miércoles, 27 de julio de 2011

Encuentran periodista decapitada en México


Nueva York, 26 de Julio de 2011--- La cabeza decapitada y el cuerpo de la veterana periodista Yolanda Ordaz de la Cruz fueron encontrados hoy por la madrugada, según informaron las autoridades en el estado mexicano de Veracruz. La periodista fue secuestrada el domingo por hombres armados cuando salía de su casa.

Ordaz cubría la fuente policíaca para Notiver, el diario principal de la ciudad de Veracruz, pero su cuerpo fue encontrado cerca del edificio del periódico Imagen. Periodistas en Veracruz indicaron al CPJ que el cruento asesinato y la colocación del cuerpo parecían ser un mensaje siniestro destinado a la prensa. En una conferencia de prensa, el procurador general del estado, Reynaldo Escobar Pérez, negó que el asesinato de Ordaz estuviera relacionado con su trabajo, y señaló que la evidencia parece indicar que sus asesinos eran miembros del crimen organizado. Sin embargo, una portavoz de la oficina del procurador, Magda Zayas, indicó al CPJ que el trabajo de la periodista era una de las líneas de investigación que están siguiendo.

Una nota encontrada junto al cuerpo parecía vincular el asesinato de Ordaz con el homicidio del conocido columnista Miguel Angel López Velasco, su mujer y su hijo, un fotógrafo que colaboraba con el diario, ocurrido el 20 de junio, según Zayas. Indicó que la nota estaba firmada bajo el nombre de “Carranza” y decía: “Los amigos también te pueden traicionar”. La agencia Associated Press informó que investigadores estatales han identificado a Juan Carlos Carranza Saavedra, un ex policía de tránsito, como el principal sospechoso en el asesinato de López.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos de México indicó que abrirá su propia averiguación sobre el asesinato de Ordaz, según la AP.

Ordaz es la cuarta periodista de Veracruz asesinada este año. Además de López y su hijo, el cuerpo de Noel López Olguín, un columnista del diario La Verdad de Jáltipan, quien desapareció en marzo, fue hallado enterrado en una fosa clandestina el 31 de mayo.

“El asesinato de Yolanda Ordaz es parte de una tendencia alarmante de violencia letal que ha convertido a Veracruz en un lugar sumamente peligroso para trabajar como periodista”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “Instamos a las autoridades mexicanas a conducir una investigación exhaustiva, establecer los motivos del crimen y a enjuiciar a los asesinos de Ordaz para poner fin a la impunidad en los crímenes contra periodistas”.

Periodistas en la ciudad de Veracruz indicaron al CPJ que Ordaz había trabajado durante tres décadas cubriendo la fuente policíaca y que era muy cercana a la familia López.

La violencia del narcotráfico ha convertido a México en uno de los países más peligrosos para la prensa, según una investigación del CPJ. Quince periodistas, incluyendo a Ordaz, fueron asesinados en el país desde 2010, al menos cuatro en represalia directa por su trabajo periodístico. El CPJ continúa investigando para determinar si las otras once muertes estuvieron relacionadas con el trabajo de las víctimas. Según el Índice de Impunidad del CPJ, México ha empeorado en la lista de países con mayor impunidad por tercer año consecutivo, ubicándose octavo en el índice. El índice identifica a países en el mundo donde los periodistas son asesinados regularmente y las autoridades se muestran incapaces o sin voluntad para enjuiciar a los responsables.

Committee to Protect Journalists (CPJ)

El CPJ es una organización independiente sin ánimo de lucro radicada en Nueva York, y se dedica a defender la libertad de prensa en todo el mundo. Síguenos en Facebook: http://www.facebook.com/cpjenespanol

lunes, 25 de julio de 2011

Mujeres y política. El Alzheimer de Gabino Cué

Soledad JARQUIN EDGAR

Del plato a la boca se cae la sopa, reza popular refrán. Tal parece que eso le pasó al gobernador de Oaxaca Gabino Cué Monteagudo, quien anunció que este 23 de julio iniciaría operaciones una subprocuraduría para atender delitos de género contra las mujeres y no pasó nada.

La instalación de la subprocuraduría que no existe aún, fue solicitada por mujeres organizadas durante la campaña política al hoy gobernante oaxaqueño, quien solícito aseguró el 8 de marzo -Día Internacional de la Mujer- que habría tal institución para atender la violencia contra las mujeres.

Como nada pasaba, las mujeres insistieron durante una reunión celebrada en el salón Escudos del palacio de gobierno el 23 de junio reciente. Ellas pidieron que el gobernante estableciera fechas concretas para responder a sus demandas, en específico para atender el grave problema de la violencia feminicida y el feminicidio. Entonces, lleno de entusiasmo, lleno de fervor ante el delicado tema, Cué lanzó el compromiso y dio por hecho que habría una Subprocuraduría este sábado 23 de julio.

Nadie sabe qué pasó en realidad, este sábado cuando se cumplió el plazo establecido, cuando se tendría que concretar la disposición, simple y sencillamente no pasó nada de nada, el apuro gubernamental apuntaba ya desde entonces hacia otra línea de acción, la realización de la denominada máxima fiesta del pueblo oaxaqueño, es decir, la Guelaguetza.

Así en lugar de inaugurar, poner en marcha, cortar el listón o al menos hacer la finta de la existencia de la Subprocuraduría, lo que no sería raro, y cumplir con su palabra, las baterías de los atribulados servidores públicos estaban puestos en las obras de conclusión de la velaría del auditorio Guelaguetza y en todo este marco no podía faltar la fantasía de un espectáculo de luz y sonido en la fachada de la Catedral de la capital oaxaqueña, como preámbulo de la festividad folclórica.

En tanto, en el último mes, es decir, entre el 23 de junio fecha en que las mujeres se reunieron con el mandatario oaxaqueño y el 23 de julio, fecha en la que habría de iniciar sus actividades la Subprocuraduría, han ocurrido más de 10 asesinatos contra mujeres, la piedra angular y origen de la preocupación de emprender acciones concretas para atender la violencia feminicida y el feminicidio.

Por increíble que parezca, en lo que va del gobierno que obtuvo el triunfo a través de una coalición de partidos que derrocó el viejo régimen priista, es decir, en estos primeros ocho meses, 50 mujeres han sido asesinadas. Sí, cincuenta (hasta este lunes 25 de julio). Aunque a Gabino Cué no le gusten las comparaciones, tenemos que decirle que ha superado con mucho - en este tan doloroso tema- el primer año del peor de todos los gobernantes, el mismísimo Ulises Ruiz Ortiz. Doloroso claro está para las familias de las víctimas y solo para ellas.

En la reunión de hace exactamente un mes, Cué señaló que en Oaxaca “todo el mundo quiere hacer su santa voluntad” y habló de que “la democracia es corresponsabilidad”. Nuestras abuelas nos decían –siguiendo una horripilante frase sexista- que calladitas nos vemos más bonitas, si mi abuela Lucha viviera le estaría diciendo: “¡ay Gabinito, calladito te ves más bonito!”.

