Soledad JARQUIN EDGAR
La revolución de las revoluciones gestada en el siglo que pasó, la revolución de los medios de comunicación es tan buena o tan mala todo depende de quién y cómo se utilicen los medios. Por largo tiempo las mujeres fueron las excluidas de los medios, en la actualidad, observatorios globales indican que apenas el 25 por ciento de la información se refiere a las mujeres. La otra preocupación es cómo son vistas las mujeres. Es decir, en muy poco tiempo, pasamos de preocuparnos no sólo por estar en los medios sino cómo estamos en los medios las mujeres. El resultado es que todavía no hay cambios sustanciales.
La programación de la televisión abierta, es decir, la que producen el duopolio que forman Televisa y TV Azteca, no muestran intensión alguna para el cambio ni la representación igual o más o menos justa de la imagen de las mujeres, siguen recurriendo a los estereotipos que ya conocemos en casi todas sus “estrellas”. En cuanto a los roles las mujeres somos puestas en los papeles tradicionales, ya sabe madres-esposas, buenas y sumisas, y cuando rompemos las reglas pues nos convertimos en brujas y malvadas, mujeres repudiables porque no corresponden a lo que “debería” ser una mujer. Así lo indican los estudios que se profundizaron después de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer, Beijing 1995.
En suma, los medios no solo cosifican a las mujeres, tanto en su “quehacer” y en su “deber ser” sino que dan carta de naturalidad a la misoginia, el patriarcado y el machismo, situaciones que lamentablemente han sido copiadas y reproducidas en otros ámbitos, como las campañas políticas o institucionales, que se convierten en verdaderos actos de culto a la personalidad donde se perpetua la desigualdad entre mujeres y hombres, y que pasa, diría peligrosamente, desapercibido para la mayoría de las personas.
En México, refiere una nota periodística del diario Milenio, que 70 mil menores de edad (donde seguramente la mayoría son mujeres) son objeto de trata. Yo me pregunto si se conoce la cifra ¿por qué los delincuentes no tienen rostro y las familias no saben dónde están sus hijas e hijos? Prostitución o comercio sexual, ambos tienen base fundamental en la cosificación de las mujeres, en el convertir a las mujeres en objetos sexuales y que tienen un peso determinado en los medios.
Por eso no entiendo cómo la televisión abierta, primero, sigue promoviendo la cosificación de las mujeres. Un ejemplo concreto es Víctor Trujillo en su personaje de Brozo a través del programa El Mañanero. Ahí, cada mañana se exhibe a una mujer que no tiene nombre pero sí un apodo, Reata. Esto me lleva a pensar en un animal y no en una persona; habla sólo cuando es necesario es decir casi nunca, por lo cual no tiene voz, no opina; tiene el rostro cubierto con una máscara (carece de personalidad), es en suma una cosa y, por si fuera poco, un objeto sexual del que se puede abusar, conducta de la cual ella no se percata o no le importa porque le han enseñado que ese es su papel.
La presencia de esta joven provoca más algarabía que el propio payaso. En off se escuchan risotadas, chistes de doble intención, gritos de una especie de gorilas en celo, con perdón de los gorilas. Una exhibición de sexismo que no sólo afecta a la joven protagonista sino a todas las mujeres y que los hace corresponsables de delitos como la trata de personas, principalmente niñas y mujeres, y prostitución en todos los niveles, por fomentar este tipo de conductas, por no reconocer que las mujeres son mucho más que objetos sexuales, madres-esposas, sumisas y abnegadas.
Estas conductas pasan reitero peligrosamente a las campañas, sean políticas o sean institucionales. Esta semana circuló en internet una fotografía, muy lamentable, del candidato de la izquierda Andrés Manuel López Obrador con cuatro o cinco jóvenes de Morena, todas vestidas con poca ropa, sonrientes, parecían porristas de un equipo de futbol, me recordó aquella famosa y común frase de “Pancho Villa y …. a la orilla”.
¿Por qué lo permiten? Surgió la pregunta en las redes. Lo cierto es que lo hacen con toda naturalidad, no hay en su conciencia, formación y educación la posibilidad de reflexión sobre la postura a la que reducen a las mujeres ni mucho menos del reconocimiento de los derechos humanos de ellas ¿qué esperamos? Saque usted sus conclusiones de este y de otros candidatos.
Es tan natural el uso de estereotipos en las campañas que nadie se percata de ello. Ahí tenemos el caso de Mané Cámara directora del DIF Estatal, que aparece en sendos espectaculares por toda la ciudad de Oaxaca haciendo el papel de la “madre amorosa y protectora” de infantes, personas de la tercera edad o de todo lo que ella pueda abarcar “filialmente”, insisto, con sus brazos protectores y, por si faltara más, se descubre en esta propaganda mediática el culto a la personalidad utilizando a la institución. ¿Para qué? Me pregunto. ¿Cómo en una entidad, con un porcentaje altísimo de personas que no tienen para comer, puede el DIF y su directora darse el lujo de gastar tanto dinero en campañas mediáticas, como si estuviera compitiendo para reina de Calcuta?
