Mujeres y Política
La mentira
Soledad JARQUÍN EDGAR
La mentira no es el nombre de ninguna telenovela pero
sí es un drama local. En Oaxaca vivimos varias mentiras: 1) que tenemos un
gobernador y que gobierna; 2) que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación, Sección 22, defiende al magisterio; 3) que habrá una ley estatal de
educación y que no se acatará la reforma educativa; 4) que estemos frente a la
protesta social y que eso no es vandalismo; y 5) que pronto terminará el
conflicto…6) aquí no pasa nada.
El problema educativo en Oaxaca está cimentada en
muchas mentiras, verdades a medias, quimeras, cuentos y un permanente acto de
sadismo y masoquismo, victimizacón y revictimización…Desde Pedro Martínez
Noriega hasta el actual dirigente sindical Rubén Núñez Ginez, pasando por Rueda
Pacheco, las exigencias magisteriales han subido de tono, una y otra vez han
utilizado la fuerza de la protesta, la toma de calles, plazas públicas y lo que
vimos esta semana para plantear sus muy “democráticas” demandas.
Pero para uno que demanda siempre habrá uno que
responda, que entretenga, que atienda, que negocie, que corrompa, pero no que
solucione el problema de fondo, porque entonces qué vamos a hacer ¿dar clases?
Qué horror.
Revisando la historia podemos ver a las y los maestros
oaxaqueños que recorrían largos y difíciles trayectos a pie o en mula en la
complicada orografía de Oaxaca, que se entregan a la enseñanza del alumnado,
que buscaban y obligan a los padres para que llevaran a las niñas a las aulas,
que se esforzaban con un método de enseñanza más allá del salón de clases en
temas que no tenían nada que ver con las matemáticas, el español o la historia,
me pregunto ¿qué pasó? ¿dónde quedó la mística? ¿por qué la masa, la gran
mayoría de las y los maestros responden al llamado que con tambores de guerra
han hecho sistemáticamente en los últimos más de 30 años sus dirigentes?
Me resulta difícil entender y no porque no crea en los
derechos sindicales, sino todo lo contrario. Creo fervientemente en los derechos
de las personas y, es claro, aunque haya quienes digan que no es cierto, en
Oaxaca el magisterio violenta sistemáticamente los derechos no sólo de la niñez
sino de toda la ciudadanía, la sociedad, el pueblo.
Esta semana en una conversación para el programa ¡Hola
Gabino! Que transmite la televisión por internet de Canal Gente Libre,
platicamos con un especialista en el tema, Samael Hernández Ruiz, sin
desperdicio sus comentarios, por eso los retomo con su debida autorización.
Como la gran mayoría de la población oaxaqueña, el
especialista en el tema educativo, coincide en que la Sección 22 del SNTE está violentando
las garantías constitucionales y no pasa nada, tienen patente de corzo, además
de existir la posibilidad de que estén actuando bajo consigna, tal parece que
“alguien espanta al Elefante”, porque el
magisterio insiste en mantener en jaque a la capital oaxaqueña y las
principales ciudades de la entidad, bloqueando comercios, bancos, carreteras,
calles, plazas porque no quieren la reforma educativa, pero ese es un hecho
consumado. Estamos, pues, ante la posibilidad de que agentes internos o
externos contribuyan a propiciar el clima de ingobernabilidad que ahora vivimos
y a generar una crispación social frente ala indefensión de la ciudadanía que
no encuentra a quien decirle que pare esta condición de conflicto que en cadena
otros problemas.
¡Qué miedo! Me aterra pensar que utilizando el poder
fáctico en que se ha convertido con el paso del tiempo la Sección 22, hoy haya
tantos intereses mezquinos y muy oscuros y que ni duda cabe tienen que ver los
procesos electorales que viviremos en 2015 y en 2016, porque a pesar de la
pobreza, la marginación y los conflictos, algo le queda de carne a esta chuleta
y hay perros hambrientos detrás de la carne. Y que tal parece a la Federación,
como al gobierno local, les tiene sin cuidado.
Hernández Ruiz considera que hoy por hoy el magisterio
oaxaqueño es vulnerable. La reforma ya está, por lo pronto no hay vuelta atrás.
Y efectivamente hay afectaciones reales para las y los integrantes de la
Sección 22. Hay una buena cantidad de plazas sin respaldo presupuestal y
prestaciones laborales sin fundamento legal, luego de los acuerdos tomados por
la SEP y la SHyCP en febrero pasado. Ambas son malas noticias para la base sindical
que entre plantones y movilizaciones no acaba de enterarse y, peor aún, no han
sido informados por sus dirigentes.
Samael Hernández planteó algo que llamó “deseo
personal y no producto de un análisis”, que el gobierno estatal, el que dice
encabezar Gabino Cué (esto lo digo yo), debe poner sus cartas sobre la mesa y
frente a la reforma educativa federal definir su propuesta…sin embargo, todo
parece indicar que no hay tal propuesta. Por otro lado, la Sección 22 del SNTE
sabe (eso se supone) que cualquier reforma que no esté en concordancia con las
leyes federales no aplica, no sirven.
Dicho de otra manera, aquí aplica la frase de “aiga
sido como aiga sido”, ya no hay vuelta de hoja. Entonces ¿para qué llevar a las
maestras y maestros como kamikazes a la
confrontación, al desgaste emocional que en lo personal debe representar esa
obligación de estar en el frente de batalla dejando su bienestar personal de
lado, mientras los líderes exigen café, aguas frescas y galletas en las
reuniones con las “autoridades” o en restaurantes, mientras el resto monta
guardia en el desfiladero?
Y aunque usted no lo crea, el especialista considera
que hay alternativas para solucionar el problema, dentro de la ley. Para eso se
exigen dos condiciones: una que el gobierno federal de muestras de voluntad sin
violentar las leyes y segunda que el gobierno estatal presente una propuesta
real. El problema es que todo parece indicar que lo segundo no ha sucedido. Y
en medio de todo esto, añade, el sindicato también tiene serias preocupaciones:
¿cómo decirle a las bases que aunque ellos lo crean no somos dioses y que ahora
sí nos falló? El sindicato debe negociar y velar por los derechos de sus
agremiados, algo que a los ojos del mundo, se dejó de hacer hace 25 años.
Lo legal entonces es que se armonice la ley estatal
con la federal. Que Oaxaca presente sus cuentas, algo que harán a destiempo
porque simple y llanamente no se les dio la gana hacerlo cuando era el momento
preciso y que el sistema de pagos pase a manos del gobierno federal, lo que
desde ahora se vislumbra como un imposible. Pero que quede bien claro, el
gobierno federal aplicará la ley el próximo año, les guste o no les guste. Eso
nos lleva a entender desde ya que el conflicto magisterial no se terminará
pronto.
Y queda una posibilidad más: que el Congreso local
autorice al Ejecutivo local la entrega de todos los servicios educativos a la
Federación porque nadie está obligado a lo imposible, plantea Samael Hernández.
Y otra vez escucho los tambores de guerra en ese escenario que ya hemos
planteado: las elecciones de 2015 y de 2016.
Sin duda alguna tenemos que prepararnos los peores
escenarios parecen estar por venir. De ahí que decir la verdad, hablar con
claridad, corregir los errores sea en este momento lo más difícil y complicado.
Errores de todos: del gobierno federal centralista, del gobierno estatal que no
quiere perder más de lo que ya perdió. Lo otro será hacer –dice el entrevistado
en Canal Gente Libre- retomándo la frase de José Cárdenas, dejar que Oaxaca se
pudra.
@jarquinedgar