jueves, 17 de octubre de 2013

60 AÑOS DEL VOTO FEMENINO EN MÉXICO





60 AÑOS DEL VOTO FEMENINO EN MÉXICO



Dra. Elvira Hernández Carballido*
Y un día esas manos femeninas que han cocinado nubes de ideas, que han bordado amaneceres, tejido redes de sororidad, lavado conciencias frágiles, planchado sueños posibles, advirtieron que una simple boleta depositada por ellas mismas en una urna las convertía en ciudadanas que elegían por quién votar. 


Y un día esas manos femeninas que habían dibujado columnas rotas y ojos azulmente profundos, que habían escrito poemas que leían en pequeñas tertulias literarias, que habían escrito palabras y palabras en el pizarrón para la clase del día, que empezaban a curar además de recibir recién nacidos, descubrieron el compromiso que era trazar un signo de aceptación en el nombre del partido o candidato en el que confiaban para tomar decisiones en pos de un México mejor.


Y un día esas manos femeninas además de lucir anillos de compromisos de amor eternamente fugaz, de pintar sus uñas de todos los colores de la vida, de descifrar el pentagrama de sus palmas y torcer adrede sus destinos, de tamborilear sus dedos pacientemente en espera del cambio, advirtieron que su dedo pulgar delataba con manchas que ya podían votar. 


Y un día esas manos femeninas aceptaron que sabían acariciar el rostro amado pero también levantar el puño para protestar, podían despeinar cariñosamente el cabello del hijo amado pero también señalar a quienes querían mantenerlas marginales e invisibles, podían hacer las trenzas de sus hijas queridas pero también apuntar hacia el cielo clamando justicia y respeto a sus derechos como ciudadanas que podían tomar una decisión: votar. 


Y un día esas manos femeninas buscaron con el dedo índice su nombre en un padrón electoral, tomaron con fuerza el crayón para elegir el nombre de quién podía gobernarlas, doblaron en cuatro partes perfectamente simétricas la papeleta cómplice de su decisión, empujaron esa boleta al fondo de una urna para explorar la fuerza política de las mujeres mexicanas.


Y un día mi bisabuela que tuvo 16 hijos no pudo jamás sentir esa sensación de ser ciudadana, y mi abuela todas las mañanas leía su periódico no pudo más que hacer comentarios al aire de los políticos que ella nunca pudo elegir, y mi madre tenía solamente 24 años cuando le dijeron sin pompa ni entusiasmo que ya podía votar y le preguntó a mi abuelo si de verdad podía hacerlo, y cuando yo cumplí 18 años lo creí un día más hasta que el estudio y el feminismo me hicieron ver que fue una larga lucha femenina para poder tener este derecho.


Y un día en esta tierra bellairosa las mujeres también escribimos la historia de ese día y de lo que ha seguido, salimos como este aire rebelde a exigir el reconocimiento de que somos ciudadanas, soplamos con la fuerza de este viento las voces que dicen queremos votar y debemos votar, giramos como remolinos por cada escenario del estado de Hidalgo para decir aquí estamos y hoy este documental nos delata, nos descubre, nos muestra, nos permite hacernos visibles y todo porque un día nuestras manos femeninas lograron depositar en una urna ese voto de confianza hacia nosotras mismas. 
Y ese día fue el 17 de octubre de 1953, y ese día es 17 de octubre de 2013, y lo que nos falta…
(*Profesora Investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo)