* Tema emergente: la participación política
Soledad Jarquín Edgar
SemMéxico, Oaxaca, 4 septiembre
2017.- La apropiación de las demandas sociales, culturales y políticas como
derechos es, para mujeres líderes indígenas, el avance más importante que se ha
registrado en los últimos 20 años.
En el contexto del Día Internacional de las Mujeres Indígenas, que se conmemora
este 5 de septiembre, las mexicanas Martha Sánchez Néstor, Sofía Robles
Hernández y Flora Gutiérrez Gutiérrez, analizan la condición social de las
mujeres indígenas para SemMéxico y ponen sobre la mesa que en ese lapso también
han surgido nuevos temas como la participación política.
Martha Sánchez Néstor, originaria de Xochixtlahuaca, Guerrero, y ex Secretaria
de Asuntos Indígenas en esa entidad, dice que persisten los pendientes: A las
indígenas no se les hace justicia social, presupuestal ni política.
Refiere que el avance más importante ha sido la formación de nuevos liderazgos
de mujeres que formadas y articuladas buscan hacer valer los derechos de las
mujeres indígenas para exigir al Estado Mexicano el cumplimiento de la agenda a
sus derechos sociales y se cumplan los compromisos internacionales que México
ha firmado.
Lo que se ha logrado hasta hoy, ha sido gracias a la sistemática demanda de las
organizaciones de mujeres, el trabajo institucional con universidades como la
UAM Xochimilco o la UNAM y la articulación con los grupos feministas.
Coincide con las otras dos entrevistadas, en la actualidad para las mujeres
organizadas y que pertenecen a un grupo étnico hay un tema emergente, la
participación política de las mujeres, un asunto que no se contemplaba hace 20
años, porque se pensaba que no correspondía a las mujeres indígenas, pero hoy
se plantea desde la necesidad de una participación electoral formal.
Responde la pregunta sobre la participación de la posible candidata María de
Jesús Patricio, quien como ella y como Sofía Robles fundaron la Coordinadora
Nacional de Mujeres Indígenas (CONAMI), y afirma que es simbólicamente
importante, sin embargo, advierte que pese a ser un país pluricultural, sigue
imperando en México el racismo profundo que les niega sus derechos.
La presencia de María de Jesús Patricio, candidata independiente electa por el
Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional
(EZLN), contribuirá a cambiar el imaginario colectivo en ese sentido,
simbólicamente es importante el mensaje que están enviando al país, pero lo que
realmente nos preocupa es conocer el planteamiento y la agenda política que va
a enarbolar, nos preocupa que no tenga la autonomía suficiente.
Por otra parte, expone, entre otros ejemplos, la falta de una iniciativa
institucional que garantice la comercialización efectiva de apoyar de manera
circular la economía de las mujeres, que se quedan solo en microcréditos, es
decir, la problemática es la misma desde hace 20 años, dice en referencia a los
dos decenios que han transcurrido desde la formación de la Coordinadora
Nacional de Mujeres Indígenas (CONAMI), que nació en Oaxaca en agosto de 1997.
Avances en la construcción de espacios
Para la ex presidenta municipal de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, Sofía
Robles Hernández, hoy son más los espacios de mujeres que trabajan por los
derechos humanos de las mujeres indígenas y han caminado para formar sus
propias instancias, primero dentro de las organizaciones mixtas, luego creando
espacios y forjando asociaciones civiles propias, y hoy vemos que están dentro
de las tareas de gobierno y, además, con mujeres profesionistas y con
propuestas más construidas.
Dice que la participación política de las mujeres en aquellas comunidades que
se rigen por sistemas normativos internos no ha sido fácil.
La Ley de Paridad
obliga a incluir mujeres en los municipios, no así en las agencias. Su
inclusión ha requerido de mucho trabajo, muchas veces se cumple y no pasa nada,
pero hay incidencia cuando esas mujeres están conscientes de sus derechos.
Robles Hernández, quien es responsable del departamento Género y Mujer de los
Servicios del Pueblo Mixe, explica que insertarse en la vida comunitaria para
las mujeres en los sistemas normativos internos es muy difícil, porque se trata
de un servicio, no de un trabajo, por tanto, no reciben sueldo alguno y por lo
general son las mujeres “solas” es decir, las que no tienen pareja, las que
desempeñan esta labor, como las solteras o las viudas.
Entre los pendientes refiere que aún es deplorable el servicio médico que se
presta en las comunidades indígenas y en lo referente a la justicia, todavía
hay mucho que hacer en las comunidades, donde la violencia familiar no se
atiende.
