Mujeres y Política
Toledo una propuesta transformadora
Soledad JARQUÍN EDGAR
Lo bueno también sucede como la genialidad del maestro Francisco
Toledo de regalar siete mil cuadernos con grabados antiguos y textos en
zapoteco, algunas imágenes de héroes nacionales, para contrarrestar, entre
otras cosas, el sexismo y las boberías que contienen las portadas de los
cuadernos de marcas comerciales.
Una genialidad, sin duda, que debería inspirar a muchas más
personas, sobre todo a los tomadores de decisiones y también a quienes tienen
la responsabilidad de crear políticas públicas de igualdad, para generar
justicia y paz, pero sobre todo para terminar con el sexismo que atraviesa y
daña la vida de las mujeres de todas las edades y condición social y, al mismo
tiempo, contribuir a crea una nueva cultura social que coloque a las mujeres
lejos del destino supuesto: el ser objetos, el ser propiedad de otros, el de
ser para los otros que han devenido con el paso del tiempo en la más grave
esclavitud del siglo XXI, la trata de personas, es decir, las mujeres
convertidas en mercancía.
El pintor juchiteco, una de esas glorias nacionales que se
pasean por la ciudad de Oaxaca ha puesto, otra vez el dedo en el renglón, al
salvaguardar el más grande de los patrimonios de la humanidad: la cultura en
muchos más sentidos del que podamos imaginarnos, defensa que ha emprendido a
capa y espada a partir de la autoridad intelectual que posee, ante la
ignorancia supina de los últimos cuatro gobernadores de Oaxaca: Diódoro
Carrasco, José Murat, Ulises Ruiz y el actual Gabino Cué.
En cartas por separado, fechadas el 25 de agosto a Claudio X.
González, presidente de la asociación Mexicanos Primero; el 2 de septiembre, a
Rubén Núñez Ginez, Secretario General de la Sección XXII del SNTE, y al
gobernador Gabino Cué, el 9 de septiembre, el maestro Toledo planteó la
posibilidad de una campaña educativa visual para la niñez oaxaqueña.
En la primera carta al presidente de la asociación Mexicanos
Primero le explica sobre las portadas de los cuadernos que venden en las
papelerías de todo el país, “que no precisamente son educativas, que no
contribuyen a la formación de los niños ni se relacionan culturalmente con
nosotros”. “Creemos que la educación visual de los niños de México es muy importante
y que este tipo de portadas no son adecuadas…”.
La segunda carta fechada el 2 de septiembre al dirigente de la
Sección XXII le explica la problemática y le plantea que dada la “preocupación”
por la educación (y que los ha mantenido fuera de las aulas en una lucha por el
supuesto de la educación) “podrían emprender una campaña de creación de
portadas que promuevan una educación visual infantil acorde con nuestros
valores estéticos y artísticos”.
Finalmente, le envió una carta similar al gobernador Gabino Cué
Monteagudo y al igual que en el caso del la Sección XXII asume que el gobierno
está “preocupado” por la educación de la infancia oaxaqueña y que sería de suma
importancia que la niñez mexicana y oaxaqueña tuvieran referentes propios de su
comunidad para seguir un determinado camino, conocer lo propio para luego
explorar otras propuestas.
El único que respondió fue Claudio X. González. No fue la
respuesta esperada porque no hubo propuesta alguna para sumarse a la campaña a
pesar de que la organización sostiene está preocupada por la educación de la
población mexicana.
Aunque para muchas personas resulte “increíble” que ni la
sección XXII, a través de su dirigente Núñez Gines ni el gobernante oaxaqueño
Gabino Cué respondieran, para más de la mitad de la población ya no resulta
increíble la actitud asumida de ignorar o de omitir la propuesta del maestro
Francisco Toledo, es parte de la realidad cotidiana que hoy por hoy mantiene a
esta Entidad en el más profundo de los hoyos en materia educativa como resultado
de estas actitudes asumidas por los últimos cinco gobernantes, los antes
mencionados, lista a la que se suma el ex mandatario Heladio Ramírez López
quien abrió la caja de pandora a la Sección XXII al finalizar la década de los
ochenta.
Dudar de la potencia de la propuesta del artista plástico más
emblemático del país en los últimos días, es ignorar una real condición que
estamos pasando en México invadidos por estereotipos y antihéroes, que degradan
a cada persona convirtiendo a las mujeres, reitero, en objetos sexuales,
representando solo roles tradicionales de buenas, puras, santas, madres
abnegadas y sufridoras, seres pasivos; y en el caso de los hombres proveedores
y en actitudes machistas, misóginas y violentas.
Por todo lo que esas imágenes que acertadamente ha puesto en la
ventanilla el pintor oaxaqueño no dudamos que la propuesta es trascendente y
concuerda con la realidad que ha querido disminuir el feminismo en el mundo
desde hace décadas y que hoy a través de las instituciones públicas creadas
para lo que llaman el adelanto de las mujeres no se atiende de manera profunda
y verdadera.
