Fotografía: Excélsior |
Mujeres y Política
¡Se los dijeron!
Soledad JARQUÍN EDGAR
Las ambiciones políticas y económicas de grupos y de partidos
políticos, en un ayuntamiento que se rige por usos y costumbres; la actitud
negligente y las omisiones del gobierno estatal que encabeza Gabino Cué
Monteagudo; el silencio cómplice de los 42 diputados de la LXII Legislatura; la
nulidad en que se convierten los onerosos aparatos electorales, como el IEPCO,
y claro, el ancestral machismo, explotaron este miércoles en San Juan Cotzocón,
Mixe.
Con un saldo que ya conocemos de ocho personas muertas:
cuatro policías ,
dos simpatizantes de Gorgonio y dos opositores a éste.
Este viernes por la noche otras 30 familias de San Juan
Cotzocón salieron de la comunidad ante el temor que representa para ellas la
falta de garantías que no les brinda ni la autoridad municipal, ni el Estado y
ahora vemos ni siquiera la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de
Oaxaca. Salieron caminando unos hacia Zacatepec y otros por Alotepec.
Entre las personas desplazadas se encuentra Maricela Inocente
Hernández y su familia. Esta mujer que había sido encarcelada en tres ocasiones
por el ahora forajido Gorgonio Tomás Mateos y que espero hasta el último
momento que la DHHPO le proporcionara medidas cautelares, lo que nunca sucedió.
A raíz del enfrentamiento del pasado miércoles la situación
es más difícil, más tensa, más angustiante, no sólo para las familias de los
fallecidos en ese enfrentamiento fatídico producto de lo que ya se dijo un mal
operativo policíaco operado por la Procuraduría General de Justicia del Estado
y la Secretaría de Seguridad Pública.
Incluso, las familias que habían salido de la comunidad mixe,
desde mayo pasado, siguen recibiendo amenazas para que guarden silencio, para
que “no sigan alborotando la gallera o se atendrán a las consecuencias”. Hoy el
miedo es parte de sus vidas, en especial de las mujeres que valientes denunciaron
los abusos de los cuales fueron objeto.
Amenazas que han sido orquestadas por simpatizantes del Tomás
Mateos desde fuera y que se hacen a través de correos electrónicos, en algunos
casos, o telefónicamente en otros. Advertencias que también se extienden a
quienes hemos escrito de esta situación lamentablemente, pero tienen nombre y
apellido: Abel Díaz, quien es ampliamente conocido en la población como
simpatizante del Gorgonio Tomás.
No es para menos, el grupo que buscaba el poder económico y
político del pueblo, a raíz de no haber sido electos en la asamblea
comunitaria, han emprendido una campaña que va más allá del hostigamiento y la
discriminación hacia sus propios paisanos, que nada decían porque tampoco veían
respuesta de las autoridades.
Desde diciembre pasado, un grupo que fue golpeado y
encarcelado vino a la ciudad de Oaxaca para denunciar los hechos, pero ninguna
de las autoridades judiciales advertidas de la situación crítica que se vive en
Cotzocón recibió alguna respuesta, como tampoco supieron nada de la famosa
Defensoría.
Lo mismo quedó al descubierto en mayo pasado, cuando las
mujeres de la comunidad, junto con hombres, fueron encarceladas, golpeadas en
algunos casos y violentadas sexualmente en esa odiosa práctica de humillar a
las mujeres, sobajarlas mediante el manoseo en sus partes íntimas o alzándoles
las faldas, como dijeron en una conferencia de prensa las mujeres, por el
simple hecho de que el grupo de Gorgonio, que no es el presidente municipal,
sentía que no respondían a sus mandatos.
La complejidad de Oaxaca se extiende a la vida de las
personas de los municipios gobernados por sistemas normativos internos. Durante
los últimos meses hemos sido testigos de hechos insólitos y arcaicos,
trasnochados, que impiden que las mujeres puedan encabezar un gobierno, ser
parte de estos o participar en la elección de sus comunidades. Ha sido una
especie de secuencia de hechos los que hemos visto.
Pero además estos sistemas han sido desde hace muchos años
corrompidos por las ambiciones de políticos sin escrúpulos que alientan a
quienes no tienen el poder, como es el caso de Gorgonio Tomás Mateos, quien ha
sido solapado en sus quehaceres inconstitucionales por un ex diputado local
priista de nombre Jesús Madrid Jiménez.
