Mesoamérica, 10 de mayo de 2015
Porque cada
nombre cuenta
Porque tras
cada nombre hay un rostro
Porque tras
cada rostro hay una historia
Porque tras
cada historia extraviada, tras cada rostro desaparecido, tras cada nombre, hay
alguien que busca, que se niega a olvidar, que se rehusa a desistir, que día
tras día, noche tras noche, aviva la llama de una esperanza inquebrantable
Porque un
país que no reconoce todas y cada una de las personas desaparecidas, que no
escucha el llanto, el anhelo y la palabra de las madres que buscan esa parte de
su historia que les falta, es un país sin historia
Porque un
país sin historia es un país sin futuro…
En medio de
la impunidad y la violación generalizada de derechos humanos y a pesar de la
discriminación que sigue afectando a la mayoría de las mujeres, la desaparición
forzada en México ha llevado a miles de madres, esposas, hermanas e hijas a
emprender búsquedas incansables de sus seres queridos. Transformando el dolor
en fortaleza y coraje, han protestando en las calles, se han reunido con
autoridades de todos los niveles de gobierno, han impulsado nuevas leyes y, muchas
veces, han llevado a cabo el trabajo de investigación que las autoridades se
niegan a realizar. Todo ello lo han hecho al mismo tiempo que luchan por
sostener a sus familias y enfrentan el estigma y la difamación.
Por todo
ello, hoy, 10 de Mayo de 2015, Día de la Madre, las más de 690 mujeres
defensoras de derechos humanos de El Salvador, Guatemala, Honduras, México y
Nicaragua, que integramos la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de
Derechos Humanos, extendemos nuestros
brazos hacia todas ustedes que, por cuarto año consecutivo, han salido a
marchar por las calles de este México que nos duele a todas, para llenarlas e
iluminarlas con su fortaleza y su dignidad.
Madres que
buscan a sus hijos e hijas; madres cuyas hijas han sido víctimas
del feminicidio; compañeras que buscan la verdad, la justicia y la dignidad para todos y
todas y que en su caminar se han convertido en defensoras de derechos humanos,
en defensoras de la vida y contra la desaparición y la injusticia. Hoy estamos
aquí, a su lado marchando, porque sus hijos e hijas nos faltan a todas, porque
anhelamos y exigimos como ustedes su pronto regreso, porque nuestra historia no
puede estar completa sin todas y cada una de sus historias.
Y porque no
queremos olvidar, unimos, de forma unánime, nuestro grito al suyo:
¡Porque vivos se los llevaron, vivos
los queremos!