¿Será acaso que no cumple su promesa para que las mujeres no se crean del todo y no se haga la “santa voluntad” de estas feministas? O tendremos que decirle que democracia es más que palabras y que sí, que las feministas, las mujeres organizadas, las que elevan su voz de forma individual o en colectivos, han hecho por años, por muchos años el trabajo que le corresponde a hacer a las instituciones públicas y por ello exigen lo que él llama democracia en el sentido de corresponsabilidad.

Cierto, Cué respondió presionado por las circunstancias, tanto que ni su cuerpo de brillantes asesores le recordó el compromiso con las mujeres, pero antes, incluso, nadie le dijo que había que legislar para que el feminicidio como asesinato de mujeres, fuera tipificado en el código penal, nadie se lo dijo, para que la inexistente aún subprocuraduría tuviera qué hacer y no se convirtiera en una especie de muro de lamentaciones ante la falta de un librito dónde leer.

Así que fecha propuesta por Gabino Cué se cumplió y no hay subprocuraduría ni existe aún el delito de feminicidio en Oaxaca, lo que si existe es una larga lista de 50 nombres de mujeres que han sido asesinadas en Oaxaca y ya no es novedad la lista grotesca de denuncias por la violencia emocional, física, psicológica, económica y varios etcéteras más que ejercen los varones contra ellas, o los abusos sexuales y violaciones que se perpetran todos los días en los cuerpos de niñas y mujeres de todas las edades. Aunado, claro está, a esa re victimización de las mujeres por parte del funcionariato.

Para Gabino Cué no hay prisa. La promesa se incumplió, no hay centro de justicia ni subprocuraduría, que más da, quizá pronto deje de ser noticia esta demanda de las mujeres, se apuesta al olvido, sin embargo, hay 50 familias y un porcentaje elevado de ciudanía que sigue esperando otro modo de hacer justicia a las víctimas de la violencia, aunque otro porcentaje quite el dedo del renglón y otro tanto ni siquiera se ocupe del asunto.

El proyecto magnífico que anunciaron, porque lo anunciaron gustosos el Procurador de Justicia del Estado, Jesús López López y la Fiscal Iliana Hernández, contaría con un albergue de tránsito, ludoteca, cámara de Gesell y agentes especializados en el tema, así como personal médico y psicológico y, además, dos fiscalías regionales una el Istmo y otra en la Mixteca. Pero, oh sorpresa, no hay nada y recuerdo que quién puso la fecha fue el propio gobernador. Bueno, una se imaginaba algo así como la Ley y el Orden, CSI Miami o Cold Case, claro a la oaxaqueña.

Por eso recuerdo que del plato a la boca se cae la sopa, porque hasta ahora ninguna autoridad ha dicho esta boca es mía, nadie ha explicado qué fue lo que pasó, pero lo intuimos, se les olvidó o no les importó, aunque en ello vaya en prenda la palabra, la promesa, el dicho, el entusiasmo desmedido de quien gobierna Oaxaca. ¿Corresponsabilidad? ¿democracia? ¿compromiso? Por favor, que alguien le regale al mandatario un librito sobre lo que entraña utilizar esos vocablos.

En tanto este martes en la cámara de diputados, no en el pleno de sesiones sino en una sala alterna habrá un foro para discutir sobre el feminicidio y ya se cocina una iniciativa que podría presentarse el miércoles se trata de tipificar como delito el feminicidio en el Código Penal, es decir, la violencia contra las mujeres y el asesinato de ellas por el hecho de ser mujeres, desde la visión de conceptos novedosos y principios jurídicos elaborados desde la perspectiva feminista y de derechos humanos-aunque pareciera redundante- y que permita la existencia de una política que combata de fondo el delito y, al mismo tiempo, contribuya a generar una nueva y real cultura de prevención.

Se trata de hacer leyes mejores, adecuadas a los tiempos estos en donde 50 mujeres han sido asesinadas en ocho meses, 700 en sólo 12 años... Todo dependerá de la voluntad política para atar los cabos sueltos, para impedir que el imperio de la impunidad persista y desechar al Estado omiso. Pero habrá que ver, porque del plato a la sopa se cae la sopa, si no pregúntele a Gabino Cué.

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A Reserva. Bifurcación en el camino político de Oaxaca

Bárbara GARCÍA CHÁVEZ


Se acerca el proceso electoral federal; 2012 será un año crucial para el destino político de nuestra nación, se vislumbra una contienda que implicará seguramente la alternancia en el poder ejecutivo federal.

Hay quienes opinan que el regreso inminente del PRI a la presidencia de la República es un retroceso; argumentan incluso que las recientes elecciones locales son resultado de votos insulsos e irreflexivos y acusan a la ciudadanía de elegir sin conciencia, reputándoles ofensivamente el mote de animales. Paradójicamente estos argumentos son esgrimidos por quiénes dicen abanderar las causas democráticas más nobles de la convivencia pacífica; quienes blandean y defienden la voluntad popular en los discursos de campaña y reivindican el derecho inviolable de elegir.

La madurez política implica necesariamente congruencia, respeto a la libre determinación, independientemente del sentido del voto ciudadano.

La descalificación grosera a la ciudadanía, cuando nos es adverso el resultado, éticamente nos impide solicitar en una futura elección su preferencia, cuando se ha insultado su capacidad de decisión; la memoria refleja una de las funciones más notable de la inteligencia humana. La alternancia es producto de la memoria selectiva, traducida en la experiencia; es la expresión más autentica de la democracia electoral.

En este sentido, Oaxaca ha vivido la experiencia de la alternancia recientemente, cambiamos de un partido en el poder a otros, considerando que la coalición por la paz y el progreso que ahora gobierna la entidad y forma la mayoría legislativa, la componen cuatro fuerzas políticas: PAN, PRD, PC y PT.

Independientemente de la aberración política-ideológica, la tan esperada transición democrática no alcanza a despegar, en principio por la falta de acuerdos mínimos que debieron promoverse desde la formación de la alianza en cuestión. El móvil medular que llevo a la formación de la coalición se fundó en la derrota del contrincante común y el ascenso al poder desde el encomio mesiánico de un personaje y no de un proyecto; no hubo planeación de estrategias programáticas a partir de consensos, lo que impide acuerdos sustanciales en el ejercicio de gobierno, lo que trasciende en un verdadero galimatías, que mantiene a Oaxaca imposibilitada de atender asuntos prioritarios que soporten la tan esperada transición democrática.

Pese al contundente triunfo electoral es evidente la naturaleza de las relaciones que se han establecido entre los organismos políticos de la coalición y el titular del Ejecutivo, ha desdibujado el espíritu republicano apostando a la subordinación de los partidos por razón de las dádivas, las cuotas de poder y la cooptación; por consiguiente imposibilitando la gobernabilidad democrática.

