”.
Pero el meollo del asunto, explicaba la coordinadora del Centro de Atención Integral Mujer Ayuuk, es (que)… “Otros piensan que podrán resolver la no inclusión argumentando que ellas no quieren participar, sin embargo, eso no debiera ser posible ni podría ser aceptado por el IEEPCO, pero para que eso suceda las propias mujeres deberán pedir la anulación de las asambleas y reclamar su espacio, lo que no siempre sucede”.
Es aquí el mayor de los peligros. La violencia política de la que tanto se habla y que las mujeres de Oaxaca han vivido en carne propia. Algunas de ellas como Evitelia Pacheco Ramírez que vive desterrada de su comunidad la agencia Emiliano Zapata, San Juan Cotzocón, Mixe, desde 2011, cuando al patriarcado no le pareció que fuera tesorera, fue golpeada y casi linchada, solo por ser mujer. Casos que nunca se resuelven, casos que le cambian la vida a las mujeres.
Frente a esas evidencias y los hechos, la resolución del ieepco no es más que una validación al patriarcado, la vigente hegemonía de los hombres sobre el poder real, el del gobierno y el económico, las dos batallas más difíciles de vencer hacia una sociedad más igualitaria. Algo de lo que el ieepco ni en general el gobierno de Oaxaca se han enterado.
Eso sí, en el PRD hay mucha inquietud ante las pretensiones claras de Anabel López que aspira a una diputación local pasando –como dicen las perredistas- por encima de la militancia, incluso recientemente organizó un desayuno con el dirigente nacional, Agustín Basave, al que asistieron algunas de sus amigas cercanas que militan en organizaciones no gubernamentales y académicas. Eso sí, nos dice la fuente, eran como cinco, seis.
Es decir, Anabel López está ocupada en la política partidaria, viendo por su futuro. ¿Válido? Sí, sobre todo cuando se ha cumplido con la encomienda, de lo contrario como sucede en este caso explica el descuido de los muchos otros que han sufrido las oaxaqueñas, sin contar que fue ella una de las impulsora de la paridad solo en 153 municipios y no en los 570, obedeciendo a las instrucciones del Secretario de Asuntos Indígenas, Adelfo Regino Montes. La obediencia patriarcal que a las mujeres resulta tan difícil de romper. Eso sin contar el silencio vacacional que tiene ahora cuando otra vez, sus aliados y aliadas principales, la 62 legislatura que aprobó el SAP como delito familiar.
Sí porque a pesar del veto impuesto por el gobernador Gabino Cué a esa ley, el pasado 24 de diciembre, es decir, cuando todo el mundo anda “de bajada”, los y las diputadas dijeron va por que va. El SAP no tiene ninguna evidencia científica que lo sustente, pese a todo y respondiendo a otros intereses, y no al interés colectivo, de nueva cuenta la diputada del PRD, Juanita Arcelia Cruz y Gerardo Henestrosa, del PAN, han sido los impulsores de la ley pedófila. Qué pena, otra vez, exceptuando a Zoila Juan José, las y  los diputados de Oaxaca le fallaron a su pueblo, a la niñez y a las mujeres.
El PRI ¿tendrá candidata?
En el balance no se puede dejar pasar que sigue la disputa al interior de los partidos políticos por las candidaturas y que en ese mismos sentido llegaremos al 2016. Una lucha donde todo parece ser cuestión de señores, y sí. Pero Mariana Benítez Tiburcio dice que no quita el dedo del renglón que la seguirá buscando hasta el último momento. También hay quienes pronostican que en tanto perdure la confrontación Murat-Ulises,  Mariana Benítez ganará terreno dentro de las filas del PRI.
Esto podría ofrecernos la posibilidad de una disputa realmente en democracia, porque en tanto las mujeres no voten o “no quieran ocupar cargos”, como dice el ieepo que pasó en 22 comunidades, y no haya en los partidos políticos más importantes -por sus simpatizantes- una mujer como candidata al gobierno de Oaxaca, las elecciones del 2016 no serán democráticas, serán parte de la simulación que orquesta el patriarcado y fomentan las instituciones omisas.
Reitero, lo que falta en los gobiernos estatales es la visión de las mujeres desde la perspectiva de la condición social de las propias mujeres. La construcción social ha hecho que mujeres y hombres tengamos ideas distintas, tanto que la desigualdad pareciera perpetuarse, pareciera irreversible, imposible de cambiar. Lo que no ha habido en Oaxaca son mujeres en el poder real. Veremos si Mariana Benitez es la opción para el PRI. Pensando en esos obstáculos legales que los enemigos políticos de Murat dicen que tiene y la idea que no cuaja de llevar, por segunda ocasión, a un candidato perdedor en la figura de Eviel Pérez Magaña. En los hechos tenemos ejemplos claros de lo que sucede con un candidato que pierde: el que pierde una vez, pierde dos y tres veces, ahí esta el caso concreto de AMLO.

