Francisco Toledo. Fotografía de Juan Carlos Reye |
Soledad JARQUÍN EDGAR
Hay zorrillos que quieren parecer zorros.
Eso es lo que quiere aparentar el Secretario de
Turismo y Desarrollo Económico, José Zorrilla de San Martín Diego, quien en el
apellido lleva la penitencia.
La imposición, aún con la famosa consulta de este
domingo, de hacer de un centro cultural y de convenciones, así en minúsculas,
es una prueba, para muchos, de que mas valen las mañas que la inteligencia y la
sabiduría.
Zorrilla es prepotente, tiene aires de cacique de
pueblo, aspiraciones rancheras, a pesar de su “abolengo”, porque la educación
es la educación y a veces algunos títulos nobiliarios y escolares de nada
sirven. Realmente los políticos serían felices si los pueblos fueran ajenos a
sus quehaceres y ambiciones. A veces ni la lupa del pueblo alcanza para detener
las desmedidas consecuencias de los actos emprendidos por la clase política, en
este caso de la oaxaqueña.
Hasta ahora el capricho de este empresario venido a
político o funcionario, solo ha costado millones de pesos a una de las
entidades más pobres del país: Oaxaca y la gran mayoría de la población que en
ella habita. Pobreza que por supuesto este magnate mezclillero, como el mismo
se hace llamar, no conoce ni conoció y posiblemente no conocerá, porque el
nuestro es un país de gente pobre y de políticos millonarios.
Así que para Zorrilla y la camarilla con la que dice
Gabino Cué que gobierna es un club de buenos amigos, cómplices, cuñados y
parientes. Nepotismo efectivo para sus fines de enriquecimiento. Y tienen
además de aficiones comunes, como la caza de animales muchas veces prohibidos, y
una característica que es inocultable que se ha incrementado, todos se dicen
magnates, empresarios, cuyos negocios y fortunas son escandalosas en un pueblo,
insisto, donde la pobreza se vive en la vida cotidiana, en la falta de
oportunidades y hasta en la escasez de alimentos.
El fenómeno de los últimos tiempos es el gusto de los
“magnates” por la política. Ya no se conforman con ordenar al oído de los
políticos y hacer recomendaciones o acomodar las cosas según sus intereses y
negocios que emprendieron en mancuerna durante largas décadas. Ahora también
quieren ser parte de la política y los resultados son exageradamente
vergonzosos, pues encuentran en la política una inagotable fuente de
enriquecimiento.
Si Alibaba tenía 40 ladrones, Gabino Cué tiene muchos
menos pero son mucho más efectivos que el personaje de ficción. Han sido
capaces de robarse hasta la alegría del pueblo, todos unos magos, el problema
es que robar la ilusión al pueblo no es un acto de magia es real.
Este club de amigos, de pipa y guante, coñac en mano,
bien vestidos, son audaces con el dinero del pueblo, han sido señalados
reiteradamente, a lo que Cué ha hecho oídos sordos, salvo el caso de German Tenorio lo mandó a su
casa, pero siguió cobrando hasta hace muy poco tiempo cuando el ingeniero
Secretario de Salud se dio cuenta de semejante atrocidad. Estos personajes
saben y sopesan el valor de cada centavo, de eso no tengo duda. “Son perros
para el dinero”, como diría un amigo querido.
Aquí algunos nombres ya conocidos: Jorge Castillo,
Alberto Vargas, Germán Tenorio y José Zorrilla. Además de Juan José Gutiérrez
Candiani, Diego Rule, Manuel Ramírez Tenorio y Salvador Monrroy. ¡Vaya
camarilla!
A estas alturas del sexenio, podríamos decir que los
llamados toficos que gobernaron con el jefe de jefes en los noventa, es decir,
Diódoro Carrasco Altamirano, se quedaron cortos comparados con los magnates que
con o sin cartera se despachan con la cuchara grande cobijados por el gobierno
del hijo pródigo del cuicateco, Gabino Cué que soñó con gobernar, que
prometió mandar obedeciendo y terminó
por torcer todo lo que había dicho que haría cuando fue ungido como el paladín
de la justicia oaxaqueña, aquel 1 de diciembre de 2010.
Hoy, las “fuerzas vivas”, los dirigentes de
organizaciones sociales que aplaudieron el acto comicial que dio el triunfo al
joven ex priista, pretendiendo que gobernara como un demócrata, se sacuden la
cabeza en busca de razones que expliquen el fracaso que lamentablemente solo
afecta al pueblo. Lo han desconocido públicamente, sobre todo cuando decidió crear
un nuevo IEEPO, responder con hechos al mandato presidencial o la torcedura de
brazos que le hicieron allá donde alguna vez trabajó con Carrasco Altamirano,
la Secretaría de Gobernación.
