¡Ah, qué tiempos aquellos! |
Mujeres y Política
Santa Lucía…doble fondo
Soledad Jarquín Edgar
Santa Lucía del Camino municipio conurbado
a la capital oaxaqueña, es decir aquí a la vuelta, es hoy un foco de atención y
tensión política consecuencia de la desmedida ambición del actual presidente
municipal Galdino Huerta Escudero, quien de acuerdo con acusaciones vertidas en
los últimos días, en sólo cinco meses ha mostrado “el cobre”, pretendiendo
hacer que los usuarios de servicios paguen costos excesivos e, incluso, extorsionando
a propietarios de bares y restaurantes.
El caso ya fue denunciado desde esta perspectiva.
Pero esa no es la única mala nota del munícipe
de extracción priista, no. Este munícipe que es capaz de armar un fiestón a
través del DIF Municipal para rendir “homenaje” a las madres, como sucedió el
pasado 11 de mayo, con tremenda pachanga que consistió, según la invitación publicada
en su Facebook, en “un show cómico musical, mariachi, rifa de regalos y para
bailar hasta la madrugada Los Sobrevientes”, tiene rasgos de intolerancia
y misoginia, como parte de la doble moral que practican muchos políticos.
Huerta Escudero muy pronto entendió que el
municipio que gobierna es un gran filón de oro, uno tan grande que ha
permanecido durante años reportando grandes ganancias a “empresarios” y
gobernantes, la cara no oculta de un problema social que aterra: la trata de
personas, en este caso de mujeres.
De un solo golpe y a través de la
Secretaría Municipal, el presidente municipal ordenó dirigir un oficio a las
regidoras Paulina Flores Hernández y Maribel Catalina Díaz Olmedo para que se
les informara que fueron suspendidas “provisionalmente” y separadas del cargo.
Paulina Flores, regidora de Salud y
Asistencia Social, y Maribel Catalina Díaz Olmedo, concejala de Espectáculos,
Vinos y Licores. Sin duda dos cargos “estratégicos” considerando el elevadísimo
número de antros, bares, cantinas, tables dances, clubes nocturnos y demás que
operan en la demarcación -380 con licencia para operar y una cantidad semejante
que operan en la clandestinidad-.
¿Cuál es el argumento para separar
provisionalmente a estas dos regidoras de su cargo y al mismo tiempo tomar la
protesta a sus suplentes?
De acuerdo al oficio sin número emitido el
1 de abril pasado, ambas habrían sido destituidas con base en el Artículo 45 de
la Ley Orgánica Municipal del Estado de Oaxaca, en relación a los artículos 84
y 85 de la misma reglamentación. Es decir, ambas fueron destituidas porque “de
forma injustificada faltaron a las sesiones de Cabildo”, de ahí que el
siguiente paso sería solicitar al Congreso del estado la revocación de mandato.
Todo saldría a pedir de boca considerando
que esta no sería la primera vez que el Congreso local actuaría en contra de
una autoridad electa mediante el voto ciudadano y en específico si se trata de
una mujer, como sucedió con la presidenta municipal de Cosolapa, Carmina
Álvarez, por fortuna la Suprema Corte de Justicia de la Nación les enderezó la
plana a los legisladores, quienes salvo contadas excepciones, se excedieron a
todas luces.
Galdino Huerta Escudero ha hecho caso omiso
a las solicitudes que el Tribunal Estatal Electoral le ha hecho en dos
ocasiones para que explique su proceder. De acuerdo con Paulina Flores García,
en su caso generó molestia cuando por oficio el 18 de marzo protestó ante la
probable comisión de actos de extorsión, expidiendo libretos a trabajadoras
sexuales.
La regidora “suspendida provisionalmente”
le explica a detalle el motivo del retraso en la entrega de los libretos, los
cuales se harían conforme establece el reglamento, pero sobre todo luego de que
comprueben su buen estado de salud mediante una serie de pruebas de laboratorio
para evitar infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VIH-Sida.
Galdino Huerta no sólo entregó con retraso
los libretos a la regiduría de Salud sino que realizó un operativo para
sancionar a quienes no tenían libreto en nueve bares o centros nocturnos, donde
previo cobro les ordenó que se presentaran al día siguiente a la clínica
municipal de salud para recoger su libreto, sin necesidad de realizar exámenes
médicos. Operativo al que, por cierto, no fue convocada la regidora Flores
Hernández.
El reclamo de la concejala, reitero por
escrito, fue suficiente para llevar a cabo la “sustitución provisional” y
nombrar a su suplente, no sin antes recordarle, también mediante oficio, cuáles
eran sus “facultades” como presidente municipal, de las cuales carece la
regidora de Salud para realizar el control sanitario.
En el caso de la regidora de Vinos y
Licores, Maribel Catalina Díaz Olmedo, quien esta semana se encadenó a las
puertas del Palacio de Gobierno, afirmó
que su destitución provisional es resultado de su negativa a ceder al acoso y
hostigamiento sexual del munícipe. Buen decía mi abuela: Lo más feo es lo que
más guerra da. El argumento del munícipe ante la prensa, donde se ventila el
caso a diestra y sienestra, es que la joven regidora habría extorsionado a
comerciantes.