En lo que respecta al Congreso del Estado, desde su conformación heterogénea, ninguna representación política de los cuatro partidos aliancistas, hace mayoría, se requiere de acuerdos y convenios, lo que de facto ha imposibilitado pronunciamientos convincentes favorables a la visión y programa de gobierno. En la medida que no se considera necesario gestionar amplios acuerdos, cada grupo parlamentario hace valer su poder impositivo, tal proceder excluyente produce tensiones y polarizaciones al interior del Congreso y entre éste y el Ejecutivo, lo que es percibido negativamente por la ciudadanía.

La enclenque alianza resquebraja la estabilidad política, de por si minada, hace critica la parálisis de la acción gubernamental y ahonda la falta de definición del régimen político, poniendo en riesgo la gobernabilidad, lo que se recrudece al interior

del poder legislativo, en el cual convergen diversas expresiones de los partidos con mayor representación -PRD y PAN- que fragmentan su control político, poniendo en jaque al ejecutivo, que difícilmente logra complacer las exigencias de unos y otros, complicando el consenso hacia sus iniciativas y decretos. Esta situación se hace cada vez más evidente, lo que merma su credibilidad y la de los partidos coligados.

En este contexto de imprecisiones políticas y debilitamiento institucional, por los tropiezos e inconsistencias de funcionarias y funcionarios públicos que desde un inicio evidenciaron dificultad para cooperar entre ellos, se hace implícita la tensión política de cara a las próximas elecciones y los desafíos que plantea el proceso eleccionario, los acuerdos y alianzas nacionales y por supuesto los rompimientos que se entrevén, situaciones que impactan el comportamiento político de los actores que forman parte del gobierno del Estado como de los representantes populares en la Cámara de Diputados.

Las atenciones y acercamientos políticos de Gabino Cue, que se dividieron desde su campaña entre la izquierda de López Obrador y la derecha presidencial de Calderón, a quien tuvo que reconocer fehacientemente con permiso del “legítimo”, que en el caso Oaxaca no puso obstáculo alguno a la alianza de las izquierdas con el PAN.

Sin embargo las caravanas oficiales de Cue a Calderón fueron abriendo de capa las intenciones del gobernador que haría lo que fuera por conseguir los favores presidenciales, el acceso a los medios nacionales y el tan ansiado multimillonario presupuesto, que le permitiría asentar ejemplarmente su triunfo en la alternancia ya vencido el engendro del mal y coronándose cual mesías de la democracia.

Gabino Cué, se convierte en gobernador por una alianza estratégica armada desde la imposibilidad obvia del PAN y del PRD de obtener el triunfo electoral sobre el PRI por si mismos, por la falta de cuadros políticos con suficiente capacidad y popularidad y porque simplemente los números no les alcanzaban frente a 80 años de autoritarismo priista, tal vez bajo la perspectiva de que un clavo saca otro clavo; o para que la cuña apriete debe ser del mismo palo; en fin el caso es que voltearon a ver a quien ya tenía una campaña hecha, suficiente resentimiento y por supuesto un excelente padrino,

–Diódoro Carrasco- conocedor de las alimañas y compinche de madriguera de los malosos del tricolor, que por si fuera poco milita ahora en el partido del presidente.

Gabino de las filas naranja de Convergencia, ahora partido en extinción, apuntalan unos hacia la candidatura de López Obrador y otros, -al parecer los convergentes del poder en Oaxaca- llevados de la mano de Alberto Esteva, empleado encargado del espionaje y la inteligencia del gobierno del DF, apoyan al patrón Marcelo Ebrad,

desafiando abierta y manifiestamente a Benjamín Robles, la mano derecha y corchete del gobernador Gabino Cué y promotor obradorista.

Los otros aliados, del PT, partido honorario del señor Obrador, sin mucha representación en el Estado, salvo los perredistas ahora habilitados como petistas, le expresan su incondicional apoyo.

Y qué decir de los perredistas oaxaqueños, divididos en sectas, casi todos acomodados placenteramente en el nuevo gobierno del cambio, mientras dure, el 2012 y su elección no les preocupa gran cosa; tal vez algunos expresaran su adhesión por uno o por otro.

Quienes si van definiendo su línea y cerrando filas alrededor de su partido son los del PAN, difieren y se enfrentan a las posiciones populistas del gobernador, que parece de pronto sesgado frente al gobierno federal, que va dejándolo a su suerte , por lo endeble de su situación política, y la falta de definición.

En fin, a Oaxaca no han aterrizado los recursos económicos como prometieron el propio gobernador y Felipe Calderón, la reyerta que hubo entre maestros de la sección XXII y la policía federal que resguardaba el evento donde se firmarían los grandes acuerdos entre el gobierno de Oaxaca y el Federal, ofendió la figura presidencial y puso en duda la incondicionalidad del gobierno de Gabino Cue.

En un año estaremos renovando congreso federal y habrá un nuevo presidente electo, las cosas no pintan del todo bien para Oaxaca, si ganara el PAN a pesar de augurios procaces o el PRI recuperara la presidencia ¿políticamente, quién sería aliado del gobierno por la paz y el progreso?


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Palabra de Antígona. La Trata


Por Sara LOVERA


Desde hace algunos años grupos de mujeres, organismos internacionales y diversas agencias han realizado suficiente investigación para fundamentar cómo opera la trata de personas en México. Con frecuencia se sabe de dos cuestiones trascendentes: la trata con fines de explotación sexual y para obligar a las personas a trabajos forzados.

Por ello resulta indignante que ahora se hable de que en Ciudad Juárez detuvieron el último sábado a mil 300 personas relacionadas con ambos delitos.

Recuerdo perfectamente que en el 2000, durante la conferencia de Naciones Unidas llamada Pekín más 15, se entregaron informes de cuánto beneficia en dólares la trata de personas, especialmente de mujeres de diversas edades con fines de prostitución.

Entonces se pudo precisar que la frontera de México con Estados Unidos, era una zona de intenso tráfico y se habló de cómo llegaron a lugares como Monterrey, Nuevo León, mujeres de la antigua zona “socialista” de Europa Central o cómo es que durante decenios no cesó este tráfico de América Latina a Europa.

El problema está perfectamente estudiado. Los policías internacionales, la FBI, Scotland Yard y otras, conocen el trasiego, la forma como se captura, traslada, explota, vende y todo lo que puede definirse como el peor de los comercios: el de seres humanos, especialmente de mujeres, niños y niñas.

Ahora resulta, para nublar a los consumidores de noticias, que de pronto la Policía Federal Preventiva (PFP) descubre este problema y se presume, aunque es importante, que se ha logrado rescatar 20 jovencitas menores de edad que estaban ya listas para ser explotadas.

En el operativo participaron agentes de la PFP y de la Fiscalía de Chihuahua, 15 años después de la desaparición de mujeres y del asesinato de cientos de ellas en Ciudad Juárez, donde la denuncia y la demostración del tamaño del fenómeno ha sido una constantes.

