Persiste el techo
de cristal para las mujeres
*En política como
en salud, educación y trabajo persiste la exclusión
Sara LOVERA y Gloria ANALCO/SEMlac
La creciente participación femenina en los parlamentos
latinoamericanos no significa que automáticamente haya una mejor representación
de los intereses de las mujeres, lo que obliga a una evaluación del trabajo
parlamentario, así como las leyes favorables a las mujeres y los obstáculos
para su vida y su libertad; no obstante que en 12 países de la región se han
establecido las cuotas de género, todavía hay techo de cristal, leyes
contradictorios y el freno a la participación política
de las mujeres.
Persisten las barreras para interrumpir un embarazo o
incluso aquellas disposiciones que todavía limitan a las mujeres en las
actividades económicas, para no hablar de la discriminación o exclusión
femeninas en las áreas de salud, educación y trabajo.
También es urgente revisar dónde están las mujeres
sensibles al género y cómo incorporar esa sensibilidad en todos los hombres que
hacen leyes.
Así quedó de manifiesto luego de que la Unión
Interparlamentaria Mundial (UIP) y el Grupo Idea Internacional promovieron una
jornada de reflexión en el Senado de la República, tomando en cuenta que México
tiene el quinto lugar, en América Latina por el número de mujeres en las
cámaras de diputados y senadores y hasta el 25 por ciento en las cámaras
locales.
Con la participación de legisladoras de todos los
partidos políticos, y una organización civil especializada en monitorear las
actividades del Congreso en materia de género, llamada Consorcio para el
Diálogo Parlamentario, las jornadas fueron presididas por Jutta Marx,
experta de la UIP quien presentó los resultados de un estudio regional que
apuntan a resolver pendientes fundamentales en las áreas donde se cambian las
leyes, ya que el marco legal es fundamental para garantizar los derechos de las
mujeres ganados en el siglo XXI, como la paridad política en México o
lentamente los derechos reproductivos y el aborto como en el Uruguay.
Se trata, con este tipo de ejercicios de lograr que en el Congreso mexicano se
garantice la igualdad de género, en todas las normas a discusión, conseguir que se vean hombres y
mujeres iguales ante la ley, y
que esas normas no excluyan, discriminen o restrinjan la participación de las
mujeres.
Marx en esta jornada propuso que el Congreso realice una
evaluación interna, y examine si realmente es sensible a las cuestiones de
género, tarea que deberán llevar a cabo todos los parlamentos de América
Latina, con el objetivo de avanzar realmente a la igualdad de género.
La Unión Interparlamentaria recomendó que los congresos
“deben responder a las necesidades e intereses tanto de hombres como de mujeres
en sus estructuras, funcionamientos, métodos y tareas”.
Por su parte, la senadora Angélica de la Peña Gómez,
también del PRD, agregó que en México ha habido avances significativos al haber
actualmente, de los 128 integrantes del Senado, 44 mujeres, y que de 500
diputados, 187 sean mujeres, pero advirtió que no es suficiente.
Por su parte, Daphne Cuevas, directora de Consorcio por
el Diálogo Parlamentario y la Equidad, hizo ver que las condiciones de género
en el congreso mexicano han mejorado en comparación con un estudio llevado a
cabo en el año 2010.
A manera de ejemplo, dijo que en ese año el Congreso en
su conjunto tenía 24.5 por ciento de mujeres, mientras que la legislatura en
curso tiene 36.78, lo cual representa un incremento de casi 12 por ciento.
El “Parlamentos con Perspectiva de
Género”, busca poner en práctica en los parlamentos de América Latina y de
otras latitudes las recomendaciones que arrojaron varios estudios que sobre
sensibilización de género realizó la UIP, algunos elaborados por Jutta Marx, y
en los que, por los resultados, es claro que si bien las mujeres legisladoras
en América Latina están aumentando, no significa que automáticamente haya una
mejor representación de los intereses de las mujeres.
Se trata de que sobre la base de la experiencia adquirida
a raíz de un estudio de la UIP, titulado “Parlamentos sensibles al género” y
por prácticas que han sido efectivas en diversos países, la reflexión colectiva
permita que las y los legisladores se familiaricen con los conceptos y los
métodos para realizar la evaluación en el Congreso mexicano.
El estudio evidenció que a pesar de haberse creado un
buen número de leyes y reglamentos en parlamentos de la región, estos aún no
son suficientes, pues hay que trabajar más en la educación, de modo que hombres
y mujeres lleguen a ver la igualdad de género no como un objetivo estrictamente
femenino, sino como un logro de profundo y perdurable valor para la sociedad en
su conjunto.
Ahora toca hacer un debate permanente sobre el tema,
habida cuenta de que en México, por su composición federal, hay contradicciones
permanentes entre las leyes federales y las leyes estatales, hay disparidad,
disposiciones que se contradicen, espacios locales donde todavía no se
establece la igualdad y hay obstáculos graves para el avance de las mujeres.
Y o sólo eso en algunos Congresos nacionales de la
región, los techos de cristal todavía existentes indican la necesidad de
introducir modificaciones en los reglamentos internos de las cámaras
legislativas, con el fin de garantizar una participación proporcional de
legisladores y legisladoras en todas sus instancias.
Por ejemplo, se hizo ver que las reglas formales que
regulan las condiciones de trabajo de legisladores y legisladoras en la región,
no parecen haberse adecuado a la creciente presencia de mujeres al interior de
los parlamentos nacionales.
En ese sentido, en general los parlamentos no promueven
medidas sistemáticas y concretas destinadas a fomentar la igualdad de género
entre sus integrantes, por lo que la UIP recomienda efectuar reformas al
respecto.
Otro de los temas que se analizaron fue el hecho de
situaciones persistentes, de
reglas no escritas que resultan discriminatorias para las legisladoras, y en
ese sentido se hace indispensable que los poderes legislativos se conviertan en
instancias ejemplares para combatir las tendencias negativas en la igualdad de
género y su aportación a la formación de
la opinión pública.
El Instituto Internacional para la Democracia y la
Asistencia Electoral (IDEA Internacional (UIP), uniendo esfuerzos con la Unión
Interparlamentaria Mundial (UIP), ha buscado arrojar luz sobre estas cuestiones
en el estudio que evalúa la sensibilidad de género de los Parlamentos de la
región y que ha servido de base para organizar estas jornadas.