LXII sinvergüenzada |
Soledad JARQUIN EDGAR
La
invalidación de la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales de Oaxaca
(LIPEO) por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) es un
asunto que debe preocuparnos como ciudadanía, es una referencia de cómo el
sistema político está en crisis, en la peor de sus crisis y lo seguirá estando
en tanto los intereses de la clase política se hayan invertido y por encima de
todo estén solo ellos.
Es un asunto
de pena ajena, como diría mi querida abuela Lucha.
A lo largo de
los últimos meses hemos visto, se ha revelado, diría con propiedad, cómo es el
tejemaneje dentro de las legislaturas. Ser diputado, al menos en Oaxaca,
representa muchas oportunidades de enriquecimiento. Las cuotas están a la orden
del día. Cada postura aprobatoria o no de leyes, reglamentos y acuerdos que se toman
tienen una cuota, un pago y no consensos reales en pro de la población.
No se
conforman con ganar más de 54 mil pesos mensuales, más una serie de bonos que
de manera directa reciben de la Tesorería, bonos que por cierto no tienen
ninguna justificación, y que no me atrevo a calcular pero que de acuerdo con
diversas opiniones rebasan los cien mil pesos mensuales.
Tan solo el
salario de los diputados, sin bonos ni otras canonjías, representan unos 770
salarios mínimos cada mes. Sin duda, lo que tienen es un Congreso sobre pagado,
dados los resultados que nos arrojan y que de una y otra forma hemos advertido,
pero sobre todo que ellas y ellos mismos se han encargado de exhibir.
Y es exactamente
el mismo caso del magisterio, tantas veces criticado y vituperado. Ellos por no
trabajar, incluso fue necesaria la fuerza policial del Estado mexicano para que
Gabino Cué pudiera “agarrar el toro por los cuernos”, que echara andar un nuevo
andamiaje, aunque con maquinaria corroída por la misma triste historia.
A los
maestros se les criticó por sus casi permanentes paros, su falta de eficiencia
terminal, la ausencia en las aulas, entonces la opinión generalizada era que
los maestros nos estaban robando (como pueblo) porque no iban a trabajar y
cobraban sus salarios.
Pues yo diría
que quienes integran la LXII Legislatura local como el magisterio están
cortados por la misma tijera. Solo que la sofisticación del robo los hace
diferentes. Es decir, aunque las 16 mujeres
y 26 hombres que fungen como diputados vayan regularmente a laboral en
el edificio de San Raymundo Jalpan, donde se encuentra la sede del Congreso
local, lo cierto es que su eficiencia, está demostrado, deja mucho que desear,
y aun así se les paga.
¿Es o no
corrupción recibir dinero por un trabajo mal hecho?
En otras
circunstancias, es decir, cualquier otro empleado o empleada sería despedida de
inmediato por no hacer el trabajo de manera adecuada. La invalidación de la
LIPEO es resultado de un trabajo mal hecho, entonces habría que corregir el
error, pero también habría que exigir que devuelvan por lo menos un mes de sueldo, que no es poca cosa, son
dos millones 184 mil pesos que bien podrían destinarse al abandonado Hospital
de la Niñez Oaxaqueña, que a capricho de unas cuantas personas está al borde de
cerrar.
Eso que les
acabo de escribir, por supuesto, es un sueño guajiro de la que escribe, porque
si de algo carecen las y los diputados es de honestidad, ya no digamos de lo
demás como el sentido de la justicia, la lealtad al pueblo al que sirven, a la
humanidad a la que pertenecen, o la responsabilidad grave del trabajo que
desempeñan. A mi me bastaría con que fueran honestos, sería suficiente, digamos
bastante.
Pero lo que
tenemos que tener muy en cuenta la ciudadanía, que vamos elegir representantes
populares en 2016, es qué clase de diputadas y diputados queremos. Qué
características deberán reunir, qué saberes deberán tener, que valores
elementales no moralistas deberán cargar en su conciencia. Cómo valorar a las y
los aspirantes. ¿Volveremos a votar por los mismos? Incluso por los mismos
partidos.
En fin, lo
cierto es que las y los diputados de la LXII Legislatura, son como me decía el
analista político Adrián Ortiz Romero, ese lugar común que ha alcanzado la
cima: la peor diputación de los últimos tiempos y esos últimos tiempos se
cuentan desde hace varias diputaciones, pero esta es la peor ni duda cabe.
No cabe duda,
lo peor que nos puede pasar es su cinismo. De ahí que por ejemplo no se hayan
molestado en darle la cara al pueblo después de la pifia cometida con la LIPEO,
y en cambio salieron ante la prensa para exigir al tesorero Mauro Alberto Sánchez Hernández (que no es
sino otro pillo de cuentas) que informe y acredite los pagos hechos a los
coordinadores de las fracciones parlamentarias que conforman la Junta de
Coordinación Política. Eran diputadas y diputados de todos los partidos
políticos, incluyendo tres priistas, que ahora sí rompieron filas con su
bancada, al menos para eso.