@jarquinedgar

domingo, 20 de diciembre de 2015

Mujeres y Política Ilusionismo o realidad


 Soledad JARQUÍN EDGAR
En México todas las personas son priistas, incluso hasta quienes creen que no lo son, afirmó en una entrevista para el programa Mujeres en Voz Alta, la doctora Gladys Tzul Tzul, y hace unos días lo recordaba una amiga.
La frase se aplica a la perfección en estos días aciagos para la política y, peor aún, para quienes viven de la política.
Claro no faltará quien apunte que las generalidades siempre proponen equivocaciones. Cierto, pero el basta abrir los ojos lo suficientemente grandes para observar que las excepciones son apenas contadas con los dedos de las manos y como señalaba otra buena amiga “de todos modos pronto, `los otros´, aprendieron a hacer lo mismo que tanto rechazaban del PRI”.
Ejemplos rápidos: el Senador Manuel Bartlett, los gobernadores de Nuevo León, Puebla y Oaxaca: Rodrigo Medina de la Cruz, Rafael Moreno Valle y Gabino Cué. El aspirante a gobernador por el PRD José Antonio Estefan Garfias y Benjamín Robles Montoya. Solo por citar ejemplos de las matas que fueron sembradas en los invernaderos priistas.
No es en vano el asunto del desprestigio de los partidos políticos entre la sociedad. Al menos el 84.4 por ciento de la ciudadanía percibe corrupción en esos institutos políticos, apenas unos puntos porcentuales debajo de quienes ocupan el primer lugar, las corporaciones policiacas. Esto según datos de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental, publicados por INEGI a propósito del Día Internacional contra la Corrupción.
Los ejemplos están a la mano. Un caso concreto y que explica el grado de corrupción que pueden alcanzar es la elección del diputado migrante en Chiapas, Roberto Pardo Molina, desaforado por su elección con migrantes, mujeres y hombres, que nunca en su vida habían cruzado la frontera y que como efecto secundario podría llevar al Congreso local a eliminar la figura del diputado migrante.
Los otros inexplicables casos son los de todos aquellos candidatos de todos los partidos que hacen gastos millonarios en su búsqueda permanente por ser visibles, no durante una temporada sino durante años completos sin que nadie sepa de dónde obtienen tanto dinero y se presta a toda clase de suspicacias: a) del erario público, b) del narcotráfico, c) de la herencia que les dejó una tía lejana…¿De dónde?
Ese es el espacio en el cual las mujeres, prácticamente ajenas al poder político en entidades como Oaxaca, tendrán que salir y competir con los hombres.
Es claro, el 50 por ciento de las aspirante de cada partido serán mujeres, en apego al mandato constitucional de la paridad, tanto en los 153 municipios que elegirán autoridades municipales como en los 25 distritos que se disputarán para ocupar una curul en el congreso local. Habrá entonces un número indeterminado, considerando que todavía no se definen las coaliciones.
El escenario no es nada halagüeño. El machismo es una condición vigente que se debe vencer. Pese a todos los avances todavía hay quienes se preguntan si estará bien que las mujeres busquen un espacio en la política o si estará bien que gobiernen. Bueno hasta este momento, cuando ya se movieron las piezas en los tableros de ajedrez, los principales partidos políticos no vislumbra el nombre de ninguna mujer. No les interesa o cómo dicen algunos priistas, perredistas o panistas: No hay mujeres con esa capacidad.
¿A qué capacidad se refieren los hombres? ¿En dónde aprendieron ellos a gobernar? ¿Qué instituto les extendió el diploma, título o constancia de estudios para gobernar?  ¿Ya leyeron que dice la Constitución Política al respecto?
Es la costumbre y el pensamiento patriarcal el que lleva a pensar de manera que el espacio político es de los hombres, porque al final son ellos los que llevan la representación de la humanidad.
Una premisa vieja sin duda. Pero los hechos revelan la vigencia del machismo y, que por cierto, se pondrá a prueba sobre fuego este año venidero conforme se vaya definiendo los destinos.
Dignificar la política y a los partidos políticos pasa por un cambio de raíz, casi imposible pero no, es un asunto de voluntad. Se vale soñar, estamos a la víspera de las fiesta navideñas.
De esas agrupaciones, más, mucho más que de las otras, las mujeres han estado excluidas. Históricamente, ellas tienen la asignación de tocar las puertas. Ahí están las maravillosas historias que ya de contarse tienen un siglo, pero de lucha nos acercamos a los 200 años. Historia de mujeres que creyeron en la necesidad de tomar decisiones en el país. Pensamiento de feministas que hicieron posible, incluso, que más de 60 años después se diera la paridad.
Aunque resulte retórico se precisa de las mujeres para hacer los cambios. Si quienes aspiran a gobernar siguen poniendo solo la visión del patriarcado, siguen excluyendo el pensamiento feminista y siguen pensando que las futuras candidatas pueden ser el “relleno” de su pastel, están equivocados, nada cambiará realmente y seguiremos dando vueltas y vueltas, como un hamster a su rueda.
En la actualidad, las mujeres estamos más allá de aquella frase que le da nombre al libro de la historiadora Enriqueta Tuñón: ¡Por fin…ya podemos elegir y ser electas! Hoy queremos elegir, ser electas e influir, tomar decisiones, sin que ello represente una afrenta dolosa. Queremos gobernar de verdad desde la otra visión.

