domingo, 10 de junio de 2012

MUJERES Y POLITICA, de procuraduría a consejería


Mujeres y Política
De Procuraduría a consejería

Soledad JARQUIN EDGAR
Qué “silvestres” salieron en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Oaxaca, por omisos y por falta de resultados, de lo cual ahora resulta somos responsables sociedad y medios. Faltaba más.

En los últimos días han sucedido hechos que deberían indignar a toda la sociedad, más aún a los gobiernos y esas dependencias, consejos e instituciones que dicen velan por lo que pomposamente llaman el interés supremo de la niñez, entre ellas el DIF Estatal y municipales que presiden honorariamente las esposas de los titulares de gobierno, pero que está visto requieren mas allá de acciones de beneficencia, se necesitan –se ha dicho insistentemente- políticas públicas y no de voluntariados que ya no responden a lo que la sociedad demanda, los tiempos cambian, incluso por la dignidad y reconocimiento de las señoras y con ello del resto de las mujeres, que está visto podemos hacer miles de cosas y no sólo cuidar.

Sin embargo, la sociedad ya no se indigna porque está cansada y no ve resultados. El ejemplo más claro de omisión, maltrato y discriminación es lo que sucede en materia educativa, amén, claro está  de la Sección 22 del SNTE.

Los hechos son contundentes. Por un lado, se acabó de destapar una vieja cloaca clerical con la denuncia social de la violación sexual de 45 niños en Oaxaca y, por otro lado, a través de videos la sociedad hemos sido testigos del maltrato a niñas y niños menores de cuatro años en la guardería Espiral, aquí en la residencial colonia Reforma.

Pues estos hechos que se denunciaron a la sociedad de Oaxaca y del mundo entero a través de los medios de comunicación han provocado molestia entre servidores públicos de la PGJE, quienes una y otra vez insisten que primero están las instancias de “procuración de justicia” y luego los medios de información.

Pregunto al Procurador Manuel de Jesús López López, a quien se le atribuyen las declaraciones en sendos boletines de prensa, ¿por qué cree que las personas agraviadas acuden primero a los medios y después a la Procuraduría que usted dirige? La respuesta es simple, pero por si lo ignora, le cuento que la realidad es otra porque la gente, la sociedad, esa a la que le encomendaron proteger jurídicamente, está harta, cansada, molesta, tiene una enorme sensación de soledad y de abandono por la falta de respuesta, por la omisión constante, por la desprotección en la que vive de forma cotidiana en sus vidas y bienes personales.

Por ese simple hecho, porque ha dejado de tener confianza en la “procuración de justicia” es que las víctimas de la delincuencia, sean sacerdotes, maestros o “vulgares carteristas” recurren a los medios de información, con todo y sus pruebas, antes de ir con quienes en otros tiempos sería lo “correcto”.

Y no es para menos, en ambos casos denunciados, la Procuraduría de don Manuel de Jesús López ha dado tumbos y más tumbos y termina por regañar, literalmente, a la sociedad oaxaqueña por no hacer lo correcto. En días pasados “recomendaron”, vía boletín de prensa, a “los padres de familia a vigilar el comportamiento de sus hijos a través de las redes sociales”.

La recomendación que hicieron desde la oficina de comunicación social de la PGJE surgió a raíz de la localización de una menor que presuntamente había huido de su casa, en esta ocasión, la desaparición denunciada por cierto por la madre y nunca por el padre, fue atendida por la Subprocuraduría para la Atención de Delitos de Alto Impacto, la misma que tal parece “no puede intervenir” aún en el caso de pederastia clerical ni en el asunto de la guardería que atiende ese elefante blanco conocido como Procuraduría para la Defensa de la Familia, la Mujer y la Niñez, por cierto dependiente del DIF Estatal.