Claro, hay que decir que fueron rescatadas 20 mujeres menores de edad obligadas a trabajar en bares y hoteles de la zona. Lo sabemos. La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, luego de una investigación certera, advirtió a las autoridades de una mafia que funciona en los estados de Puebla y Tlaxcala, y se veía a las jovencitas en la vieja zona de la Merced, en el primer cuadro de la ciudad.

Lo mismo se ha dicho he insistido, se hicieron las denuncias, como la de Lidya Cacho en Quintana Roo del tráfico de niñas y niños menores; Teresa Ulloa, Directora Regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, A.C. (CATW-LAC), ha mostrado hasta el cansancio cómo operan las mafias en todo el país, tiene casos sustantivos y sustanciados, sin embargo, las autoridades una y otra vez hacen casi nada o nada.

Por lo visto todo es Juárez. La nota es clara. Ahora sabemos que existe un mecanismo llamado Alba y un operativo que forma parte de la Alerta Amber, que no es de México, sino parte de un programa que se inició en Estados Unidos y se ha extendido a varias naciones, entre ellas nuestro país, involucra a organizaciones sociales, ciudadanos y autoridades en la búsqueda de niñas y niños robados o reportados como desaparecidos.

Nos informan que está en desarrollo el Programa Nacional Alerta Amber, en coordinación con efectivos de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, 15 años después se trasladaron a las inmediaciones de las calles de Carranza, La Paz, Miguel Ahumada, Globo, Grijalva, Francisco Javier Mina, Noche Triste y Rafael Velarde, de la colonia Centro, de Ciudad Juárez, y revisaron 24 bares, tres hoteles y dos casas de huéspedes.

“Como resultado de estas acciones fueron rescatadas 20 menores de edad del sexo femenino. Además, fueron asegurados 500 hombres y 530 mujeres presuntamente vinculados a los delitos de trata de personas y explotación sexual”, ¿a quién engañan? Tardaron década y media. Es una burla. No sabemos si esta es una realidad, es decir si realmente existe el programa que jamás conocimos.

Mientras de Adriana Morlett, desaparecida hace más de un año nada se ha querido hacer, a pesar de sospechas fundadas de que se encuentra probablemente en Venezuela. Todo ha sido una respuesta burocrática. Adriana Morlett despareció luego de tomar un taxi. Las investigaciones civiles, de personas y familiares, se han encontrado con una nueva mafia. No obstante hasta el momento ella sigue desaparecida, como tantas otras muchachas. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) documentó en marzo de este año que existen más o menos cinco mil jóvenes en estas circunstancias.

A pesar de que quisiéramos creerle a las autoridades, lo cierto es que este famoso programa y alerta parece formar parte de las presiones de los Estados Unidos sobre México, en virtud del crecimiento inopinado de las mafias y el crimen organizado, que seguramente éste, el de la trata, forma parte de los intereses económicos de los mismos intereses de grupos de poder.

Me pregunto ¿por qué hasta ahora y con tanto aspaviento? Necesitamos que nos respondan por Adriana Morlett, por otras jóvenes, por niños y niñas cuya lista y búsqueda parece interminable. La autoridad tendría que explicarnos cómo y en qué forma está trabajando la Fiscalía Especializada en Trata y delitos contra las Mujeres (FEVINTRA), que parece un elefante blanco con muy pocos resultados.

Según la información del operativo en Ciudad Juárez este fin de semana, los detenidos fueron trasladados a las instalaciones de la Fiscalía de Chihuahua para continuar “con las investigaciones y realizar el cruce de información con Plataforma México para conocer si alguno de los presentados cuenta con antecedentes penales y mandamientos ministeriales o judiciales vigentes”, dijo a los reporteros la Policía Federal.

Lo que sí se hizo fue una movilización espectacular, si se lee la información: “El operativo denominado Alba duró nueve horas, y en él participaron cientos de elementos de las policías federal y estatal en el centro de Ciudad Juárez en busca de mujeres jóvenes desaparecidas en el sector. En esta acción no colaboró la policía municipal.

“Con vehículos y oficiales, personal de fuerzas federales sitiaron más de 15 cuadras del centro. Colocaron patrullas y no permitieron el tránsito de autos o peatones, en tanto que los agentes ministeriales del estado recorrieron e inspeccionaron bares, centros nocturnos, hoteles y edificios abandonados.”

No me puedo imaginar el escenario. No puedo admitir que se use propaganda sobre un problema en el que se ha insistido, como decía, de un fenómeno estudiado y con evidentes coordenadas para la investigación, en fin que se trata ahora mismo de una nueva mascarada del gobierno de Felipe Calderón, que no logra convencernos de nada y nunca se sabe qué es realmente lo que sucede y en dónde.


saralovera@yahoo.com.mx

miércoles, 20 de julio de 2011

LA COLUMnita DIARIA


Graciela MACHUCA


La comunidad de Morocoy, municipio de Othon P Blanco, Quintana Roo, es uno de tantos lugares, que está dominado por bandas de jóvenes que ni estudian ni trabajan y solamente se dedican a intimidar y delinquir, declaró a la que escribe la señora Delia Hernández, residente de esa comunidad y madre de J.B.R.H. de 14 años desaparecida en esa comunidad desde el pasado jueves 14 de julio aproximadamente a las 16 horas.

La desesperada madre, cuando vio que su hija no llegaba, corrió con toda la familia a buscarla y fue a preguntarles a las casas de otras adolescentes de ese poblado que fueron por ella para ir a la iglesia, lo único que pudo investigar fue que su menor hija se había ido con un Luis Felipe López, de aproximadamente 20 años de edad, que llegó a esa comunidad a vivir con unos familiares, luego de que se vio envuelto en problemas de pandillerismo en Alabama, Estados Unidos, donde actualmente residen sus padres.

Delia relaciona a un taxi de la comunidad de Xpujil, que esa tarde noche entró y salió del poblado de Morocoy.

Llegó la noche del jueves y su desesperación crecía, cuando vio que su hija no llegaba, decidió dar parte al MP en Nicolás Bravo, el día viernes por la mañana. Ahí le iniciaron un acta circunstanciada, el fin de semana acudió a cuanto amigo y amiga conoce en la capital del Estado Chetumal, para que le ayuden a localizar a su hija. Llora y tiembla, parece en ocasiones que se desvanece, pues no ha dormido.

Asegura, desde que su hija no aparece, suplica ayuda, pues niega que su hija sostuviera una relación con Luis Felipe López. “Mi hija -dice Delia- terminó de cursar el segundo año de secundaria, siempre fue muy callada, no era una niña de fiestas ni inquieta, si yo supiera que era su novio o su amigo, yo estaría más tranquila pensando que se fue por su voluntad, pero no es así, a mi hija me la robaron a la fuerza la llevaron quien sabe a dónde y mi temor es que Luis Felipe López, la quiera llevar a los Estados Unidos, y la someta a grandes riesgos para pasarla hasta donde radican sus padres”.