@jarquinedgar

martes, 15 de diciembre de 2015

Mujeres y Política A soñar…



Soledad JARQUÍN EDGAR
Los lineamientos en materia de paridad de género que deberán observar los partidos políticos, coaliciones y candidaturas independientes en el registro de candidatas y candidatos ya fueron aprobados y no hay vuelta de hoja, una nueva historia tendría que escribirse en Oaxaca como ya está ocurriendo en otros estados del país.
Pero, aquí el pero sí vale, estos lineamientos no tendrán ningún efecto en la elección del próximo gobernante de Oaxaca, donde seguirá operando el patriarcado político, ni tampoco tendrán efecto alguno en 417 municipios donde la elección es a través de los sistemas normativos internos, antes conocidos como usos y costumbres.
En la elección para gobernador, todo indica, que será como de costumbre, una competencia entre varones, hasta hoy salvo los asomos de la diputada federal priista Mariana Benítez, y de la ex legisladora del panista, Eufrosina Cruz Mendoza, que podrían terminar como candidatas al Senado, no se ve nada más en el horizonte. Así que la historia seguramente se repite.
Desde que José María Galardi, gobernador en 1847 hasta el actual mandatario Gabino Cué Monteagudo, en Oaxaca han gobernado 102 veces los hombres y en ninguna ocasión las mujeres. Algunos de ellos han repetido en el gobierno, no una sino hasta seis veces como es el caso de José López Ortigoza y de Benito Juárez García, quienes tomaban el poder por un año, por meses. Así eran aquellos tiempos.
López Ortigoza, incluso, tuvo como sucesor en alguna de esas ocasiones a su hermano Manuel, y Juárez ya no vio gobernar a su hijo del mismo nombre en 1911, eso para que no andemos luego criticando a los hijos o hijas de políticas y políticos que también aspiran a hacer su propia carrera, muchas veces, claro, bajo el auspicio y la sombra de sus padres y madres.
Estos dos gobernantes del siglo XIX no fueron los únicos que repitieron, Antonio de León fue mandatario cuatro veces, y de ahí hubo otros ocho que lo hicieron por dos y hasta tres veces. Uno de ellos Porfirio Díaz, quien tal vez hizo su ensayo de la permanencia en el poder en esta entidad, misma que aplicó en serio cuando fue Presidente de México.
Ya en el siglo XX tres gobernadores fueron depuestos por el pueblo que exigió su salida: Edmundo Sánchez Cano, Manuel Mayoral Heredia y Manuel Zárate Aquino. En el siglo XXI, Ulises Ruiz se quedó en el “ya merito” y “no cayó, no cayó”, frente al clamor popular de “ya cayó, ya cayó”.
El proceso electoral ordinario que empezó recientemente y que concluirá el próximo año será una larga jornada de jalones y estirones. Los partidos políticos, las coaliciones y quienes aspiren a registrar candidaturas independientes deberán observar la paridad, lo quieran o no. No hay de otra.
De cómo lo van a lograr es la gran incógnita, y no porque no haya mujeres capaces de tomar al toro por los cuernos o deseosas por ser diputadas y hasta presidentas municipales, de la misma forma en que lo hacen los hombres, sino porque como ya es común, veremos una serie de actos casi circenses o chapuzas para “cumplir” con la más reciente de las batallas ganadas por las mexicanas, tras largos años de esquivar la igualdad, al menos en el papel, en materia electoral. El 2016, proceso y resultados, serán una prueba de fuego para las resistencias machistas.
