Mujeres y política
La protesta, método que
cansa
Soledad JARQUÍN EDGAR
Los métodos de protesta, que no siempre su contenido, han empezado a
cansar a la población oaxaqueña que todo lo guarda en absoluto silencio,
refunfuñando y que en algunos casos han terminado por protestar ante tantas
protestas. A diferencia de lo que sucede en otras entidades del país, en Oaxaca
hay de manera permanente un conflicto social cuya procedencia es múltiple pero
se basa en una sola razón: la pobreza, que sirve de carne de cañón a los más
avezados y también más abusivos. Solucionar esta añeja costumbre requiere de
una costura fina, oculta, que debería basarse siempre en el derecho de todos y
en los derechos de cada persona.
El enfrentamiento entre materialistas en días pasados es una muestra
de la violencia social desbordada, violenta, sangrante y de muerte que de
manera cotidiana sucede y que de tanto repetirse se convierte en nada para el
resto de quienes habitan o transitan en la capital oaxaqueña y municipios
conurbados, pero que en el fondo siempre molesta y deja de entenderse, pero
insisto se queda en el silencio.
Lo ocurrido entre los materialistas son hechos lamentables, donde el
diálogo se hizo trizas o nunca existió, hasta el grado tal de desbordar las pasiones
y terminar con el choque de fuerzas entre grupos organizados antagónicos, entre
organizaciones y elementos de seguridad pública o como en el caso de los
materialistas entre el mismo gremio pero de diferentes siglas y otros que nada
tienen que ver pero que mediante un pago miserable sirven como mercenarios para
abatir al enemigo, estos últimos resultan muy peligrosos como ya vimos y cómo
lo hemos visto a lo largo de la historia. El grave problema es que siempre en
medio de la trifulca, de la protesta, de la inconformidad desbordada, de las
piedras, de las bombas molotov y balazos, además de los cotidianos cierres de
calles y toma de oficinas pública, está la población.
¿Por qué en Oaxaca todo se pretende resolver con protestas y marchas?
¿Hace cuánto tiempo que los gobernantes perdieron la capacidad de sentarse y
dialogar? ¿Hace cuánto tiempo que este mecanismo sirve para el chantaje y para
que unos cuántos sean beneficiados y no todos los inconformes? ¿Cuánto dinero
destinan los gobiernos de todos los niveles al contentillo y por qué? Hay
ejemplos como la toma del palacio de gobierno del Estado ante la proximidad de
fechas emblemáticas como el 15 de septiembre y el 23 de diciembre, o la toma de
recinto legislativo cuando el ejecutivo habrá de rendir su informe de gobierno
el mandatario en turno. Entonces mágicamente todo se resuelve. La liga se
estira y el gobierno afloja. ¿Quién hace tales negociaciones? ¿Quién autoriza
el reparto de dinero, concesiones y otros favores políticos? Para que haya
corrupción debe haber corruptos. Para que haya trata de mujeres es porque hay
proxenetas. Es de ida y vuelta.
La ciudad de Oaxaca podría cambiar su eslogan por el de “Oaxaca tierra
de protestas, marchas y plantones”, así el turismo, que ahora sabemos viene de
la ciudad de México en una mayor parte, sabrá a lo se atiene y a lo que se
expone. Esto no es ninguna gracia sino una desgracia. Revela además lo que ya es
un secreto a voces: la falta de capacidad del gobierno o los gobiernos en turno
para solucionar los muchos conflictos, políticos, económicos, agrarios,
étnicos, partidistas, educativos, laborales, post electorales, de violencia
contra las mujeres…y todas las clasificaciones que se puedan acumular en los
días por venir.
Una cadena donde cada persona, cada líder, cada grupo tiene la razón y
donde nadie quiere dar su brazo a torcer, la respuesta se reduce, cuando bien
les va a las y los inconformes, a la atención personalizada de un secretario de Estado, quien a su vez, mandata
a un segundo y éste a otro hasta que todo vuelva a estar como en un principio.
O si el problema es mayor (por el tiempo) se establecen mesas de diálogo con
funcionarios, que como si fuera un acto de magia o teletransportación se
diluyen, desaparecen del escenario, porque si a algo apuesta el gobierno es al
cansancio de los enjundiosos manifestantes. Y, finalmente, cuando ya todo
parece perdido, hay asesinatos de por medio, el gobierno o los gobiernos optan
por crear comisiones, que como las mesas de diálogo no resuelven absolutamente
nada pero entretienen y apaciguan al más aguerrido de los grupos bajo una
promesa que no se cumple. Del otro lado, se instalan plantones por meses o por
año y en esa tarea la carne de cañón, reitero, son las mujeres, los casos
concretos fueron las loxichas y ahora las triquis.
El resultado es que tras varios meses de contentillo todo vuelve a
estar como en un principio y se repite el ciclo con la toma de calles y
carreteras, de edificios públicos y de todo lo que signifique en el imaginario
de los líderes que puede generar “presión” (escribo en masculino porque el 99.9
por ciento de los dirigentes son varones). Líderes que habría que decir viven
de ese sistema: ir a la cargada, no se les conoce actividad lícita alguna para
tener una forma honesta de vivir, que pueden llegar a las puertas del palacio
de gobierno, a las oficinas de la Cámara de Diputados o las dependencias
administrativas con las bolsas vacías, pero saben que cómo los peces todo se
les multiplicará en breve y sus huestes casi nunca se enteran.
