Lucrecia MALDONADO
SemMéxico, julio.- Hace seis
décadas, 3 millones 898 mil 81 mujeres fueron las primeras en cruzar una boleta
electoral y depositarla en una urna para renovar el Congreso federal.
“Las nuevas votantes irrumpieron como protagonistas de un acto cívico hasta entonces exclusivo de los hombres”, relató el 4 de julio de 1955 el periódico El Universal en su portada.
“El espectáculo fue
inusitado, las mujeres llevan en brazos a sus hijos, otras iban del brazo del
marido”, contó el diario sobre el primer día, el 3 de julio en que las mujeres
ejercieron en 1955 su derecho a votar.
Los periódicos dan cuenta de
la diversidad de mujeres que acudieron a las urnas.
“La misma dama de alcurnia,
que la humilde criada analfabeta (sic) fueron a emitir sus votos”, contó el
Excélsior.
“Mezcladas entre el pueblo
votaron las aristócratas, las ricas y las pobres, las cultas y las ignorantes,
las madres de familia y las chicas que trabajaban, religiosas con hábito y
aquellas que contaron y confesaron haber cumplido los 21 años de edad”,
describió.
“Mujeres de todas las clases
sociales acudieron a depositar su voto en las urnas electorales; las filas
fueron enormes, sobrepasaban a los hombres. Desde la señora de alcurnia hasta
la humilde doméstica cumplieron con su deber cívico”, relató el Universal.
El mismo diario cuenta
diversas anécdotas sobre el primer día que las mujeres fueron a las urnas a
votar.
“En el multifamiliar
Presidente Juárez en las casillas 74 al 79 era una gran fiesta por la mayoría
de votos femeninos; la proporción era de 2 a 1 en favor de las mujeres
sufragantes”.
“En la casilla ubicada por
Chapultepec y Bucareli se presentó un grupo de 12 mujeres vestidas con túnicas
negras a quienes los representantes de PRI y el PP (Partido Popular) objetaron
porque se dijo que pertenecían a una secta religiosa.
“Las interesadas presentaron
sus credenciales de empadronamiento, pero antes de permitírseles votas hubo una
consulta telefónica y se ordenó que fueran aceptados sus votos”.
El Universal incluso realizó
una encuesta a propósito de la participación de las mujeres en los comicios y
recoge algunas opiniones favorables al voto de la mujer, entre ellas las de
personajes públicos como la de la profesora y periodista Julia Nava
fundadora del Centro Femenina Mexicano, de la Unión Internacional de Madres y
del Ateneo Mexicano de Mujeres.
“Las mujeres han convertido
las contiendas políticas en verdaderas fiestas cívicas”, expresó Nava de
Ruisánchez.
“El movimiento feminista
iniciado en 1922 ha alcanzado el máximo de sus galardones y ha demostrado y ha
puesto la nota de serenidad, ecuanimidad, conciencia y certera visión de los
grandes problemas nacionales”, dijo la activista en 1955 a El Universal.
“Es trascendental porque la
mujer ha participado en política y ha sido concebida como ciudadana”, respondió
la escritora Blanca Lydia Trejo.
“Estoy conforme en que le
den el voto a la mujer. Y si quieren darle algo más, todo se lo merece”, dijo
la bióloga Julia Lozada.
“El voto de la mujer no
representa ningún peligro para el progreso de la Revolución. Lo lamentable es
que hasta ahora se le haya otorgado”, expresó el General Matías Ramos,
Secretario de la Defensa Nacional.
Los titulares
Las elecciones de 1955 se
llevaron los titulares de la mayoría de los diarios.
El periódico Novedades
tituló la nota de 8 columnas: “Elecciones reñidas, pero sin sangre y con fuerte
fisonomía feminista”.
Dijo que por un lado se
duplicó el número de votantes y por el otro, los partidos políticos se
prepararon para grandes sorpresas pues no se sabía por qué candidatos se iban a
inclinar las mujeres.
Otra nota del mismo
periódico destaca que el 3 de julio de 1955 se abrió “una nueva etapa en la
política”.
En 1955, México contaba con
un padrón electoral de 8 millones 951 mil 20 personas, de los cuales, el 56.4
por ciento, es decir 5 millones 42 mil 939 eran hombres, y el 43.5 por ciento
restante, 3 millones 898 mil 81 electores, eran mujeres.
¿Qué opinaron las mujeres?
La noticia en los diarios
sobre la participación políticas de las mujeres generó que en la mayoría de los
periódicos se recogieran diversas opiniones sobre el hecho.
“La lucha de la mujer se inclina en el mismo instante de haber obtenido el voto por lo que juzgo que haciendo uso del derecho que se nos ha conferido debemos pugnar por el bienestar de la Nación”.
“La mujer encontrará en la
política una gran oportunidad para desarrollar su inteligencia y su virtud”,
expresó en Novedades, Carmen López Figueroa, citada como “prominente miembro de
la sociedad”.
“Me complace que México se
haya adherido al número de países adelantados y progresistas con la obtención
del voto femenino”, dijo Evangelina Rivas de Lachica, retratada por Diego
Rivera en 1949.
