POSDATA
El caduco y
viejo sistema tiene dientes
por Sara Lovera
A la memoria de Carlos Fuentes
Ellos tienen policías, guaruras y escoltas, acarreados,
matones serviles, cierran las calles, instalan barreras metálicas, envían a sus
perros. Luego mandan, parlotean, se enfurecen, les salta una vena en la
frente, se enojan y más tarde, si pueden y tienen todas con ellos, se vengan,
mandan matar, perseguir, desaparecen los expedientes de los archivos y te
borran de los registros. Es un estilo, una forma, una manera de mantenerse en
el poder.
Su autoritarismo es fenomenal. ¿Lo han visto? ¿lo han
notado? Los ojos de Felipe Calderón cuando algo lo enfrenta. Recuerdo la vena
de la frente de Luis Echeverría en el gigantesco auditorio de la Facultad de Medicina
en 1975, yo estaba en el foro, podía escuchar y mirar todo el escenario.
Echeverría había ido a explicar los hechos del 7 de junio de 1971 y de paso el
68. Los estudiantes no se dejaron embaucar y le gritaron, lo insultaron. A Echeverría
no lo callaba nadie, manoteaba, acusaba.
Echeverría tuvo que salir por la parte de atrás del
auditorio y desde el segundo piso de enfrente, donde estaban las aulas y los
laboratorios, fue lanzado un balazo. A Echeverría, ya afuera, le lanzaron un
piedra que hizo sangrar su frente. Fue el último presidente que estuvo en
la UNAM, porque han sido los gobiernos los que persiguen a los jóvenes, desde
1929 hasta hace unos días, en que todos los empleados del candidato del PRI han
querido crucificar a los estudiantes de la Ibero.
Hay una foto espléndida de aquel auditorio de Medicina,
en la Revista Sucesos. Echeverría salió por un minúsculo pasillo. Con su
ola de guaruras, guardaespaldas, manoteando, mirando así, con los ojos
encendidos, enojado, mandando, luego se desató la guerra sucia y se enlutaron
de familias y se metió el miedo.
Me pregunto si eso es lo que quieren los testaferros de
Enrique Peña Nieto. No sé donde fue educado el señor Leo
Zuckermann. He conocido a cientos de universitarios libres que se salen a la
calle, manifiestan sus ideas, pintan muros. Me resulta difícil creer que
todavía haya personas que creen que las jóvenes y los jóvenes tienen que
callar, obedecer y disciplinarse. Esas viejas ideas de los mayores que dicen
que las y los jóvenes no tienen criterio, que no piensan ni toman decisiones y
menos podrían reflexionar.
Tal y como interpretan algunos analistas de lo sucedido
en la Universidad Iberoamericana entre Enrique Peña Nieto y un grupo numeroso
de universitarios y que Leo Zuckermann le llama manifestación de odio. Llama
odio a la libertad de expresión, de manifestación, a la libertad de no estar de
acuerdo y que tanto asusta a las mentes obtusas, retardatarias e incapaces de
sostener un debate o convenir en una confronta de ideas. Menos a pedir cuentas
y que reconozcan sus errores.
Me acuerdo muy bien cuando trabajé en el diario La
Jornada, un día Héctor Aguilar Camín me llamó y me acusó de hacer
propaganda a "un grupito revoltoso" de trabajadores de
Teléfonos de México ¿y saben quién era ese "grupito de revoltosos?”, eran
el Sindicato constituido legalmente, donde estaban afiliados 38 mil
trabajadores, entonces el único donde había asambleas, donde la gente
enfrentaba a sus dirigentes.
En el otro lado de la redacción, movía sus lentes José
Carreño Carlón, subdirector de La Jornada, quien le daba las ocho columnas al
"grupito" como le llamaba Aguilar Camín. Bueno, ese es Aguilar Camín.
Invitados a Foro TV, a Carreño Carlón le pareció una
exageración de Leo Zuckermann hablara de
manifestación de odio y le recordó que ocultó la verdad, ya que Peña Nieto estuvo
en el auditorio hablando 80 minutos, sin interrupción. O sea, los testaferros
dicen mentiras, no son objetivos, no son periodistas, sirven al amo, reciben
del amo, son adocenados como hay tantas manifestaciones de ello en este país.
Y los que andan buscando la filiación política de las y
los estudiantes, son como aquellos que se formaron en el echeverrísmo, policías
encubiertos, espías y trabajadores de la contrahistoria quienes seguramente no
pueden cuestionar a sus hijos o hijas, incluso nietas y nietos, porque
precisamente los mandaron a estudiar a la Ibero. Algunos de ellos y ellas
hoy militantes y simpatizantes del PRI, del PAN o de las izquierdas.
¿Qué es para estos intelectuales que hoy defienden al
candidato del PRI de la violación masiva a las mujeres de Atenco? ¿Los
207 detenidos? ¿los dos asesinatos? ¿la tortura? ¿la violación a la intimidad
al ingresar con armas a las casas, a los comercios, a las iglesias? Para ellos
nada. Y pasan por alto lo que dijo la Suprema Corte de Justicia el 9 de febrero
de 2007, que en Atenco: "Si hubo graves violaciones a las garantías
individuales". ¿Qué saben de pisar la tierra, qué saben de la indignación
de esas personas, qué saben de México?
