Mujeres y Política
Gabino…la cereza en el pastel
Soledad
Jarquín Edgar
Oaxaca está
en crisis desde hace mucho tiempo y es el movimiento magisterial el que ha
agudizado la escena política hace poco más de tres décadas, pero con mayor
intensidad, con daños colaterales, es decir, más allá de los educativos, desde
hace casi diez años.
Este 2014, es
el previo a dos próximos años de elecciones, en una entidad donde la empresa
privada vive amenazada, el único empleador que paga “mejores” salarios es el
gobierno, ser miembro del sindicato magisterial es la garantía de ser
trabajador y patrón, con las consecuencias que pudiera tener y donde el ciclo
de la pobreza resulta imposible de romper. Otra vez, el mundo al revés que
relata en su libro Patas Arriba, Eduardo Galeano.
A diferencia
de las crisis del pasado (Edmundo Sánchez Cano, 1947; Manuel Mayoral Heredia,
1952, y Manuel Zárate Aquino, 1977), la actual es una tragicomedia: el
gobernador es un chiste del que todo mundo se ríe, pero no estamos salvados, el
chiste se termina y la realidad nos hace llorar. No es para menos…¿acaso
exagero?
La nuestra es
una ciudadanía más completa que la vivida en las décadas cuarenta, cincuenta y
setenta cuando el pueblo, con menos derechos, logró lo que hoy parece
imposible: deponer al gobernador, aún cuando el análisis nos lleva a escenarios
políticos diferentes, donde imperaba el presidencialismo, el señor que daba y
quitaba, sin miramientos.
Hoy a groso
modo vemos diferencias: vivimos una alternancia en todos los niveles de
gobierno: federal, estatal y municipales, y por si fuera poco, la ciudadanía
está inmersa en un mundo de consumo cuya preocupación principal es esa: comprar
y comprar, aunado a los muchos distractores que hoy tenemos, que nos hacen una
sociedad medio informada y medio ciudadana, porque somos realmente incapaces de
levantarnos y tirar del telón para terminar de una vez por todas con la
tragicomedia, considerando que hoy quien debe apagar la luz no es precisamente
el Presidente de México en turno, a pesar de que estamos frente al ascenso del
presidencialismo que creímos lejano.
Otra
diferencia entre lo ocurrido en 1977 y lo que pasa hoy, es que entonces hubo un
movimiento de izquierda (izquierda real no la ficticia como la actual), una
guerrilla a quien responsabilizar de los incendios y movilizaciones en protesta
contra el capitalismo y “los malos gobiernos”, que dieron origen a movimientos
como la COCEI y la COCEO, que con el tiempo fueron pervertidas por sus
dirigentes. Hoy, no tenemos una izquierda real ni tenemos una “guerrilla”, lo
que hay es una guerrilla burocrática, pagada en las oficinas del propio
gobierno y también por algunos políticos de cuarta que se auto agreden para
victimizarse, recordemos los recientes casos de Samuel Gurrión, diputado
federal, y Eviel Pérez, Senador.
En 2006 una
buena parte de la sociedad oaxaqueña creyó en el Magisterio y lo apoyó frente a
los actos de autoritarismo del último gobernador priista, Ulises Ruiz, entonces
un movimiento ciudadano que por la vía electoral terminó con una era de ochenta
años del PRI. Pero hoy no toda la gente cree en el magisterio, como tampoco le
importa mucho lo que está sucediendo, ni los actos vandálicos, ni la toma de
calles, de carreteras, bancos y comercios, no porque no quieren “parecer” a los
ojos del mundo como antidemocráticos o antirevolucionarios, a pesar de que la
lucha magisterial ya está fuera de ese espacio, ha colapsado ideológicamente y
en estrategia.
La prueba de
este dicho es lo que sucedió este viernes en la toma de estaciones de gasolina
en la capital oaxaqueña y municipios conurbados, cuando empezó el “saqueo” o robo no faltaron los deshonestos
conductores que aceptaron el “regalo” de
gasolina hurtada, como un acto de venganza frente a los múltiples robos que los
comerciantes de gasolina hacen cada día. Pronto se olvidó aquel dicho que
mexicano que dice que “peca tanto el agarra la pata como el que la mata a la
vaca”. Ojalá que ahora que la Secretaría de Seguridad Pública, bajo el mando
del comandante Alberto Esteva, ha iniciado una campaña de “valores” no se olvide
incluir que se educa con el ejemplo y que de nada sirven las palabras si se
hace todo lo contrario: los maestros roban gasolina y los policías no detienen
a los delincuentes…muy peligrosas enseñanzas las del gobierno estatal a la
niñez oaxaqueña.
Como cada
semana, de nuevo el magisterio y los encapuchados (o sea parte de la guerrilla
burocrática) agredieron a las y los compañeros de prensa que como siempre solo
consignan los hechos. Oaxaca el campeón de las agresiones a la prensa, del
feminicidio cuya cifra crece sin que a nadie le preocupe, 315 mujeres
asesinadas en la actual administración de Gobierno; como también es campeona en
actos de deshonestidad, como Alberto Esteva que no sabemos de cual fuma porque
él solo ve visiones y vanas ilusiones.
Los gasolineros
anunciaron y pusieron parcialmente en marcha un paro frente a la falta de
garantías y de seguridad. Alberto Esteva dirá que no hubo saqueo, que no fueron
los maestros. Tiene razón fue la guerrilla burocrática, que reitero les pagan
(gobierno o partidos políticos) para hacer desmanes amparados en la
desprestigiada lucha magisterial que ya cobró al menos una víctima.
Quién sigue
después de los expendedores de gasolina, quien dice de los comerciantes y
empresarios ¿quién se sumará al hartazgo?…digo para que revisen la historia y
vean lo que sucedió en el pasado ese que mencioné al principio de la columna
cuando los comerciantes y empresarios empujaron para deponer a los gobernadores
Sánchez Cano y Mayoral Heredida.
El mundo al
revés es tan efectivo que en las redes sociales se convoca a una marcha contra
las protestas para este mismo domingo. El cuento de nunca acabar, como
resultado, claro, de la tragicomedia oaxaqueña, donde lo que nos hace reír
también nos hace llorar, porque no olvidemos que estamos ante una puesta en
escena.
La decisión
la tienen los diputados locales quienes podrían hacer el caldo gordo a Gabino
Cué, si la iniciativa de ley de educación estatal enviada al Congreso es una
revolcada del PETEO y se aprueba, ganaran tiempo como dicen los analistas
políticos para después dejar el problema magisterial en manos del gobierno
federal, es decir, ya no habrá nada que hacer en Oaxaca. En medio de todo esto
habrá una pérdida histórica cuando el gobierno federal interponga una controversia
constitucional. La idea es darle vueltas y vueltas a un asunto que son
incapaces de resolver.
Ya veremos
quienes son los diputados y diputadas que darán el sí al magisterio en esa
alianza retorcida que no parece tener buen principio ni buen fin. Oaxaca está derrotado
desde hace mucho tiempo, de otra manera no nos podríamos explicar los gobiernos
de las últimas décadas y la cereza del pastel en que se ha convertido Gabino
Cué.
@jarquinedgar