Sin embargo, esta misma semana Galdino
Huerta Escudero fue denunciado penalmente ante las autoridades por el delito de
extorsión y abuso de autoridad, denunció la Alianza de Comerciantes y
Prestadores de Servicios de Santa Lucía del Camino. Los 17 empresarios
sostienen el presidente municipal pretendía realizar cobros de entre 130 mil
200 mil pesos por la renovación de licencia de continuidad para el presente
año, para lo cual enviaba a Oscar Segura Fuentes, quien se ostenta como
Coordinador de Administración, Fiscalización y Obligaciones Municipales, cargo
que no existe.
Así, en medio de una guerra de dimes y
diretes, el munícipe no está dispuesto a tolerar a las mujeres de su cabildo,
menos aún si le pudieran representar algún problema para lograr sus objetivos
de refinanciamiento personal, las acusa de cometer actos que no les
corresponde, las difama señalando que son ellas las que hacen cobros no
permitidos y, sin embargo, es él quien finalmente es denunciado ante las
autoridades judiciales. Aquí se podría aplicar el dicho que señala que las
cosas caen por su propio peso, esta vez el peso de la corrupción que genera
tensión en el muy abandonado municipio conurbado de Santa Lucía del Camino.
Pero yo planteaba, al principio y lo dejé
al final para explicar algunas cosas raras…el asunto de trata de personas con
fines de explotación sexual. Es muy notorio y de conocimiento general sobre los
antros o giros negros de mala muerte que operan en los municipios conurbados a
la capital oaxaqueña, como es el caso de Santa Lucía del Camino, donde el número
es increíble: unos 380 con licencia y una cifra similar sin licencia.
En muchos de estos sitios hay tables dance, cantinas y restaurantes
disfrazados donde mujeres son ofrecidas como mercancía a las hordas,
seguramente bajo la supervisión de sus proxenetas, porque basta con un
“libreto” sanitario, nadie investiga quiénes son esas mujeres, de dónde vienen,
quién está detrás de estas jóvenes y a veces adolescentes mujeres. Resulta
“extraño” porque una podría pensar que las autoridades hacen su trabajo, que algo
hacen para responder a las demandas de las familias de las mujeres
desaparecidas frente al grave problema de trata de personas con fines de
explotación sexual y que al menos garanticen que las mujeres que “trabajan”
(bajo amenazas) en esos sitios indescriptibles y carentes de condición humana
no son las miles de desaparecidas que hoy se buscan en México y en
Centroamérica y de otras naciones del mundo.
Ha sido el presunto caso de corrupción y
abuso de autoridad de Galdino Huerta quien nos pone sobre la mesa el tema del
que lamentablemente ni las autoridades estatales ni federales se han molestado
en observar con detenimiento en esos sitios donde basta pagar “cuotas” para
operar y por si no lo saben en caso de que los vecinos se inconformen hasta son
secuestrados por supuestos agentes federales, otros son asaltados y golpeados,
una era de terror la que se vive en Santa Lucía, pero en Oaxaca no pasa nada,
nadie se entera, dicen las autoridades.
No se entera de nada la burocracia judicial
inventada en los últimos sexenios para atender a víctimas de violencia sexual y
trata de personas, organismos púbicos que se inventan para obtener recursos
nacionales e internacionales, aunque no den resultados.
Todo esto hace cómplices a los tres niveles de gobierno
y a quienes los encabezan en lo Ejecutivo, Judicial y Legislativo. A estas
alturas, en serio, nada les despierta curiosidad, ni los rumores que son muy
fuertes ni la presencia de jóvenes en esos centros de mala muerte que operan en
los municipios conurbados, donde los munícipes y lo que venga después de ellos
pueden hacer y deshacer. Para muchos servidores públicos, principalmente
hombres, la prostitución es un mal necesario,
y como tal no lo ven mal ni se preocupan. Cuestionan la vida de las niñas
y mujeres desaparecidas y claro satanizan a sus familias para justificar sus
omisiones, y complicidades. Otros la justifican como resultado del circulo de
la pobreza pero tampoco ven mal que haya gente pobre.
Sin duda, en Santa Lucía del Camino hay tanto
omisiones como complicidades. Las ha habido siempre y Galdino Huerta no piensa
perder su mina de oro. Es de esos municipios con permiso para la prostitución,
la trata y el comercio sexual de mujeres y hombres de todas las edades. Así que
Galdino Huerta tiene mucho de fondo en sus acciones misóginas, ni duda cabe. El
caso de Galdino como el de Cuauhtémoc Gutiérrez y otros que suceden
cotidianamente deben poner a pensar que algo se pudre en el PRI y que la
comercialización de candidaturas lleva irremediablemente a toda clase de
filtraciones de sujetos de escasa o nula calidad humana para ser dignos
gobernantes.
Hoy existe una protesta de comerciantes que piden a
Gabino Cué, el gobernador de la República Independiente de Oaxaca, que no eche
en saco roto sus denuncias e incluso, advierten, que tienen pruebas suficientes
para mostrar la mala conducta de Galdino Huerta y de su testaferros Oscar
Segura, videograbaciones y fotografías. Veremos qué sucede, veremos hasta dónde
Huerta puede seguir repartiendo dinero para que muchos medios se callen.
@jarquinedgar