No debería cundir el pánico, pero hay quienes sienten pasos en el azotea, aunque parezca que no le dan importancia, sobre todo porque están ocupados en la determinación “democrática” de su próximo candidato (varón) al gobierno oaxaqueño.
Los lineamientos aprobados por el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) son bien claros, la paridad de Género, “el principio que garantiza la participación igualitaria de mujeres y hombres, en la cual las candidaturas y acceso a cargos públicos y de representación popular se distribuyen de manera igualitaria sustantiva entre los géneros o al menos con mínimas diferencias porcentuales”, está listo.
La ventana de oportunidad para las mujeres está a la vuelta de la esquina. No habrá registro si las mujeres no están en igualdad con los hombres, tanto en las candidaturas por mayoría relativa como de representación proporcional, para la renovación del Congreso local y los gobiernos de 153 municipios. En el caso que registren candidatas y candidatos por un total de distritos electorales que sea impar, se deberá garantizar la diferencia mínima porcentual, también deberán garantizar la paridad desde su doble dimensión: vertical y horizontal. Y se garantizará la alternancia de género.
Por supuesto, plantean en los lineamientos, se podrán rechazar aquellos registros que no cumplan con la paridad y quien hizo la propuesta –partido político, coalición o candidatura independiente- deberá resolver la falta.
Y muy importante –dicen los lineamientos que en ningún caso se admitirán criterios que tengan como resultado que alguno de los géneros le sean asignados exclusivamente aquellos distritos y municipios en los que el partido haya obtenido los porcentajes de votación más bajos en el proceso electoral anterior. O sea, nada de mandar a las mujeres a los distritos o municipios perdedores.
La suerte está echada. Si el proceso electoral pasa sin actos misóginos y violencia contra las mujeres, estaremos hablando de una real democracia, se esperaría entonces que más mujeres sean parte de los gobiernos en esos 153 ayuntamientos y, que más, muchas más sean legisladoras.
De esta manera se resuelve la forma, todavía falta mucho para solucionar el fondo, me refiero a que se necesitan más mujeres comprometidas con los derechos humanos de las mujeres. Pero eso está fuera del alcance de estos lineamientos.
El veto
A veces es la Suprema Corte Justicia de la Nación,  a veces el gobierno…pero la vox populi ya reconoce que en la Cámara de Diputados, hay un vacío de talento, de olfato y hasta de materia gris.
Esta semana tocó a Gabino Cué vetar la reforma que establecía como violencia familiar el síndrome de alienación parental, también llamada como ley pedófila.
Ni modo, de eso hablamos cuando pensamos en el fondo, más allá de la forma. De la necesidad de que legisladores y legisladoras tengan un mínimo de empatía con la ciudadanía, específicamente con las mujeres. Por ello, el clamor popular fue escuchado y Gabino vetó las reformas.
Lo asombroso y hasta cínico es que algunos de esos y esas diputadas aspiren a algo más en política. Como sea, no será la historia quien los juzgue, ya les ha reprobado la ciudadanía.

