Bárbara GARCÍA CHÁVEZ
No cabe duda, el tema de género es redituable en la política mediática que con inusitada frecuencia pretenden posicionarse los gobiernos frente a la ciudadanía dejándonos en claro el dicho: “dime de qué presumes y te diré de qué careces”.
La justicia y la democracia tienen hoy rostro de mujer, sí, pero sólo en el discurso y de pronto se vuelve pretexto para “justificar” millones de pesos que no se traducen para nada en acciones públicas garantes de la igualdad. Muy por el contrario, son las primeras acciones que con la mano en la cintura resultan inacabadas, opacas o de plano se quedan en promesas, “al fin se trata sólo de mujeres”.
Resulta que Felipe Calderón afirma desfachatadamente que este sexenio que termina ha sido el sexenio de las mujeres; podría ser que se refiera a las mujeres de su casa o a lo bien que le ha ido a su hermana Cocoa Calderón, próxima senadora de la Republica.
En concordancia y para no quedarse atrás, Gabino Cué gobernador de Oaxaca, inició el 2012 nominándolo a priori: “Año contra la violencia de género hacia las mujeres”; tal vez, supongo, considerando que hasta el día de hoy, durante los escasos 15 meses de su administración en Oaxaca suman ya 108 mujeres asesinadas y se encuentra entre los primeros lugares de violencia.
En éste contexto y aprovechando el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, otra vez “de manera histórica” felicita a las mujeres en su día (no sabemos ¿por qué?). Será que ya normalizó las las cifras de sangre, desapariciones y violencia que las mujeres de Oaxaca padecen sin expectativas reales de cambio, aún cuando la Procuraduría General de Justicia del Estado informa que el 40 por ciento de los asesinatos de mujeres ya fueron resueltos. Habría que pedir a las familias que lo confirmen.
Las políticas y acciones públicas de atención a las mujeres cruzan necesariamente las relativas a las de seguridad y procuración de justicia, panorama muy atractivo para los devaneos mediáticos del gobierno federal y también del estatal, que resultan propicios en la trama electoral y sus particulares campañas.
Oaxaca y sus municipios recibirán 438 millones de pesos en materia de seguridad, dijo en su visita Alejandro Poiré, Secretario de Gobernación, al afirmar muy orondo: “…debemos seguir trabajando así, y aquí se confirma la unidad de propósito de la República para cumplir con la ley, combatir el crimen y garantizar seguridad y justicia”.
El mandatario estatal, a su vez aseguró que “Oaxaca ha establecido un compromiso inquebrantable con la legalidad y el buen gobierno, para dar certeza que los oaxaqueños y oaxaqueñas cuenten con una policía eficiente y garante del respeto de los derechos humanos”.
Lo que es irrefutable para quienes padecemos la ineficacia, tanto del gobierno federal como del estatal e incluso del municipal, es que la retórica de estos señores no responde por ningún lado a la apreciación ciudadana. Tal vez existe un problema semántico en su discurso o de plano el cinismo ofensivo rige su exacerbada nula actuación.
Imaginemos que sus intenciones son buenas, como todavía hay quien lo asegura, Gabino Cué aprovechó la presencia del representante del ejecutivo federal para informar que el mes pasado se inauguró el Centro Estatal de Control de Confianza, con una inversión cercana a los 17 millones de pesos, dijo que aún está en el proceso de certificación, y que sólo falta una persona de mandos superiores por ser evaluada.
Esto significaría que sin tener la certificación requerida, en Oaxaca en menos de un mes ya evaluaron a todo el personal policiaco y -lo más incierto-, es que todos son confiables, según su dicho. Como se atreve a decir tales incongruencias y pretender tomarnos el pelo.
Bueno, el colmo fue cuando el Secretario de Gobernación afirmó contundente que Oaxaca es uno de los diez estados con menores índices de inseguridad, debido a que es un tema que ocupa a la sociedad y los tres niveles de gobierno.
Este marco de lucimiento mediático fue el propicio también para suscribir un convenio de coordinación entre los dos niveles de gobierno -Poiré y Gabino Cué-, en el Día Internacional de la Mujer para crear el Centro de Justicia para la Mujer del Estado de Oaxaca, con una inversión inicial de 9.1 millones de pesos, por cierto, mucho menos que lo destinado a su Centro Estatal de Control de Confianza.