Respuesta correcta: saben lo que les conviene y les
mandan, la versión del poder. No dudo que algunas y algunos creen en
ello, son por naturaleza egresados de la ideología del PRI. Hay que respectar
sus convicciones, pero ¿los otros?.
Lo que da miedo es lo que escuché de una comentarista que
ni por asomo puede ser identificada con lo que en México se llama izquierda,
María Amparo Casar dijo en Canal 11 que está enterada de que Peña Nieto metió
acarreados a la Ibero, que no quería contestar preguntas. Luego sus testaferros
oficiales del PRI y no oficiales, que ocupan espacios en los diarios, dijeron
"quién los organizó", "son enemigos", "dejan una
estela de odio", "estaba preparado", nos habla, dijo María
Amparo Casar, de un autoritarismo que quiere volver, que se ejercía en el siglo
pasado desde el PRI, que no ha cambiado en nada, que está engañando a quien se
quiere dejar engañar.
Es precioso leer y leer tanta verdad oculta. Esa sobre el
viejo sistema con dientes, que ha preparado el escenario y configurado un
proceso para volver, tejiendo y aumentando el odio en Calderón, pero usando
sus dotes naturales de militaristas y represivos. ¿Alguno de estos testaferros
entiende esto? La palabra prian, que quiere decir socios en la manera de
gobernar, de ejercer el poder, de usar los recursos de la nación, de favorecer
a quien se humilla y eliminar a quien dice no.
Claro que no. Ellos dicen que hay que razonar. Que hay
que debatir ¿con puras mentiras? ¿Alguno se atreverá a discernir a Peña Nieto sobre
lo que dijo en la Ibero sobre Atenco? ¿Le harán un análisis de fondo?
Peña Nieto afirmó: "Yo actué con el legítimo derecho
del Estado, de usar la fuerza pública para poner orden y paz" -esto
me recuerda al fascismo- y luego mintió "los responsables fueron
sancionados". Una mentira que recuerda a la Audiencia de España, que se quedó
esperando una respuesta de Peña Nieto, porque en aquel país se esperaba castigo
para los policías que abusaron de dos fue ciudadanas ibéricas.
En aquellos días de 2006, de la Fiscalía de
Atención a los Delitos contra las Mujeres, que recibió la denuncia de al menos
30 mujeres por abuso sexual, difundió tranquilamente, como si nada que muchas
de las víctimas de abuso sexual a los policías "estaban manipuladas, que
era un asunto político".
Este hecho me llevó a recordar que el hoy director de
Milenio, Carlos Marín, me dijo a propósito de las jóvenes violadas por la
escolta del subprocurador Coello Trejo - conocido como el caso de las 19
jóvenes del sur- que seguramente era una estrategia contra Coello Trejo,
orquestada por el procurador del Distrito Federal, entonces, Ignacio Morales
Lechuga.
Yo había estado en la audiencia donde las victimas identificaron
a sus agresores. ¿Acaso me inventaba los hechos? Pero Marín creía en un complot
y se atrevió a decir que yo deliraba. Los violadores fueron procesados y cumplen
una sentencia de 50 años en la cárcel. Pero de Atenco no tenemos uno sólo en la
cárcel. Peña Nieto dijo que fueron sancionados y que la Suprema Corte de
Justicia le dio la razón. Eso se llama decir mentiras.
¿Pero a dónde iba yo o quiero ir con estos recuerdos de
vieja periodista? A la reflexión. No podemos cerrar los ojos. El PRI significa
el pasado represor, el pasado autoritario, donde no hay cambios. Y no todo el pasado
era peor, porque durante algún tiempo, las mujeres del PRI fueron aliadas del
movimiento feminista. Igualito que ahora se alían con las mujeres del PAN en el
poder y gastan el presupuesto en políticas de "género" y como se dice
en buen mexicano, nos dan "atole con el dedo".
Y qué más. Quiero poner aquí un testimonio de una ex
presidenta de un municipio de Tlaxcala, contándole a una investigadora cómo
llegó ahí, a ese lugar de mando: "El caso de Leonor es un perfecto ejemplo
de esto. Había cinco precandidatos del PRI a la presidencia
pero ella tenía el apoyo de Beatriz Paredes. Los otros recibieron la tesorería
para el hijo de uno de ellos y regidurías para gente de los otros tres. Aun así
hubo quien se opuso a la candidatura de Leonor”, asunto que Paredes resolvió
poniéndole judiciales, se trata de guaruras. Beatriz que era gobernadora de
Tlaxcala sabía muy bien moverse en el espacio que en política es fundamental.
Enviaba mensajes de miedo con guaruras a quien se opusiera a su bendita
voluntad.
Esto es lo que nos espera, si no razonamos con debida
paciencia, con inteligencia, con un poco de vocación democrática, con un poco
de altura, si actuamos con fundamentalismo, si no nos aliamos a los mejores
aliados del mundo: la información, el conocimiento y por supuesto a la memoria.
saralovera@yahoo.com.mx