domingo, 21 de octubre de 2012

Mujeres y Política: ¿Dónde están?



Mujeres y Política
¿Dónde están?


Soledad JARQUÍN EDGAR
Una a una se las llevaron, las desparecieron. Hay carteles con sus rostros, nombres y teléfonos para llamar si algo supiéramos de ellas…ahí permanecen, se deslavan por los meses de lluvias, el sol intenso, el viento ocasional. Luego vuelven sus rostros a los posters que cuelgan de algunas casas, al papel renovado que sus familias colocan sobre los postes, las cabinas de teléfonos, al entrar en las plazas comerciales, en algunas escuelas, afuera de un templo católico…ahí están sus figuras pero ellas siguen ausentes, nadie responde al llamado, nadie las ha visto en días, en meses y algunas hasta en años.

Me dan terror sus ausencias, pero más preocupa que se nos haga costumbre mirar esos rostros de mujeres desaparecidas, me aterra pensar que el dolor de sus familias no nos alarma y me preocupa que se conviertan en números para las autoridades o en archivos que de viejos se olviden…me da mucho pánico que su tragedia nos sea indiferente, que nos olvidemos del dolor de sus familias y su esperanza de volverlas a ver.
Durante 24 horas de cada día, alguien se pregunta por ellas ¿Dónde estás hija? Y frente al infinito parecen convertirse en “nada, nadie”, parafraseando el título de las crónicas que sobre el terremoto de 1985 ocurrido en la ciudad de México recogió la escritora Elena Poniatowska, quien de esta forma habría garantizado que no se olvide nunca la dramática realidad de una ciudad devastada.
Así tendría que ser este “nada, nadie” de las mujeres desaparecidas, debería tener esa dimensión de nunca olvidar, de no permanecer indiferentes frente a la tragedia de las familias que hoy velan el regreso y preservan la esperanza de que las que un día se fueron o se las llevaron por la fuerza y contra su voluntad, vuelvan, aparezcan.
Son muchos días de ausencia los que ya se pueden contar entre las mujeres desaparecidas en los últimos meses o tal vez años en Oaxaca. Me aterra pensar en un solo día sin una de mis seres queridas, en la incertidumbre letal, la angustia amenazante, el terror frente al no saber nada…Pero insisto me aterra aún más la inmovilidad humana frente a este delito que crece y crece y, peor todavía, el saber que muchos hombres siguen frecuentando los bares de toda clase y categoría (si pudieran clasificarse así) o que marcan un teléfono para contratar “servicios sexuales” o que tal vez gustan del cine porno o la compra de sexo por internet.
La satisfacción de unos sobre la tragedia de muchas mujeres sometidas a la trata, a la esclavitud sexual. Hombres que se dicen inocentes o ignorantes porque “no se dan cuenta” de que con sus actos propician que esta conducta inhumana de robar la vida de las personas, niñas o mujeres, están propiciando que cada día se extienda más y más este terrible delito, que nos muestra que hemos retrocedido siglos como humanidad y lo mucho que  hemos perdido las mujeres.
Esta semana, en el portal SIN EMBARGO.MX leí el artículo de Hirania Luzardo de The Huffington Post titulado Las niñas y mujeres mexicanas enfrentan dos monstruos: la violencia, y el crimen organizado (http://www.sinembargo.mx/19-10-2012/402555). Cierto y por eso me resulta temeraria la actitud que como sociedad asumimos cada vez que una joven desaparece en Oaxaca, porque intuimos si es que no lo sabemos a ciencia cierta que estamos frente a un fenómeno del tamaño de ese monstruo que cita Hirania Luzardo y que antes nos había sido revelado por otras periodistas y por muy diversas organizaciones.
En la pagina web de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Oaxaca, aparecen un total de 27 personas desaparecidas, de ellas 13 son mujeres que desaparecieron en Oaxaca, contabilizando el caso de la abogada Paula Moreno Gómez, quien fue secuestrada el 4 de febrero de 2011.
No está aún el caso de Monserrat Jessica Franco Chávez, de 19 años de edad, desaparecida el sábado 13 de octubre, luego de salir de su trabajo en las calles de J.P. García en el centro histórico de la ciudad de Oaxaca.
