Soledad JARQUIN EDGAR
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer sirve para todo. Los gobiernos tienden a evaluar sus acciones “siempre maravillosas” y “muy eficaces” en actos multitudinarios de mujeres, aunque del otro lado de la calle sigan ignorando las protestas contra el feminicidio, la pobreza feminicida, los despidos injustificados de mujeres –embarazada o no-, la falta de justicia por los delitos que se anidan en la misoginia, el machismo y el androcentrismo.
Frente a los discursos oficiales de los gobiernos, la expectativa crece y se desmorona casi al mismo tiempo, porque lo cotidiano son las aberraciones que se siguen cometiendo en contra de los derechos fundamentales de más de la mitad de la población, porque lo que le sucede a una le pasa a todas.
El análisis es que de nueva cuenta se reivindican los derechos de las mujeres, se reconoce a las mujeres, se habla de ellas, se repiten las promesas del pasado, se habla de acciones y se inventan toda clase de cuentos, como la creación de una Subprocuraduría en Oaxaca.
Escogí algunos hechos que han trascendido esta semana, más por lo que dicen, por quién lo dice. Algunos de ellos es la repetición de una película que ya hemos visto en los últimos años y que la burocracia gubernamental del gabinetazo no vio, no escuchó nunca y volvieron a la cargada con esas frases comunes y trilladas de “por primera vez en la historia de Oaxaca y pionera…” cuando se refirieron a la creación de la Subprocuraduría Especializada en Delitos contra las Mujeres por Razones de Género. ¡Bravo! Pensaron las feministas y funcionarias confundidas en el maremágnum de la “celebración”.
Y usted se preguntará por qué esta crítica, que luego algunas personas califican de “feroz” y “radical”. Bueno, porque en lugar de proceder correctamente, del 1 al 3, pasando por el dos. La “buena nueva” anunciada por Gabino Cué el pasado 8 de marzo, es que primero se hará la Suprocuraduría, aún cuando realmente no tenga delitos que perseguir, porque en Oaxaca recordemos y recordemos bien, no están tipificados los delitos como el feminicidio y la violencia feminicida, seguimos bordando sobre la vieja y desusada manta de la violencia familiar, tipificación que se quedó chiquita ante la realidad que viven las oaxaqueñas.
Lo correcto será entonces hacer lo primero y luego pasar a lo segundo, porque de lo contrario Gabino Cué seguirá haciendo elefantes blancos y no habrá la tan esperada respuesta para acabar con la impunidad que lacera la vida de las familias de las víctimas y por supuesto a las sobrevivientes de la violencia. Así que la tarea o al menos el primer paso para alcanzar la “eficiencia” (cuasi empresarial con la que se maneja este gobierno) está en la cancha del Legislativo, donde Martín Vásquez, presidente de la Junta de Coordinación, reconoció la inoperancia de la ley, que buscó políticamente en el sexenio pasado “tapar el sol con un dedo”, por eso el diputado llamó a complementar la tarea tipificando en el Código Penal del Estados los distintos tipos de violencia contra las mujeres, incluyendo la violencia feminicida.
Ya cuando, la diputación de la coalición y priista estén de acuerdo y hagan el trabajo sin dilación y con mucha oportunidad, entonces sí, le devolverán el balón a Gabino para que su Subprocuraduría sirva de algo y haya delitos reales, con penas reales para las personas que siguen violentando la vida de las mujeres.
¿Por qué digo que las diputadas y diputados deben trabajar sin mayor dilación que le implica un trabajo serio y responsable? Es simple y lo saben. Por cada día que pase y sigan regateando los derechos a las mujeres por razones de conveniencia política, en sus conciencias quedarán las vidas de las mujeres asesinadas. En lo que va de este año 2011, la Procuraduría General de Justicia reconoce siete asesinatos dolosos, siete vidas truncadas de mujeres por el hecho de ser mujeres.
Como apunte, diré que el feminicidio como el aborto están ya en el proceso electoral federal, bueno sería no dejarse llevar por el canto de las sirenas. Tanto Ebrard, como Peña Nieto, han dado los primeros pasos, ojalá yo me equivoque y lo que plantean sea realmente porque han comprendido el daño que provoca la violencia que se ejerce contra las mujeres.
El discurso de Gabino Cué en la conmemoración del 8 de marzo fue una larga lista de buenas intenciones y tal vez acciones, con carácter asistencial y populista que permitió sin chistar la titular del Instituto de la Mujer Oaxaqueña, Anabel López, y peor aún, como siempre, que aplaudieron las asistentes sin darse cuenta de nada porque muchas personas siguen bajo la amnesia del cambio.