“Corresponde a las mujeres
mexicanas, a las que tienen la oportunidad y la independencia necesaria para
dedicarse a determinadas actividades políticas específicas una delicada tarea:
la de vigorizar el verdadero sentido de la política”.
“Deben recordarse a sí
mismas que la política no es un camino jalonado que conduzca al
engrandecimiento fácil y el poderío abusivo. Deben reafirmarse en la idea de
que la política es un mandato que se ejerce en nombre del pueblo para servirlo,
no para explotarlo y olvidarlo”, expresó María Elvira Bermúdez, abogada, ensayista
y narradora en el periódico Novedades.
Otros testimonios que
aparecen en Novedades hacen referencia a los sentimientos de algunas mujeres al
emitir su voto “me sentí conmovida llegar por primera vez a una casilla
electoral y depositar mí voto” o “tengo una inmensa alegría de poder votar. Con
este nuevo derecho la mujer se supera y se compenetra en una forma directa con
los problemas de su país”.
¿Qué opinaron los líderes
políticos?
En El Nacional se recogen
las opiniones de los dirigentes del PRI.
“Las mujeres demostraron que
ya se encuentran suficientemente preparadas como para elegir a sus
representantes populares”, señaló el presidente del PRI de Gabriel Leyva
Velázquez.
“Las mujeres participaron
con mucho entusiasmo, espero que sea orientada dentro de la pauta trazada por
la Revolución ya que a ésta se debe el adelanto cívico de México”, dijo desde
la CTM, Fidel Velázquez.
¿Qué se elegía?
El 3 de julio de 1955, se
renovaba la Cámara Federal; se elegían gubernaturas en los estados de
Guanajuato, San Luis Potosí y Colima y gubernatura, diputaciones y municipios
en Sonora y Querétaro.
En el Excélsior se encuentra
una lista de las mujeres que en esas elecciones aspiraban a una curul, en la
XLIII Legislatura, entre las 356 candidaturas a diputaciones federales
propuestas por los partidos políticos nacionales.
Por el PRI: Marta Andrade
del Rosal; Margarita García Flores; Remedios Albertina Ezeta; Guadalupe Urzúa.
Por el PAN: María Luisa
Quiñones Leyva; Virginia Herrera de Franco; Alicia Rodríguez de Guerrero.
Por el PP: María Teresa
Puente; Leslie A Paz de Zelaya; Adriana Lombardo de Silva; Hortensia Rojas
Velázquez; Macrina Rabadán Santana; Atalaya Apodaca de Ruiz Cabañas.
Por el PNM (Partido
Nacionalista Mexicano): Eladia Ramírez; Consuelo Obregón de Mondragón; Leonor
Ferrón de Madera.
Las votantes de hace 60 años
Blanca Ramírez Rodríguez
tiene 88 años, y fue una de las más de 3 millones de votantes enlistadas en el
padrón electoral en 1955.
“Uy! Fue todo un
acontecimiento, yo había ya oído de pláticas de mi mamá y sus hermanas que las
mujeres estaban luchando para tener más derechos. Estaban contentas pero
hablaban poco de eso y el tema no se tocaba en frente de mi papá. El día
que pudimos votar mi mamá no fue, mi papá no le dio permiso.
“Yo fui a votar, ya tenía la
edad, no estaba casada y nadie pudo prohibírmelo. Fui muy contenta a sabiendas
de que si mi papá se enteraba me iba a reprender. La verdad no estaba bien
visto que ‘nos liberáramos’ en mi familia porque eran muy religiosos y
conservadores. Me acuerdo que mi papá siempre decía que la política era solo
cosa de hombres.
“En la iglesia me acuerdo
que el padrecito en sus sermones decía que eso no iba a dejar nada bueno, que
las mujeres se debían a sus maridos, a sus hijos y a Dios.
“Pero no me importó y fui a
votar. Quería saber qué se sentía poder, como los hombres, decidir cosas de mi
país. Me levanté temprano, me arreglé y allá fui. Y bueno entonces no había
muchos partidos como ahora.
“Me acuerdo que mis hermanas
mayores no fueron a votar, dijeron que se verían muy mal de andar en el
mitote”, contó Ramírez Rodríguez a SemMéxico.
Vilma Pérez Sardana recordó
que ella era una estudiante cuando fue por primera vez a votar, tenía apenas 22
años.
“En casa fue una fiesta, mi
abuela estaba tan feliz ese día que hizo un mole y muchas amigas llegaron a
comer. Mi madre y mi abuela participaban en una organización que reunía a
mujeres de todo el país, decían que eran más de 30 mil que luchaban por el
derecho al voto”, relató.
El 3 de julio de 1955,
diversos movimientos sociales encabezados por mujeres, de manera individual o
colectiva, vieron coronados sus esfuerzos por el reconocimiento constitucional
del derecho de ciudadanía de las mujeres.
La reforma al artículo 34 de
la Constitución que se publicó en el Diario Oficial de la Federación en 1953,
estipuló el reconocimiento de los derechos de ciudadanía de las mujeres, dos
años después las mujeres lo hicieron efectivo.