Las ausentes
Aún está pendiente y sin resolver el caso de Maydelith Sulem Carmona Favián, quien también habría sido vista por última vez un 25 de noviembre de 2011 en el centro comercial Plaza Bella.
Y también sin resolver el de Rosario Cecilia Velasco Caballero, de 23 años, quien desapareció el 8 de julio de 2012, desapareció en la calle Ruiz Cortines número 100, colonia Guadalupe Victoria, Santa Rosa Panzacola.
Y sin resolver el de María del Pilar García Pina, quien desapareció  el día lunes 28 de mayo de 2012, en la calle de Álvaro Obregón número 17, colonia Francisco I. Madero, Santa Cruz Xoxocotlán, Oaxaca. Sobre este caso hay otros datos previos publicados en medios de comunicación y es que María del Pilar habría sido secuestrada el 24 de marzo de 2008 en San Pedro Pochutla.
En la misma circunstancia la desaparición de Martha Ivonne Juárez, de16 años, de quien nada se sabe desde el sábado 14 de abril del 2012 a las 15:00, la última vez que se le vio estaba cerca del hospital “Aurelio Valdivieso”, en esta ciudad de Oaxaca de Juárez.
En 2011 además de Maydelith Sulem también desaparecieron Lilia del Carmen Martínez Balanzar, de 13 años, los hechos ocurrieron el 31 de diciembre de 2011, en la población de Chahuites, Oaxaca.
En ese año, se registró la desaparición de Isis Itandehui Canché Barajas y de María de Jesús Pulido Bajaras, de 25 y 26 años de edad, respectivamente. Nada se sabe de ambas desde el 18 de enero de 2011. La última vez que fueron vistas estaban en la calle  DIF esquina Prolongación Veracruz, colonia del Castillo, Tuxtepec, Oaxaca.
Magali Pérez Aquino, de 21 años, desapareció el 15 de agosto de 2011, la última vez que se supo de ellas estaba en Esquipulas, Xoxo.
En 2010, desapareció Jaquelina Jiménez Jiménez, de 42 años de edad, de ella nada se sabe desde el 22 de enero de ese año y fue vista la última vez en San Juan Bautista, Cuicatlán.
Hay otros casos reportados en 2006, se trata de Minerva Vera Alvarado de 62 años, quien desapareció el 29 de abril en Matías Romero y de Mayra Nayeli Santiago Martínez de 21 años, nada se sabe desde el 31 de marzo de ese año, la última vez que se le vio estaba en la colonia Buenos Aires, de San Antonio de la Cal, a menos de 15 minutos del centro de la capital oaxaqueña.
Y algo más lejos, en una comunidad del distrito de Juxtlahuaca fueron secuestradas las hermanas Daniela y Virginia Ortiz Ramírez, su caso tampoco ha sido resuelto. Ellas tenían 14 y 20 años respectivamente. De ellas nada se sabe desde el 5 de julio de 2007. Por cierto, ellas no están en la página de la Procuraduría General de Justicia de Oaxaca.
Estos son sólo algunos de los casos. Podría ser una muestra apenas. Solo cuatro de estas 15 mujeres tienen más de 40 años. Otras cuatro tienen 13, 14, 16 y 19 años, y siete de ellas tienen entre 20 y 26 años de edad.
También habría que decir que la capital oaxaqueña y la zona conurbada son hoy por hoy, los sitios más inseguros para las mujeres: de esta muestra, cinco mujeres desaparecieron en la capital oaxaqueña; una en Xoxocotlán y otra en San Antonio de la Cal; dos más en la región del Istmo, Chahuites y Matías Romero; una en Pochutla y una en Pochutla, dos en Juxtlahuaca.
¿Qué hacemos? Yo me hago esa pregunta. La exigencia de que las encuentren debe ser permanente ante las autoridades; pero además no debemos cerrar los ojos ante un problema que se repite con cierta frecuencia y en ciertos lugares. No cerremos los ojos ante este grave problema que la verdad me sigue helando el alma, como el feminicidio que sigue creciendo en Oaxaca. Si de contar se trata llegamos a 159 esta semana y los diputados siguen aplastando la esperanza de miles de oaxaqueñas de vivir en una sociedad sin violencia, el mismo colchoncito que adormece al Procurador de Justicia, Jesús López y al titular de Seguridad Púbica, Marco Tulio López, un dúo para puras vergüenzas en el año “de la no violencia contra las mujeres” de Gabino Cué.
www.caracolasfem.blogspot.com

A Reserva: Combate a la pobreza ¿y el gobierno del cambio qué?


A Reserva
Combate a la pobreza ¿y el gobierno del cambio qué?