El discurso ya lo conocemos, reafirmaron su compromiso para garantizar el acceso de las mujeres a la justicia y el respeto a sus derechos fundamentales. Cabe decir que en tan connotado suceso, la presencia de las mujeres fue sospechosamente abolida, pues si bien es cierto que el gabinetazo (de gabinete y Gabino) carece de presencia femenina, brilló por su ausencia la titular del IMO, Anabel López, ausencia bien planeada al comisionarla para asistir a un evento en Chiapas en pleno día de la mujer, tal vez porque se imaginó que su presencia pudiera incomodar a tan ilustres y conservadores personajes.
¿Por qué será que en el boletín de Comunicación Social del gobierno del Estado se afirma que Anabel López asistió a tan importante firma, cuando evidentemente no fue así?
Promoviendo aplausos sólo se vio por ahí a la subprocuradora de Delitos Contra la Mujer por Razones de Género, Ileana Hernández Gómez.
Para ser puntuales habrá que resaltar la presencia de Diycya Samantha García Espinosa de los Monteros, comisionada para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres de la Secretaría de Gobernación (tan largo el nombre como el cargo, pero sobre todo la historia que hay detrás).
Funcionaria protegida del grupo elitista en el poder y que ha pasado de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal a la Procuraduría General de la República; en ambas instancias separada del cargo por ineficiente y por estar involucrada en conflictos de alto impacto político; sin embargo, fue levantada y sacudida por la presidencia de la República y enjaretada con alto cargo en la Segob.
Ahora resulta que la llamada funcionaria fashion es la responsable de las políticas de género y transversalización; hay quien afirma que le será heredada al gobierno de Oaxaca para los cuatro años restantes. Bueno, alguien dice que Diycya Samantha García Espinosa de los Monteros, habrá de hacerse cargo de ese Centro de Justicia, cuya ubicación es aún incierta.
Así fue anunciada, entre bombos y platillos, como histórica una nueva etapa en la protección de los derechos de las oaxaqueñas, al disponer de mejores medios legales y materiales para prevenir y erradicar la violencia por motivos de género en nuestra sociedad. A pesar de que la iniciativa de reformas sobre violencia familiar, tipificación del feminicidio y violencia obstétrica, así como la reforma propuesta para modificar la ley de acceso a una vida libre de violencia, no han sido aprobadas, ni siquiera seriamente discutidas en el congreso local, y al parecer no existe voluntad política que de indicios que así será, pues en Oaxaca sigue prevaleciendo el interés de grupos de poder político y económico sobre el interés de las mayorías, el de las mujeres.
Sin esta adecuación del marco jurídico normativo simplemente estamos, otra vez, frente a insultantes actos mediáticos que pretenden simular alcances inexistentes. Así vimos la escena irrisoria y patética cuando Gabino Cué eufórico y radiante apuntó “Oaxaca hace patente su compromiso con la justicia y la legalidad, y desde luego, su firme decisión para prevenir y combatir todas aquellas prácticas y amenazas que vulneren los derechos de las oaxaqueñas”.
Hay dos caminos: exigir el cumplimiento inmediato de lo acordado o seguir dando tiempo al tiempo y otorgando el beneficio de la duda. El pueblo tiene un límite es cosa de tiempo.
Otra más…
Apenas ayer se nos cayó el techo encima. Si, la velaria del Auditorio Guelaguetza, llamada el monumento a la corrupción refiriéndose a los actores políticos de antes y de ahora, solo duró un año en pie, y habrá que decirle al responsable de tan ilustre obra “se lo dijimos”.
Se nos aseguró con todos los estudios y opiniones de doctos especialistas que sería incólume tanto la estructura metálica como la inmensa lona Lorenzo. Si, así se llama la empresa que el secretario de las Infraestructuras del gobierno de Oaxaca, Netzahualcóyotl Salvatierra contrató en una oscura licitación y que después del niño ahogado, como si se tratara de sus empresas particulares, solo atina a decir que en unas horas ya se hizo el peritaje respectivo, y la empresa Lonas Lorenzo, hará efectiva la garantía del producto. Vaya con el baquetón secretario, totalmente confundido, no se ha dado cuenta que no arriesga su inmenso capital privado, se trata de la obra y de los recursos públicos.
¿Será que en esa facultad omnipotente del gobernador de poner y quitar funcionarios ya este en la mira el millonario secretario de las SINFRAS?
¿Será que ahora si escucharán las voces de verdaderos especialistas en cuanto a la cuestionada obra vial de Cinco Señores?
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