Soledad JARQUÍN EDGAR
El déficit de género que
ha existido a lo largo de los más de cuatro años del gobierno de Gabino Cué en
Oaxaca, se hace aún más profundo a partir de mayo, cuando la única mujer en su
gabinete, Perla Woolrich Fernández, renunció al cargo. No es nada extraño, es
una consecuencia de la lógica del poder.
La presencia de las mujeres,
más allá del sistema DIF y otras tareas asistenciales, es realmente nueva en
Oaxaca. Tan nueva que cuando no hay mujeres
en el gabinete legal parece que a nadie le importa. Con Heladio Ramírez
López, quien gobernó de 1986 a 1992, la licenciada Martha Pazos Ortiz ocupó una
Subsecretaría en la Secretaría General
de Gobierno; luego con Diódoro Carrasco Altamirano (1992-1998), María de las
Nueves García Fernández fue la primera Secretaria en Oaxaca al ocupar el cargo
de titular de los Servicios de Salud, y en la Secretaría de Protección Ciudadana,
Patricia Villanueva Abraján (1997-98), poco antes entre 1995 y 1997 ocupó una
Subsecretaría en la General de Gobierno. En este mismo sexenio Margarita Dalton
fue directora del Instituto Oaxaqueño de las Culturas durante los seis años
pese a los pronósticos que todos los días proclamaban su destitución.
Con José Murat (1998-2004)
fueron parte del gabinete legal Aurora Acevedo, en Transporte; Lilia Mendoza en
Desarrollo Rural, cargo que también desempeñó Irma Piñeyro; Gloria Camacho Meza
y Patricia Villanueva Abraján fueron titulares de la desaparecida Coordinadora
para el Desarrollo de la Mujer, antecedente inmediato del Instituto dela Mujer
Oaxaqueña, cuya primera titular fue Norma Reyes Terán. Antes Villanueva había
sido titular del Monte de Piedad.
En el siguiente gobierno
de Ulises Ruiz (2004-2010), el llamado último gobernador priista, Lilia Mendoza
–quien es en la actualidad diputada local- sustituyó a Elizabeth Hernández en
la Secretaría de Asuntos Indígenas; Beatriz Rodríguez Casasnovas, fue titular
de Turismo; hubo dos procuradoras: Lizbeth Caña Cadeza y Patricia Villanueva
Abraján; Alma López, ocupó la Secretaría de Seguridad Pública, y Patricia
Zárate por un tiempo fue Secretaría de las Culturas.
El 1 de diciembre de
2010, la “fecha histórica” para Oaxaca con la llegada de un gobierno distinto
al PRI, aunque compuesto en un muy alto porcentaje de ex priistas y priista, se
anunció la inclusión de Irma Piñeyro como titular de la Secretaría General de
Gobierno; otro cargo importante fue para Perla Woolrich Fernández, como
secretaría de Contraloría y Transparencia Gubernamental, estos serían dos de
los 15 cargos del Gabinete legal del gobierno de la transición. Otro cargo que
llamó la atención por novedoso en Oaxaca, fue para María de los Ángeles Abad,
nombrada vocera del Ejecutivo. Abad y Piñeyro habían buscado ser gobernadoras
de Oaxaca en la recién terminada contienda electoral de 2010, la primera por el
partido local Unidad Popular y la Segunda por Nueva Alianza.
La primera en renunciar
a Gabino Cué fue Piñeyro Arias, quien renunció al cargo en agosto de 2011.
Quien fuera candidata de Nueva Alianza señaló que su renuncia se debía a una
“serie de interferencias” promovidas por “una camarilla en el poder”. La vocera
oficial, Abad fue inhabilitada por la Secretaría de la Función Pública, lo que
de manera “oficial” se dio a conocer en abril de 2014. Y aunque la sanción
comprendía entre septiembre de 2012 y culminó en septiembre de 2014, nunca dejó
de prestar sus servicios en Comunicación Social, donde por cierto al paso de
los meses se desdibujó el cargo de “vocera” y ella desapareciendo del
escenario.
Pero si de desdibujar se
trata, con la renuncia de Perla Woolrich, panista de corazón y mujer
emblemática para el panismo aunque no se le reconozca por la nuevas
generaciones, con su renuncia al gabinete legal de Cué también se terminó de
borrar la imagen de las mujeres en el sector de la administración pública.
Hoy en día, no hay una
sola mujer en cargos de primer nivel del gobierno estatal. Reclamo que habían
hecho las mujeres al mandatario oaxaqueño quien muestra con los hechos el
déficit que durante su gestión ha producido en materia de igualdad de género.
Hoy, me explicaba una
connotada feminista en una conversación, lo que tenemos es un retroceso, aunque
advierte que la presencia de las otras mujeres en sexenios anteriores tampoco
representó garantía de nada para quienes conforman la gran mayoría de población
en esta entidad. Y aunque no podemos generalizar lo cierto es que en Oaxaca hay
un enorme déficit y nos revela una fragilidad.
¿Quién además de las
mujeres o feministas, si las hubiera organizadas, ha puesto el dedo en el
renglón? Con la demanda de inclusión de las mujeres ¿cómo se obliga a un
gobernador a cumplir con la igualdad?
Si en las cosas que son
visibles, ellos resultan tan cínicos, qué podemos esperar de las cosas que no
son visibles, como por ejemplo las muertes maternas por falta de atención
médica en las comunidades o en los casos de violencia contra las mujeres donde ellas
resultan más castigadas que los agresores: se les señala por violentar la
comunidad al denunciar a un padre o un hermano por violencia sexual; se les
cuestiona por qué han tardado tanto en poner una denuncia, se les castiga
encerrándolas en albergues para proteger su vida de los agresores y la justicia
no ex pronta, es dilatada, los victimarios como las instituciones caminan
lentos y en paz, sin prisa.
Sin prisa, esa es la
palabra correcta para nombrar al gobierno de la transición. Va sin prisa en
todas las medidas, a pesar de las “buenas” cuentas y hasta alegres notas que
emite el gobierno con respecto a las mujeres. ¿Usted les cree?
En el gobierno federal
de 21 secretarías que incluye el gabinete legal, cuatro son ocupadas por
mujeres: Sedesol con Rosario Robles; Turismo con Claudia Ruiz Massieu Salinas;
Salud, Mercedes Juan López, y Arely Gómez al frente de la Fiscalía General de
la Nación. También aquí hay un déficit.
Como ya lo señala la
Magistrada María del Carmen Alanís, 20
por ciento de las mujeres toman decisiones en los gobiernos ejecutivos
en el mundo. La generalidad de que ya vamos caminando nos revela realidades
como la actual en Oaxaca donde las mujeres brillan por su ausencia en el
gabinete legal y nos remite a una vuelta de tuerca pero en reversa.
@jarquinedgar