No es la primera vez que un gobierno surgido en una asamblea
comunitaria es rechazado por el hecho de no vivir en la cabecera municipal,
recordemos el caso de Choapan, donde también hubo un baño de sangre. En
Cotzocón, el presidente electo, Jaime Regino Patricio, tuvo que establecer su
gobierno en la agencia municipal de María Lombardo, porque el grupo
contrincante no soportó, no aceptó el rechazo de la mayoría de los hombres que
participaron en la asamblea.
De toda esta situación tuvo conocimiento el gobierno estatal,
desde diciembre, repito, pero no hicieron lo que debían hacer de manera pronta
y expedita, actuaron de manera negligente y omisa. El resultado son los
muertos, las viudas, los huérfanos, los desplazados, que poco o nada han de
importar a quienes nos gobiernan en Oaxaca, menos aún a las autoridades
federales que hasta este momento no han dicho nada y que tendrían que
intervenir ante este estado de cosas.
Comentaba un amigo cercano que en otras entidades, después de
registrarse hechos como el vivido el miércoles pasado en San Juan Cotzocón, de
inmediato ruedan cabezas de funcionarios, sin embargo, debemos reconocer el
nuestro es un estado de excepción en ese sentido, porque Gabino Cué es incapaz
de pedirle la renuncia a sus funcionarios.
Con excepción de quien fue nombrado director del IEEPO y en
22 horas destituido por sus conductas indeseables y sexistas en las redes
sociales, el resto del funcionariato puede hacer en contra del pueblo o puede
no hacer nada, porque aún así seguirán siendo parte de la nómina.
Los ejemplos son contundentes y sí en otras entidades y en
otros países donde los derechos de la ciudadanía si tienen un peso efectivo y
son reales, ya habrían corrido a quienes abusan del poder, son negligentes y
omisos, como sucede con German Tenorio Vasconcelos, Secretario de Salud, a
quien de entrada ya se le acumularon 17 casos de partos “fortuitos” o
“apresurados”, como llaman a la negligencia médica.
Otro es el caso del Secretario de Seguridad Pública que está
más ocupado y preocupado por pintar y despintar las patrullas con dinero del
pueblo, que de ocuparse en su tarea real o por lo menos saber operar una
estrategia para detener delincuentes.
Un tercer hecho vergonzoso por el cual ya no tendría trabajo
en otro lugar del mundo es el del juez que consideró suficiente que un abusador
sexual vaya a firmar cada mes, como sucede con el profesor Mateo Atalo Cruz
Ramírez, quien fuera jefe del albergue de San Miguel Chicahua, Nochixtlán,
acusado de abuso sexual de dos niñas de nueve años. Bueno hasta este seudo profesor
de la Sección 22 tiene trabajo, sigue impartiendo clases y la Defensoría de los
Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (rimbombante nombre para tan malos
resultados) recomendó que por favor le
respeten sus derechos laborales.
Y hay muchos otros casos, acumulados en todos estos años del
gobierno blando de Gabino Cué, como el vergonzoso caso del Secretario del
Trabajo, Daniel López Juárez, quien fue sorprendido robándose una cartera en
una tienda departamental y después repartiendo el dinero de programas o becas
entre amigos y familiares. De todo tiene Gabino en su cueva, menos las agallas
para no permitir que Oaxaca esté en manos de funcionarios displicentes y
anodinos, cuyos resultados son los que vive ahora el pueblo de San Juan
Cotzocón, una historia repetida en esta entidad, donde es común el
desplazamiento de familias o las llamadas migraciones forzadas derivado de los
conflictos políticos.
Es cuando recuerdo la pregunta de mi abuela Lucha, cuando
platicaba de esas compañías non gratas que siempre llevaban a la desgracia a
unos y a otros, pero que parecían indisolubles, que guardaban un grave secreto,
como tal vez, pensaba ella, haber matado a alguien juntos, eran cómplices.
Y todas estas desgracias pasan en Oaxaca, mientras Gabino Cué
Monteagudo inaugura un ciclo de conferencias sobre Derechos Humanos, Políticos
y Justicia Electoral, donde por cierto, dados los resultados, resulta ocioso,
banal y hasta pérdida de tiempo señalar lo que expresó.
No sé, reitero, cómo logran dormir todos estos servidores
públicos.
@jarquinedgar