Infografìa de AGAPE |
Mujeres y
Política
Machismo
institucional
Soledad JARQUÍN EDGAR
El comercio sexual a pesar de lo que representa para la vida
de miles de familias en el país, a quienes han arrebatado a sus hijas, madres,
hermanas o amigas, vive naturalizado en la sociedad que dice que se preocupa
pero tolera la explotación sexual de mujeres, adolescentes y niñas, un tanto
por la costumbre y otro poco porque la situación de violencia generalizada en
el país no deja mucho espacio a la reflexión de la explotación sexual como
resultado de “la costumbre” o la cultura.
Sobre la existencia de la explotación sexual de mujeres,
disfrazado de trabajo hay muchas historias, la gran mayoría alejadas de la
realidad: “a las mujeres les gusta por eso lo hacen, dicen algunas voces en el
reduccionismo y justificación de la misoginia y el machismo.
Pero hay razones y estudios que llevan a poner otra mirada,
una más amplia y menos prejuiciosa, se trata de un problema de delincuencia
donde son obligadas, una es la desaparición forzada, fenómeno cada vez más
común, y otro que tiene que ver con las condiciones socioeconómicas que llevan
a las mujeres a ser presas de delincuentes que las explotan y las someten en la
“esclavitud del siglo XXI” pero que bien podría ser la esclavitud de todos los
tiempos.
Ambas son igualmente indignantes y ambas tienen que ver,
insisto, con la delincuencia, una compuesta por capos y la otra
institucionalizada integrada por toda clase de gobernantes y corporaciones
policiacas, entre otros.
Hay una organización que busca crear conciencia sobre la
trata de personas y la violencia de género denominada AGAPE, mediante
infografías señala que en los últimos 25 años, 27 millones de personas,
incluidos niños y niñas han sido víctimas de trata, dato de la OEA. En 46 mil
casos las personas han sido identificadas como víctimas. Han recibido castigo 4
mil 756 personas. Este crimen, dice la organización se presenta en 118 países
pero afecta personas, 80% mujeres, de 136 nacionalidades.
La trata de personas representa el tercer delito más
lucrativo después del tráfico de armas y narcotráfico y mueve unos 32 mil
millones de dólares como producto de la explotación sexual de mujeres, niñas y
niños, por cierto, con preferencias sexuales diversas.
Las cifras pueden mover conciencias, nos hacen pensar, nos
deben llevar a crear una cultura de denuncia, pero sobre todo y ese es el
meollo del asunto lo que quiere la sociedad es ver respuestas de las
autoridades.
No se trata de tener un conocimiento amplio de cuántos
antros hay en cada pueblo, autorizados desde luego por las autoridades
municipales, es decir con permiso del Cabildo o sin él, sino de investigar la
procedencia de las mujeres, su condición de víctimas, pero sobre todo entender
que ahí dentro se está cometiendo un delito producto del machismo, la misoginia
y el patriarcado.
Delitos casi invisibles plagados de irregularidades por
parte de quienes dicen procurar justicia, de ahí que el fenómeno de la
prostitución, la “renta de edecanes”, las bailarinas exóticas y otros
“servicios” basados en el cuerpo de las mujeres permanezca como si tras las
puertas, esas mujeres no pertenecieran a la humanidad.
No es simple, hay un mar profundo en la trata y prostitución
que nada tienen que ver con los deseos de cada mujer, adolescente o niña
llevada a complacer a los machos proxenetas, quienes se olvidan que al comprar
sexo hace parte de la cadena de ilícitos, son pues delincuentes al menos
socialmente.
En otras de las infografías, AGAPE revela que las entidades
con mayor incidencia de denuncias o nuevos puntos de explotación y
entrenamiento son por orden de “importancia” el D.F. (19.6%), Tlaxcala (12.9%),
Puebla (12.6%), Estado de México con (5.8%), Chiapas (5.4%), Chihuahua (4.5%),
Oaxaca (4.1%) y Guanajuato (1.6%). Si lo vemos desde el aspecto de quienes
gobiernan llegaríamos a la conclusión que ni los más demócratas, ni los
gobiernos de coalición, tampoco los priistas, panistas o perredistas garantizan
la libertad de las mujeres en México.
