* Secretaría de Asuntos Indígenas y Afromexicanos en
Guerrero descarta los techos de cristal
Soledad JARQUÍN EDGAR
Martha Sánchez Néstor, secretaria de Asuntos Indígenas
y Afromexicanos del actual gobierno de Guerrero, es feminista porque a través
del feminismo reconoce las desigualdades entre mujeres y hombres y, lo mejor,
porque ahí encontró la forma de ser actora de la transformación en el cambio
colectivo, una constante búsqueda de justicia social para todos y todas.
Nació en la población de Xochistlahuaca,
Guerrero -“Cerro de las Flores”, como se traduce al castellano del náhuatl el
nombre de la población que colinda con Oaxaca-, y suljaa’ (llanura de flores)
como se traduce de la lengua ñoomdaa (lengua amuzga), hace poco más de cuatro
décadas, en una familia donde la
influencia de la casa materna le da a su vida responsabilidad, alegría,
carencias, sonrisas, estudios, prohibiciones de visitar los pueblos cercanos,
de ir a los bailes, de ir a los ríos, rigidez de formación para ser una “buena
mujer”, violencia familiar y honestidad fortalecida.
De ahí surge Martha Sánchez Néstor quien sostiene que
los feminismos le implican siempre desafíos propios, “mirar con equilibrio lo que
se requiere accionar en el campo de la igualdad de género, de la igualdad
social y en la lucha de las mujeres tan diversas en el mundo, mi camino sumado
al de otras miles, el equilibrio colectivo, la otra forma de hacer feminismos
de mujeres de pueblos indígenas y ahora afromexicanos”.
A pesar de las carencias económicas, Sánchez Néstor
estudió una carrera técnica, con el tiempo tomó cursos sobre derechos humanos y
sobre el marco jurídicos en derechos de los pueblos indígenas, sobre todo
cuando, muy pronto, descubre las desigualdades sociales.
En su andar se encontró con Nellys Palomo Sánchez -feminista que recorrió las
zonas indígenas y afromexicanos de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, donde trabajó
incansable para denunciar y documentar la violación a los derechos humanos de
las mujeres-, entonces Martha Sánchez determinó ser feminista.
Fue Nellys Palomo su inyección de energía permanente,
“me mostró el camino o nos encontramos”, ella la acercó a los eventos
feministas, a escuchar otras voces feministas, le mostró los documentos de que
debía leer, a sentir su ser feminista en el mundo indígena para buscar lo que
allá no estaba aun resuelto para el “buen vivir”.
En ese camino se encontró con otras mujeres, como
Sofía Robles, y Felícitas Martínez Solano, con quienes impulsaron la
Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas, otras con quienes integraron el
Movimiento durante 500 años de
resistencia indígena y la Asamblea Nacional Indígena Plural
por la Autonomía.
Martha
Sánchez tiene a sus maestras: la
Comandanta Ramona, Brígida Chautla, Mirna Cunningham, Tarcila Rivera, la misma
Sofía Robles, quien con los años fue la primera presidenta municipal de Santa
María Tlahuitoltepec; después vendrían otras como Patricia Mercado, Marta
Lamas, Marcela Lagarde, Margarita Gutiérrez, Gisela Espinosa y muchas mas.
En Chilpancingo, Guerrero, inició diversas actividades
los días 8 de Marzo (Día Internacional de la Mujer) y unió sus esfuerzos con
otras mujeres organizadas como Mujeres Guerrerenses por la Democracia, Milenio
Feministas, universitarias, militantes de los partidos políticos. Más tarde con
el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, de Petateras, del Enlace
Continental, Alianza de Mujeres Indígenas de Centroamérica y México, del CIESAS
y muchas otras organizaciones.
Para Martha Sánchez, el feminismo le permitió cambios
fundamentales en su vida como la autonomía en la construcción de un plan de
vida, desde lo personal hasta lo comunitario, desde lo familiar, social y lo
nacional, “cambié mi forma de pensarme y decidirme a ser mujer en el ámbito
social, familiar y ser mujer con liderazgo indígena en el país, cambio mi forma
de pensarme en la maternidad, el matrimonio, la libertad, la participación
social y política, en tantas cosas”.
