Mujeres y
política
Votar
Soledad JARQUÍN EDGAR
Día de elecciones, día de votar.
Estas elecciones llamadas intermedias son, de acuerdo
con quienes saben, la prueba de fuego para el actual gobernador Gabino Cué, la
medición a la mitad de su gobierno y la medición de fuerzas entre la ciudadanía
y la resistencia de los “democráticos” integrantes de la Sección 22 que desde
el pasado 5 de julio decidieron bloquear los comicios.
El ejercicio de este derecho de la ciudadanía, al que
se le augura la molestia de siempre por el grave abstencionismo que ha llegado
en estos procesos intermedios a menos de
la mitad de los votantes, con el añadido de la violencia de las últimas semanas
con un saldo macabro, el obstáculo por
el actuar caprichoso e inexplicable de la Sección 22, el ejercito de mapaches
que encuentran cómo efectuar un fraude, enfrenta otros problemas de origen
derivados de la calidad de las campañas que rayaron en el vacío, el discurso
del engaño y las promesas, la fastidiosa práctica de la compra de votos con
dinero en efectivo y otros productos caseros y de utilidad personal, y claro el
bajo nivel, la descalificación, el improperio como resultado de una película
que se repite elección tras elección: la falta de argumentos para convencer por
la buena, salvo una que otra cara nueva que a diferencia de los viejos actores
de siempre, algo sembraron de diferente.
Sin duda, las campañas siempre desnudan al pueblo, lo muestran tal
cual es. El promedio de educación escolar del municipio al que pertenecemos.
Los efectos de la crisis financiera y la necesidad cada vez más aguda que se
traduce en varios tipos de pobreza. La apatía que produce el sistema político que
ha sido desgastado por las malas prácticas y corrupción, que como hemos visto sólo
favorece a la clase política en todos sus tiempos: los viejos herederos de la
revolución, los cachorros; los intermedios que surgieron como redentores,
formaron partidos grandes y chiquitos, y que van en tercera generación, y los
que circunstancialmente llegan a la política, que se convierte en su modus
vivendi, transmiten ese modo de vida a sus vástagos casi siempre varones, y que
como el rey Midas todo lo que tocan lo convierten en oro pero para sus familias.
Ese es el triste escenario en esta disputa por 153 presidencias
municipales y la renovación del congreso local, ambos trampolín político,
porque los que están de un lado se quieren ir al otro y viceversa. Eso explica
la iracunda actitud y hasta de muerte que emprenden, una gran cantidad de
quienes quieren llegar al gobierno porque van en busca de poder.
No hay otro escenario, está claro que todavía no nace
la generación que cambiará a este país –y esperamos que nazca- y mientas eso
sucede, quienes tenemos credencial para votar estamos obligados a cumplir con
nuestro deber: acudir a las urnas y decidir. Qué sea pues la decisión de la
ciudadanía y no la decisión de unos cuantos, no debe ser decisión de los
partidos políticos ni de los gobiernos, no es decisión de la Sección 22 es
decisión y elección de usted, mía y de nadie más.
Esta elección tan costosa para Oaxaca, considerando
las necesidades que hay enfrente y a la vista, es la prueba de fuego de la
gestión gubernamental de Gabino Cué Monteagudo, aquí es donde se medirá el peso
real de sus “acciones”, pero sobre todo de sus decisiones. Aquí es donde se le
agradece a un gobernante votando por los suyos o se le reprocha votando por los
otros. Lo importante es saber que no es personal, es político.
Quienes entienden de esto sostienen que la elección
terminará como está ahora, es decir, el poder se reparte en partes iguales
entre el PRI y el resto de los partidos; con un porcentaje ligeramente mayor
para el PRI-Verde sobre la otra
coalición formada por el PAN-PRD-PT y el resto de los partidos en la elección
de las 153 presidencias municipales. Que de igual forman el congreso local
volverá a quedar dividido entre PRI y el resto de los partidos, igual que
ahora. Estas son especulaciones que se hacen basados en resultados anteriores.
¿Qué cambiaría esas especulaciones? Votar. Vencer el
miedo que algunos actores han infundido en la sociedad, eso lo pueden predecir
quienes organizan la violencia, tienen nombre y apellido. Hoy, como ciudadanía
nos toca votar, ejercer nuestro derecho y cumplir con una de las obligaciones
que nos da ese derecho.
Mujeres y
elección
Ya lo vimos en Oaxaca, las electoras son la mayoría de
quienes podrían votar este domingo con un 53 por ciento de posibles votantes.
Por eso fueron factor “importante” en los discursos y compromisos de candidatos
y candidatas. Y como siempre el contraste está en la posición que juegan las
mujeres para los partidos políticos, siempre son la minoría de las candidaturas,
40 por ciento de aspirantes a la diputación local y menos del 10 por ciento de
candidatas por las presidencias municipales. No hay equilibrio.
Por otro lado, usted lo vio con sus propios ojos,
durante la campaña un ejército de mujeres hizo la talacha a los partidos,
principalmente a las coaliciones del PRI-Verde y la de PAN-PRD-PT, fueron de
casa en casa y llenaron los mítines.
Y hoy las volveremos a ver, serán ellas una enorme
mayoría de funcionarias en las casillas.
Pero no serán ellas una mayoría por las que se tenga
que votar este domingo. El patriarcado se impone en la política y es este,
junto con el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, son los
escenarios más difíciles en la conquista por los derechos humanos de las
mujeres, desigualdades que siguen permeando una relación injusta y desequilibrada.
Aún así, es cierto, las mujeres pueden inclinar la
balanza. De ahí que insisto se requiere más educación y trabajo para ellas, de
lo contrario nada cambiará, propuesta de principios de siglo en México que
todavía no se alcanza.
¿Dormirán
bien?
El recuento hemerográfico de asesinatos contra mujeres
suma hasta hoy 213 y la impunidad sigue. Las triquis tocaron la puerta de
palacio para preguntar sobre los avances de las investigaciones sobre la
desaparición de Daniela y Virginia Ortiz Ramírez, Gabino Cué no las recibió.
Seis años de silencio y omisiones. Por eso pregunto ¿De verdad duermen bien Gabino
Cué y los tres López: Anabel López de IMO, el procurador Manuel de Jesús López, y el secretario de Seguridad Pública,
Marco Tulio López?
@jarquinedgar
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