Lo más lamentable es que hay quienes siguen sin
vergüenza sirviendo a este gobierno, no porque estén convencidos de que las
cosas han de cambiar, no, sino porque han encontrado el camino de la felicidad
y la riqueza, uno de ellos Adelfo Regino y el grupo de académicos que también
siguen pegados a la ubre gubernamental. La misma táctica que empleó el maestro
de Gabino, el hijo putativo de Cuicatlán. Muchas coincidencias.
Y esta camarilla encabezada por Cué y su hermano
Zorrillo, se han empecinado en construir en un lugar no adecuado el centro
cultural, han gastado millones de pesos, tan solo el proyecto costó 36.7
millones de pesos (dos millones de dólares), la consulta inexplicable de este
domingo nos cuesta 3.5 millones de pesos, más la costosa publicidad en
televisión comercial, como televisa que en horario estelar dos minutos cuestan
algo así como medio millón de pesos y que sumados son ya varios millones más.
Espectaculares y propaganda de papel que se reparte de casa en casa, además de
noticiarios completos y cuando digo completos tal parece que eso incluye al
personal en radio y televisión.
Campaña en la que pretende menoscabar la vida y la
obra de un hombre cuyo trabajo, fama y gloria está basada en la razón, en la
inteligencia, en la sabiduría un artista como Francisco Toledo, capaz de
debatir frente a la “obra” del sexenio, al grado tal que lo insultan, lo tildan
de loco y de querer apropiarse de la ciudad en la que vive.
¿Quién es
Toledo?
Tenemos que recordar ¿quién es Francisco Toledo? Sí,
sin duda que sí. Fue el quien creó y fundó una de las instituciones únicas en
su tipo en Latinoamérica, me refiero al Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca,
por su biblioteca de arte y arquitectura; el Museo de Arte Contemporáneo, el
Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, la biblioteca para personas invidentes
Jorge Luis Borges, el cinema Pochote y por falta de interés de los gobiernos no
se concretó la fonoteca Eduardo Mata.
El Centro de las Artes de San Agustín, aquí en el
municipio conurbado de Etla, donde se encuentra cierta paz que la ciudad no
alcanza a ofrecernos ya. Sobre ese lugar hay una anécdota buenísima que
recuerdan bien sus amigos. Para lograr que ese sitio tampoco fuera convertido
en hotel había que pagar cierto dinero a los ex trabajadores de la fábrica de
hilados, era el último día. Ahí bajo los árboles de la vieja casona, estaba
Toledo murmurando y caminando de un lado a otro, solo faltaba el dinero del
gobierno, las otras partes ya habían cumplido: el propio maestro y la fundación
Harp. De pronto llegaron varias camionetas, de ellas bajó corriendo y sudoroso el
ex gobernador José Murat quien llevaba la parte que le correspondía en bolsas
de supermercado, arrancando con ello risas discretas.
A Toledo, a través de la organización que también
fundó junto con mujeres y hombres interesados en Oaxaca, el PROOAX, el pueblo
de Oaxaca le debemos que el entonces gobernador –otra vez Diódoro Carrasco
Altamirano-, no convirtiera en hotel y curioso pero cierto que no fuera un
centro de convenciones el ex convento de Santo Domingo, ni en estacionamiento
de siete pisos, cuatro subterráneos y tres hacia arriba, lo que hoy ocupa el
Jardín Etnobotánico. Ni que tampoco se construyera en el patio del otrora
edificio de caballería del ejército una pirámide tipo Louvre.
Y fue él, quien advirtió lo que entonces sucedía con
el ex convento Santa Catarina, que por cierto debe ser devuelto al patrimonio
cultural de México y dejar de estar en manos de una cadena hotelera. Tal vez ya
se nos olvidó que se opuso a que una tienda de comida rápida se instalara en
los portales del centro histórico y nos recordó, repartiendo tamales
oaxaqueños, la riqueza de la gastronomía de esta entidad.
A Toledo, quien ahora sigue luchando denodadamente
para que no se construya en el cerro del Fortín el capricho del sexenio y ha
demostrado sus razones y las razones que debieran ser de todo el pueblo,
también le debemos tener hoy el acervo bibliográfico del que podemos disfrutar
en la Biblioteca Burgoa, porque fue él quien firmó un acuerdo con la UABJO para
alcanzar ese objetivo y rescatar los libros de su antiguo alojamiento, allá en
el edificio de 5 de Mayo donde hoy está la Escuela de Arquitectura.
Y hay más, este genio nacido en Juchitán, del que los
gobiernos presumen cuando les conviene es un humanista, fue él quien logró la
amnistía para los presos loxichas en penales estatales y ha hecho por muchos
hombres y mujeres que vivimos en Oaxaca
de Juárez.
Ese es Francisco Toledo, Premio Nacional de las Artes
1998, quien con sus obras ha demostrado ser un verdadero amante de Oaxaca y a
quien “magnates” llenos de soberbia, venidos a políticos y con dinero del
pueblo vituperan e insultan con sus acciones. Una lastima que confirma que no
hay dinero que alcance para ser inteligentes.
@jarquinedgar