Bárbara GARCÍA CHÁVEZ
El Comité Técnico para la Medición de la Pobreza de la Secretaría de Desarrollo Social, creado en 2002, en su documento introductorio precisa que la pobreza es una realidad inaceptable para cualquier sociedad. La pobreza vulnera las bases constitutivas de la vida humana y representa la pérdida del potencial de existir y actuar de las personas.
En tanto que la pobreza está asociada a la carencia de recursos que coarta las libertades más elementales de las personas, es sin duda un problema de considerable gravedad. Por ello, y aun teniendo en cuenta la variedad de cálculos posibles sobre su magnitud, requiere ser considerada como un asunto de atención prioritaria en cualquier sociedad.
Este Comité propone identificar los hogares como unidad de análisis de acuerdo con tres niveles de pobreza, referidos a las carencias que tienen según los ingresos que reciben y que relacionan de facto la pobreza y  la inacción gubernamental de los gobiernos para garantizar minimamente el derecho alimentario.
Nivel 1 de pobreza. Se relaciona con la imposibilidad de obtener una canasta alimentaria. Se estimó un costo mensual por persona de 652.57 pesos para las zonas urbanas y de 485.71 pesos para las rurales. Es importante registrar que es un costo por persona no por familia.
Nivel 2 de pobreza. Se refiere a no poder obtener la canasta básica y además los gastos necesarios para cubrir las necesidades de servicios de salud, vestido, vivienda, transporte y educación.
Nivel 3 de pobreza. Se asocia con no poder obtener el valor de la canasta alimentaria, los gastos de salud, vestido, vivienda, transporte y educación más una estimación de otros gastos considerados como necesarios en general.
Esta fría categorización, nos abre un panorama que generaliza la pobreza en grandes sectores de México y prende focos rojos en estados como Oaxaca y de manera atroz, la confirmación de la ausencia de políticas públicas eficientes para atacar esta vergonzosa situación.
Resalta el hecho de que, en todos los niveles, la incidencia de la pobreza es notablemente mayor en las zonas rurales que en las urbanas. Bastaría entonces echar un ojo a las regiones y comunidades indígenas de Oaxaca para confirmar que la indignante pobreza nivel 3 tiene rostro mixteco, huave, chatino, mixe, mazateco, chontal, triqui, amuzgo, zapoteco y otros tantos que nos parece inimaginable por casi imposible entender cómo viven seres humanos en tan terribles condiciones y aun más indignante que el gobierno los omita de sus responsabilidades.  
Hace dos años, precisamente en el marco del Día Mundial de la Alimentación, uno de los 22 líderes del Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria (PESA) que opera en Oaxaca, Gonzalo Villalobos López, afirmó que en la entidad, 4 de cada 10 oaxaqueños "viven en condiciones de pobreza alimentaria", lo que debería ser un foco rojo para el nuevo gobierno que entonces entraría en funciones, sí, el gobierno de la paz y el progreso; sí, el gobierno del cambio.
Villalobos mencionó que de acuerdo a los datos que proporciona el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), sobre las condiciones de pobreza alimentaria en Oaxaca, en las zonas rurales "viven los pobres de los más pobres", por lo que "urge que quienes vayan a integraran el nuevo gabinete del gobernador electo, Gabino Cué Monteagudo, hagan un análisis para la conformación de políticas públicas acerca de esta problemática que viven los oaxaqueños”. Así mismo Villalobos López consideró instó al nuevo gobierno a tomar en cuenta que la población es eminentemente rural, "encontramos que el 63 por ciento de la población de Oaxaca, de acuerdo al CONEVAL, vive una cierta pobreza; el 38 por ciento, es decir, 4 de cada diez, viven en pobreza alimentaria, lo que significa que no les alcanza ni para comprar sus alimentos".
Por supuesto entonces, solo se habló de pobreza alimentaria –nivel 1- per se grave, pero remitiéndonos a la categorización que se ha mencionado, en Oaxaca persisten sin duda mayores grados de pobreza que detienen el desarrollo democrático que alguna vez se esperó del gobierno del cambio, millones de pobres sin oportunidades reales que garanticen no más subsidios temporales y condicionados con políticas asistencialistas sino eficientes políticas públicas que resulten en verdaderos mecanismos de inserción al trabajo permanente con resultados óptimos de recuperación a largo plazo, que en las zonas rurales, seguramente solo se logrará con programas que permitan la reproducción al propio sistema agrícola, para que en principio las mismas comunidades produzcan sus alimentos.