Este miércoles Delia dará una conferencia de prensa en la Dirección de Educación Inicial, porque ella trabaja desde hace varios años en ese departamento de la Secretaría de Educación de Quintana Roo, como coordinadora del programa de educación inicial del CONAFE en la comunidad de Morocoy, por otro lado ha puesto ya una demanda en la PGR.

Este no es el único caso que sucede, en varias comunidades de la zona sur, suceden estas cosas, pero se trata de familias de escasos recursos que no tienen como moverse para investigar el paradero de sus hijas y todo se queda así, asegura Delia y otros vecinos del poblado de Morocoy.

Para ampliar y/o constatar esta información, comunicarse con DELIA HERNÁNDEZ al teléfono 9831255634.

martes, 19 de julio de 2011

Palabra de Antígona. ¿Unidas? Mujeres de Izquierda

Sara Lovera


Una de las grandes dificultades a los que hoy se enfrentan quienes viven con agravio el día a día, por este momento del país que se desmorona, es sin duda la inmovilidad y una especie de temor generalizado que impide actuar colectivamente.

En ese contexto lo que existe son infinidad de luchas aisladas, de demandas, de protestas individuales o bien de movimientos específicos por causas muy concretas, como las que se dan en diversos estados del país contra la apretura de minas a cielo abierto, explotación de oro que hacen empresas trasnacionales canadienses.

O aquella que hacen familias que buscan a personas desaparecidas. Las que se han venido encadenando para salir del oprobio que significa ir sumando y sumando, el asesinato y la violencia contra las mujeres, ahora sabemos, aparecen cuerpos mutilados en los caminos, las brechas y en la que se configura un estado de violencia inaceptable. Hay quienes la identifican claramente como un objetivo del poder para paralizar y reprimir.

Por ello, el intento de crear un nuevo polo político femenino, convocado por mujeres de partidos políticos, de organizaciones sociales de antigua y nueva protesta, que están enfrentando cacicazgos y puertas cerradas a procesos de justicia, así como de un núcleo de mujeres feministas que comprenden que el tema de la discriminación y la opresión de ellas, está directamente ligado con un sistema patriarcal y capitalista salvaje, y pueden mirar que la antidemocracia, el abuso y la corrupción son asuntos ligados directamente a cómo se conforma el poder en México, los poderes fácticos, la ingobernabilidad y el desprecio a la vida misma.

Este esfuerzo que ha quedado en convocar a todas las mujeres a crear un mecanismo de articulación para emprender acciones de lucha, un esfuerzo éticamente respetable y promisorio.

El llamado a mujeres de izquierda se inició como un proceso difícil y lleno de obstáculos, no sólo por fuerzas políticas que no entienden que urge organizar a la sociedad realmente, más allá de los dolores y las lágrimas, de la indignación instantánea o sin rumbo, sino que directamente, se sabe, hubo una indiferencia en cadena dentro de los aparatos partidarios y de las voces autorizadas de mujeres que simplemente no acudieron a la convocatoria.

Eso no quiere decir que no haya sido un éxito el encuentro de Mujeres de Izquierda ante la Emergencia Nacional, por supuesto que no. Cerca de mil mujeres acudieron, hablaron de la importancia de sumarse unas con otras, se conmovieron con los relatos de aquello que nos preocupa: del secuestro, la falta de opciones para las personas jóvenes y en colectivo ratificaron que en efecto se viola la Constitución, hay desgobierno y un militarismo depredador e inaceptable.

La dificultad está en unirse y armar una cadena movilizada, viendo el conjunto, el significado de la situación, todo el contexto y no agendas (como se dice ahora), limitadas a cosas concretas. Esto se llama fragmentación, que por lo demás es auspiciada cotidianamente por el sistema. Más vale dispersas y desunidas, que juntas y fuertes, parece que lo escucho, aunque en realidad no esté así planeado.

Se ha dado, con todo, un primer paso. Al menos las participantes de 28 entidades del país, cientos de ellas luchadoras o líderes, dirigentes en sus comunidades, organizaciones, asociaciones o partidos políticos, como no sucede nunca, se sentaron a examinar la situación del país.

Hicieron el diagnóstico que conocemos, pero pudo nombrarse por cada una de ellas. El nacimiento de esta fuerza, podría tener mucho sentido, si a la indignación que provoca encarnar las desgracias, escuchar a las víctimas y dirimir y debatir, lograra taladrar el alma y la cabeza para hacerse cargo, tener conciencia de que trabajar por el cambio, contra el militarismo, disponerse a documentar los hechos y crear, al lado de acciones precisas, una gran comisión de la verdad, que pudiera servir de sustento a una demanda que por aclamación surgió ahí, pero eliminada de la declaración política.

La demanda de hacer un juicio político a Felipe Calderón, responsable de dirigir una política, no digamos errática sino francamente criminal. Llamar a unirse, parece todavía muy elemental. Fue difícil conseguir un plan de acción. Pero como me diría una amiga política, "eso lleva tiempo".

Lo interesante es la definición. Mujeres de Izquierda que finalmente, 40 años después, parece que poco a poco eliminan en esa concepción, el prejuicio contra el feminismo, aunque en el encuentro no hubo una clara postura de cómo el feminismo es una propuesta de transformación política profunda, que reivindica la liberación de las mujeres y la decidida acción contra la discriminación real y precisa de las mujeres en el mundo.

A cambio, generalidades que esconden ese temor femenino creado en la conciencia de las mujeres, de que son, viven y actúan para las y los otros, sin mirarse a ellas mismas.

Por eso la demanda de la aparición inmediata y con vida de todos y todas las personas desaparecidas; justicia para las víctimas y personas ofendidas por asesinatos como secuestros y masacres, a causa de la guerra sin sentido de Calderón; justicia para las mujeres víctimas de violencia feminicida, reabriendo los casos, un recurso todavía en el terreno legaloide, dejando a salvo lo profundo, el crimen y sus orígenes.

Luego, como en el 68, libertad inmediata a todas las personas presas por motivos políticos, con el añadido de las víctimas apresadas por abortar. Esto que es sustantivo y caracteriza al sistema patriarcal.

Cuántas veces y cuántas personas y movimientos piden esto: seguridad para las y los defensores de derechos humanos y periodistas libertarios, sin imprimir esa diferencia que hace a las mujeres vivir al sistema represor de otra manera, el uso de la violación sexual para controlar y torturar por ser mujeres, para dar el mensaje de mejor no se muevan.

De cara a la urgencia de transformar y/o enfrentar al sistema, se pide tímidamente, como desde la tribuna o el pódium de un parlamento la democratización del poder judicial y rendición de cuentas, lo que ya pide hace 20 años el sistema de gobiernos que se llama ONU y es sospechosa la insistencia de Calderón para desprestigiar y acabar con el poder judicial, tras desmantelar al legislativo.

