Gabino, inalcanzable y lejos de todo |
Mujeres y Política
Informe y demagogia
Soledad JARQUIN EDGAR
El ritual se cumplió en Oaxaca.
Se instaló la LXII Legislatura y un balance del gobierno de Gabino Cué que se
autocalifica de bueno, de trascendente, de transformador. Así son las cosas no
hay daño más terrible en lo personal, en lo social y todos los sentidos que el
auto halago y, lo más terrible, tener un séquito aplaudiendo. Gabino Cué se
convierte en el protagonista del cuento El rey desnudo o El traje nuevo del
emperador de Christian Andersen.
Eso es lo que ocurre con todos
los gobiernos, es como una epidemia, se contagian de un sexenio a otro y como
vienen del mismo lugar podríamos decir que es una enfermedad hereditaria del
priismo al multipartidismo y sin ideología y menos de principios básicos para
caminar. Un obstáculo grave que les resulta difícil de saltar, porque como
hemos dicho antes si algo falta en los políticos de este país es ética y ya no
se diga la honestidad y no me refiero a la vergüenza con la gente, con el
pueblo al que gobiernan, me refiero a la vergüenza con ellos mismos.
Aunque la corrupción del
gobierno es un mal que atraviesa al país entero, algunos son peor que otros,
pero a pesar de la corrupción en otras entidades del país las obras públicas se
notan, si hablamos con la gente no con los funcionarios la gente se muestra
contente, en Oaxaca no pasa eso. Y cuando vemos lo que dice Gabino en su
actitud de aplauso personal y estrellita en la frente comprobamos que no hay
límite ni pudor (visto este como un ensayo personal de la vergüenza).
El mandatario oaxaqueño habla
de “avances” y de inversiones millonarias de pesos, destinados a miles
proyectos de desarrollo social y combate a la pobreza, a obras públicas en
salud, educación e infraestructura, entre otros muchos temas. Malas noticias
para Oaxaca, sin duda, porque sus habitantes, mujeres y hombres, no han visto
pasar nada. Porque una cosa es real, la comunicación social –es evidente- le ha
fallado a Gabino Cué y no existe visibilidad efectiva y tangible o la
comunicación social institucional ha hecho lo posible por sostener la mentira
que, ¡oh cosa real y tangible! La ciudadanía no ve cómo ni por dónde quedaron
los tres años de “esfuerzo, trabajo transformador…” y todas esas cosas que se
dicen en los discursos políticos. Eso sin contar la respuesta del nuevo
legislador, Jesús López de pena ajena, obediente, incapaz de hacer la mínima
crítica, halagador, rastrero, sí también.
¿Por qué las obras del gobierno
multicolor que encabeza Gabino Cué no se ven, no se sienten, no pegan ni en el
imaginario ni en la vida de cada persona que reside en este territorio de
desencuentros? La respuesta correcta es que entre el dicho y el hecho hay mucho
trecho. Discursos poderosos sin sustento alguno.
Ejemplos sobran: seis mil 800
millones de pesos en el sector salud en los tres años y luego el desfile de
obras como cuatro hospitales comunitarios y otras maravillas médicas, que
traducidos a la realidad ustedes saben lo que representan esos hospitales y que
luego terminan en partos mal atendidos, en mujeres que paren como ya lo hemos
dicho en el jardín, en la calle o en el baño, todo dentro o cerca de una
clínica y cuyos problemas se resuelven corriendo al director.
Sin duda es importante hacer
obras como hospitales, pero más importante es dotarlos de equipo y personal
médico consciente, sensible y no machista o misógino que no ve a las mujeres
como personas con derechos, de ahí que “el tesoro más preciado” por el sistema
patriarcal, como es el hecho de que las mujeres sean madres no importe en los
hechos concretos. Por eso las decisiones que se toman en el sistema de salud
local, y como decía mi abuela Lucha: el hilo siempre se rompe por lo más
delgado. Tal parece que los Servicios de Salud de Oaxaca son pura cabeza y
cabeza de amigo.
Me pregunto si la muerte
materna, aunque las cifras oficiales digan que han disminuido, así como los
cánceres que afectan a las mujeres y que nos alejan de los vergonzosos primeros
lugares, producto también de la desigualdad social y de género, como los hechos de mujeres pariendo fuera de
las clínicas por falta de atención oportuna, con eficiencia y profesionalismo,
pero sobre todo con humanidad y ética, no les quita el sueño ni al secretario
de Salud, Germán Tenorio ni al propio gobernador. Misoginia pura.
