lunes, 26 de diciembre de 2016

Mujeres y Política Presupuesto al desnudo



Soledad Jarquín Edgar
SemMéxico, 26 diciembre 2016.- El pasado viernes, el congreso de Oaxaca aprobó el presupuesto de egresos para el ejercicio fiscal de 2017 y lo que me parece exacto de decir es que no es casual que los recursos asignados a la nueva Secretaría de la Mujer es el más bajo de todos los que otorgaron dentro de ese nivel del poder Ejecutivo.
Hay muchas formas de violencia contra las mujeres y una de ellas es omitir sus demandas. Cuando las mujeres del PRI clamaron a coro ¡Secretaría de la Mujer! ¡Secretaría de la Mujer! Ante el entonces candidato Alejandro Murat, ya tenían idea de que así sería, pero con lo que nadie contaba es que la Semujer tendría un presupuesto tan precario que estamos ante el mismo y eventual riesgo de siempre, pues ocho millones 443 mil 355 pesos no alcanzan para revertir nada, solo será una oficina más dentro de las estructuras, algo así como el Instituto de la Pirotecnia de Edomex, donde pese a todo algo explota.
Hasta antes de la aprobación del presupuesto este viernes se planteaba que dicha dependencia tendría seis millones 667 mil 668 pesos, al final pese a los oficios y reclamos de algunas diputadas se aumentó un millón 765 mil 687, nada o casi nada considerando el tamaño de lo que hay que hacer para que en Oaxaca haya igualdad para las mujeres.
Y es que aunque usted no lo crea, la Secretaría de la Mujer tendrá apenas el 0.059 por ciento del total del presupuesto destinado para la Administración Pública Centralizada que asciende a 14 mil 210 millones, 929 mil 227.46 pesos y que comprende 31 instancias de gobierno, de las cuales 19 son secretarías de Estado, además de la gubernatura, el Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado, la Coordinación General de Comunicación Social y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, entre otras.
Entre las instancias de la administración pública centralizada destacan tres rubros que superan, y por mucho, al resto de las secretarías, se trata de Seguridad Pública con mil 274 millones 170 mil 588 pesos; la Secretaría de Administración-Dirección de Recursos Humanos suman mil 454 millones 427 mil 630 pesos, y la Secretaría de Finanzas, Finanzas Normativa y el Fondo de Inversión, Previsión y Pari Passu (las tres) suman nueve mil 179 millones 31 mil 723 pesos. Comparado el presupuesto de Semujer con estas tres instancias es de 0.66, 0.58 y 0.09 por ciento, respectivamente.
Pero las cosas no cambian mucho con respecto al resto de las secretarías del gabinete legal de Alejandro Murat. Así tenemos que el presupuesto destinado a la Secretaría de la Mujer, de nueva creación, es apenas el 1.8 por ciento de lo que manejará la Secretaría General de Gobierno en manos, por cierto, de una persona con negro historia y que dio nulos resultados en el Congreso local, me refiero a Alejandro Avilés.
No hay lógica alguna, se prioriza la politiquería y no las políticas públicas efectivas y eficientes para la población oaxaqueña y, además, se continúa el mismo estilo asistencialista que en otras administraciones para “contrarrestar”, dicen, la lacerante pobreza pese a que existen estudios que han demostrado el fracaso de este tipo de políticas “de combate a la pobreza” impulsadas con programas muchos de ellos manejados desde la Secretaría Social y Desarrollo Humano.
Menos de la mitad de los recursos que se destinarán a la política en la Secretaría General de Gobierno serán por ejemplo para la infraestructura y a Desarrollo Agropecuario, Pesca y Agricultura, dos área sustantivas para eso que llaman “desarrollo”; una cuarta parte para impulsar la economía y menos aún para el turismo; comparados con los recursos que recibiría la Secretaría General de Gobierno (apaga fuegos de los conflictos políticos, sociales y magisteriales de Oaxaca), se puede decir que una tercera parte se destinaron a fomentar la cultura y las artes; y pese a que esta entidad es una de las más ricas en flora y fauna recibirá un ínfimo presupuesto, eso sí de casi el doble que el otorgado a Semujer que deberá velar por la igualdad sustantiva del 52.4 por ciento del total de la población de acuerdo con datos del INEGI.
