miércoles, 13 de mayo de 2015

Sobre la violencia basada en género hacia la población trans

 

Rebeca Garza López
Las personas transgénero o transexuales (personas trans) somos aquellas que nos fue asignado un rol social masculino o femenino al nacer pero que no corresponde con nuestra identidad de género, es decir, la percepción subjetiva sobre el género al que sentimos pertenecer.
En este sentido nos identificamos y vivimos, total o parcialmente, de acuerdo al género que sentimos pertenecer.
Hablar de la población trans es hablar de historias de violencias basadas en género tradicionalmente invisibilizadas por una cultura donde lo masculino y lo heterosexual son el centro la norma que determina y sanciona aquello que se aleja de una supuesta “normalidad”.
Somos personas donde se vuelve evidente “que el cuerpo es un texto socialmente construido” (Preciado, 2002), donde la idea de alineación entre los conceptos de sexo, género y orientación sexual se resquebraja y se manifiesta la riqueza de la diversidad humana.
Un hombre trans puede ser definido como una persona que se le asignó un sexo femenino al nacer pero que se identifica y vive o necesita vivir como hombre. Y este hombre trans puede ser heterosexual, homosexual o bisexual, por ejemplo.
Una mujer trans, por el contrario, es una persona que se le asignó el sexo masculino al nacer pero que vive y necesita vivir como una mujer. Y esta mujer trans también puede ser heterosexual, lesbiana o bisexual, por ejemplo.
También, dentro de esta diversidad existen personas que no caen dentro del sistema binario hombre-mujer, y se le ha llamado “Queer”. Por ejemplo, recientemente en Australia se ha reconocido legalmente el género neutro.
En contraposición a las personas trans, en el campo de estudios de género, se llama cisexual a aquellas personas cuya identidad de género corresponde con su sexo asignado al nacer, es decir, personas en cuyo cuerpo se alinea el sexo asignado y la identidad de género.
Las personas trans nos encontramos en una posición donde se da la intersección de múltiples formas de violencia y discriminación:
1.    La Transfobia que es un miedo irracional, la aversión, o la discriminación en contra de las personas cuya identidad de género, apariencia, o comportamientos se desvían de las normas sociales (Serano, 2007).
2.    El Cisexismo que es la creencia en que el género con el que se identifican las personas trans es inferior o menos auténtico, que el de las personas cisexuales (Serano, 2007).
3.    La Homofobia como aversión hacia la orientación erotico-afectiva de una persona trans hacia otra de su mismo género (sea trans o cis).
Julia Serano, transfeminista de California, señala que no existe un grupo de minoría sexual más calumniado o peor entendido que las mujeres trans.
Las mujeres trans vivimos adicionalmente un tipo de violencia que viven y padecen las mujeres cisgénero: la misoginia como tendencia a rechazar y rebajar lo femenino y la feminidad. A esta intersección entre misoginia y transgenerismo, Julia Serano la denomina “transmisoginia”.
 Algunas maneras en que se manifiestan las anteriores formas de violencia hacia hombres y mujeres trans son:
1.    La Malgenerización (Serano, 2007): que es cuando nos referimos hacia la persona trans usando el género equivocado, por ejemplo, cuando nos dirigimos hacia una mujer trans en masculino llamándole "el transexual". Otras formas más agresivas de malgenerización y cisexismo se da cuando, por ejemplo, las mujeres trans son recluidas en centros varoniles como los reclusorios, vulnerando su seguridad.
2.    La Patologización: cuando la identidad trans es continuamente objeto de estudio por parte de la ciencia médica y sigue formando parte de los manuales para diagnosticar enfermedades mentales desnaturalizando la identidad trans.
3.    La Criminalización: cuando las personas trans, pero especialmente las mujeres trans, son detenidas arbitrariamente por causas como "faltas a la moral y buenas costumbres" o por "ejercer la prostitución" a partir de su expresión sexo-genérica.
4.    La Objetivación (Serano, 2007): cuando el asunto de nuestros cuerpos se genitaliza y nuestros tratamientos de reemplazo hormonal se convierten en objetos, separándolos de la persona y su dignidad inherente, y son abordados por las personas o los medios de comunicación de una forma pública y sensacionalista en donde se propagan ideas distorsionadas de la identidad trans o bien, se anula la identidad masculina o femenina de la persona.
5.    La Hipersexualización (Serano, 2007): cuando entre las personas y los medios de comunicación se propaga la idea que las personas trans transicionamos con la finalidad de "engañar" o "atraer" a las personas heterosexuales y cisexuales. Este tipo de violencia ha sido utilizada para justificar otras agresiones físicas como las mutilaciones, las brutales golpizas y los crímenes por odio pues difunde la idea que las personas trans somos personas "timadoras"
6.    La Hiperfeminización (Serano, 2007): que es un tipo de violencia dirigido únicamente hacia las mujeres trans y consiste en la propagación de la idea de que las mujeres trans somos poseedoras o nos esforzamos por poseer rasgos de personalidad que suelen ser asociados de forma despectiva con lo femenino: como seres débiles, pasivos, confundidos, por ejemplo. Esta idea propaga una supuesta frivolidad de la feminidad de la mujer trans por medio de imágenes donde se maquilla, usa zapatos de tacón y vestido. Puede ir acompañada de la hipersexualización donde se destaca la exuberancia de la mujer trans cosificándola al insistir en el tema de las cirugías o donde se destaca que la persona no "parece ser"("no pasa") como la mujer que dice ser.
Así como el movimiento feminista trabajó arduamente para que se reconociera la violencia doméstica, la violencia sexista y el lenguaje excluyente como temas de interés público a favor de una cultura de igualdad entre hombres y mujeres, ahora es importante poner en la agenda la discusión de las otras formas de violencias que diariamente viven las personas que no nos ajustamos al sistema binario de género y que actualmente siguen siendo socialmente aceptadas justificando, de esta forma, distintas formas de discriminación, de negación o privación de derechos fundamentales, incluso asesinatos con la agravante de la indiferencia del aparato de Justicia del Estado, del sensacionalismo de los medios masivos de comunicación y de la indiferencia de la sociedad.

(Serano, Julia. “Whipping Girl. A Transsexual Woman On Sexism And The Scapegoating Of Feminity”, 2007).