La violencia está insertada en este lenguaje cotidiano y el
lenguaje visual no escapa en esos “inocentes” cuadernos que la niñez oaxaqueña
y en general la mexicana está viendo todos los días, perpetuando en su mente
que así debe ser la realidad, consecuencia de lo que hoy vivimos y que
lamentamos tan profundamente en México.
En anteriores entregas, he planteado cómo en toda la entidad
persiste la publicidad sexista para vender toda clase de productos que nada
tienen que ver con el cuerpo de las mujeres. No tengo la menor duda y pregunto
ahora qué pasaría si en lugar de poner esos antihéroes y a esas rubias
despampanantes en las portadas de los cuadernos y en la publicad en general, se
colocara la obra de los artistas plásticos y la fragmentos de la obra literaria
de los escritores oaxaqueños o mexicanos, como propone Francisco Toledo ¿acaso
no se influiría profundamente en el cambio de las estructuras patriarcales que
nos arrebatan el derecho a la cultura y el derecho a una vida libre de
violencia, en específico para las mujeres, y en general para hombres y mujeres
de todas las edades? ¿Acaso no sería mejor poner en la portada a Miguel
Hidalgo, Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, Benito Juárez, Antonia
Labastida, Arcelia Yañiz, Rodolfo Morales, Justina Fuentes y el mismo Francisco
Toledo en lugar de figuras de la televisión desde caricaturas hasta telenovelas
y las imágenes de disneylandia y las rubias con cuerpos para concursos que no
son como la gran mayoría de las mujeres de este país?
Sin el menor resquicio de duda yo pienso que sí. Con el tiempo
tendríamos una sociedad diferente. Pero eso requiere de menos omisión y de
hacer caso por parte de quienes nos gobiernan, primero, y también de quienes
todos los días “educan” a la niñez, seguido de aquellas personas que venden
toda clase de productos.
Me comentaba la periodista de El Imparcial, especialista en
temas culturales, Gina Mejía, que no es la primera vez que el pintor oaxaqueño
hace esta clase de propuestas. Hace dos años se elaboraron cuadernos con
imágenes diferentes para un jardín de niños en colaboración con Publicaciones
Fernández Pichardo, con resultados seguramente positivos para las niñas y los
niños de preescolar.
Sin embargo, las buenas iniciativas no siempre son tomadas en
cuenta por quienes poseen los recursos necesarios para dar un golpe de timón en
esta que debe ser una férrea lucha para que la infancia tenga entre sus
posibilidades de desarrolla la oportunidad de conocer la real y verdadera
cultura mexicana y empiece a desechar, al menos en la educación, todo aquello
que solo ha contribuido a la existencia de una sociedad sexista, excluyente y
discriminatoria, todo de lo que hoy nos quejamos como sociedad.
Hurgando en los libros de texto, a propósito de este tema,
recientemente me encontré con imágenes que han favorecido este estado de cosas
a pesar de que México ha modificado la Constitución, ha pesar de que ha firmado
tratados y acuerdos internacionales que busca reducir, eliminar y erradicar la
violencia contra las mujeres, es decir, los estereotipos.
De esos libros habría que revisar la forma en que las mujeres y
los hombres son puestos de manera desigual en el libro de quinto grado de
Educación Artística. De la misma forma en que las mujeres son invisibilizadas
por su contribución en el libro de Historia de ese mismo grado, y cómo las
mujeres y hombres tienen roles tradicionales y sexista en el libro de Desafíos
Matemáticos, solo por poner tres ejemplos.
La propuesta del maestro Francisco Toledo podría tener un
impacto vital, no solo para hacer visible y diseminar lo que esta nación es en
lo cultural, artístico, científico e histórico, sino también es una propuesta
profunda que contribuiría en mucho en construir una vida cotidiana diferente,
en igualdad de condiciones para mujeres y hombres.
Mujeres de Oaxaca
Aprovecho este espacio para invitar a la presentación del libro
Mujeres de Oaxaca, resultado de una investigación periodística que reúne la
contribución hecha por las mujeres en la historia de Oaxaca en todas los
periodos. La cita es el próximo 12 de diciembre a las siete de la noche en Las
Rosas 311, Colonia Reforma, sede del Consejo Ciudadano y de Canal Gente Libre.
Diosas, guerreras, gobernantas, las mujeres de la colonia y su
condición social, su presencia y participación en las etapas de la Independencia,
Reforma, la Revolución y la era moderna con las primeras científicas, maestras,
universitarias, artistas, periodistas y políticas, mujeres que con su trabajo
diario han contribuido en las transformaciones sociales e históricas de Oaxaca
y del país.
La presentación estará a cargo de la escritora, investigadora y
académica de la UNAM, doctora Francesca Gargallo; la investigadora y académica
de la UABJO, doctora Leticia Briseño, y el analista político y abogado Adrián
Ortiz Romero.
@jarquinedgar