Protocolos sin perspectiva comunitaria
Para la fundadora de la Red Nacional de Abogadas Indígenas, Flora Gutiérrez
Gutiérrez, hay avances sustanciales, pero asegura que es necesario analizar las
políticas públicas y logros de las mujeres desde una perspectiva comunitaria.
Así explica que recientemente analizaron el Protocolo para Atender la Violencia
Política por Razones de Género, el cual carece de una pertinencia cultural,
pues solo habla de los sistemas de partidos políticos y no considera los
supuestos de este tipo de violencia que pudieran ocurrir en los sistemas
normativos internos.
Entre esos supuestos señala, primero, cuando no las dejan participar en la
asamblea comunitaria; segundo, cuando ya participan, pero hay candados por el sistema
de cargos, como el hecho de cumplir con cuatro cargos antes de poder ser
electas presidentas municipales, lo que no siempre se exige del todo a los
hombres, para ellos es suficiente que cumplan con dos o tres. Y, tercero,
cuando a las síndicas o regidoras no las llaman a sesiones de cabildo, es
decir, son electas, son nombradas en las constancias, pero no en los hechos.
La justicia, el gran pendiente
Por otro lado, apunta que un reciente estudio elaborado por la Red Nacional de
Abogadas Indígenas, Capítulo Oaxaca, reveló la falta de acceso a la justicia,
sobre todo en aquellas violaciones a derechos humanos como la violencia de
género.
Ellas acuden a la autoridad comunitaria, donde los estereotipos y la costumbre,
imponen ciertos criterios para la autoridad, como el hecho de pensar que la
violencia familiar “son chismes” o “asuntos de pareja”, de ahí que más del 70
por ciento de las mujeres que acuden a su autoridad no encuentran justicia y,
por falta de dinero o conocimiento, o porque los Ministerios Públicos están
fuera de su población, no acuden a otras instancias de justicia.
Ellas mismas, las mujeres de las ocho comunidades donde se realizó el estudio,
calificaron en más del 80 por ciento como regular atención que recibieron; “nos
preocupa cómo la cultura y los estereotipos influyen en la falta de acceso a la
justicia para estas mujeres”, cuando se trata principalmente de problemas de
violencia familiar, pensión alimenticia y abandono.
Mujeralia
Población
De acuerdo a la Encuesta Intercensal 2015, en México 6 millones 146 mil 479
personas que hablan alguna lengua indígena son mujeres, 200 mil más que los
hombres. En términos de relación hombre-mujer, hay 95 hombres por cada cien
mujeres. (INEGI)
Oaxaca (906,202) Chiapas (873,154 ) y Veracruz (561,295) son los estados donde
hay más mujeres indígenas. (Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
Indígenas de México CDI)
Cerca de 900 mil indígenas viven en una entidad federativa distinta a la de su
nacimiento, y 2.6% de la población hablante de lengua indígena vive en una
entidad distinta a la que vivían en marzo de 2010; de este total 54% son
hombres y 46% mujeres. (INEGI)
Situación conyugal
La situación conyugal predominante de la población indígena de 12 y más años es
la de casada o en unión libre, ya que 55.6% de las mujeres y 57.8% de los
hombres se encuentran en ese estado, seguida por la soltería, con proporciones
de 31.4% y 37.4%, para cada sexo, respectivamente. (CDI)
En la población indígena las uniones suelen llevarse a cabo en edades más
tempranas. En el grupo de edad de 15 a 19 años, el 19.3 % de las mujeres y 7.2%
por ciento de los hombres ya han dejado de ser soltera o soltero. (CDI)
La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID 2014) indica que la
edad promedio a la primera unión de las mujeres hablantes de lengua indígena
en edad fértil es a los 18.7 años, casi dos años menos respecto a las
mujeres que no hablan lengua indígena (20.3 años). (INEGI)
Salud
Quince de cada cien personas hablantes de lengua indígena no están afiliadas a
servicios de salud; los más desprotegidos en términos de no afiliación son
los varones: 57.7% no cuentan con ella, contra 45.3% en las mujeres. (INEGI)
Fecundidad
Según la ENADID 2014, las mujeres que hablan alguna lengua indígena tienen en
promedio un hijo nacido vivo más (2.5) que las mujeres no hablantes de lengua
indígena (1.6). (INEGI)
De acuerdo a la ENADID 2014, 52.6% del total de mujeres hablantes de lengua
indígena de 15 a 49 años no utilizaron algún método en su primera relación
sexual por desconocimiento, y 22.5% no lo hizo porque deseaba embarazarse.