Es decir, si
se trata de dinero se ponen muy abusados, pero si se trata de rendir cuentas se
hacen como que la virgen les habla, porque lo cierto es que sobre la LIPEO ni
se enteraron, recordarán que su aprobación se realizó en medio de arrebatos,
jaloneos y carpetazos, además de una bochornosa escena de gases lacrimógenos.
Algunos de
ellos pasados de copas, pues venían de comer con Gabino Cué quien les informó
cómo quedaría finalmente esa ley. Lo cual, como bien dice Norma Reyes Terán,
coordinadora de la Agencia para el Adelanto de las Mujeres, hace que el supremo
gobernador y magnate Gabino Cué tenga sus buenas dosis de responsabilidad.
En suma, lo que queda claro es que las y los integrantes de la LXII
Legislatura local han quedado exhibidos, por ineficientes, pero sobre todo por
corruptos, porque la LIPEO estaba pensada en favores partidistas. Los priistas
lambiscones para hacerle un flaco a favor Alejandro Murat, pero lo metieron en
una pelotera de miedo, y el resto para impedir que el hijo del ex gobernador
sea candidato. Esa es solo una pequeña muestra, porque lo cierto es que la ley
tuvo un dramático error de procedimiento, dicho desde el abogado Ortiz Romero.
¿Para qué sirvió toda aquella faramalla de gas lacrimógeno y mentadas de
madre en el congreso local, aquel 1 de julio? Bueno para ratificar lo que es un
secreto a voces, que cada uno de los y las integrantes de la LXII Legislatura
recibieran dos millones de pesos, por aprobar al gobernador Gabino Cué
Monteagudo de contraer una nueva deuda de dos mil 400 millones de pesos.
Como dice Reyes Terán, en una entrevista publicada para www.semmexico.org, el congreso de Oaxaca es
un sitio donde se “vende y compra”. Una especie de supermercado donde el
destino, el del pueblo, depende del montón de billetes que depositen en la
cuenta de cada uno de sus integrantes.
Bueno, lo que tenemos que tener en cuenta toda la ciudadanía es que a
estos 42 diputados y diputadas, cuyos nombres pongo al final, deberán estar
vetados para ocupar futuros cargos públicos en Oaxaca, sea como presidentes
municipales, funcionarios o diputados locales, federales o Senadores y hasta
gobernadores, porque para ellos nuestra vida tiene un precio.
No vaya siendo que después esta cuarentena nos salga con que quiere
gobernar, porque les haremos saber como ciudadanía que no tienen ninguna
posibilidad de hacerlo, están reprobados: solo han legislado leyes menores,
dejaron pendientes los temas torales para Oaxaca y cuando quisieron hacer su
chamba los mandaron a freir chongos, porque leyes no saben hacer.
Sección recortable:
El siguiente es una lista para recortar, pegar en el refri, en la compu,
en donde usted quiera, porque sus nombres no deben olvidarse, como ciudadanía
no podemos permitir que sus nombres vuelvan a repetirse como aspirantes a nada,
menos a un cargo público, ya sabe debe decirles NO, por ineficientes:
Por el PRI: Martha
Alicia Escamilla León, Manuel
Andrés García Díaz, Adolfo
García Morales, Amando
Demetrio Bohórquez Reyes, Fredy
Gil Pineda Gopar, Carlos
Alberto Ramos Aragón, Rosalía Palma
López, Emilia
García Guzmán, Arsenio
Lorenzo Mejía García, María
Luisa Matus Fuentes, María
Luisa Matus Fuentes, y sus plurinominales Juan José
Moreno Sada, María
Lilia Arcelia Mendoza Cruz, Alejandro
Avilés Álvarez, Fe
Yadira Betanzos Pérez, Adolfo
Toledo Infanzón, María
del Carmen Rícardez Vela.
Del PAN: Remedios Zonia López Cruz,
Gerardo García Henestroza, Víctor Cruz Vásquez, Antonia Natividad Díaz Jiménez,
Javier César Barroso Sánchez, Alejandro Martínez, Ramírez, Leslie Jiménez
Valencia y sus plurinominales Sergio Andrés Bello Guerra y Dulce Alejandra
García Morlan.
Del PRD: Félix Antonio Serrano
Toledo, Iraís Francisca González Melo, Palemón Gregorio Bautista, Juanita
Arcelia Cruz Cruz, Jesús López Rodríguez, Zoila Juan José, y sus pluris Jaime
Bolaños Cacho, Vilma Martínez Cortés, Anselmo Ortiz García, Itaisa López
Galván.
Y
los de la chiquillada, por el Verde Ecologista, Carlos Alberto Vera Vidal; del
PT, Rafael Armando Arellanes Caballero; del Movimiento Ciudadano, Ericel Gómez
Nucamendi; del Partido Unidad Popular, Santiago García Sandoval; de Nueva
Alianza, Jefte Méndez Hernández, y del Social Demócrata, Manuel Pérez Morales.