Tomada de internet |
Soledad
JARQUÍN EDGAR
Ni
bien empiezan y no se aguantan.
Eso
de tocar los privilegios tiene a los hombres en otro lado. Los Lineamientos de
la Paridad de Género aprobados por el Instituto Nacional Electoral en febrero
pasado y revocados por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación la noche del jueves pasado es un ejemplo.
Ahora
sí que los Lineamientos duraron lo que al triste la alegría. ¡Qué horror y qué
vergüenza! Los lineamientos eran en realidad una buena carta de mejores deseos
para las mujeres en el proceso electoral del 5 de junio.
Buscaban,
más que otra cosa, que el proceso electoral tuviera reglas de fácil aplicación
para quienes no entienden o no quieren entender qué es y para qué sirve eso de
la paridad. Pero sobre todo para aquellos siniestros personajes de los partidos
políticos que siempre encuentran la rendija para hacer que parezca aunque no
sea.
Reglas
que los partidos políticos, sobre todo ellos, pudieran aplicar a fin de alcanzar
esa igualdad en los órganos legislativos y también en los gobiernos
municipales. Pero fueron los mismos partidos PAN, PRI, PRD, PT y Moreno quienes
los impugnaron, bueno los “hombres” de los partidos, y cuatro magistrados del
TEPJF, todos varones, los que determinaron que sí que “era un exceso del INE”.
Lo
que se trastoca, es claro está por encima y en el fondo, con la paridad es la
hegemonía varonil en el poder político. No es viable, pese a que estamos en la
era de la modernidad, que las mujeres compartan el poder con los hombres. Pero
si no lo permiten ni en sus casas, es lógico pensar que tampoco lo permitirán
en lo político.
Esto
que sonará exagerado para algunas personas, hombres y mujeres claro está, es
una realidad total. La pregunta ya fue hecha con anterioridad en el sentido de
que ¿Cómo nadie se dio cuenta de que en los Lineamientos se filtraba un dejo de
autoritarismo por parte del INE? Bueno así lo quisieron ver. Y calificado como
un acto de simulación cuya pinza debía cerrar sin más el TEPJF, con el voto en
contra de la única magistrada. (Lo que explica también para qué sirve la falta
de paridad). Ahora sí, como diría mi
abuela Lucha: “a otros u otras con ese cuento” o que les crea Juan Diego.
Y
es que nada les ha movido tanto el piso a los hombres como el hecho de verse
gobernados por mujeres. Ejemplos hay muchos y muy terribles. Ellas, las que se
lanzaron sin paridad, hasta sin salvavidas, la pasaron negras. Su vida estuvo
en real peligro. Algunas casi las matan y las queman vivas, aquí tengo las
historias en la cabeza, siempre sin explicación, solo actos verdaderos de
autoritarismo misógino y machista.
Lo
gracioso, al mismo tiempo que peligroso, es esa nueva clasificación que
denominan “víctimas de la paridad”. ¿Saben quiénes son las víctimas de la
paridad? Según la prensa quintanarroense son todos aquellos varones que
aspiraban a un cargo público o que ya se sentían con la candidatura en la bolsa
y que ven sus sueños desmoronarse, porque ya no van todos los que quieren, solo
unos cuantos, para dar paso a la otra mitad que también aspira, las mujeres.
¡Víctimas
de la paridad! ¡Vaya cosa tan graciosa!
Mientras
las mexicanas han vivido un largo proceso en busca de sus derechos políticos,
léase el poder, que si lo marcamos desde 1924 con el pronunciamiento de las
zacatecanas, son 192 años, en los cuales
sufrieron persecución, encarcelamiento y señalamientos y actos de violencia, de
esa que hoy se califica como política, en aquellos tiempos en que no había
ninguna clase de derechos humanos ni defensoras. 192 años, no en el sexenio
pasado, eso para quienes piensan que son las tutoras de las mujeres en materia
de política. Años que abarcan la larga lucha por el sufragio de manera más
clara hasta conseguirlo hace apenas 1953. Es decir, si volvemos la mirada son
apenas tres generaciones de mujeres acudiendo a las urnas…y tuvieron que
esperar 61 años más para que por decreto se estableciera la paridad…La cuarta
generación está por iniciar una nueva etapa, donde la igualdad numérica está.