@jarquinedgar

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Violeta


Violeta
Elizabeth CASTRO 

Después de mucho pensar, decidí que la mejor manera de hacerles saber lo que opino acerca de la violencia contra la mujer era a través de Violeta.
Violeta nace como un ejercicio de catarsis, como un grito de indignación, Violeta nace de la necesidad de expresar una realidad que día a día azota a miles de mujeres en el mundo, Violeta expresa, cuenta, cala, denuncia, narra, duele.
Se llama así, Violeta, porque es el tono que la piel arroja días después. Violeta, porque es un sustantivo femenino. Violeta, porque denota una condición, un acontecimiento, una realidad, un algo que desafortunadamente parece inherente a la condición de ser mujer.
Violeta me duele todos los días, pero en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, me atormenta de manera especial, hoy las cifras nos hablan de todas las violetas del mundo y no puedo escribir aquí las cifras, porque me indignan, porque me hacen pensar en los pretextos, en los nunca más, en las promesas y en los juramentos.
Hoy no tengo palabras, hoy me duelen todos los tonos violeta que habitan en la piel de las mujeres, hoy me indignan los gritos ahogados, hoy me escuecen las lágrimas derramadas, hoy me enfurece la complicidad de las autoridades, hoy el silencio me cala. Hoy me duelen los gritos, los golpes, los asesinatos.
Y si, sé que la violencia se manifiesta en diversas formas, pero también sé, que la violencia física trastoca, que no es lo mismo escuchar a una mujer contarte el maltrato psicológico del que ha sido víctima que verle la cara así, violeta.
Violeta.

El reloj da las doce.
Y yo tiemblo.
El reloj anuncia el primer minuto.
Y yo tiemblo.

El reloj no se detiene.
Y yo me sostengo.

Uno, dos, uno más debajo de mis ansias.
Tres, cuatro, uno más en mi cara.
El reloj avanza.

Y no lloro, me mantengo.
Uno más, porque tú mandas.
Dos, tal vez, tres, mejor cuatro, uno más en la espalda.
Diez minutos y mi corazón se calla.
Aquí, en mi boca, porque es canalla.
Aquí, en el costado, porque es resistente y no mata.
Tic, toc… y aún no acabas.
El reloj avanza.

Y no grito y no gimo y no finjo y siento nada.
Estoy tan acostumbrada.

Uno más, por quedarme callada.
Dos, tres, y mi corazón calla.
Aquí, en el piso, así me quieres.
Doblegada.

Te cansas.
Respiras.
Y me sostengo, me pongo de pie y me sostengo.
Me jalas.
Un minuto más.
Ya casi acabas.

Aquí, en mi ombligo, porque soy puta, porque soy fulana.
Aquí, en la costilla, porque te la debo, porque soy nada.
Aquí, en la entrepierna, porque ahí disfruto, porque ahí me gusta.
Arrastrada.

Otro más en la barbilla, porque no soy santa.
Me sostengo, no te miro y te enfadas.
Al final una bofetada.
Te vas.
Me sostengo.

Regresas y me abrazas.
Nunca más, prometes.
Y mi corazón calla.
Tal vez a las doce, tal vez mañana.

Mis ojos vidriosos y llega la calma.
Tal vez al rato, tal vez la próxima semana.
Mi llanto silencioso y tus manos que me callan.


*creo que para algunas personas los términos empleados pueden resultar ofensivos, sin embargo, hago hincapié en el hecho de que son sólo algunos de los adjetivos que acompañan un acto de este tipo, quienes nos golpean buscan siempre denostar nuestra sexualidad y nuestra persona.

Para todas las Violetas del mundo en Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, esperando que algún día la justicia las alcance, nos alcance.


@lyzpc