Quizá no es el momento. Para mi es cada día más claro que denostar a los poderes de la unión, como forma conocida de democracia liberal, nos podría llevar a la dictadura. Ahora ayudamos a sustentar esta postura. Algo peligroso y temerario.

La explicación de la explotación humana, la lucha contra ello no pude circunscribirse a la coyuntura de la Reforma Laboral, puesta en marcha hace 25 años, que crece no sin resistencia, pero que se ha impuesto. En este país ningún patrón, dentro y fuera del gobierno, respeta la jornada laboral de 8 horas, por ejemplo, y el dato de que hasta el 60 por ciento de las trabajadoras no tiene seguridad social, tendría que hacernos pensar en qué plantear.

La mejor demanda es la que exige el regreso del ejército a los cuarteles y freno a la paramilitarización, hubiera agregado, porque ello significa el más terrible y grave uso del cuerpo femenino para dirimir los conflictos de los apoderados del sistema. Los cuerpos de las mujeres donde se finca la situación actual, como botín de guerra y agravio a la dignidad, no aparecieron.

Lo importante es que se seguirá discutiendo, mientras las cosas están igual. Se necesita una movilización millonaria y en cadena, para denunciar al mundo que la violencia contra las mujeres es parte sustantiva y fundamental de la crisis salvaje del capitalismo.

Se introdujo algo que no discutieron las mujeres, como la no aprobación del período extraordinario de sesiones para la discusión de la Ley de Seguridad Nacional y demás reformas estructurales. Tampoco se discutió la agenda de las mujeres, esa que sustentan los órganos internacionales, temática, segmentada, que opera con regularidad para tender cortinas de humo sobre lo principal.

No obstante, es un esfuerzo que veremos si consigue encadenarse a la indignación y el dolor que hoy viven, sienten y tratan de entender millones de mexicanas violadas, mutiladas, despedidas, encarceladas, silenciadas y discriminadas por el sistema, ese global, que tiene nombre y que habría que debatir para responder como fuerza política organizada, sin concesiones ni atajos. No hubo juicio a los partidos políticos ni a quienes los dirigen y que han renunciado a sus responsabilidades.

El esfuerzo hay que saludarlo. Pero ojalá que no quede sólo en eso y en la clarísima capacidad de convocatoria que consiguió este primer intento.


saralovera@yahoo.com.mx

lunes, 18 de julio de 2011

DECLARACIÓN POLÍTICA DEL MOVIMIENTO DE MUJERES DE IZQUIERDA ANTE LA EMERGENCIA NACIONAL‏


El pasado sábado 16 y domingo 17 de julio se realizó en la Ciudad de México, con la presencia de 900 mujeres provenientes de 31 estados, el Encuentro de Mujeres de Izquierda ante la Emergencia nacional.


Del evento que se dio cita este fin de semana se desprende la siguiente:

DECLARACIÓN POLÍTICA DEL MOVIMIENTO DE MUJERES DE IZQUIERDA ANTE LA EMERGENCIA NACIONAL
17 de julio 2011

NOS PRONUNCIAMOS:

EXIGIMOS

1. Aparición inmediata y con vida de todos y todas las personas desaparecidas

2. Justicia para las víctimas y personas ofendidas por asesinatos como secuestros y masacres, a causa de la guerra sin sentido de Calderón.

3. Justicia para las mujeres víctimas de violencia feminicida, reabriendo los casos.

4. Libertad inmediata a todas las personas presas por motivos políticos y por abortar.

5. Seguridad para las y los defensores de derechos humanos y periodistas libertarios.

6. Democratización del poder judicial y rendición de cuentas.

7. Detener la aprobación de la Reforma Laboral y que se establezcan mesas de discusión con perspectiva de género.

8. Cese inmediato de la operación de minas a cielo abierto y revocación de concesiones.

9. Regreso del ejército a los cuarteles y freno a la paramilitarización.

10. Alto a la impunidad y a la corrupción.

11. Que no se apruebe el período extraordinario de sesiones para la discusión de la Ley de Seguridad Nacional y demás reformas estructurales.

12. Restitución del empleo de las mujeres despojadas injustamente de su fuente laboral. SME, Mexicana de Aviación y del IPN.

13. A todas y todos los representantes populares de izquierda, asuman de manera congruente su actuación en la defensa de la agenda por los derechos de las mujeres.

http://www.mujeresdeizquierda.org.mx/

Mujeres y política. Sencillo y fácil


Soledad JARQUÍN EDGAR

Combatir la violencia contra las mujeres no es un asunto que se resuelva con buena voluntad, discursos floridos y encendidos en fechas conmemorativas, y loables intenciones, requiere mucho más que eso. En Oaxaca faltan mecanismos legales que eviten la impunidad, tanto de los agresores como de las instituciones, cuyos casos abundan. Se necesitan –se ha dicho- sensibilizar a los servidores públicos en los ámbitos de los poderes ejecutivo y judicial, también.

Por otro lado, es indispensable generar una nueva conciencia social encaminada a la apropiación, por parte de las mujeres, de sus derechos humanos y vivir libres de violencia, como una primera garantía que el Estado-gobierno y que por tanto está más que obligado a cumplir.

¿Sabe usted que para enfrentar el problema de la violencia, en Oaxaca se recibirán apenas el cuatro por ciento del dinero que se le destinará a algunas de las “organizaciones sociales” dirigidas por supuestos “líderes”, que en realidad son vividores amamantados por la ubre de un sistema político que a pesar del cambio subsisten?

¿Qué significa cambiar este sistema? Sencillo y fácil: se requiere que los varones cambien sus actitudes, conductas y todo comportamiento que parte del pensamiento inhumano que aún permea todos los ámbitos sociales: el sistema patriarcal, que como señalan las expertas está inscrito aunque no escrito en la estructura social. No existe ninguna supremacía masculina sobre la femenina, hombre y mujeres son diferentes en lo biológico no así en sus derechos.

Resulta inadmisible para toda comunidad que la violencia siga impactando en la vida de las mujeres, los datos no mienten. En los últimos siete meses han sido asesinadas 47 mujeres en Oaxaca, varios cientos han sido víctimas de la violencia por parte de sus parejas y la violencia sexual es una constante en las historias de vida de cientos de niñas y mujeres, lo que resulta aberrante.

Aunado a ello, las mujeres siguen reportando los más bajos índices de educativos, las cifras señalan que 23 de cada cien mujeres en Oaxaca aún no saben leer ni escribir, es decir, son analfabetas; en política la desproporción de mujeres-hombres es abismal, menos del dos por ciento de ellas ocupa un cargo de gobierno, en tanto que el resto son varones. Sólo el 37 de cada cien personas que ocupan un cargo en la función pública son mujeres. Sólo 44 municipios, de 570 que hay en Oaxaca, tienen instancias municipales de la mujer y no existe ninguna instancia pública estatal que salvaguarde a las mujeres que sufren violencia y todo lo que esto implica.