Esta pifia presupuestal, elaborada por sesudos asesores gubernamentales con sueldos millonarios, nos da como resultado una ecuación simple: tendremos frente a la sociedad una dolorosa realidad y seguiremos viviendo en ese lugar común de más de lo mismo, que dejó las cifras de violencia más altos de la historia de Oaxaca en el pasado sexenio gabinista:
Más de 600 mujeres asesinadas – a las que ya se sumaron por lo menos 10 más en lo que va de diciembre-, miles de casos de violencia machista en los hogares, una suma semejante de violencia sexual en hogares, escuelas, trabajos y en la calle; miles de denuncias por diversas violaciones a sus derechos humanos y un sinfín de actos de violencia política, entre otras muchas violencias que ponen en riesgo la vida de las mujeres y que obstaculizan su desarrollo en todos los ámbitos de su vida.
El ejercicio fiscal hasta ahora señalado es elocuente, aun con su incremento (de vergüenza), y preocupa a las mujeres tanto a las priistas que se sienten sorprendidas por ello, como al resto de las mujeres que viven en Oaxaca y que toman consciencia de lo que podría suceder este año con ese precario presupuesto. Eso nos lleva a preguntar desde ahora ¿Qué lugar ocupan las mujeres entre las prioridades del gobernador Alejandro Murat? ¿Podemos creerle al nuevo gobierno y a su gobernante?
Cierto que, en una entidad tan lastimada por la corrupción y la falta de justicia, hay prioridades sustanciales como la educación y la salud, dos rubros entre los que existe un margen abismal de 18 mil millones de pesos, pues se plantean un ejercicio fiscal de 21 mil millones para el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (la sangría del erario o el barril sin fondo) y tres mil millones para salud donde los atropellos a las mujeres son cotidianos o hasta que se nos demuestre lo contrario.
Es preocupante ni duda hay, que destinar poco más de ocho millones a la Secretaría de la Mujer evidentemente significaría operar un rubro más en la administración pública, un sitio de empleos, pues sus recursos solo alcanzarían para pagos administrativos, entre ellos el sueldo de la Secretaria que deberá ser colocado en el mismo nivel que el resto de los funcionarios del gabinete legal, como ya lo han dicho las priistas preocupadas.
¿Qué estarían pensando los sesudos creadores de este presupuesto? ¿Sabrán cuál es la tarea de la Secretaría de la Mujer? ¿Seguirán creyendo que no tiene ninguna responsabilidad, que es solo una demanda de las mujeres incómodas con lo que hasta hoy se les ha dado todo “a manos llenas”?
Por otro lado, mientras la Secretaría de la Mujer destinada a revertir la desigualdad que ha puesto a más de la mitad de la población en condiciones de desventaja real en todos los ámbitos de la vida y que debería romper con las estructuras tradicionales que minimizan y excluyen a las mujeres, instancias descentralizadas como el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF Estatal), donde las políticas siguen reproduciendo los estereotipos de género que favorecen esa desigualdad, tendría más de 266 millones de pesos. La Secretaría de la Mujer tendrá 96.8 por ciento menos de presupuesto que esa instancia que atiende a “grupos vulnerables”.
Desnudar el presupuesto nos da una idea concreta: la igualdad para las mujeres no es una prioridad para este gobierno y, reitero, seguiremos viviendo la misma tragedia de huérfanos, muchas formas de discapacidad emocional y física provocadas por la violencia contra las mujeres, discriminación y exclusión en los gobiernos, en las instituciones educativas, en todos los lugares donde la idea de mujeres actuantes y no solo espectadoras parece un lugar inalcanzable. Ante las vanas promesas es como decía mi abuela Lucha: de lengua me como un plato.
jarquinedgar@hotmail.com



