· * Gloria Zafra sostiene que hay dos
rutas de participación de las mujeres
Soledad
JARQUÍN EDGAR
Gloria Zafra,
directora ejecutiva de Sistemas Normativos Internos (SNI) en el Instituto
Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, sostiene que hay dos rutas que
llevan a la participación política de las mujeres:
Por un lado
está la “vía Eufrosina”, es decir de la seguida por la diputada federal
Eufrosina Cruz Mendoza, misma que,
ahora, a través de la reforma
constitucional propuesta por ella, busca
garantizar el derecho de las mujeres a
votar y a ser votadas.
Y, por el
otro, la “vía Tlahuitoltepec”, aquella
seguida por algunas mujeres, mediante la transformación de sus propias
prácticas; cambios impulsados desde dentro de las comunidades y en las que
piden el desuso de prácticas comunitarias que dañen su dignidad y, por ende un
reconocimiento a la contribución que éstas hacen en el colectivo a la vida
comunitaria toda.
Explica que
en los sistemas normativos internos (SNI) las mujeres, “han cubierto varios
espacios en la vida social, pero en materia de representación política, como se
ha planteado recientemente, para estar donde se toman las decisiones, todavía
hay un déficit muy grande”.
Sin embargo,
expone, tomando en consideración que en Oaxaca coexisten dos regímenes de
gobierno a nivel municipal. Habría que distinguir los supuestos de participación
y reconocimiento que subyacen en ambos sistemas. En el sistema de elección vía
partidos políticos la participación ciudadana, la participación política y de
representación se plantea como un asunto de igualdad; el simple hecho de ser
humano o humana implica contar con derechos ciudadanos. Un voto, un ciudadano,
es un derecho, mismo que es válido para todo tipo de personas, ya s a que vivan
en núcleos rurales, agencias municipales o cabeceras municipales.
A diferencia
de los Sistemas Normativos Internos, donde la calidad ciudadana o el derecho se
adquieren en tanto se cumplen con las obligaciones y compromisos hacia la
comunidad o el colectivo, no necesariamente al municipio o cabecera.; pues aquí
primero cumples con tu obligación y, así, ganas tu derecho. Situaciones que
plantean una polémica no tan fácil de resolver.
Por ello, la
también académica e investigadora, sostiene que el planteamiento es apuntar
hacia los factores que impulsen el desarrollo comunitario, siendo el
humano uno de los factores
imprescindible. Por ello, superar las exclusiones de las mujeres y de las personas
que viven en las agencias, que muchas veces, no pueden participar en el
nombramiento de sus autoridades se ha convertido en una tarea permanente en los más recientes procesos
electorales.
Zafra refiere
que frente a las prácticas de exclusión, especialmente de las mujeres, un reto impostergable es visibilizar la
contribución que éstas han tenido en las prácticas comunitarias, revalorizar
sus tareas dentro de los comités de la escuela, de salud y en los programas de
gobierno, tareas que son de beneficio común y que al final, permiten la
reproducción social, señaló al citar algunos ejemplos.
Hasta hoy, en
las comunidades los tomadores de decisiones no se habían planteado que las
mujeres también pueden ocupar cargos. Sin embargo, pensar y reflexionar sobre su
contribución, permitiría que las formas o cargo que ellas ocupan, fueran
introducidos dentro de la lógica del sistema de cargos y de los nombramientos
en las comunidades.
La también
integrante del Consejo Consultivo del Instituto de la Mujer Oaxaqueña añade
sobre la “vía Tlahuitoltepec” que las mujeres han defendido sus prácticas
comunitarias, no se niegan a dar los tequios o a cooperar para su pueblo. No
obstante, han demandado que se quiten algunas prácticas que consideran lesivas
a sus personas como madres solteras y viudas
y a su economía, entre ellas la compra de cohetones para las fiestas,
porque como ellas dicen: “queremos que nuestro dinero se vea”.
Este, dice Zafra
es, como lo diríamos desde la sociología, un cuestionamiento simbólico y profundo, pues
se han negado a continuar con una práctica que de alguna forma las estigmatiza,
yendo todavía más allá, al convertirse en factor de cambio, cambio, al lograr no sólo que sea el
colectivo comunitario el que absorba ese gasto sino continúe con una práctica
que para todos da sentido a la comunidad. Logrando con ello impactar en otros
ámbitos, como es el de la representación política, para votar y ser votadas.