A
esas mujeres que lucharon y algunas que dieron sus vidas no fueron consideradas
víctimas, porque desde la lógica del patriarcado estaban exigiendo algo que no
les correspondía.
Resulta
gracioso, pero también preocupante, que los hombres se sientan así frente al
acceso ineludible de las mujeres a las tareas del ámbito político. Lo que
veremos lamentablemente será un incremento de violencia política, cuyo
protocolo de atención se presentará este lunes en la capital mexicana.
Estamos
pues ante un proceso electoral en la que las instituciones deben garantizar la
participación paritaria de las mujeres, eso ya no tiene vuelta de hoja. Lo
otro, los lineamientos eran el broche de oro que desde el jueves pasado se
perdieron. Es decir, hay paridad horizontal, vertical…pero lograr que encabecen
las listas de las fórmulas o planillas, en municipios ganadores será una
batalla a codazos.
Violencia
política
Creí
que a estas alturas ya nadie se fijaba en la forma de vestir de una mujer
dentro de la política. Pero volvió a pasar, grave retroceso. Este sábado en un
diario local la alcaldesa suplente de Xoxocotlán, Diana Luz Vásquez Ruiz, fue
cuestionada por su forma de vestir sin tomar en cuenta su mensaje ante la
Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Rosario Robles Berlanga
y el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo.
Ese
periodismo anquilosado y viejo, es reflejo del pasado que no acaba de pasar. El
pretexto, que no es un hecho noticioso concreto, fue que a la joven política se
le atoró el tacón. Eso bastó para describir socarronamente la forma en que iba
vestida. Lo cual es reflejo del periodismo sexista y hasta misógino que se
aplica, esencialmente, en las mujeres que transitan en la política. Lástima de
verdad, porque lo que se perdió fue el hecho concreto, me refiero al motivo de
la visita de la funcionaria federal y del gobernador al municipio contiguo a la
ciudad de Oaxaca, Santa Cruz Xoxocotlán. Ojalá no le vuelva a pasar a Octavio
Vélez, quien en breve recibirá el premio de periodismo que otorga el Club de Periodistas.
Lo
peor de todo es que no es el único caso.
Los
apellidos
A petición de un
grupo de lectoras y lectoras.
Preguntan por qué
Alejandro se quitó sus apellidos paterno y materno. Y también preguntan por qué
Alejandra, la pre candidata panista, (curioso ambos tienen el nombre de origen
griego, pura casualidad) se quitó su apellido paterno.
Hay cuatro
supuestas razones en puerta, todas vertidas por la ciudadanía, claro está:
1. Las personas
piensan que es para que a ALEJANDRO no lo relacionen con su papá José Murat,
(supuesta estrategia que inventan los sesudos asesores del candidato del PRI
que contrario a todo confirmaría la teoría de que fue un mal gobernante y su
hijo no está orgulloso de él).
2. Otros piensan
que ALEJANDRO y ALEJANDRA, o quienes los asesoran, creen que la política es
como la artisteada y que se trata de ganar fans y no votantes.
3. Es dicen un
asunto de mercadotecnia. ¡Sonamos! La política vista como un producto para el
hogar.
4. Y, la última,
porque les dio su regalada gana.
Lo que creo es que
en eso de la polaca resulta bien visto mandar a aquella ranchería de Jalisco a
la familia, porque lo que importa es ganar, sea sobre quien sea. Lo cierto es
que todo el mundo sabe que ALEJANDRO es hijo de José Murat ex gobernador de Oaxaca
y que ALEJANDRA se apellida García.
Si las cosas fueran
como ambos quieren que sean y ambos ganaran las elecciones el 5 de junio, uno
como gobernador y otra como presidenta municipal tendrán que retomar sus
apellidos paternos y todo volverá como era en un principio. Nadie se engaña a
sí mismo.
@jarquinedgar