Estos datos nos muestran que existe un problema de desigualdad entre las mujeres y los hombres, que como vimos arriba termina con su existencia, es decir se configura lo que Marcela Lagarde llama feminicidio, porque se trata de vidas humanas que se terminan de forma violenta y que pudieron ser prevenidas, ahí la responsabilidad del Estado, por eso la antropóloga y feminista insiste que ante esa desatención, el feminicidio se convierte en un crimen de Estado. El problema que decía antes no se resuelve sólo con buena voluntad, se requiere más, mucho más, insisto porque tal parece que no se entiende. El presupuesto que se destina para atender la problemática de género es minúsculo, no así el dinero que se emplea en la asistencia social, lo cual, otra vez, reduce la existencia de las mujeres a un ámbito de vulnerabilidad, el de las “pobrecitas mujeres”.

Lo indignante es cómo por años y años a las mujeres se les regatean los recursos que permitan buscar soluciones de conciencia, de educación y que impulsen una nueva cultura social encaminada a terminar con la violencia que los varones ejercen contra las mujeres, por el hecho de ser mujeres.

Así, en tanto el Instituto de la Mujer Oaxaqueña enfrenta el problema de tener menos personal y menos presupuesto en comparación con la administración anterior, lo que significa un retroceso, las organizaciones políticas recibirán este año más de 300 millones de pesos. Estoy hablando de organismos como el MULT, UGOCP, FALP, COCEÍ, ACO, FODO Y FOSDI, todas ellas dirigidas por hombres, incluso algunos de ellos son hoy diputados locales o funcionarios públicos.

La información que se dio a conocer esta semana (El IMPARCIAL/12 Julio 2011/Humberto Torres) enciende otra vez las alarmas porque se trata de organismos que exigen dinero al gobierno para la aplicación de programas, se responde a intereses de grupos, pero que generalmente esa gente que sirve de presión, nunca o casi nunca, recibe los beneficios. Peor aún, en tiempos del cambio, la transparencia y la democracia, nadie fiscaliza la aplicación de ese dinero público.

Eso sí, es común observar que en plantones y marchas, sean las mujeres quienes encabecen las movilizaciones, aunque de ellas, de sus problemas, sus demandas, no tengan ni la menor idea, los dirigentes como Gabriel Hernández, Uriel Díaz Caballero, Rosalindo Castro, Germán Mendoza Nube (ex dirigente magisterial), Alberto Reyna Figueroa (ex diputado local), Leopoldo de Gives (ex diputado), Pavel López (diputado del PRD), Oscar Cruz (Subsecretario General de Gobierno y Desarrollo Político), Lenin López (Subsecretario de Agronomía), Jesús Romero (Ex Diputado) Javier Villacaña (Diputado del PRI) entre otros.

Es indignante, sin duda alguna, que frente al grave problema de la violencia contra las mujeres lo que menos existe es un verdadero presupuesto a pesar, reitero, de los encendidos y alentadores arengas que se escuchan por acá y por allá, en la voz de toda la clase política, dinero y voluntad política parecen incompatibles cuando se trata de las mujeres.

Tan sólo este año, se ha hecho público, estas organizaciones político-sociales recibirán 325 millones de pesos, pero si se trata de las mujeres, si se trata de impulsar políticas para sensibilizar a la población en general sobre los alcances de construir una sociedad diferente, con igualdad real y no discursiva entre mujeres y hombres, no hay recursos y lo digo a ciencia cierta. El IMO tiene sólo 13 millones de pesos (de programas federales) para realizar esta tarea, es decir, el 4 por ciento del total de recursos que se darán a esas organizaciones y que lo sabemos no llegan a la gente.

Ya lo señalan los organismos internacionales, la violencia contra las mujeres no sólo impacta en el Producto Interno Bruto de las naciones, también detiene el desarrollo, genera pobreza, pero sobre todo, y lo más importante imposibilita a las mujeres a disponer de su ciudadanía y en los casos más extremos y los que tendríamos que lamentar como humanidad, es que esa violencia machista termina con sus vidas.

Es sólo cuestión de trocar el panorama. Imaginemos los resultados que se obtendrían si se pudieran destinar, de manera sistemática, campañas de concientización y educación, sobre una nueva cultura que posicione a las mujeres como verdaderas humanas, como verdaderas ciudadanas. Todos los días, por todos los medios, las mujeres (parafraseando una campaña que alguna vez realizamos en la Red Nacional de Periodistas de México, Centroamérica y el Caribe) y su derecho a vivir sin violencia, a la atención médica, a la educación, a la participación política y al trabajo digno, sin explotación ni las esclavitud que implica el neoliberalismo o la trata.

Eso cuesta, es más que voluntad política, es más que discursos y en tanto eso no cambie, en tanto se siga pensando que el machismo es una estructura inamovible, seguiremos contando las historias negras que durante los últimos tiempos hemos relatado. Es más que un catálogo de buenas intenciones en un Plan Estatal de Desarrollo, es más mucho más. Es más que repartir el dinero público entre las organizaciones para “desinflar la presión” -que curiosamente resultan un barril sin fondo-; no debemos al menos las mujeres quitar el dedo del renglón para que pronto se vea a las mujeres desde esa otra visión que hoy no pueden visualizar los gobiernos.

Frente a la emergencia del feminicidio, no olvidemos que en los últimos 12 años en Oaxaca han sido asesinadas casi 700 mujeres, se requiere más que buenos y encendidos discursos, más que buena voluntad eso de “queremos pero no podemos”, es indispensable erradicar las políticas de asistencia social que son solo migajas que no resuelven el problema de la desigualdad, incluso, es ir más allá de lo que la burocracia llama “presupuestos sensibles al género”, estamos frente a una emergencia social, y si les importa tendrán que asumir una conducta diferente, dejar de pulverizar el dinero en programitas y entre los barriles sin fondo, concentrarlo en una estrategia destinada a la ciudadanía de las mujeres, es decir, la apropiación y el ejercicio pleno de sus derechos. Así de simple y de sencillo.

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A Reserva. Para una verdadera Transición Democrática, no basta el discurso

Bárbara GARCÍA CHÁVEZ

La alternancia política electoral no implica, por sí misma, la transición democrática, mucho menos cuando es resultado de una coalición de fuerzas partidarias sin claridad ideológica ni coincidencia programática, todo lo contrario, la débil alianza entre derecha e izquierdas, mas los actores políticos que no ostentan ideología alguna (chambistas), no han podido definir un perfil determinado, lo que lesiona la representación y confunde la perspectiva de las acciones y políticas del gobierno.

A menudo la “transición democrática” suele confundirse con la “alternancia”; pero son cosas distintas. La transición es el paso de una dictadura –militar, ideológica o de partido- a un régimen plural, en concreto, de un sistema político a otro. Alternancia, en cambio, es el paso de un partido a otro en el poder, sin que implique cambio de sistema, como los que ha habido en México, desde el 2000 en el ámbito federal y algunos otros en el local. Este el caso de Oaxaca.

