jueves, 4 de septiembre de 2014

La mujer y la serpiente, fobia del patriarcado


La mujer y la serpiente, fobia del patriarcado

Noemí DOMÍNGUEZ GASPAR*

A Estela, quien cumple este mes más de dos décadas de ser mi madre.
Empezaremos hablando de lo que podría parecer todo y nada a la vez, pero poco a poco iremos tejiendo los hilos que unirán algunos fragmentos de historias de mujeres que han sido temidas históricamente, particularmente por estar relacionadas con la serpiente ¿La serpiente?
El temor a la serpiente ha sido una construcción histórico-cultural sustentada en diversos mitos de muchas religiones, por que a decir verdad, las serpientes son muy benéficas para el control de plagas en el medio ambiente, salvo cuando se sienten amenazadas por especies particularmente mamíferos que no son parte de su dieta, humanos, por ejemplo, que hemos invadido diversos espacios de su hábitat natural no sólo de esta especie, sino de muchas otras a las que hemos exterminado o domesticado.
En el Egipto antiguo , existió Uadyet  quien en su jeroglífico Uzait  simbolizaba la fuerza del crecimiento, la fertilidad del suelo y de las aguas. Era la diosa protectora del bajo Egipto (por su cercanía al Río Nilo) y del Faraón en la mitología egipcia. Se representaba con la cobra una serpiente.
En Sumeria y Babilonia, se práctico un culto importante a Ishtar o Innana,  (siendo dos diosas distintas, que representan lo mismo) y posteriormente diosa Reina del Cielo, Señora de la Tierra, del amor y la guerra, de la vida, de la fertilidad y la sexualidad, quien después por “extrañas” circunstancias fue siendo desplazada por dioses masculinos, primero como esposa, después como hija y al final como diosa menor de las prostitutas en ese momento histórico y región del mundo, sus representaciones eran siempre caracterizadas por una mujer de senos grandes, símbolo de que múltiples maternidades, caderas anchas, y una serpiente en cada mano.
Demos un salto geográfico al actual territorio de nuestro país, México, en donde la religión del altiplano, tuvo como deidad suprema a Coatlicue “la de la falda de serpientes” quién también tenía la advocación de Tonantzin, fue la diosa de la fertilidad, patrona de la vida y de la muerte, guía del renacimiento, madre de los dioses de las estrellas meridionales(Centzon-Huitznáhuac) y de Coyolxauhqui regente de estos quién por cierto fue humillada, asesinada y desmembrada por su iracundo y violento hermano  Huitzilopochtli, quien marco la era militar del está civilización , la Mexica. Donde por cierto su mito fundacional menciona a una serpiente que es devorada por un Águila,  ave depredadora que no habitaba en esa región ¿Qué implicaciones tendría representar los cambios de poder en el icono de una serpiente-mujer?
La tradición Judeo-cristiana nos cuenta que, es una serpiente, quien encarna el mal, el demonio, es la aliada de la mujer, Eva, quien por su desobediencia, provoca la ira y expulsión del paraíso de Yehovah deidad suprema masculina de esta tradición, donde, por su puesto, esta historia legitimo la subordinación de las mujeres heredada como lo era antes la esclavitud, por la vía materna, en castigo a su desobediencia que condeno a los hijos de Adán, tan bueno e inocente que él era.
Llegamos a una de mis partes favoritas, la mitología griega, nos relata que existían tres mujeres libres, autónomas, muy sabias,Euríale, Esteno  y Medusa, las Gorgonas, deidades protectoras poderosas, cuyo alcance era tan grande que cualquiera que intentase mirarla quedaba petrificado, por lo que su imagen se ubicaba en todo tipo de lugares, desde templos, calles, o diversos espacios para propiciar su protección.  Medusa, la que ha sobrevivido hasta nuestros tiempos, fue violentada por una deidad masculina, Poseidón , quien excitado por el color dorado de sus cabellos, la violó en el templo de la diosa Atenea (quien a pesar de ser una deidad femenina no se reconocía en las mujeres y era defensora patriarcal del orden establecido por su padre, Zeus, de cuya cabeza broto, es decir la inteligencia aunque con forma de mujer, se debía al padre, a lo masculino), enfurecida por la profanación en su recinto, castigo a la violada y no al violador, transformando la cabellera de medusa en serpientes para que nadie más la volviese a mirar ¿Se les hace conocida esta historia?