El feminismo es una de las luchas que no se abandonan
y como tal ha dado avances importantes: entre los tres principales enumera la
Ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia; los avances en el
reconocimiento al cuidado de la salud materna y prevención de los factores sociales
de la muerte materna con la lucha del reconocimiento por la medicina indígena y
la partería, y el reconocimiento de la diversidad de experiencias de lo
femenino, y el avance en los derechos
políticos de las mujeres y la ciudadanía mas plena de todas las mujeres.
Reconocida por su trabajo en México como en el
extranjero, Martha Sánchez sostiene que entre sus preocupaciones destacan los
efectos de la militarización del país, la violencia en contra de los cuerpos,
vida y decisión de las mujeres, en general, y, en particular, de las mujeres
indígenas.
Otra de sus preocupaciones es la muerte materna, la
salud materna es una garantía que aún no se puede ofrecer a las mujeres, pese a
que es prevenible. Me preocupa, añade, que pese a los avances de la cuota de género,
a la paridad política, en estas elecciones siga siendo una acción que se decida
solo en manos de partidos políticos y la ciudadanía de las mujeres se quede a
medias así como la inclusión de las y los indígenas no sea una realidad en ésta
democracia.
Me preocupa que los derechos indígenas no estén
cristalizados con pleno respeto a los territorios, recursos naturales, la vida
colectiva, la no criminalización de las y los luchadores sociales de las
policías comunitarias como Nestora Salgado hoy presa política, apunta con toda
seriedad.
Entre las distinciones obtenidas destacan el Premio al
Mérito Civil Indigenista “Cuauhtémoc”, así como el “Antonia Nava”, otorgado por
el Gobierno de su estado y el reconocimiento Women Deliver, entregado a cien
líderes del mundo por su compromiso con otras mujeres, que junto con su trabajo
le dan muchas satisfacciones, pero reconoce que falta mucho para lograr
resultados, que cambien las estructuras y en esa tarea quiere estar Martha
Sánchez Néstor.
Por ello propone la importancia de seguir sumando a
este feminismo a las indígenas del país y reconstruyendo los feminismos, “que
la pluralidad sirva como base para sumar en lo común, me siento contenta porque
jamás traiciono mis principios, porque soy mujer con la frente en alto frente a
su familia, amigas, organizaciones, sociedad y gobierno, siempre abonando sin
poner por delante los intereses personales, sino las demandas de los pueblos
indígenas y afromexicanos, siempre sirviendo nunca sirviéndome del poder desde
las organizaciones hasta este encargo que tengo”.
Se propone, incluso, seguir abonando para cumplir con
los objetivos del primer decenio internacional del pueblo afrodescendiente,
como también hay que seguir haciéndolo en el segundo decenio de los pueblos
indígenas, porque hay mucho que seguir mejorando después de la Segunda
Conferencia Mundial de Pueblos Indígenas, y en Guerrero, apunta, ni se diga
tenemos grandes desafíos y mucho en que seguir contribuyendo con todas las
partes.
Tareas en las que el feminismo está presente, hay
mucho que seguir dialogando y debatiendo para construir ese mundo de colores y
de derechos que creemos es posible y necesario.
Para la feminista Martha Sánchez Néstor uno de los
trabajos que más satisfacciones le ha dado es la creación del Programa de
Mujeres Indígenas, en una organización feminista, el programa tiene presencia
en cinco estados y una visión de articulación nacional a través del Instituto
de Liderazgo Simone de Beauvoir. Trabajo desarrollado a partir de 2010. Pero
también tiene para ella un gran significado la creación de la Coordinadora
Guerrerense de Mujeres Indígenas en 2004 y haber sido, en su momento,
representante de la sociedad civil ante el Consejo Asesor de ONUMUJERES.
