Hay mujeres
para rato
*Libro
escrito con cien artículos para conmemorar el 60 aniversario del voto
60/40 en 600,
Hay Mujeres para Rato, es el título de un libro conmemorativo del aniversario
del voto femenino, escrito en octubre y presentado el pasado 20 de febrero en
la ciudad de México.
En poco más
de 60 mil palabras cien autoras y autores invitados por la Secretaría de
Promoción Política de la Mujer, del Partido Acción Nacional (PAN), ponen a
discusión un tema importante, un derecho de las mujeres que aún está por
concretarse y que pronto cumplirá 200 años, considerando el episodio de las
mujeres zacatecanas que recién terminada la guerra de Independencia pedían
participar en la vida política del nuevo país. Me pregunto ¿eso habría cambiado
el rumbo de México?
No es un
libro de la derecha, no es un libro conservador, es un diálogo plural, donde sí
escriben un número importante de mujeres y hombres que militan en el PAN, pero
también hay otras personas de distintos quehaceres, afiliaciones partidistas y
hasta servidores públicos de los gobiernos federal, estatales y municipales.
Lo cierto es
que a lo largo de esta lectura, cada autor y autora contó con la posibilidad de
escribir en 600 palabras su opinión sobre la participación política de las
mujeres a 60 años del sufragio femenino, suma de voces y propósitos tienen más
coincidencias que divergencias. La coincidencia es la necesaria participación
de las mujeres como un acto de reconocimiento de los derechos de las mujeres,
como una acción que todo país democrático no debe omitir y como parte del
avance de las mujeres.
Pero además
ofrece a lo largo de sus páginas y de acuerdo con la visión de cada una de las
60 mujeres y 40 hombres que participaron, datos históricos, nombres de mujeres
que salen a la luz, episodios que no habían sido escritos, fechas
fundamentales, detalles significativos y hay a lo largo del texto una especie
de radiografía numérica de lo que ha sido y es la participación de las mujeres.
Un camino, sin duda, ascendente. Sin embargo, no debemos engañarnos, como bien
se establece en una mayoría de los escritos de este nuevo libro, cuando se cuestiona
la asignación de roles socialmente construidos que privilegian a unos y dejan
fuera a las otras, en específico del ámbito público, el del poder, que en este
caso está representado en los propios partidos políticos, los gobernantes en
turno a lo largo de estos últimos 200 años del México independiente, a todos ellos
se les mira críticamente.
Este libro a
cien voces nos ayuda a explicar por qué las mujeres parecen llegar con retraso
a los espacios del poder y de toma de decisiones. Una condición que no es
natural que cómo se ha explicado durante años por el feminismo y los estudios
de género, ha sido elaborado minuciosamente, casi con precisión milimétrica. Un
ejemplo claro es cómo esta lucha por la igualdad entre hombres y mujeres dentro
del poder público, sea en procesos electorales o sea por designación directa en
el funcionariato, no es una tarea acabada y como se advierte en uno de los
escritos, podría sufrir un retroceso, que esperamos no sea el caso del nuestro.
Una gran
mayoría de las autoras y autores reconocen los avances en estos 60 años, pero también
advierten que todavía resultan insuficientes y se plantean que existe un acto
de injusticia con las mujeres, a quienes de una u otra forma se les ha
regateado la paridad, que por cierto es hoy una realidad en la ley, y tendremos
que esperar a los hechos para observar la realidad. La de “a deveras” como
decimos en México.
Si las
mujeres hacemos una coincidencia precisa de este camino largo de 60 años y de
cómo nos vemos en ese “hay mujeres para rato”, parafraseando el título del
libro, ambos, mujeres y hombres estamos de acuerdo en que las leyes a veces
resultan insuficientes para alcanzar la igualdad sustantiva y que se requiere
de una férrea voluntad para cambiar esta historia.
Pero siempre
nos persiguió invariablemente, dicho de un modo o de otro, una misma pregunta: ¿qué
hace falta para conseguir la igualdad política como práctica cotidiana?
Planteamiento que se sigue haciendo más allá de la reforma política recién
aprobada y que garantizará en futuras elecciones la paridad, lo que no
significa que sea posible, considerando de qué manera y cómo los hombres que
están en el poder se las han ingeniado para evitar que ellas también sean
mujeres para rato. (Parte de la presentación hecha por Soledad Jarquín Edgar en la ciudad de México durante
la presentación del libro).