martes, 20 de diciembre de 2016

Mujeres y Política



Soledad Jarquín Edgar
SemMéxico, 18 diciembre 2016.- En los delitos contra las mujeres lo que más se necesita es justicia.
Ana Guevara es hoy la punta del iceberg de la visibilidad de la violencia machista contra las mujeres.
No es para menos. Ana Guevara representa mucho para este país. Es una excampeona olímpica y gloria deportiva mexicana. Hoy es Senadora por el PT.
A pesar de todo, la sonorense sufrió un violento ataque hace justamente ocho días. Cuatro machos la golpearon porque ella intentó meterse en su carril cuando viajaba en su moto desde el Estado de México hacia la Ciudad del mismo nombre. Fracturas múltiples en la cara y golpes en el cuerpo. Insultos y acciones que la pusieron en peligro de muerte.
Pero detrás de Ana Guevara hay miles y miles de mujeres sin nombre, casi anónimas que viven esa violencia todos los días, a cada segundo, algunas en mayor o menor medida pero la violencia es por la misma razón: hacer patente la desvalorización de las mujeres; algunas -que no son pocas- no viven para contarla y cada día son más en esa situación: siete por día.
Las sobrevivientes, como Ana Guevara, tienen que enfrentar -por si fuera poco- la siguiente etapa: la violencia institucional, que como ha reconocido el Secretario Miguel Ángel Osorio Chong, sufre el gran atorón en las instituciones de procuración de justicia y claro, después, en las de impartición de justicia. Y digo que lo ha reconocido porque eso ya lo sabíamos, se había dicho y explicado cientos de miles de veces, desde las mujeres, es como estar frente a un muro de lamentaciones, en eso se convierte la falta de justicia para los crímenes de misoginia contra las mujeres: la violencia feminicida y él feminicidio.
Así que, detrás de la Senadora tenemos a miles... Ahí está el caso de la madre e hija asesinadas en la Villa de Zaachila, Oaxaca, esta semana. El autor fue el hijo y hermano de ambas mujeres. La madre había solicitado al presidente y al síndico de esa población -en varias ocasiones- que interviniera pues la conducta violenta de su hijo -y posterior asesino- era de cuidado. Esta semana el presentimiento de la madre se hizo realidad y no vive para contarlo. Es ahí donde hay que apretar las tuercas, el presidente municipal, que ya se va, Racial Vale López y el síndico Luis García Peralta, tendrán que ser llamados a cuentas por tan grave omisión y negligencia. Eso no puede quedar impune también tienen responsabilidad.
Maestro pedófilo
Otro caso grave también. Indignarte, sobretodo.
Hay una denuncia que se canaliza a las autoridades correspondiente en contra de un maestro pedófilo de la Casa de la Cultura de Tlaxiaco, el delincuente se llama Alejandro Zamora. Este macho acosa a sus estudiantes con proposiciones como "llenarte el cuerpo a besos"..."pues sí te voy a secuestrar. Vales mucho la pena", dice el "maestro" a su alumna a quién le lleva mas de 16 años.
Por fortuna hoy es público el caso. Alejandro Zamora tendrá que responder ¿A cuántas niñas ha hostigado y acosado y en cuántos casos más esa violencia escaló al grado de violación sexual? Los tres -acoso, hostigamiento y violación- delitos que se pagan con cárcel.
Y está justicia no puede esperar ni trámites ni nada. Y claro habrá quien se atreva a decir que ella o ellas sucumben frente al maestro. Sí, claro, no es para menos, son miles de años de cultura de subordinación, dónde ellas, además, están en posición de desventaja. Incluso, algunas ni siquiera imaginan que tan peligroso pueda resultar su maestro, el hombre que por primera vez les baja el cielo y las estrellas. ¿Acaso no es verdad que así educamos? Entonces no pueden advertir nada. Frente a la desvalorización "el amor" del maestro es su puerta de salida. Ellas no lo saben pero el, sí.
Ana Guevara merece justicia, sí por todas las mujeres. Si hay impunidad el mensaje es peligroso para todas las mujeres, cómo las que fueron asesinadas en Zaachila donde está visto hay más de un responsable. Y las niñas de la Casa de la Cultura de Tlaxiaco deben saber desde hoy que el estado realmente las respalda, qué Osorio Chong no miente y que Alejandro Murat no sé equivocó en sus nombramientos y que justicia habrá.
Peo hay más muchos casos más como el "suicidio" (también está semanas) de una mujer en la ciudad de Oaxaca que vivió reiterados episodios de violencia machista a manos de su "amorosa pareja", un macho suelto sobre el asfalto, de esos de películas de antaño que quisiéramos borrar de la filmografía mexicana por su contribución a la violencia contra las mujeres.
Si Miguel Ángel Osorio Chong está verdaderamente convencido de que en México ya es intolerable la violencia contra las mujeres que lo demuestre y si como dicen estamos frente a una emergencia nacional que respondan.
Y los misóginos de la semana, el gobernador de Hidalgo, el tristemente célebre Omar Fayad Meneses, y el director de la Policía Municipal de Comitán, Chispas, Narde Adalberto Sánchez Archila. Dos más a la lista de la misoginia pública y política de México.
El primero olvidó que las mujeres tienen derechos sexuales y reproductivos y con un lenguaje sexista las regañó, y les pidió que duerman con ropa para que no tengan tantos chamacos. Ese pobre gobernador tan ignorante pero sobre todo tan patriarcal, él si puede tener los hijos que se le dé la gana, porque no es ni indígena ni pobre. Es un señor, es un gobernador que puede decir esa clase de sandeces.
El otro declara de manera bruta, como cavernícola del siglo XXI que ellas quieren ser violadas. Simplemente inadmisible.
La pregunta es estos servidores públicos se suman a la lista negra de la misoginia con poder o estos señores se disculparán al meros.
Lo cierto es que mientras nadie se disculpe y nadie pise prisión por ejercer cualquier tipo de violencia machista, la impunidad seguirá en la punta y desde aquí seguiremos contando la desgracia.
@jarquinedgar