Y de nueva cuenta, así como Brozo exhibe a las mujeres en poca ropa y las reduce a objetos sexuales a través de Televisa; así como se proyecta el machismo y la misoginia de un candidato cuando aparece rodeado de mujeres que responden al estereotipo de belleza que nos venden en la televisión o que nos llegó del norte, de igual forma Mané Cámara, directora del DIF, nos vuelve a ese papel de “ternurita”, amorosas, protectoras y de buenas que “debemos” tener las mujeres.
Posturas todas que siguen colocando a las mujeres en los roles o papeles “históricos” que fomentan como está visto la violencia, todas las violencias en tanto las mujeres como cosas, pertenecemos al otro o a los otros. Violencia que por supuesto va desde la sustracción de los derechos del cuerpo de las mujeres hasta el feminicidio. Posiciones que nos vuelven a lo que la construcción social androcéntrica considera el lugar de las mujeres: la casa, donde se convierten en cuidadoras de la niñez, las personas mayores, de enfermos…madres por siempre. Papeles que finalmente sólo contribuyen y mucho a la desigualdad entre unas y otros.
Pensemos, reflexionemos y veamos las cosas con la otra mirada porque nos hace mucha falta de verdad.
EL PRI PERDEDOR
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) le quiere dejar a deber y mucho a sus militantes en Oaxaca. No es esta la primera vez y no sé hasta donde por enésima vez será permitido.
En días pasados, a Martín Vásquez y a María de las Nieves García Fernández, el tricolor les negó su registro como candidatos al Senado. Esta visto que buscan llevar la cargada a Eviel Pérez y Sofía Castro. Eso es lo que no se entiende. Me decía una analista política que esta condición llevará al PRI a algo que no era usual en ellos: tener candidatos perdedores, como el caso de Pérez Magaña. Sin duda, el viejo PRI despierta, nada cambia a menos que se decidan a hacer algo sus militantes. De ahí la importancia de que Vásquez Villanueva y García Fernández se inconformen, se romperían los viejos dogmas y finalmente en algo se podría democratizar el viejo sistema priista.
Así, por un lado, lo que parece una ruptura no será sino un avance importante. Lo que si es realmente espeluznante es que el PRI elija a un candidato perdedor al Senado, acompañado de Sofía Castro quien en cinco ocasiones ha ocupado puestos de elección popular, pero no ha concluido todos, sino que va saltando de un lado a otro. Sus saltipasos no siempre se traducen en beneficios para la población y si en cambio hay detrás de ella un historial no claro en cuanto a sus beneficios personales y familiares de los cuales pueden dar cuenta y muy claras cuentas los mezcaleros, por citar un ejemplo.
En cuanto a su trabajo por mejorar la condición social de las mujeres, recordemos que lo que hoy se presume como logro del gobierno del cambio, en la reducción de las tasas de muerte materna, no son sino resultado de lo que se hizo en la Secretaría de Salud en el sexenio anterior, cuando Vásquez Villanueva fue titular de la dependencia, también claro no hay que olvidar que fue promotor indiscutible en la construcción de un hospital de la mujer que no se concretó y desapareció de los planes con el actual titular de Salud, German Tenorio. Pero lo que el PRI no debe olvidar es que fue y ha sido un candidato ganador, lo que no puede contar Eviel Pérez.
Si vemos el trabajo de María de las Nieves García Fernández, también ex secretaria de Salud (por cierto la primera en ocupar un cargo de ese nivel en los gabinetes oaxaqueños), pues también habría que mirar que fue ella la primera presidenta de la Comisión de Equidad y Género en el Congreso local y desde ahí se impulsaron acciones importantes para las mujeres, lo que haya sucedido después con esa comisión es resultado de la falta de conocimiento y sobre todo de la ignorancia de quienes han continuado.
Mientras Sofía Castro no es una mujer comprometida con las mujeres, como lo demostró en aquella contienda contra Eufrosina Cruz, cuando aconsejó a las autoridades municipales que se le desconociera como “ciudadana” de Santa María Quiegolani, Nieves García Fernández no quitó el dedo del renglón y desde la capital del país, donde el priismo local la relegó, no renunció a sus principios, ni se fue con el mejor postor político.
Sin duda, la queja que presentarán ante los tribunales electorales Vásquez Villanueva y García Fernández será un buen paso bueno para el priismo que tiene que abrir lo ojos sobre lo que quiere: perder con lo que representan Pérez-Castro o ganar con Vásquez-García. ¿Usted qué cree que sucederá?
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Periodismo de la condición social de las mujeres