Para político como para líder no se asiste a la universidad ni pública
ni privada. Crecen en macetas y muchos llegan a ser diputados, presidentes
municipales o gobernadores, otros son
servidores públicos de primer nivel (mucho nos ayudaría a entender si revisamos
quiénes son las personas que nos gobiernan). No importa, pues, el mal o buen
currículo laboral o profesional ni la vida pasada, a nadie le preocupa si ha
cometido delito alguno o si ha tenido que permanecer encarcelado. Menos aún si
fue porro en su etapa estudiantil o reina de belleza. Nada importa. ¡Faltaba
más! Claro, como ciudadanía nos quejamos siempre de las leyes y reglamentos que
tenemos, leyes y reglamentos que se hacen a modo o se derogan según la
conveniencia. En cambio nos queda claro que se es delincuente cuando se aborta,
eso sí, o cuando se paga con un billete de cien pesos, eso también.
Un caso por demás relevante en Oaxaca es la sección 22, a la que
pertenece una mayoría de trabajadores de la educación básica y a la que
deberíamos, como ciudadanía, estar preparándole su aniversario número 30 de
protestas. No es cualquier cosa ni culpa del magisterio, como decía antes es de
ida y vuelta.
Sin embargo, de tanto ir a pozo el cántaro se rompe. Y si algo ha
pasado en Oaxaca, el Oaxaca desbordado, es precisamente que la gente dice basta
a las protestas, aun cuando lo diga tímidamente o cómo señaló el director de
Canal Gente Libre, Jorge Luis Cirigo Vásquez, desde el nivel científico, si
consideramos que una encuesta es una herramienta de la investigación
científica.
El resultado de la encuesta sobre el movimiento magisterial realizado
por la joven empresa Volt Comunicación Ciudadana señala que el 77 por
ciento de las personas encuestadas, que
suman mil 200 en cuatro municipios de la zona conurbada, no está de acuerdo con
las marchas y plantones que realiza el magisterio oaxaqueño.
Es decir, 77 de cada cien personas que viven en Oaxaca de Juárez,
Santa Cruz Xoxocotlán, San Jacinto Amilpas y San Raymundo Jalpan ya se cansaron
de ese numerito de tomar las calles, por la tarde o por la mañana, para
protestar por todo lo que se tenga que protestar y que no se resuelve en las
oficinas ni de Gobernación ni de Educación del gobierno Federal y mucho menos
aquí en el palacio de gobierno con Gabino Cué o en el elefante blanco y
destartalado en que con los años se ha convertido el Instituto Estatal de
Educación Pública, tomado en sus mandos de decisión más importantes por la
propia Sección 22 del SNTE.
Con un nivel de confianza del 97 por ciento, es claro que una tercera
parte de la población no sabe a ciencia cierta por qué protestan los maestros y
otra tercera parte señalan que las protestas buscan anular las reformas hacendaria, educativa y energética, y sólo una mínima porción
(11 por ciento) de personas encuestadas señalaron que el objetivo es “mejorar
la educación pública en México”. Por supuesto que casi el 80 sostiene que no
asistiría a marchas y plantones de la sección 22.
La
encuesta de Volt Comunicación Ciudadana revela que la ciudadanía está dividida:
51 por ciento apunta que sí considera que el Gobernador tiene la capacidad de
solucionar el conflicto magisterial, en contraste un 43 por ciento dice que no
tiene capacidad frente al conflicto magisterial. Hay por tanto un nivel de
confianza perdido por parte del mandatario oaxaqueño y le “queda”, por así
decirlo, un poco más de la mitad, una reserva que puede perder o potenciar,
todo depende. Gran favor el hecho al mandatario por Volt Comunicación
Ciudadana.
La democracia es incluyente
El
informe de Martín Vásquez Villanueva, diputado local debe resaltarse en un
sentido. El impulso permanente a la promoción cultural y se reflejó en su acto
donde llamó a los priistas a la unidad, a dejar la competencia prematura. En un
acto multitudinario, diputado federal istmeño fue claro y planteó la necesidad
de impulsar
una nueva gobernanza democrática y advirtió que el nuevo arte de gobernar es
incluyente.
O sea no se anden haciendo bolas ni bolitas, o van
juntos o se pierden en el camino, fue muy específico al señalar que se requiere
unidad para avanzar, y recordó que las poblaciones permanecen divididas se
niegan a sí mismas un mejor futuro, frase que por cierto viene bien con el tema
que hoy planteamos.
La otra historia
Explicación no pedida acusación
manifiesta, dicho popular que sí aplica en el “súper poderoso” Secretario de
Salud, Germán Tenorio Vasconcelos, quien sostiene que las mujeres y sus
familias son responsables de recibir mala, yo digo pésima atención en las
clínicas de salud o parir en la calle. En estos lamentables casos, para el
titular de Salud ha sido más fácil cortar por lo más delgado, así que han desfilado
directivos y personal médico y se ha negado sistemáticamente a aceptar que no
está haciendo bien su trabajo, mejor aun cuando cuenta para ello con la
complicidad de su amigo: el propio gobernador Gabino Cué quien sigue haciendo
caso omiso a las solicitudes de la ciudadanía y de las organizaciones y con
ello sigue negando la realidad. En fin, una pena.
@jarquinedgar