Por ejemplo, considera Gabino Cué como un instrumento de la política social, atender “a 10 mil madres jefas de hogar en condición de desempleo” –muchas vueltas para decir madres solas y desempleadas- otorgándoles mil 500 pesos mensuales por un lapso de tres meses para “coadyuvar” a la alimentación, educación, salud y vivienda de sus hijos. Bien, peor es nada dicen. Cierto, pero tampoco se trata de pichicatería. ¿Tendrán ideas, los señores que hacen estos instrumentos de la POLITICA SOCIAL, lo que cuesta mantener una familia, aún en la más modesta condición? Quisiera hacer el ejercicio con ustedes, pero eso es materia de otro género periodístico que empezará por plantear para qué alcanzan mil 500 pesos a una madre sola y desempleada con la responsabilidad de mantener hipotéticamente a dos hijas o hijos. Como dice una querida amiga es materia de una investigación japonesa.
Pero del benefactor programa que pretende atender a 10 mil jefas de familia desempleadas tiene –al menos en la propuesta enviada al Legislativo- la exigencia de documentos para constatar que efectivamente la señora ha sido despedida de su trabajo y otros papeles que deberá pepenar de la seca a la meca. La burocracia es la reina y seguirá gobernando venga quien venga.
La mitad o más de la mitad de los ofrecimientos hechos por Gabino Cué el pasado 8 de marzo están destinados a las madres, más que a las mujeres, es decir, se sigue viendo, pensando y concibiendo a las mujeres como seres humanos para otros y de otros y no en su individualidad. Por eso pensamos que las políticas son, sin duda alguna, de carácter asistencial. No hay en esas promesas, que se aplaudieron mucho, la forma de resarcir de tajo y no a medias tintas los daños provocados por tanta burocracia misógina. Pero todavía se puede rectificar.
Lo bueno del discurso del gobernador Cué fue el anuncio que hizo sobre el reconocimiento que habrán de hacer a partir del próximo año denominado Presea Margarita Maza de Juárez, que se otorgará a mujeres destacadas en las áreas de la ciencia, la educación, las artes, el deporte y la defensa de los derechos humanos de la población. Algo muy parecido a lo que hace el gobierno de Oaxaca de Juárez desde el 2006 -antes con mucha dignidad para ellas, hoy como un acto circunstancial y casi obligado- al reconocer a las Ciudadanas Distinguidas.
SACARON EL COBRE
Los que si sacaron el cobre fueron las autoridades de Huatulco, que dieron mucho de qué hablar en estos días, pero como me decía una activista el hecho se repite cada día más en diversos municipios del país, así que busqué y encontré:
En Ciudad Juárez, Chihuahua, se prohibió a los directores de área municipales el saludo con besos “a su personal femenino” en febrero pasado, para evitar “malas interpretaciones”. Tal parece que febrero “loco” y marzo “otro poco” les gustó a los funcionarios moralinos, porque también en Tamaulipas, el titular de la Secretaría de Salud, Norberto Treviño García, de 73 años de edad, prohibió el uso de minifalda y ropa de mezclilla al personal de la dependencia. Antes, en 2008, la decisión se había tomado en Sinaloa, lo vergonzoso fue que la medida se tomó en la Universidad Autónoma de Sinaloa, como parte de “de un programa de prevención contra actos de violencia, dentro y fuera de los centros de enseñanza”. ¿Pues desde cuando las minifaldas son armas de fuego? Y de estos hechos, hay otro registro hemerográfico en 2006, cuando la dirigente del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de Gobierno del Estado (SUTSGE) en San Luis Potosí, Bernardina Lara Argüelles, prohibió a las mujeres de esa agrupación el uso de minifalda o cualquier ropa ligera no apropiada para “el buen desempeño de las labores oficiales”.
Sin duda estas autoridades se ponen a modo y sacan sus problemas para plantearlos en las áreas públicas, porque no reconocen los derechos fundamentales de las mujeres, siguen pensando que las mujeres, cual menores de edad, deben recibir órdenes hasta en el modo de vestir y, peor aún, justifican la violencia que se comete contra ellas, bajo el supuesto de que es la forma de vestir la que provoca la violencia misógina, como es la violencia sexual.
MUCHAS GRACIAS
Agradezco a todas las personas que asistieron a la presentación del libro Mujeres de Oaxaca, en especial a las comentaristas las maestras Bárbara García Chávez y Gloria Zafra, y la doctora Margarita Dalton.
http://caracolasfem.blogspot.com