Las transiciones democráticas de gran envergadura ocurrieron en el mundo contemporáneo, entre 1945 a 1990, por lo que es muy reciente el estudio formal de este fenómeno político; sin embargo, las teorías que se han desarrollado al respecto coinciden en que la transición democrática reviste tres características fundamentales: que respondan a condiciones y “pactos” locales; que sea rápida y que sea exitosa. Lo que significa, a contrario sensu que si los procesos políticos no responden a pactos o son lentos, o no culminan con éxito visible y reconocido, serán cualquier cosa, menos transiciones democráticas. En concreto un gobierno de transición no puede, por definición, ser permanente.

En efecto, Oaxaca, sin duda vivió una clara alternancia, consecuencia de un legítimo proceso electoral, resultando un cambio de partidos en las estructuras jurídicas-políticas, tanto en el poder legislativo como en el ejecutivo y gobiernos municipales; pero la alternancia no ha trascendido hacia un verdadero compromiso republicano y no se reflejan cambios sustantivos en el ejercicio democrático del poder, en la conducción política y en la adecuación de las instituciones que norman la relación entre los poderes y entre autoridades y ciudadanía.

Las acciones hasta ahora sólo se traducen en eventos mediáticos que reflejan más la necesidad de reconocimiento protagonista de la figura de un personaje: El Gobernador, con pronunciamientos muy amplios y generales que no han podido servir para definir un perfil determinado, que sigue sin establecer las líneas programáticas del gobierno por la paz y el progreso.

El instrumento que en principio tendría que plasmar los nuevos paradigmas de desarrollo que den rumbo a tan aludido cambio que marcara las pautas de certeza hacia una verdadera transición democrática, tendría que suscribirse clara, precisa y contundentemente en el Plan Estatal de Desarrollo, que en el caso de Oaxaca, fue aprobado por el Congreso local fuera de los tiempos legales y apenas alcanzando una mayoría simple, lo que por supuesto le resta legitimidad a la planeación de procedimientos, mecanismos, ejecución, seguimiento, evaluación y control de las acciones y políticas públicas hacia el desarrollo de la entidad.

Un plan de desarrollo es un ejercicio prospectivo, que diseña instrumentos permitiendo un adecuado balance entre objetivos y limitaciones, con la finalidad de incrementar el bienestar de la población, guardando armonía y coherencia con los planteamientos del Plan Nacional de Desarrollo.

El éxito del Plan de Desarrollo, además, debe justificar su pertinencia en tres aspectos centrales:

Coherencia interna: en el plan, los objetivos y metas de desarrollo deben corresponder con los problemas identificados.

Evaluabilidad: el plan debe ser evaluable para que la administración y que la ciudadanía identifiquen el avance del cumplimiento de los objetivos.

Viabilidad: el plan debe contener metas realizables; es decir, que estén respaldadas con recursos legales, humanos, administrativos y financieros.

El análisis de estos tres aspectos busca respuesta a interrogantes: ¿Los objetivos del Plan Estatal de Desarrollo dan soluciones a los problemas centrales? ¿Se pueden medir los resultados que se esperan alcanzar? ¿Las metas propuestas son realizables? ¿Las acciones estratégicas como objeto de intervención de la administración durante el periodo de gobierno, consideran las coberturas mínimas señaladas en el Plan Nacional de Desarrollo?

Un gobierno de alternancia es políticamente diferente en lo que a planeación corresponde, el grado de dificultad aumenta cuando además debe consensar con las diferentes fuerzas políticas que lo componen, tal es el caso del gobierno de Oaxaca, cuya alianza atípica conflictua los acuerdos cruzados por la lucha de espacios de poder, más que la confrontación ideológica.

El Plan Estatal de Desarrollo, de un auténtico gobierno de transición democrática, debería contener enunciativa y descriptivamente el nuevo modelo territorial que condicione las relaciones económicas distributivas, modificando sustantivamente la calidad de vida, socializando los bienes, permitiendo a corto plazo cohesión social e impacto ambiental.

En Oaxaca, ésta visión dinámica de desarrollo socio-económico no se incorpora en la planeación de Estado, como un proceso consensuado. Refiere exhaustivamente el diagnóstico como trabajo de recopilación de sucesos, careciendo de análisis socio-político, dejando a una institución universitaria de abolengo, la proyección de estrategias y acciones que desarrollan con frívolos argumentos metodológicamente “impecables”.

Este documento, el Plan Estatal de Desarrollo de Oaxaca 2011-2016, contiene diversas deficiencias de forma y de fondo. Comenzando por la implícita permanencia en el modelo socio económico suscrito en el neoliberalismo, que concentra mayores recursos, inversión y programas de crecimiento a las regiones del estado con mayor perspectiva macroeconómica y de más alcance empresarial, favoreciendo el desequilibrio que durante décadas ha mantenido regionalizada la pobreza en las zonas de menor concentración poblacional y desarrollo económico.

Los grandes sectores poblacionales que se encuentran en absoluta desventaja jurídica, económica, social e institucionalmente, como es el caso de los pueblos indígenas, las mujeres y los jóvenes, sólo encuentran sistemáticamente objetivos inalcanzables por la visible ineficacia de las estrategias planteadas, que redundan en la retórica de los buenos deseos y no determinan funcionalmente su inserción en el crecimiento democrático de la entidad.

La defensa aislada del ambiente es una batalla perdida, no se enfatiza la necesidad de compatibilidad del ambiente con la calidad de vida y el desarrollo. El modelo político institucional que plantea el multicitado documento, resulta insulso y deficiente, dentro del cual la población es receptora de planes, programas y proyectos que no están articulados con su problemática particular.

No hay un mecanismo que incorpore la ciudadanía al proceso de toma de decisiones, situación que seguirá contribuyendo a la existencia de una gestión gubernamental que permanece vertical.

Paralelamente, las instituciones han obviado los mecanismos e instrumentos de control y regulación de la función burocrática, imposibilitando una retroalimentación que haría posible reformular los planes y programas para articularlos con las necesidades de las regiones.

En la institucionalidad pública se presenta una débil estructura orgánica, que se acentúa por el manejo centralizado en la toma de decisiones y se institucionaliza una escasa participación de la comunidad en la gestión de asuntos públicos.

Asimismo, reviste una carencia de estructura jurídica estadual, que modifique la persistencia de la cultura clientelar partidista en la toma de decisiones y la falta de formación de servidoras y servidores públicos en los nuevos procesos democráticos de la publicitada ciudadanización del gobierno.

En fin, a decir de los y las legisladoras del congreso local “esto del Plan ya salió como haya salido”; si el procedimiento violó la ley ya ni modo. Ahora habrá que esperar que los planes regionales contengan más claridad en lo que a acciones indicativas se refieren, considerando que los ejes prioritarios para el desarrollo de Oaxaca “sólo son 37”.

Ver para creer.


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