Otros datos de esta organización es que al menos un 10 por
ciento de mujeres son enviadas al extranjero; Oaxaca, Puebla, Guanajuato y el
D.F., además de entidades con mayor
número de casos denunciados por trata de personas, son centros de entrenamiento
y sólo poco más del 8 por ciento de denuncias (que está por demás decir son muy
pocas) llegan a ser consignados los responsables del delito.
Pero lo grave de este problema, insisto, es la forma en que
autoridades de todos los niveles no ven el problema ni les importa, es como si
no existiera. Acción a la que como sociedad también nos unimos cuando no
actuamos, cuando no advertimos el grave riesgo que representa la desaparición
de personas con fines de explotación sexual o, como hacen los hombres, reitero,
comprando sexo.
Hace unos días, encontré una tarjeta sobre el parabrisas de
un automóvil y me llamó la atención por la imagen que presentaba, una mujer
rubia, esbelta y con poca ropa. “Hacemos de la noche un arte”, se lee en la
pequeña tarjeta de presentación que incluye toda clase de ofertas como al
promoción dos por uno durante el mes de marzo y anuncia que los taxistas
recibirán un pago de 50 pesos por mesa. Una complicidad más, no dejan cabo
suelto. El antro, ubicado en San Francisco Tutla también oferta, en letras más
grandes a “Las mejores edecanes y precios garantizados”.
¿Qué hace que las autoridades toleren y permitan estos
antros de explotación sexual de mujeres, dónde además se cometen otros ilícitos
como la venta de drogas? Sin duda, les representa un negocio millonario para
los machos misóginos que gobiernan y permiten, para las corporaciones de
investigación policiaca que saben de los ilícitos que ahí se cometen y para los
jueces que perdonan y no condenan, y qué decir de los legisladores que nadan de
a muertito subiendo cada semana a la tribuna para demandar, exigir, pero no
para legislar y que sabemos gustan de hacer pachangas con “edecanes”, como lo
hacen algunos diputados locales y federales que se sienten todopoderosos.
La denuncia contra Cuauhtémoc Gutiérrez dirigente ex priista
en el D.F., nos revela una de las muchas formas de prostitución y explotación
de mujeres con fines sexuales que se existen en México, tal y como lo menciona
la tarjeta que usted seguramente ya encontró en el parabrisas de automóvil,
donde Opss! Oferta mujeres como si
fueran cosas, objetos. ¿Qué significado le damos a eso? Si los gobiernos lo
permiten, la sociedad no debe admitirlo. Y ahí es donde el feminismo ha puesto
muchos de sus esfuerzos y algo se movió pero aún falta, necesariamente que
falta por aquellas muchas mujeres de todas las edades que no volvieron a casa,
que no llegaron a la escuela, que desaparecieron al solicitar trabajo, que
fueron atrapadas en las redes sociales…
¿Hasta dónde llega la tolerancia de los responsables de
todos los niveles de gobierno? Omisión es corrupción y los hace cómplices, como
a quienes compran sexo. ¿Hasta dónde llega nuestra capacidad como sociedad para
seguir ignorando un problema social con el que vivimos las 24 horas? La
explotación sexual existe y le ha robado la sonrisa a miles de familias en
México. Muchas de esas jóvenes han terminado descuartizadas para no ser
reconocidas en basureros o “atropelladas” en caminos solitarios. La indignación
es la actitud que no debemos perder, aunque la gran mayoría de quienes
gobiernan México pretendan que nuestra indignación se convierta en cansancio y
olvido. Pero seguiremos totalmente indignadas ante esta y todas las violencias,
al final somos la misma sociedad y creo pretendemos los mismos sueños de
libertad e igualdad.