Este breve recorrido histórico, muy superficial sobre diversas historias de mujeres y serpientes tiene un objetivo, traer a la reflexión y debate un tema profundamente doloroso y delicado que hemos vivido muchas mujeres, la violencia sexual. Durante el mes de agosto en Oaxaca ha suscitado la primera experiencia de un “escrache” denunciando a César Chávez, presunto violador, perteneciente a diversos colectivos de arte de la “izquierda revolucionaria” en Oaxaca. Dicho escrache estuvo acompañado de una denuncia publica exigiendo justicia ante un acto que sigue impune hasta la fecha.
Como respuesta, diversos agentes del patriarcado (hombre y mujeres) salieron a la defensa del César, de quien se sabe, no es la primera ocasión que hostiga sexualmente a una mujer, atacando severamente la denuncia pública de un acto violento, dentro de dichas respuestas en defensa de dicho personaje hubo una imagen que llamo particularmente la serpiente, sobre la calle de Tinoco y Palacios observe una hoja tamaño carta con una cabeza de Medusa con la siguiente leyenda  “Alto a la difamación”.
Resultó curiosos por que tuve la percepción de que era un colectivo de hombres quienes se sentían aludidos,temerosos, por supuesto, iracundos, cuando la denuncia fue específicamente sobre un sujeto, protegido si, por un colectivo, no me sorprendieron sus reacciones, son dignas de un buen ensayo psicoanalista. El caso esta en las instituciones a cargo de impartir justicia, esperemos hagan honor a su nombre, no soy partidaria del sistema carcelario, la educación y prevención de estas situaciones podrían ser una mejor opción, tal vez yo no esté viva cuando eso pase, por ahora, no deberíamos mantenernos indiferentes ante las violaciones a nuestros cuerpos y derechos.
Han habido otras experiencias exitosas de denuncias por hechos violentos hacia mujeres; está el caso de Yakiri una mujer joven quien en DF se defendió ante un acto violento suscitado en un hotel y quien por haberse defendido  de su violador que la agredía cuchillo en mano; y por haberlo hecho, ya herida, con tanta decisión y energía que el agresor recibió en el cuello una herida cortante de su propia arma y murió desangrado fue encarcelada, acusada por el hermano del violador, quien además había  participado en la agresión y huyó después.
Otro caso, el acosador sexual José Enrique González Ruíz, quien fue ex Rector de la UACM, defensor de derechos humanos quien intimido a sus víctimas para que no lo denunciaran y en las posteriores denuncias negó todos los hechos y para comprobar que no los cometió tendría que haber demostrado “que el dicho de las víctimas no se sostiene”, pero en lugar de eso emprendió una campaña de difamación y calumnia contra las dos mujeres que lo denunciaron.
Otro hombre violento y acosador sexual Arturo Noyola Robles, profesor de la carrera de lengua y literatura hispánicas de la Facultad de Filosofía y Letras (FFL) de la UNAM, quien fue denunciado por estudiantes, quienes además a través de colectivos feministas han exhortado a quienes hallan sido víctimas de hostigamiento sexual o académico por éste o algún otro profesor a denunciarlos ante las instancias universitarias correspondientes; esta el escrache hecho por mujeres en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM contra Juan Carlos Sosa Ramírez acosador sexual, adscrito a esta misma institución; y la más reciente caso en la ENAH, en donde se esta comenzado a organizar la denuncia colectiva contra un sujeto que hasta ahora es reconocido como Marcos (alias el Chomps), quien ha acosado a múltiples compañeras en esa institución.
No es mi afán repetir lo que han comentado loablemente mucha mujeres y hombres conscientes de que necesitamos un cambio en las configuraciones sociales de poder que hasta ahora nos han maltratado en diversos aspecto, quiero decir que, sigamos en la construcción de un mundo diferentes, es un largo y sinuoso camino, pero sin duda, no vamos solas.
* Antropóloga feminista, egresada de la licenciatura en Etnología de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, colaboró como ayudante de investigación en el programa de Investigación Feminista CEIICH- UNAM.


Referencias:
*Los hombres ante la misoginia: miradas críticas. 
Coordinadores: Daniel Cazés Menache y Fernando Huerta Rojas.
CEIICH- UNAM
Caso Oaxaca
Caso ENAH
Caso UACM
Caso UNAM
http://www.jornada.unam.mx/2011/08/18/sociedad/044n3soc