martes, 13 de diciembre de 2016

Mujeres y Política



Violencia machista asunto de Estado

Soledad Jarquín Edgar
SemMéxico, 12 diciembre 2016.- En días recientes he escuchado con mucha atención como algunas personas aseguran que estamos frente a tiempos de cambio, que hay una nueva esperanza. Se refieren a los cambios de personas en los gobiernos estatales no a otra cosa.
Lo cierto es que los cambios no se producen mágicamente. Menos cuando las prácticas son las mismas, cuando el amiguismo, el compadrazgo y el pago de favores se refleja en algunas designaciones y entonces…se derrumba la expectativa, la posibilidad de algo distinto en el horizonte y claro se cae la esperanza, porque abrazamos el camino conocido, el de siempre.
Es como echar al agua una pastilla efervescente: burbujea, hace ruido y después, de manera visual, no pasa casi nada, y una quiere que las burbujas sigan en esa fiesta de aire nadando hacia arriba…deja, eso sí, un sabor distinto en la boca, muchas veces no agradable. Así los nombramientos como pastillas efervescentes.
Por eso necesitamos poner sobre estas líneas la condición social de las mujeres que, dicen, hoy está bajo un escrutinio feroz, yo diría que es de siempre. Hace muchos años que lo hemos planteado, es uno de los primeros hechos que aprendemos cuando miramos los medios desde la perspectiva de género, y encontramos que hay un trato desigual que se da a las mujeres con respecto a los hombres. Pese a todo, hay quienes opinan que no, que eso no es cierto.
Esta semana, por ejemplo, se organizó una conferencia de prensa para denunciar una serie de vergonzantes acciones ejercidas algunos poderes fácticos en las comunidades oaxaqueñas, como ha sucedido antes, donde las mujeres han sido electas como regidoras, síndica, presidentas municipales o, incluso, como diputadas.
Una segunda categoría presentada es la misoginia con la que algunas mujeres son expuestas por ser mujeres y no por su quehacer como servidoras públicas, que al final de cuentas es lo que nos debe interesar, como en el caso de los hombres, pero en ellos, la corrupción, la violencia y la ignorancia son normales. Así son, escucho, por eso se pone el dedo sobre las mujeres, porque pensamos que ellas son distintas.
Una tercera cosa que salió a la luz pública esta semana es el señalamiento y con ello una forma de culpabilizar a una víctima de una violencia machista, a cuyo agresor, de un modo arcaico, retrógrado e irracional, lo lincharon. A ella la señalaron por haber denunciado. Igual que sucede cuando una mujer es agredida y todavía, a pesar de todo, se les sigue cuestionando por estar en un lugar que no le corresponde: la calle y ¿cuándo sucede en su casa? Por cómo viste, por la hora qué es, por cómo caminó y por lo que dijo, pero también porque se aguantó o se calló. Lo que desvía la atención del ejercicio real de violencia sobre una mujer.
Y claro la agresión vía redes sociales contra la periodista Citlalli López por parte del arcaico líder sindical de la burocracia de Oaxaca, Felipe Noel Cruz Pinacho, quien la llamó “prófuga del metate”. Para él, toda mujer en un escenario público ha escapado del espacio privado, ese de dónde las mujeres no deberían salir porque es un macho. Pero se le olvida que él es lo que es y está donde está por las mujeres, no únicamente por las cercanas, las de su familia, sino por todas las que sostienen la base trabajadora de la que él se dice “dirigente”. Las periodistas seguimos esperando que se disculpe públicamente.