Por eso dicen las expertas, de
nada sirven las obras si lo que está ausente son las políticas públicas con
visión de género, lo cierto es que en Oaxaca “esas políticas” no existen y los
resultados los tenemos a la vista, lo que sí hay en el Instituto de la Mujer
Oaxaqueña son actos de corrupción y nula atención a quienes tocan las puertas
de ese lugar. En cambio, su titular Anabel López descuida sus actividades para
cabildear y convencer a los diputados y diputadas que ya se fueron sobre la
idea de no aprobar la Secretaría de la Mujer, que por supuesto y de acuerdo con
el dictamen, la dejaría sin hueso. No hay ética ni honestidad.
Estoy segura, muy segura que
cuando se refiere al porcentaje de personas que se alejaron de la pobreza
extrema se refiere al Gabinetazo, sus colaboradores cercanos, algunos de los
cuales salieron súper-vivos; porque por otro lado, las cosas no pintan nada
bien para nadie. Porque en su propio gobierno existe la lista de raya ¡Viva Don
Porfirio! Y luego nos quejamos de lo que en el norte le pagan a los jornaleros peor
que esclavos y esclavas tenemos que decir.
En su administración el
asesinato de mujeres también ha quedado corto en su andar. No se trata de mirar
las alarmantes cifras que no reconocen, primer error; segundo se piensa que con
reuniones con organizaciones sociales se va a resolver el problema, pero algo
pasa, algunas de esas organizaciones dejan de protestar, de salir a la calle a
demandar, optan por callar, por bajar la voz, así les dijeron que se ven más
bonitas.
Y aunque el gobernante dice,
con toda desfachatez que combate el feminicidio, lo cierto es que no es así.
Las cifras de su gobierno han superado con mucho las que en 2010 dejó Ulises
Ruiz, aún con todo y que el ex mandatario no hacía nada para evitar la
impunidad y la violencia contra las mujeres.
Con Gabino, como con Ulises
Ruiz, José Murat y Diódoro Carrasco nada cambia, porque la perversidad los
atraviesa. Cada uno tiene su dedo chiquito para ejecutar acciones contra el
pueblo. El ex procurador Roberto Pedro Martínez, de tiempos de Carrasco
Altamirano, de infeliz memoria para los pueblos loxichas; con Murat podríamos
mencionar a varios pero él, el propio ex mandarario se bastaba a sí mismo,
claro está; con Ulises Ruiz ¿quién olvida al Chucky y la burbuja cegadora? Y
ahora con Gabino envuelto en una nueva burbuja integrada por los niños bien del
primer círculo, pero el capo de capos resultó ser Jorge Castillo. Por eso tanta
molestia en una buena parte de la ciudadanía, porque los escenarios de la
maldad se repiten y Gabilón como si nada y la contralora Perla Woolrich ni se
entera o también le dicen que se quede calladita.
Lástima no tengo idea si un día
llegará el tiempo en que un gobernante se pare en la tribuna del Legislativo
para decir que combate la corrupción y que decidió encarcelar a sus amigos por
corruptos, o que renuncia por incompetente… entonces ese sí será informe, por
lo pronto la ciudadanía oaxaqueña fue testigo de otro acto demagógico sin
trascendencia en la gente a la que dice gobernar.
La buena noticia la dio el
Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana a través de la
Dirección de Sistemas Normativos Internos, que dirige la académica Gloria
Zafra. Porque este organismo ordenó al gobierno municipal de San Bartolo
Coyotepec reponer la elección de sus autoridades, luego de que las mujeres
fueron objeto de violación a sus derechos políticos. Eso demuestra que no es lo
mismo tener hermano diputado a no tener hermano diputado, como ha de pensar
Horacio Sosa.
Sin duda alguna, la denuncia de
las mujeres de San Bartolo Coyotepec será ejemplo para el resto de las mujeres
de la entidad porque sienta un precedente frente al machismo que prevalece en
esta entidad, como muestra de que lo que no existen son políticas públicas con
perspectiva de género.
@jarquinedgar