domingo, 22 de junio de 2014

Irene: Sobrevive a 13 trece años de violencia obstétrica en Oaxaca

Irene:  Sobrevive a 13 trece años de violencia obstétrica en Oaxaca 

México, D.F., domingo,  22 de junio de 2014

Irene sufrió daños irreversibles causados por violencia obstétrica y falta de atención adecuada de los servicios de salud

Instituciones gubernamentales  indolentes eluden su obligación de reparar integralmente los  daños ocasionados

Fundar,  Centrode Análisis e Investigación exige reparación integral   de daños para  ella y  sus familiares.

 El 22 de junio de 2001, Irene Cruz Zúñiga a los 26 años fue  sometida a  una cesárea de emergencia  mal  practicada  la cual le causó severos  daños neuronales en el hospital del  IMSS de la  ciudad de Tlaxiaco, Oaxaca.  Irene fue  víctima  de violencia  obstétrica que le causó lesiones permanentes en el cerebro, dañando e interrumpiendo seriamente sus funciones motoras  y sensoriales. 

A trece años, Fundar, Centro de Análisis y de  Investigación, quien ha asumido la representación legal  de la familia, exige la reparación integral de daños, garantías de no repetición que logren revertir la situación de precariedad en la atención a la salud que se vive en las comunidades marginadas y un alto a la morbilidad materna y violencia obstétrica.

El derecho a la reparación integral de daños de Irene y sus familiares  es un derecho reconocido en la Constitución Mexicana y en diversos tratados internacionales de Derechos Humanos. Sin embargo, dependencias de gobierno sólo han ofertado el ingreso a ciertos programas y beneficios sociales preexistentes más que el acceso a verdaderas acciones de reparación integral. Por ello, Fundar hace un enérgico llamado a las autoridades para detener su omisión e indiferencia que perpetúa el ciclo de impunidad que vive Irene y su familia desde hace trece años.

Denunciamos la inacción del IMSS quien se ha escudado en la prescripción del delito para evadir cualquier obligación institucional con respecto al bienestar y protección de Irene y su familia, a pesar de la magnitud  de los daños ocasionados. Incluso el IMSS ha hecho caso omiso a la resolución del magistrado del Primer Tribunal Unitario del Décimo Tercer Circuito en Oaxaca quien consideró que, si bien tenía que declarar prescrita la acción penal, era necesario reparar el daño ocasionado a Irene debido a su gravedad y continuidad.

De hecho, mediante un acuerdo judicial, el magistrado 2 determinó la calidad  de víctimas de Irene y su familia y, tomando en cuenta un peritaje antropológico, sugirió diversas medidas de reparación que debían de ser implementadas por autoridades federales y del estado de Oaxaca. Hace trece años, para exigir justicia, la familia de Irene interpuso una denuncia penal ante el Ministerio Público adscrito al Hospital Civil de Oaxaca. El proceso judicial duró más de 10 años en manos de la Procuraduría General de Justicia de Oaxaca (PGJO) lo que evidenció dilaciones injustificadas y omisiones en la investigación.

Fue hasta septiembre de 2012 que la PGJO declinó la competencia a la Procuraduría General de la República (PGR) por considerarlo un delito federal, ya que la responsabilidad directa recaía sobre el personal médico del IMSS. De acuerdo al peritaje realizado por la Comisión Estatal de Arbitraje Médico –y por los propios peritos de la PGR que realizaron un segundo dictamen-­‐ existe un nexo causal entre la mala praxis médica y los daños ocasionados a Irene. Sin embargo, para cuando el caso fue consignado ante el juez y se ejerció la acción penal, el delito de lesiones con la agravante de responsabilidad profesional ya había prescrito.

A Irene le arrebataron su autonomía y la capacidad de relacionarse con sus seres queridos, pero peor aún perdió la posibilidad de ver crecer y educar a su hijo quien hoy cumple 13 años. El olvido durante  estos años por parte de las instituciones de justicia y de las dependencias de salud para atenderla y mejorar su calidad de vida contrasta con la atención y cariño con el que sus familiares la han cuidado desde entonces. Irene y su familia viven en Barranca Fiera, un paraje muy alejado y de difícil acceso, a seis horas de la ciudad de Oaxaca.

Las barreras que han enfrentado por más de una década para acceder a la justicia y la reparación de daños son el reflejo claro de la exclusión social, así como de la indolencia y el incumplimiento de las autoridades. Irene muestra cómo las múltiples discriminaciones que enfrenta, en razón de su género, cultura, condición social y discapacidad son factores determinantes para nulificar cualquier posibilidad de ejercer efectivamente sus derechos.

Por ello, a trece años de un  problema sin solución exigimos la  reparación integral de daños para Irene y su familia.


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Para mayor información, favor de comunicarse al área de comunicación de Fundar: Ana Isabel Fuentes, coordinadora comunicación, ana@fundar.org.mx, 55543001 ext. 136, 5526995020 Itzi Salgado, encargada de difusión, itzi@fundar.org.mx, ext. 151 Jaqueline Saenz, coordinadora del  área de derechos humanos, ext. 116.,5591859869