Durante los últimos 16 días, vimos las cifras de la violencia, cada vez más atroz, más desmedida contra las mujeres de todas las edades. Desde las demostraciones “sinceras” de algunos funcionarios federales que se auto exhibieron como lo que son, hasta el hecho de conocer que pese a todos los avances la violencia aumenta y que deja cada día siete asesinatos en este país contra mujeres por ser mujeres. Por ello el grito de que la violencia machista es hoy un asunto que debe ser tratado como emergencia nacional. Y como ya se ha dicho, aún hay quienes creen que estamos exagerando.
Violaciones todas al derecho humano de las mujeres a vivir sin violencia, sin esa permanente custodia de algunos hombres, la mayoría, de creer que las mujeres pueden ser agredidas de cualquier forma porque son mujeres.
Esta generación que somos hemos visto como se devela en el territorio de nuestros cuerpos, nuestras iniciativas, nuestros deseos y de todo lo que hacemos las muchas formas de violencia, tanto que se tuvo que hacer una especie de catálogo de las violencias. Desde la violencia que llamaron íntima y que permaneció en el silencio varios siglos porque se decía que eran cosas familiares, hasta la violencia política de género. Todo para tratar de explicar que en el fondo la violencia contra las mujeres tenía la misma raíz, el mismo entramado.
El 1 de enero próximo, en Oaxaca, hasta hoy, 56 mujeres asumirán el cargo de presidentas municipales. Algunas de ellas se enfrentan amenazas directas y otras veladas.
La advertencia hecha por un grupo de mujeres organizadas debe dejar bien claro a las autoridades y específico al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, que esas mujeres requieren respuestas, necesitan tranquilidad para asumir sus cargos hasta el último día de sus mandatos, es decir, requieren custodia permanente, porque no es cosa menor, aunque hayan sido expresadas por mensajes telefónicos, como sucede en el caso de la presidenta electa de Santiago Lachiguiri, Itaisa López Galván, a quien le exigen no tomar posesión porque en lugar de llegar al palacio municipal, el 1 de enero llegará al panteón municipal de esa población istmeña. Si el gobierno estatal no responde a esta solicitud, me pregunto ¿quién responde por las mujeres entonces?
Ni que decir del caso de Elisa Zepeda Lagunas, quien es presidenta electa en Eloxochitlán de Flores Magón, quien en 2014 fue torturada, junto con su madre y abuela por hacer visible que las mujeres tienen derechos. 
Además de las marcas que le dejaron los machetazos recibidos en su cabeza, tiene marcas terribles en el corazón porque en aquella ocasión, los caciques, asesinaron a su hermano y a un amigo. Fue electa, tiene la confianza del pueblo, pero con sobrada razón teme por su vida. ¿Ya tomaron nota?
O la síndica electa de Pinotepa Nacional, Yareli Cariño López, a quien un diputado local de quien inexplicablemente no quiso revelar su nombre, la quiere destituir desde su poder fáctico, porque no quiso acceder a sus proposiciones al hostigamiento y acoso sexual que ha ejercido en contra de ella. ¿Cómo un señor de esa calaña puede ser diputado local? ¿cuántos más de ellos están sentados en las curules de este país?
Y como esos casos hay más, hay otros sumamente delicados que demandan la atención urgente y real, no de palmaditas ni de promesas, para que las mujeres puedan ejercer sus cargos de elección popular o los servicios que el pueblo les demanda. La pregunta es ¿atenderá el gobierno? Sin duda, la violencia machista ha generado una emergencia nacional que requiere menos discursos y más acciones. La decisión la tiene el gobernador de Oaxaca y claro el presidente Enrique Peña Nieto.
@jarquinedgar