En el boletín de prensa emitido el 30 de mayo pasado, se da voz al Procurador quien sostiene que “la población debe estar atenta a posibles señales, sobre todo en menores de edad, pues sucede a menudo que la dependencia inicia grandes operativos de búsqueda, y luego de arduo esfuerzo, encuentra finalmente a la persona en casa de familiares, amigos o frecuentemente de la persona con quien mantienen una relación sentimental; lo que deja ver, que es necesario revisar los problemas familiares para evitar situaciones más delicadas”.

Bueno, yo ya no entiendo, qué espera el Procurador y su equipo ante estos hechos. Acaso no se les paga y bien por hacer su trabajo de investigar y encontrar donde sea a las personas o ¿qué es lo que espera entonces? Acaso que la niña no apareciera o que apareciera muerta, descuartizada o violada para que entonces su “arduo esfuerzo” como dice su boletín, rindiera frutos. Yo ya no entiendo, lo que sí entiendo es que en ese afán de festinar lo que no es posible celebrar emiten boletines de prensa a diestra y siniestra, porque piensan que están informando y ahora resulta que hasta consejos dan sobre cómo debe actuar la sociedad agraviada.

Con ese “sentido didáctico” de la PGJE, ya no resulta extraño entonces que en un boletín de este viernes, la PGJE sostenga que al exhibir los videos en los medios, incluyendo las redes sociales, se re-victimiza a los afectados, cuando ha sido su falta de respuesta y justicia los que han victimizado una y otra vez a la población afectada.

Casos concretos son los de mujeres que han sido asesinadas aun cuando ellas de forma reiterada interpusieron denuncias de violencia familiar, nadie les hizo caso y terminaron asesinadas por sus queridos maridos. En el olvido están los casos de violencia sexual contra niñas de albergues infantiles indígenas, algunas de ellas embrazadas y ningún maestro o directivo en la cárcel. Y todavía nadie se olvida del caso de un sacerdote en Xoxocotlán que abusó de una niña y cuyo caso atendió la Subprocuraduría de Delitos contra la Mujer por razón de género, sin que el sacerdote fuera detenido nunca. O que nos dice la PGJE de ese mal hábito de destruir nombres y fotografías de las víctimas  y también de quienes luego resulta no eran los victimarios, delincuentes ni criminales.

En fin, esto es sólo la periferia de un problema real que no se atiende de fondo y entonces hay que salirse con distractores, escusas y acusaciones para quienes en realidad esperan justicia y castigo a Gerardo Silvestre Hernández, sacerdote católico quien desde 2009 fue acusado de haber cometido abuso sexual en contra de 45 niños indígenas, hecho del que ya tenían conocimiento autoridades civiles y también el clero.

Testimonios de las víctimas y de sus madres no son suficientes para que la iglesia católica representada en Oaxaca por José Luis Chávez Botello empiecen a limpiar la cloaca y en cambio como Poncio Pilatos se laven las manos señalando que se trata de actos difamatorios, invocando por twitter  a la corte celestial  para que todo se aclare.

Pero esa no es la justicia que espera la gente, claro que no. Las familias de estos 45 niños, que hoy sumidos en el miedo y las amenazas no van a las subprocuradurías donde, según el Procurador López, se les atenderá debidamente, estas familias en su mayoría pobres e indígenas, lo que se traduce en nuestro sistema como obstáculos para alcanzar la justicia, buscan que el todavía sacerdote Silvestre Hernández sea encarcelado y pague por sus crímenes.

No digo más, pero de este asunto nada, ni una triste declaración de quién se comprometió a gobernar a los oaxaqueños con apego a la justicia y la instituciones, ya saben me refiero al gobernador Gabino Cué y sus siempre fallidos y desorientados muchachos que integran el gabinetazo que no dan una ni estos ni en otros casos y peor aún, algunas organizaciones sociales están en silencio, Eréndira Cruzvillegas tampoco abre la boca…¿quién entonces? La única certeza que tiene hoy la gente son los medios y eso incluye a algunos periodistas.