La “vía
Eufrosina” y la “vía Tlahuitoltepec” son legítimas. Y, sin duda alguna, ambas
están manifestándose en las comunidades. Y, espera, sean las comunidades,
hombres y mujeres quienes puedan informarse, discutir y, sobre todo, discernir,
sobre cómo quieren hacerlo. La inminente adecuación en Oaxaca de la reforma
constitucional marcará la pauta a las comunidades. Y, éstas, ejerciendo su
derecho a la consulta, podrán optar por las mejores formas que permitan ampliar
esos derechos.
Apuntó que es
importante que la Legislatura del estado que discute iniciativas de ley para
adecuar la reciente Reforma a la Ley Electoral Federal a la particular de
Oaxaca, garantizando los derechos de las mujeres a ocupar cargos de elección,
contemplando los derechos alcanzados tanto por los SNI como por la elección vía
partidos políticos, pero en especial, haya respeto pleno a la diversidad y a la
libre determinación de los pueblos indígenas.
Zafra reitero que mientras para un sector es fundamental hacer
extensivos los derechos, como ya existen en el régimen de partidos, donde se
han alcanzado porcentajes del 40 por ciento y hoy se apunta al 50; para otros,
es necesario comprender cuáles son los sistemas de organización sociopolítica
de las comunidades indígenas y su manera de ejercer la democracia.
En el caso de los SNI, antes de usos y costumbres, agregó el número de
mujeres en los cabildos ha sido mínimo en relación al universo de municipios
existente en el estado: entre 10 y 15 mujeres presidentas municipales por
período electoral desde el año 2000 a la fecha, pero su contribución “por el
bien común” ha favorecido que hoy aparezcan en cargos como tesoreras, regidoras
de hacienda y de obras.
Resultado del proceso electoral 2013 en toda la gama del cabildo hoy
contamos con 93 mujeres propietarias y 108 suplentes. De éstas, siete
presidentas municipales, dos sindicas, nueve regidoras de hacienda, 29 de
salud, 23 de educación y seis de obras, entre otras.
De igual forma destacó que en dos municipios, uno de partidos políticos
y otro de sistemas normativos internos, la ciudadanía eligió de forma consecutiva
a dos mujeres: San Pedro Ápostol, Putla Villa de Guerrero y en San Pedro
Cajonos.
Sin embargo, añadió se minimizó y abandonó del espacio de lo local por
las políticas públicas y otras entidades políticas, espacio que hoy se quiere
retomar bajo una visión de poder y control, que “como la confusión entre lo que
es y debería ser la ciudadanía y el ejercicio de la misma en los municipios
puede llevar a decisiones que socaven las bases bajo las cuales han sobrevivido
los pueblos originarios y de los que hay muchos ejemplos de buena gobernanza y
vida ciudadana”, advirtió la entrevistada.
Gloria Zafra, propuso al Consejo Consultivo
del IMO como una forma de visibilización del trabajo de las mujeres dentro de
los cargos públicos de sus comunidades se entragara el reconocimiento María
Sabina 2015 a:
Eva Aragón Pérez, actual
presidenta municipal y a Cecilia Teresita Florida Ricardez Arango, ex
presidenta municipal de San Pedro Apóstol.
Edith Juárez Hernández, presidenta
de San Pedro Cajonos y Anabel Ortega Robles, ex munícipe de esa comunidad de la
Sierra Norte.
Irais Francisca, presidenta municipal
de Putla de Guerrero en el periodo 2008-2010, y a Isabel Gonzala Bello Cruz,
quien la sustituyó en el cargo para el trienio 2010-2013.
A la ex munícipe de Villa de
Tlalixtac de Cabrera, Rafaela Hernández Chávez; a la regidora de Equidad de
Género de San Juan Mixtepec, Felícitas Cruz.
Y, finalmente, se rindió un
homenaje póstumo a Juanita López García (1947-2014), quien fuera presidenta
municipal (1989-1992) en la población de Santiago Teotongo. López García fue la
primera mujer electa para gobernar un municipio por un partido de izquierda,
promotora de los derechos culturales de los pueblos indígenas en el Estado de
Oaxaca y en el país además se desempeñó como promotora cultural.