Otro tipo de
explotación
En el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca
algo no anda bien. El hecho de dejar sin pago de seis quincenas a las y los
trabajadores de la Unidad de Proyectos Estratégicos, a quienes los traen con la
promesa del “ya merito”.
En esas irregulares conductas siempre hay personas
afectadas. El IEEPO dice que el programa es federal y que fue el gobierno federal
el que no pagó, el gobierno federal ya envió el dinero y ahora quien no lo
suelta es la Secretaría de Hacienda. Mientras son peras o son manzanas las
personas afectadas la mayoría jefes y jefas de familia enfrentan una crisis
severa, que parece no importar mucho ni al titular del IEEPO, Moisés Robles
Cruz, ni al gobernador Gabino Cué Monteagudo, quien parece no se entera.
Lo peor advierten los trabajadores y trabajadoras podría
pasar en próximas fechas. Porque mientras ellos y ellas esperan que sí les paguen
estas seis quincenas devengadas y que no les bajen el sueldo, ha corrido el
rumor de que podría ocurrir todo lo contrario, incluso algunos despidos. Rumor
que por cierto se propagó desde las oficinas de Robles Cruz, quien como su jefe
no ve lo duro sino lo tupido del asunto de la (des)educación pública en Oaxaca.
Esta situación es una muestra de que en esta entidad
las cosas van de mal en peor, tanto como en el gobierno federal donde el
titular de la Secretaría de Educación Pública, Emilio Chauyffet, en esa
acostumbrada “virtud” de ver la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio,
acaba de darse cuenta que lo que sí hay es una falta total de mando en la silla
del gobernador Cué. Algo de lo que por cierto ya se hablaba a gritos en esta
entidad.
Margarita
Maza Parada
Al lado de Benito Juárez caminó y no en silencio una
mujer inteligente: Margarita Maza Parada. Más allá de la imagen de mujer
abnegada, que sufrió en carne propia los avatares por ser la compañera de un
gobernante que enfrentó a poderosos enemigos y que los venció, sin dinero
suficiente, viviendo en el destierro, Margarita Maza supo guiar y contribuyó a
tomar las decisiones del gobernante.
Cierto es que en esos tiempos, como sucede ahora pero
en otra dimensión y en circunstancias diferentes, las mujeres no podían
intervenir públicamente en los asuntos de Estado, pero cerradas las puertas, en
privado o en pequeñas reuniones, ellas sí tenían injerencia en sus compañeros
de vida y ese es el caso de Margarita Maza, como antes y después lo hicieron
otras heroínas nacionales que siguen borradas de la historia.
“Margarita Maza fue una mujer
liberal, inteligente y de gran carácter, capaz de dispensar consejos políticos,
que apoyó al Benemérito de las Américas en su lucha por la tolerancia religiosa
y la creación de un Estado laico en México. Los documentos epistolares revelan
la relación de apoyo mutuo y respaldo entre tales personajes para hacer frente
a problemas familiares durante el conflictivo periodo de la Reforma y las
invasiones militares a México”, sostiene la doctora Francesca Gargallo (2009)
en un texto de la agencia SeMexico (www.semexico.org.mx) y que es muy pero muy recomendable.
La recordamos ahora porque estamos en el natalicio 209
del hombre que a pesar de sus ocupaciones supo dar un lugar a su compañera,
indispensable: Benito Juárez García. Y porque sin duda es momento de rendir
honor a quien honor merece.
“La historiografía feminista propone que debería
reconsiderarse la labor de esta mujer, entre otros factores de índoles
económica e ideológica, al analizar cómo los ideales americanistas y
republicanos no fueron traicionados por Washington, cuyo gobierno nunca
reconoció el imperio de Maximiliano”, plantea el artículo titulado Margarita Maza
de Juárez mucho más que una esposa.
@jarquinedgar