jueves, 8 de mayo de 2014

Revolucionarias fueron todas



Revolucionarias fueron todas
*Recupera la conciencia revolucionaria de las mujeres y las hace visibles

Revolucionarias fueron todas (Editado por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla 2013) ha sido escrito por un número cabalístico: 13 investigadoras, texto “que nos hace voltear al pasado desde un presenten en el que se han desdibujado las utopías y se desvanecen a cada paso algunos sueños que antes guiaban nuestras acciones”, señala en el Prólogo que se titula Todas somos revolucionarias y ¡feministas!
En este libro, las historiadoras que participan enfrentan el estatus de la historia regional y de la historia de las mujeres en el que se reconoce la presencia de las mujeres en el periodo comprendido en la última década del siglo XIX hasta los años setenta del siglo XX.
¿Cuántos de estos libros necesitamos escribir en México? Tal vez el mismo número de entidades que tiene el país, porque si bien es cierto que la historia se gesta en definitiva en la capital del país, nadie puede ignorar la contribución que hicieron los hombres y en este caso las mujeres en la transformación de la nación.
De ahí la importancia de este trabajo en el que participan académicas poblanas que con esta obra ponen bajo la lupa una nueva mirada del pasado en el que, queda claro, como dice el prólogo, “se reconoce la presencia de las mujeres…”, ahí en esas páginas de la historia donde no había nada.
Con sus aportaciones Evelyne Sánchez, Gloria A. Tirado Villegas, Guadalupe Silva Cano González, María de Lourdes Herrera Feria, Jazmín Saldaña Bustamante, Blanca Estela Santibáñez Tijerina, Lidia E. Gómez García, María Teresita Hernández Pérez, Mariano Torres Bautista, María Elsa G. Hernández y Martínez, María del Carmen Griselda Santibáñez, Viridiana Vera García y la oaxaqueña Elva Rivera Gómez, indagan el pasado desde la visión del feminismo.
Así, como señala la antropóloga Elsa Muñiz en el prólogo de Revolucionarias fueron todas, “el feminismo en su calidad de movimiento social y desde sus orígenes, ha demostrado que lo personal es político, lo doméstico es social y que lo cotidiano también es trascendente. Desde esta perspectiva, los trabajos de la antología favorecen un cambio en nuestra concepción sobre otros procesos que van más allá de las guerras y las revoluciones, cuya mirada masculina ha privilegiado la presencia de los hombres y ha invisibilizado la participación de las mujeres en el desarrollo de las empres, del sindicalismo y, sobre todo, en la construcción del capitalismo en su papel de trabajadoras”.
El libro recupera dos aspectos fundamentales, dicho desde las propias autoras: por un lado la conciencia revolucionaria de la mujeres y las hace visibles, y por otro lado también se escribe sobre la lucha colectiva que ha significado el feminismo.
Los análisis históricos son contundentes como es el caso.
Es importante decir que aunque sus referentes son en ocasiones las mujeres de la sociedad poblana, el contexto de los análisis es nacional. Sin duda, cada lectura es una especie de paseo por una amplia avenida del pasado, donde ellas estaban dispuestas a luchar por sus derechos, todos sus derechos.
El libro describe a través de las 13 colaboraciones esos caminos que fueron moviendo las densas aguas de la política mexicana antes, durante y después de la revolución mexicana y que las investigadoras de la BUAP muestran a través de documentos históricos como cartas que ellas enviaron a la Asamblea Constituyente de 1856 y más tarde en la conformación de los clubes feministas Josefa Ortiz de Domínguez que se conformaron en apoyo a Madero. Temas que se plasman en los primeros capítulos: La incursión pionera de mujeres en el espacio público. Su participación en la asamblea constitucional de 1856 en México de Evelyne Sánchez, y Rebeldes revolucionarias. Las Mujeres en la ciudad de Puebla, de Gloria A. Tirado Villegas.
Guadalupe Silva Cano González, escribe el capítulo Canastas de obreras capitalinas y decreto laboral de 1914 en Puebla, en el que muestra 14 canastas de consumo de igual número de familias, muestra en qué se empleaban las mujeres y revela cómo en 1914 fue creado un departamento especial para el estudio y protección del trabajo de la mujer.
La profesionalización de las mujeres poblanas en las décadas posrevolucionarias, escrito por María de Lourdes Herrera Feria y Jazmín Saldaña Bustamante. Ellas muestran la incorporación de las mujeres a la educación en carreras “tradicionales”, ya que el modelo cultural era androcéntrico y su educación se encaminaba a dotarlas de elementos para luchas decorosamente en la vida y velar por el bienestar familiar, pero sin apartarlas de su rol tradicional
En Mujeres emprendedoras: alternativas laborales de Blanca Estela Santibáñez, es un análisis de las mujeres de Tlaxcala que se incorporaron al trabajo en Puebla; Lidia E. Gómez García presenta el trabajo Vida cotidiana en tiempo de Guerra. Las mujeres cholultecas durante la Revolución Mexicana.
La mujer tlaxcalteca durante la revolución ¿Rebelión en la granja? 1900-1920, es el título de la investigación que presentan María Teresita Hernández Pérez y Mariano E. Torres Bautista. Las Olvidadas de María Elsa G. Hernández y Martínez en referencia a las mujeres del campo “las olvidadas del Porfiriato” que habían de sufrir desde su niñez.
Elva Rivera Gómez bajo el título La revolución silenciosa de las mujeres. Primer congreso feminista en el México del siglo XX, presenta un análisis de las discusiones que en 1916 dieron las mexicanas reunidas en Mérida, Yucatán, discusión entre conservadoras, moderadas y radicales.
Hacia una interpretación sociohistográfica de las mujeres en Los de Abajo de Mariano AzuelA, es otra de las investigaciones que presenta María del Carmen Griselda Santibáñez, mientras que la investigadora Viridiana Vera García titula su trabajo de investigación “Paulina Maraver Cortés. ¿Dónde estás corazón…?...A la patria como a la madre se le sirve y honra con amor…Paulina Maraver 1925. (Soledad JARQUÍN EDGAR)