domingo, 29 de marzo de 2015

Mujeres y Política Avances y retrocesos


Mujeres y Política
Avances y retrocesos

Soledad JARQUÍN EDGAR
Avances y retos de la participación política de las mujeres, como se llamó el foro convocado por la diputada Eufrosina Cruz Mendoza deja claro el panorama y desecha algunas incertidumbres, al menos teóricamente.
¿Cuáles son los avances y cuáles los retos? Los avances son visibles y un ejemplo es que al menos constitucionalmente la paridad es un hecho, está escrito como parte de las reformas electorales. De manera reiterada el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, ha dicho y repitió (en Oaxaca) “con todas sus letras que en el nuevo sistema nacional de elecciones no podrá haber “juanitas” ni interpretaciones que demeriten el cumplimiento del marco legal constitucional” y agregó (que) “el INE será intransigente en el cumplimiento de las reglas de paridad en las candidaturas del proceso electoral federal”.
Hay dos clases de instituciones que tienen que ver con la posibilidad de no permitir irregularidades en el proceso para cumplir con la paridad: a) INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), y b) los partidos políticos. De los primeros nos queda bien clara su posición no así de los segundos, que siguen torciendo las disposiciones, incluyendo sus principios internos, para lograr objetivos muchas veces ajenos a los intereses de su militancia.
Vemos a los partidos políticos ofreciendo candidaturas al mejor postor, respondiendo a intereses o facturas que se cobran, o respondiendo a intereses de poderes externos y caciquiles. Y cuando se trata de cumplir con la paridad es común encontrar los caminos en su pretensión de torcer la ley, que a veces si logran porque no todas las mujeres saben ni tienen mecanismos técnicos para llegar a los tribunales, de ahí que se empiece a pensar y a creer en defensorías de oficio para mujeres en cuestiones electorales.
En el foro, la magistrada del TEPJF, María del Carmen Alanís Figueroa, dio a conocer la conceptualización de la violencia política,  y reconoció que  no cuenta con una definición legal, lo cual no significa que no se pueda judicializar este tipo de violencia.
Entonces el reto persiste, la transformación de los partidos con esa verticalidad y horizontalidad que demanda la paridad, como también se dijo en el Foro Mujer y Política que convocó a un gran número de mujeres de partidos políticos y del sector público, pero también de organizaciones civiles que acudieron al llamado hecho a través de una enorme diversidad de medios.
Estamos entre la posibilidad y la realidad. No porque deseemos creer sino porque el cambio, como señalaron el viernes quienes expusieron en el foro, pasa por una transformación cultural. Las resistencias suelen ser tremendas y lo sabemos bien. Y eso implica una nueva cultura que lleve a la transformación y el reconocimiento de los derechos de las mujeres. Parece simple pero no lo es. Son más de 300 años, dijéramos más o menos documentado, buscando esa igualdad.
Lo expresado por el consejero presidente se queda ya en la tinta y el papel, en la memoria, los resultados nos permitirán juzgar con todos los elementos.
Ahora tenemos un reto fundamental que pone a prueba la democracia mexicana y en eso estamos como ciudadanía, los partidos políticos deben registrar al 50 por ciento de hombres y mujeres como candidatas, lo que dicho sea de paso no es garantía de que la mitad del congreso federal serán mujeres, pero sí puede haber más diputadas o el mismo número de las actuales.
Durante su intervención decía antes la magistrada Alanís Figueroa, se refirió a la conceptualización de la violencia política, es decir, las acciones, omisiones y la tolerancia que basadas en el sexo y en el género de una persona tengan como objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos políticos o de las prerrogativas inherentes a un campo público, o bien, la muerte, o el daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico.
Violencia política que sostiene es una amenaza para la paridad, por eso es importante plantearla, mostrarla, quitar ese halo de naturalidad que para muchas personas es la razón de su existencia y por ende de la exclusión, discriminación y violación a los derechos de las mujeres.
Por ello, la violencia política es otro de los grandes retos de esta contienda electoral, que lamentablemente tiene una larga historia en México, desde el reconocimiento tardío del voto universal de las mujeres que tiene apenas poco más de seis décadas, omisiones y una enorme cantidad de casos que se quedaron en la impunidad, como el asesinato de Guadalupe Ávila Salinas, candidata a la presidencia de San José Estancia Grande, en 2004, o el más reciente ocurrido en Ahuacuotzingo, Guerrero, en la segunda semana de marzo, en contra de otra perredista, Aidé Nava González.
En ese sentido, Alanís Figueroa señaló como ejemplos de esa violencia: las amenazas, las candidaturas fraudulentas, evitar cumplir con las cuotas, firmar renuncias en blanco, registros en distritos perdedores o violentos (que ya no está permitido), inacceso a los recursos financieros, uso inadecuado de recursos, ocultamiento de información. Y justamente en eso estaba cuando leyó un mensaje que le llegó a su teléfono, donde mujeres guerrerenses denunciaban amenazas de muerte en caso de que acudieran ante el TEPJF. ¿Ironías de la vida? No, realmente no, es la vida cotidiana en un país donde, reitero, unos disponen y las otras “deben” subordinarse.
En Oaxaca la violencia política se puede ejemplificar de manera puntual, en los muy diversos casos que se han registrado, incluso desde el que pasó a Eufrosina Cruz Mendoza cuando pretendió ser presidenta municipal de Santa María Quiegolani, el punto de partida de la carrera política de la actual diputada federal. Pero al menos siete casos de Oaxaca han tenido que ser resueltos ante el máximo tribunal electoral del país y otros tantos en la Sala Xalapa y algunos con más suerte en el tribunal local.
En el Foro estuvo también Margarita Zavala quien tiene, pasadas las elecciones, la aspiración de dirigir su partido, el PAN, intención que por cierto no se expresó en el foro, como tampoco se dijo que Eufrosina Cruz quiera saltar a otra contienda, al menos no por ahora. Lo cierto es que hacer campaña se vale, vean lo que han hecho durante años algunos hombres de izquierda o derecha, viven en la permanente búsqueda, lo cual es abiertamente visible y además legal. Solo es cosa de hacer un poco de memoria.
El otro invitado fue el periodista Carlos Puig quien reconoció que es tiempo de plantear un cambio por parte de los hombres con respecto de las mujeres, y dijo que los hombres son unas bestias que no pueden convivir con las mujeres, expresión que ejemplificó con el hecho de que en México existan vagones especiales para transportar solo mujeres ante el temor de sufrir agresiones por parte de los hombres. Tiene razón existen estudios que señalan lo peligroso que resulta para las mujeres de todas las edades utilizar el transporte público, tanto dentro de una ciudad como en las carreteras del país.
Estamos en tiempos electorales, como casi todos los años, así que habrá muchos más foros y muchas otras expresiones políticas de todos los colores y sabores.
@jarquinedgar