Bajo la premisa instaurada en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, que fue la primera en reconocer el derecho a la alimentación como un derecho humano, la semana que concluyó se conmemoraron conectivamente dos fechas internacionales Día Mundial de la Alimentación, que considera que la alimentación es un requisito para la supervivencia y el bienestar de la humanidad y una necesidad humana fundamental, y el Día internacional de combate a la pobreza, la finalidad de ambas se concretizan en  la Declaración del Milenio, firmado por los líderes mundiales en septiembre de 2000 que basan su compromiso  fundamentalmente en la lucha contra la pobreza, el hambre, las enfermedades, el analfabetismo, la degradación ambiental y la discriminación contra las mujeres.
El estado de Oaxaca, por cierto de todas y todos sabido que es uno de los estados más pobres del país con municipios como, Coicoyán de las Flores, con un rezago de desarrollo humano lo coloca como el más pobre de todo el país; San Martín Peras, también ubicado en la región Mixteca; Santa Lucía Miahuatlán en la Sierra Sur, San Juan Petlapa Región del Papaloapan, solo por mencionar algunos; al tenor de estas conmemoraciones, el gobierno del cambio da una muestra de la ineficacia de sus acciones públicas y desinterés en su mayor y perseverante problema: la pobreza.
Considerando que para la celebración del día mundial de la alimentación en este 2012, el lema es "las cooperativas agrícolas alimentan al mundo", el Gobernador de Oaxaca tuvo a bien nombrar como su representante al más cuestionado de sus ineptos funcionarios, al pejista Salomón Jara Cruz, Secretario de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura que muy cerca de la capital oaxaqueña, para no incomodarse anunció  el programa Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria ¿perdón? ¿Será programa o todavía proyecto?
Por esa ambigüedad no se han alcanzado a concretar ninguno de sus proyectos en programas y como consecuencia no ejerce los millonarios recursos que se le otorgan y los tiene que regresar. Entre otras barbaridades Jara Cruz señaló que para este segundo año del gobierno aliancista, el programa PESA operara en Oaxaca con una inversión de 412 millones de pesos. Tal vez no se ha dado cuenta que el segundo año de gobierno está a 38 días de terminar. ¿Y de las cooperativas agrícolas? Nada.
Así mismo el flamante secretario Jara, en una interpretación sui generis del propósito del programa PESA, le informó a la audiencia con inusitada sapiencia, que deben ser las  comunidades de alta y muy alta marginación, los principales actores en la apropiación de la problemática, la identificación de oportunidades y la búsqueda de soluciones para lograr la seguridad alimentaria y el incremento en el ingreso familiar. ¿Y entonces que hace ahí? ¿Cuál es el papel del gobierno? Su sandez no tiene límites.
Por ultimo, muy orondo informó que “El gobernador Gabino Cué Monteagudo, ha definido como estrategia para el campo Oaxaqueño una política de visión, con la finalidad de establecer las bases del desarrollo, de un cambio de modelos, que permita ver más allá de lo inmediato y asumir con responsabilidad los compromisos con los que menos tienen”. En concreto ¿Qué quiso decir? Retórica priista sin contenido muy parecida por cierto a la de su padre putativo Diódoro Carrasco Altamirano.
En la celebración del Día Mundial de la Alimentación, también el Secretario de Salud, Germán Tenorio Vasconcelos, hizo su aparición, dijo que este día se trataba de dar garantías en la salud de las personas ante las condiciones que se están presentando en la ciudad y en el país. ¿Qué ciudad y cuáles condiciones? Luego sin más se le ocurrió que acudirá a la ONU a proponer algo brillante: que ahora se le denomine a la conmemoración “Día mundial de la buena alimentación”, porque las deficiencias alimentarias provocan serios problemas. Que tal… nuestro rutilante y bien ponderado Secretario de Salud, toda una lumbrera.
Y como acción fundamental para combatir la pobreza alimentaria y la desnutrición, por ahí anduvo como acostumbra la señora Mané Sánchez Cámara,  presidenta del DIF Estatal, organizó la Primera Exposición y Concurso de Platillos Típicos, senda fiesta tipo kermes en  Santiago Yaitepec, Juquila, donde con todo y luces y cámaras promovió su programa estrella: las Cocinas Comunitarias, con las que dice se busca erradicar la desnutrición de niñas, niños y mujeres en embarazo o lactancia, mediante una correcta alimentación que permita su pleno desarrollo.
La esposa del gobernador Gabino Cué aseguró que los resultados del programa alimentario han sido los esperados, gracias al compromiso de la población, autoridades locales y el trabajo voluntario de las mujeres que día a día atienden a las y los menores. Lo que no aclaró fue qué es  lo esperado por quién. ¿Será qué están de plano erradicando la desnutrición en Oaxaca? ¿Serán las cocinas de Mané que garanticen la seguridad alimentaria de las y los oaxaqueños?
En la Cámara de diputados local el Día internacional de combate a la pobreza propusieron elevar a categoría de política pública estatal el combate a la pobreza y reconocer a la economía solidaria como eje rector de la entidad. De esto habrá que esperar a ver si el año que entra tenemos noticias.
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