Mujeres y Política
Avances y retrocesos
Soledad JARQUÍN EDGAR
Avances y retos de la participación
política de las mujeres, como se llamó el foro convocado por la diputada
Eufrosina Cruz Mendoza deja claro el panorama y desecha algunas incertidumbres,
al menos teóricamente.
¿Cuáles son los avances y cuáles los
retos? Los avances son visibles y un ejemplo es que al menos
constitucionalmente la paridad es un hecho, está escrito como parte de las
reformas electorales. De manera reiterada el consejero presidente del Instituto
Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, ha dicho y repitió (en Oaxaca) “con
todas sus letras que en el nuevo sistema nacional de elecciones no podrá haber
“juanitas” ni interpretaciones que demeriten el cumplimiento del marco legal
constitucional” y agregó (que) “el INE será intransigente en el cumplimiento de
las reglas de paridad en las candidaturas del proceso electoral federal”.
Hay dos clases de instituciones que
tienen que ver con la posibilidad de no permitir irregularidades en el proceso
para cumplir con la paridad: a) INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación (TEPJF), y b) los partidos políticos. De los primeros nos
queda bien clara su posición no así de los segundos, que siguen torciendo las
disposiciones, incluyendo sus principios internos, para lograr objetivos muchas
veces ajenos a los intereses de su militancia.
Vemos a los partidos políticos
ofreciendo candidaturas al mejor postor, respondiendo a intereses o facturas
que se cobran, o respondiendo a intereses de poderes externos y caciquiles. Y cuando
se trata de cumplir con la paridad es común encontrar los caminos en su
pretensión de torcer la ley, que a veces si logran porque no todas las mujeres
saben ni tienen mecanismos técnicos para llegar a los tribunales, de ahí que se
empiece a pensar y a creer en defensorías de oficio para mujeres en cuestiones
electorales.
En el foro, la magistrada del TEPJF,
María del Carmen Alanís Figueroa, dio a conocer la conceptualización de la
violencia política, y reconoció que no cuenta con una definición legal, lo cual
no significa que no se pueda judicializar este tipo de violencia.
Entonces el reto persiste, la transformación
de los partidos con esa verticalidad y horizontalidad que demanda la paridad,
como también se dijo en el Foro Mujer y Política que convocó a un gran número
de mujeres de partidos políticos y del sector público, pero también de
organizaciones civiles que acudieron al llamado hecho a través de una enorme
diversidad de medios.
Estamos entre la posibilidad y la
realidad. No porque deseemos creer sino porque el cambio, como señalaron el
viernes quienes expusieron en el foro, pasa por una transformación cultural.
Las resistencias suelen ser tremendas y lo sabemos bien. Y eso implica una
nueva cultura que lleve a la transformación y el reconocimiento de los derechos
de las mujeres. Parece simple pero no lo es. Son más de 300 años, dijéramos más
o menos documentado, buscando esa igualdad.
Lo expresado por el consejero
presidente se queda ya en la tinta y el papel, en la memoria, los resultados nos
permitirán juzgar con todos los elementos.
Ahora tenemos un reto fundamental
que pone a prueba la democracia mexicana y en eso estamos como ciudadanía, los
partidos políticos deben registrar al 50 por ciento de hombres y mujeres como
candidatas, lo que dicho sea de paso no es garantía de que la mitad del
congreso federal serán mujeres, pero sí puede haber más diputadas o el mismo
número de las actuales.
Durante su intervención decía antes la
magistrada Alanís Figueroa, se refirió a la conceptualización de la violencia
política, es decir, las acciones, omisiones y la tolerancia que basadas en el
sexo y en el género de una persona tengan como objeto o resultado menoscabar o
anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos políticos o de las
prerrogativas inherentes a un campo público, o bien, la muerte, o el daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico.
Violencia política que sostiene es
una amenaza para la paridad, por eso es importante plantearla, mostrarla,
quitar ese halo de naturalidad que para muchas personas es la razón de su
existencia y por ende de la exclusión, discriminación y violación a los
derechos de las mujeres.
Por ello, la violencia política es
otro de los grandes retos de esta contienda electoral, que lamentablemente
tiene una larga historia en México, desde el reconocimiento tardío del voto
universal de las mujeres que tiene apenas poco más de seis décadas, omisiones y
una enorme cantidad de casos que se quedaron en la impunidad, como el asesinato
de Guadalupe Ávila Salinas, candidata a la presidencia de San José Estancia
Grande, en 2004, o el más reciente ocurrido en Ahuacuotzingo, Guerrero, en la
segunda semana de marzo, en contra de otra perredista, Aidé Nava González.
En ese sentido, Alanís Figueroa
señaló como ejemplos de esa violencia: las amenazas, las candidaturas
fraudulentas, evitar cumplir con las cuotas, firmar renuncias en blanco, registros
en distritos perdedores o violentos (que ya no está permitido), inacceso a los
recursos financieros, uso inadecuado de recursos, ocultamiento de información.
Y justamente en eso estaba cuando leyó un mensaje que le llegó a su teléfono,
donde mujeres guerrerenses denunciaban amenazas de muerte en caso de que
acudieran ante el TEPJF. ¿Ironías de la vida? No, realmente no, es la vida
cotidiana en un país donde, reitero, unos disponen y las otras “deben”
subordinarse.
En Oaxaca la violencia política se
puede ejemplificar de manera puntual, en los muy diversos casos que se han
registrado, incluso desde el que pasó a Eufrosina Cruz Mendoza cuando pretendió
ser presidenta municipal de Santa María Quiegolani, el punto de partida de la
carrera política de la actual diputada federal. Pero al menos siete casos de
Oaxaca han tenido que ser resueltos ante el máximo tribunal electoral del país
y otros tantos en la Sala Xalapa y algunos con más suerte en el tribunal local.
En el Foro estuvo también Margarita
Zavala quien tiene, pasadas las elecciones, la aspiración de dirigir su
partido, el PAN, intención que por cierto no se expresó en el foro, como
tampoco se dijo que Eufrosina Cruz quiera saltar a otra contienda, al menos no
por ahora. Lo cierto es que hacer campaña se vale, vean lo que han hecho
durante años algunos hombres de izquierda o derecha, viven en la permanente
búsqueda, lo cual es abiertamente visible y además legal. Solo es cosa de hacer
un poco de memoria.
El otro invitado fue el periodista
Carlos Puig quien reconoció que es tiempo de plantear un cambio por parte de
los hombres con respecto de las mujeres, y dijo que los hombres son unas
bestias que no pueden convivir con las mujeres, expresión que ejemplificó con
el hecho de que en México existan vagones especiales para transportar solo
mujeres ante el temor de sufrir agresiones por parte de los hombres. Tiene
razón existen estudios que señalan lo peligroso que resulta para las mujeres de
todas las edades utilizar el transporte público, tanto dentro de una ciudad
como en las carreteras del país.
Estamos en tiempos electorales, como
casi todos los años, así que habrá muchos más foros y muchas otras expresiones
políticas de todos los colores y sabores.
@jarquinedgar