(INEGI)
Trabajo
Es de destacar la mayor participación de mujeres indígenas que trabajan por
su cuenta (32.2%), en comparación con las mujeres no hablantes de lengua
indígena (19.0%). (CDI)
Educación
Las mujeres hablantes de lengua indígena son las que presentan un mayor rezago
educativo, ya que casi una de cada cuatro se encuentra sin escolaridad alguna y
una de cada cinco cuenta con secundaria completa. (CONAPO)
SEM/sje/gr/lr
En el contexto del Día Internacional de las Mujeres Indígenas, que se conmemora este 5 de septiembre, las mexicanas Martha Sánchez Néstor, Sofía Robles Hernández y Flora Gutiérrez Gutiérrez, analizan la condición social de las mujeres indígenas para SemMéxico y ponen sobre la mesa que en ese lapso también han surgido nuevos temas como la participación política.
Refiere que el avance más importante ha sido la formación de nuevos liderazgos de mujeres que formadas y articuladas buscan hacer valer los derechos de las mujeres indígenas para exigir al Estado Mexicano el cumplimiento de la agenda a sus derechos sociales y se cumplan los compromisos internacionales que México ha firmado.
Lo que se ha logrado hasta hoy, ha sido gracias a la sistemática demanda de las organizaciones de mujeres, el trabajo institucional con universidades como la UAM Xochimilco o la UNAM y la articulación con los grupos feministas.
Coincide con las otras dos entrevistadas, en la actualidad para las mujeres organizadas y que pertenecen a un grupo étnico hay un tema emergente, la participación política de las mujeres, un asunto que no se contemplaba hace 20 años, porque se pensaba que no correspondía a las mujeres indígenas, pero hoy se plantea desde la necesidad de una participación electoral formal.
Responde la pregunta sobre la participación de la posible candidata María de Jesús Patricio, quien como ella y como Sofía Robles fundaron la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas (CONAMI), y afirma que es simbólicamente importante, sin embargo, advierte que pese a ser un país pluricultural, sigue imperando en México el racismo profundo que les niega sus derechos.
La presencia de María de Jesús Patricio, candidata independiente electa por el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), contribuirá a cambiar el imaginario colectivo en ese sentido, simbólicamente es importante el mensaje que están enviando al país, pero lo que realmente nos preocupa es conocer el planteamiento y la agenda política que va a enarbolar, nos preocupa que no tenga la autonomía suficiente.
Por otra parte, expone, entre otros ejemplos, la falta de una iniciativa institucional que garantice la comercialización efectiva de apoyar de manera circular la economía de las mujeres, que se quedan solo en microcréditos, es decir, la problemática es la misma desde hace 20 años, dice en referencia a los dos decenios que han transcurrido desde la formación de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas (CONAMI), que nació en Oaxaca en agosto de 1997.
Avances en la construcción de espacios
Para la ex presidenta municipal de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, Sofía Robles Hernández, hoy son más los espacios de mujeres que trabajan por los derechos humanos de las mujeres indígenas y han caminado para formar sus propias instancias, primero dentro de las organizaciones mixtas, luego creando espacios y forjando asociaciones civiles propias, y hoy vemos que están dentro de las tareas de gobierno y, además, con mujeres profesionistas y con propuestas más construidas.
Dice que la participación política de las mujeres en aquellas comunidades que se rigen por sistemas normativos internos no ha sido fácil.
La Ley de Paridad obliga a incluir mujeres en los municipios, no así en las agencias. Su inclusión ha requerido de mucho trabajo, muchas veces se cumple y no pasa nada, pero hay incidencia cuando esas mujeres están conscientes de sus derechos.
Robles Hernández, quien es responsable del departamento Género y Mujer de los Servicios del Pueblo Mixe, explica que insertarse en la vida comunitaria para las mujeres en los sistemas normativos internos es muy difícil, porque se trata de un servicio, no de un trabajo, por tanto, no reciben sueldo alguno y por lo general son las mujeres “solas” es decir, las que no tienen pareja, las que desempeñan esta labor, como las solteras o las viudas.
Entre los pendientes refiere que aún es deplorable el servicio médico que se presta en las comunidades indígenas y en lo referente a la justicia, todavía hay mucho que hacer en las comunidades, donde la violencia familiar no se atiende.
Protocolos sin perspectiva comunitaria
Para la fundadora de la Red Nacional de Abogadas Indígenas, Flora Gutiérrez Gutiérrez, hay avances sustanciales, pero asegura que es necesario analizar las políticas públicas y logros de las mujeres desde una perspectiva comunitaria.