Palabra de Antígona
Mujeres al poder
Por Sara Lovera
En 2015, en la renovación de autoridades de 17
entidades del país, cinco mil 897 mujeres podrían estar en las listas
electorales de todo tipo, en diputaciones estatales y federales, en mil 15
ayuntamientos y, probablemente, varias candidatas a las nueve gubernaturas que
estarán en juego. La idea de compartir el poder con las mujeres ya está
haciendo estragos en la cabeza de los políticos hombres, que se mueren de
miedo.
Sin duda la Senadora de Nuevo León, Cristina
Díaz, podría ser la candidata puntera del PRI a la gubernatura de un estado de
la República de gran poder económico y desarrollo del capital; el lugar donde
los hombres han dominado toda la historia.
Ella es la actual dirigente nacional de la CNOP
y cuenta con muchas simpatías. Actualmente ninguna mujer gobierna una entidad
de la República. Puede haber otras, desde luego, pero Cristina tiene el
apoyo de las mujeres y de su partido.
Y lo del miedo viene a cuento por lo que sucedió
en Aguascalientes el pasado 15 de septiembre. El gobernador priista de la
entidad, Carlos Lozano de la Torre, la noche del famoso “grito” del aniversario
de la Independencia, al nombrar a quienes nos dieron patria espetó,
¡Viva Josefina Ortiz de Domínguez!; en lugar de Josefa, una pifia
que tuvo repercusiones inmediatas en las redes sociales. Algo que
parecería un chiste es grave. Muestra cómo en la cabeza de los dirigentes
políticos de este país, las mujeres no importan, ni siquiera las históricas.
Desde el tercer año de primaria las y los
mexicanos la conocemos. Sabemos de ella, de María Josefa Crescencia Ortiz
Téllez-Girón, conocida como Josefa Ortiz de Domínguez o como La Corregidora,
insurgente de la Independencia y esposa del corregidor de Querétaro que nació
en Irapuato, Guanajuato, el 8 de septiembre de 1768 y murió en
la Ciudad de México el 2 de marzo de 1829.
A lo largo de la historia de México decenas,
cientos, tal vez miles de mujeres han contribuido a la construcción social de
nuestro país. Sus rostros, sus nombres, su filiación, su pueblo, sus
contribuciones concretas, se han olvidado. ¿Pero doña Josefa? La figura
infantil que todas y todos llevamos dentro por el taconazo de aviso sobre la
famosa infiltración de un traidor, esa circunstancia que hizo adelantar las
acciones de rebelión contra los españoles. Esta mujer cuya biografía se ha ido
construyendo a través del tiempo, se le olvidó al señor gobernador.
Así se han olvidado otras muchas. Casi nadie
sabe dónde y menos cuándo nació doña Leona Vicario; pocas personas, sobre todo
las que no son historiadoras conocen la importancia que tuvo en Yucatán doña
Rita Cetina, creadora de las escuelas y la revista La Siempre Viva; en ninguna
escuela nos han explicado el papel de estratega militar de doña Mariana
Rodríguez del Toro de Lazarín y Lazo de la Vega; o cuando se hizo prisionera
durante la guerra de Independencia a doña María Ricarda Rosales o en
qué momento se hizo presente la combatiente doña Guadalupe Rangel.
Se entiende que olvidadas por los hombres que
escribieron la historia, las que he nombrado y otras muchas como doña Dolores
Jiménez y Muro o la sufragista Hermila Galindo, no las conocen los
gobernadores, ahora aterrados porque en 2015 la Ley obligará a promover a los
puestos de elección a un mínimo de 50 por ciento de mujeres y tal vez en la
cabeza de Lozano de la Torre operó lo que llaman en psicología
como negación.
Yo creo que el gobernador pensó más bien en
María Josefina Rosa Tascher de la Pagerie, la esposa de Napoleón Bonaparte,
primera emperatriz del primer Imperio Francés, quien en 1810
estaba viva y actuante, ya que murió en 1814, cuando
aún estábamos en la lucha armada de la independencia. La famosa
Josefina.