Y a pesar de sus muy altos vuelos, la actual funcionaria
del gobierno de Guerrero, no quita los pies de sobre la tierra. Para ella “su
feminismo” tiene profundas raíces con las mujeres indígenas con quienes ha
logrado dialogar y seguir recreando el feminismo que fortalece el liderazgo
individual pero que forja acciones colectivas, por sus derechos y una agenda de
las mujeres y de los pueblos indígenas y de los pueblos de la nación
pluricultural.
Una agenda, reitera, comprometida con la lucha de los
pueblos originarios y la demanda central del respeto pleno a las mujeres
indígenas; de la no violencia en nombre de la tradición, eso nunca mas; jamás
un México sin Nosotras las Mujeres Indígenas; la participación con respeto,
dignidad; la defensora inalienable de los derechos humanos para forjar justicia
e igualdad social; aliada con muchas más mujeres de todas las voces y todos los
colores.
Sostiene que los institutos de mujeres son
instituciones importantes, logradas por las feministas y como parte de lo
logrado no debemos perderlas. Lo que tenemos que hacer es defenderlas, mejorar
sus decretos, mejorar el mecanismo de participación de mujeres con perfil o
perfil con mujeres con liderazgo, con respeto a la diversidad, con agendas y
plataformas realistas y no solo electorales o electoreras, con diálogo abierto y
proceso de inclusión, pese a las adversidades en el camino.
Entonces propone que en México tendrían que crearse
también instancias propias para atender la problemática de las indígenas,
porque México es un país rico en diversidad por la presencia de pueblos
indígenas. Sus referentes, dice los tiene en Guatemala y otros naciones de las
Américas.
Lo cierto es que es necesario continuar el trabajo
para incrementar la participación de las mujeres, que las mujeres pidan cuentas
y construyan también de manera propositiva estos espacios, y que acepten los
desafíos estructurales que les corresponden a las demás dependencias y a los
tomadores de decisiones en los gobiernos, distintos no solo a las mujeres.
Por último, la feminista Martha Sánchez habla sobre su
actual compromiso en el Gobierno del Estado de Guerrero, como Secretaría de
Asuntos Indígenas y Afromexicanos.
No soy una mujer que cree en los techos de cristal,
dice sin tapujos. “Me gusta la participación política, los avances y sus
desafíos, porque quise poner a la orden de los pueblos indígenas y
afromexicanos lo que aprendí, dentro y fuera, porque a mis 41 años estoy lista
para brindar lo mejor de mi lucha a las personas, a los colectivos, y sostener
una relación de respeto y de autonomía con el gobernador de Guerrero que me
invitó a colaborar en su gabinete.
Acepté porque soy indígena guerrerense forjada en la
lucha de las organizaciones, feministas y ciudadanas, porque en mis planes ya
estaba volver definitivamente a Guerrero de tiempo completo y lo fui pensando
en mi formación y mientras trabajaba en el Instituto de Liderazgo Simone de
Beauvoir.
Es importante que las mujeres y también las indígenas
estemos en la toma de decisiones de la entidad, para construir políticas
públicas, sociales con nuestra cosmovisión, desde adentro o al menos
intentarlo, y ver qué tanto sucede en ese ámbito sin supeditar los principios
de lucha que tenemos.
Emocionada relata que tiene muchas tareas que lograr
como subir la interlocución y dignificar a la Secretaría de Asuntos Indígenas; frente a los pueblos diversificar los
recursos, la estrategia de financiamiento, la coinversión, la construcción de
reglas de operación menos asistencialistas, construir la unidad de género al
interior, buscar mejores oportunidades como camino a garantizar los derechos de
los pueblos a través de los programas de becas a estudiantes, de apoyos
emergentes, de defensoría y asesoría jurídica, de proyectos productivos, de
apoyo a la cultura y por supuesto de fortalecimiento a los liderazgos diversos de
los pueblos indígenas en esa búsqueda de un desarrollo propio, y muchas cosas
mas como la participación desde mi llegada en el proceso político de la defensa
de la libertad de una mujer emblemática como Nestora Salgado y de todo esto,
apunta, algún día nos podrá compartir.