Rebeca Garza López
Las
personas transgénero o transexuales (personas trans) somos aquellas que nos fue
asignado un rol social masculino o femenino al nacer pero que no corresponde
con nuestra identidad de género, es decir, la percepción subjetiva sobre el
género al que sentimos pertenecer.
En este
sentido nos identificamos y vivimos, total o parcialmente, de acuerdo al género
que sentimos pertenecer.
Hablar de
la población trans es hablar de historias de violencias basadas en género
tradicionalmente invisibilizadas por una cultura donde lo masculino y lo
heterosexual son el centro la norma que determina y sanciona aquello que se
aleja de una supuesta “normalidad”.
Somos
personas donde se vuelve evidente “que el cuerpo es un texto socialmente
construido” (Preciado, 2002), donde la idea de alineación entre los conceptos
de sexo, género y orientación sexual se resquebraja y se manifiesta la riqueza
de la diversidad humana.
Un hombre
trans puede ser definido como una persona que se le asignó un sexo femenino al
nacer pero que se identifica y vive o necesita vivir como hombre. Y este hombre
trans puede ser heterosexual, homosexual o bisexual, por ejemplo.
Una mujer
trans, por el contrario, es una persona que se le asignó el sexo masculino al
nacer pero que vive y necesita vivir como una mujer. Y esta mujer trans también
puede ser heterosexual, lesbiana o bisexual, por ejemplo.
También,
dentro de esta diversidad existen personas que no caen dentro del sistema
binario hombre-mujer, y se le ha llamado “Queer”. Por ejemplo, recientemente en
Australia se ha reconocido legalmente el género neutro.
En
contraposición a las personas trans, en el campo de estudios de género, se
llama cisexual a aquellas personas cuya identidad de género corresponde con su
sexo asignado al nacer, es decir, personas en cuyo cuerpo se alinea el sexo
asignado y la identidad de género.
Las
personas trans nos encontramos en una posición donde se da la intersección de
múltiples formas de violencia y discriminación:
1.
La Transfobia que es un miedo irracional,
la aversión, o la discriminación en contra de las personas cuya identidad de
género, apariencia, o comportamientos se desvían de las normas sociales
(Serano, 2007).
2.
El Cisexismo que es la creencia en que el
género con el que se identifican las personas trans es inferior o menos
auténtico, que el de las personas cisexuales (Serano, 2007).
3.
La Homofobia como aversión hacia la
orientación erotico-afectiva de una persona trans hacia otra de su mismo género
(sea trans o cis).
Julia
Serano, transfeminista de California, señala que no existe un grupo de minoría
sexual más calumniado o peor entendido que las mujeres trans.
Las
mujeres trans vivimos adicionalmente un tipo de violencia que viven y padecen
las mujeres cisgénero: la misoginia como tendencia a rechazar y rebajar lo
femenino y la feminidad. A esta intersección entre misoginia y transgenerismo,
Julia Serano la denomina “transmisoginia”.
Algunas maneras en que se manifiestan las
anteriores formas de violencia hacia hombres y mujeres trans son:
1.
La Malgenerización (Serano, 2007): que es
cuando nos referimos hacia la persona trans usando el género equivocado, por
ejemplo, cuando nos dirigimos hacia una mujer trans en masculino llamándole
"el transexual". Otras formas más agresivas de malgenerización y
cisexismo se da cuando, por ejemplo, las mujeres trans son recluidas en centros
varoniles como los reclusorios, vulnerando su seguridad.
2.
La Patologización: cuando la identidad
trans es continuamente objeto de estudio por parte de la ciencia médica y sigue
formando parte de los manuales para diagnosticar enfermedades mentales
desnaturalizando la identidad trans.
3.
La Criminalización: cuando las personas
trans, pero especialmente las mujeres trans, son detenidas arbitrariamente por
causas como "faltas a la moral y buenas costumbres" o por
"ejercer la prostitución" a partir de su expresión sexo-genérica.
4.
La Objetivación (Serano, 2007): cuando el
asunto de nuestros cuerpos se genitaliza y nuestros tratamientos de reemplazo
hormonal se convierten en objetos, separándolos de la persona y su dignidad
inherente, y son abordados por las personas o los medios de comunicación de una
forma pública y sensacionalista en donde se propagan ideas distorsionadas de la
identidad trans o bien, se anula la identidad masculina o femenina de la
persona.
5.
La Hipersexualización (Serano, 2007):
cuando entre las personas y los medios de comunicación se propaga la idea que
las personas trans transicionamos con la finalidad de "engañar" o
"atraer" a las personas heterosexuales y cisexuales. Este tipo de
violencia ha sido utilizada para justificar otras agresiones físicas como las
mutilaciones, las brutales golpizas y los crímenes por odio pues difunde la
idea que las personas trans somos personas "timadoras"
6.
La Hiperfeminización (Serano, 2007): que
es un tipo de violencia dirigido únicamente hacia las mujeres trans y consiste
en la propagación de la idea de que las mujeres trans somos poseedoras o nos
esforzamos por poseer rasgos de personalidad que suelen ser asociados de forma
despectiva con lo femenino: como seres débiles, pasivos, confundidos, por
ejemplo. Esta idea propaga una supuesta frivolidad de la feminidad de la mujer
trans por medio de imágenes donde se maquilla, usa zapatos de tacón y vestido.
Puede ir acompañada de la hipersexualización donde se destaca la exuberancia de
la mujer trans cosificándola al insistir en el tema de las cirugías o donde se
destaca que la persona no "parece ser"("no pasa") como la
mujer que dice ser.
Así como
el movimiento feminista trabajó arduamente para que se reconociera la violencia
doméstica, la violencia sexista y el lenguaje excluyente como temas de interés
público a favor de una cultura de igualdad entre hombres y mujeres, ahora es
importante poner en la agenda la discusión de las otras formas de violencias
que diariamente viven las personas que no nos ajustamos al sistema binario de
género y que actualmente siguen siendo socialmente aceptadas justificando, de
esta forma, distintas formas de discriminación, de negación o privación de
derechos fundamentales, incluso asesinatos con la agravante de la indiferencia
del aparato de Justicia del Estado, del sensacionalismo de los medios masivos
de comunicación y de la indiferencia de la sociedad.
(Serano, Julia.
“Whipping Girl. A Transsexual Woman On Sexism And The Scapegoating Of
Feminity”, 2007).