2015
Es natural. Aunque claro en Aguascalientes no
habrá elecciones. Las cosas evidencian que después de 61 años, desde que las
mexicanas obtuvimos el derecho al voto (17 de octubre de 1953), se ha decretado
la paridad y eso significa compartir el poder al 50 por ciento. En
Aguascalientes nunca una mujer ha sido elegida senadora. Cosa curiosa.
Las elecciones de 2015 son un tema de
preocupación. No obstante lo de Nuevo León, por obra y gracia de la priista
María Elena Chapa, se está poniendo a la cabeza de la previsión que habrá de
hacerse para que los partidos políticos cumplan con la Reforma Política, donde
además de la paridad, habrá candidaturas independientes.
Algo sumamente importante y será la primera
prueba de esta nueva situación lo que suceda en julio en que habrá
elecciones en Coahuila – que históricamente se niega en la práctica a dar
lugares las mujeres- o Nayarit tierra de machos. En ambas entidades
se elegirán a 25 y 30 diputados locales, respectivamente y más de 20
ayuntamientos nayaritas. Importante porque todas las cuentas indican que es en
el poder local donde mayor resistencia hay para la participación femenina.
De los casi 2 mil 500 municipios del país, el
poder de las mujeres en esas comunidades no ha logrado remontar el siete por
ciento. Si fuera posible y real en 2015 habría al menos 500 mujeres con
posibilidades. Eso depende de cómo jerarquicen los partidos políticos. Por ello
la previsión en Nuevo León es fundamental.
En Nuevo León se estima que para las
elecciones del año entrante estarían participando 25 candidatas a
Presidentas Municipales; 39 a Síndicas; 151 a Regidoras; seis a diputadas
federales, y 13 a diputadas locales, todas ellas con sus respectivas
suplentes-, según marca, la histórica sentencia del 30 de
noviembre 2012, donde el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación obligó a los partidos a cumplir con la cuota del 40 por ciento y a
que las fórmulas electorales fueran del mismo sexo.
El caso es simple, hoy la participación política
de las mujeres es un hecho que hay que apuntalar. En Nuevo León hace unos días
los dirigentes de los partidos políticos prometieron cumplir con la ley sobre
paridad de género para el 2015, luego de reconocer que se trata de una
conquista producto de muchos años de trabajo de las mujeres, que representan ya
el 52 por ciento de la población en México.
Y la Reforma Política, que el presidente Enrique
Peña Nieto impulsó, es el producto de un proceso de negociación de mujeres de
todos los partidos políticos, especialmente de las senadoras, para que la
Reforma Política contuviera la paridad. Ahora en esa reunión a la que me
refiero, la primera de un proceso de seis encuentros denominados Foro Nacional
de Análisis Político, reuniones todas citadas en Nuevo León, evidentemente es
una de las mayores movilizaciones en favor de Cristina Díaz.
En la primera reunión asistieron los presidentes
de cinco partidos políticos, entre ellos los
tres principales y ahí quedó dicho, sin ambigüedades que “El año
2015 será un parteaguas para el México del tercer milenio. La reciente reforma
político-electoral garantiza que -por primera vez-, las candidaturas a los
congresos sean para hombres y mujeres por igual”, como dijo Lorena Cruz
Sánchez, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres.
Agregó, como para pensar que el reto para los
partidos políticos será capitalizar el dividendo de género con prácticas muy
concretas, sin escatimar el reconocimiento y el apoyo a las mujeres que han
desarrollado carrera política, que han llevado mejoría a sus comunidades o bien
que están listas para aprovechar la primera oportunidad de participar.
Y, finalmente para que no haya duda: “El país
necesita más mujeres en puestos de poder y de liderazgo, tanto en las empresas
como en los gabinetes de gobierno. Estoy convencida de que, sin mujeres
participando en el diseño y puesta en marcha de políticas públicas, no podremos
combatir la pobreza, la desigualdad ni la violencia en México”. Tan, tan….a ver
qué sucede.