jueves, 14 de marzo de 2013

Partidos deben aprobar Reforma a las Telecomunicaciones


Partidos deben aprobar Reforma a las Telecomunicaciones
México D.F., 12 de marzo de 2013 (AMEDI).- Después de lustros de lucha por un sistema de medios democrático y competitivo, en el marco del acuerdo partidista del Pacto por México, se presentó al Congreso de la Unión un conjunto de reformas constitucionales en materia de radiodifusión y telecomunicaciones. Se trata de una iniciativa de gran calado que combate la concentración, crea un Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) con autonomía constitucional, garantiza el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, obliga a formular políticas públicas para la inclusión digital universal, instruye a crear nuevas cadenas de televisión nacional y condiciona la convergencia de servicios a un entorno competitivo.
La Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI) saluda la iniciativa y llama a los partidos en el Congreso a aprobar a la brevedad las reformas que permitan crear un sector de las telecomunicaciones y la radiodifusión más competitivo, plural y diverso. La iniciativa propone adicionar el artículo sexto constitucional en el sentido de que “El Estado garantizará el derecho de acceso a la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha. Para tales efectos, el Estado establecerá condiciones de competencia efectiva en la prestación de dichos servicios.”
El gobierno de Enrique Peña Nieto, cuyo partido en su momento permitió la creación de las empresas concentradas que hoy dominan el mercado, en esta ocasión apoya una iniciativa que, en una de sus partes medulares, ordena la desincorporación de activos de operadores predominantes que concentren más de 50 por ciento del mercado, lo que impacta directamente en la estructura de los conglomerados que actualmente controlan la radiodifusión y las telecomunicaciones en México, los de las familias Azcárraga, Salinas Pliego y Slim.
La propuesta ordena plazos perentorios para que los legisladores diseñen las leyes secundarias en la materia. Define la radiodifusión y las telecomunicaciones como servicios públicos de interés general garantizando la rectoría del Estado. De esta manera, se actualiza el vetusto régimen jurídico de la comunicación en el país.
Asimismo, la iniciativa atiende la demanda de que las concesiones ya no sólo sean con fines de lucro sino también de carácter público y social, lo que abre la puerta para que organizaciones de la sociedad civil hagan uso del espectro radioeléctrico, como los medios comunitarios e indígenas. Asimismo, introduce la figura de concesión única, la cual permitirá que los operadores ofrezcan todos los servicios que las tecnologías y las redes les permitan, pagando la contraprestación correspondiente. Con ello se economiza en trámites y regulaciones que separaban servicios de telecomunicaciones que ahora se pueden prestar de forma convergente.
En este sentido, se reduce la histórica discrecionalidad que favorecía la relación simbiótica entre medios y poder, pues el Ejecutivo Federal ya no será quien otorgue las concesiones sino que esta facultad recaerá directamente en el Ifetel, con atribuciones en materia de competencia económica, límites a la concentración y a la propiedad cruzada de medios y desincorporación de activos predominantes.
El Ifetel estará integrado por siete comisionados, los cuales se someterán a un examen de conocimientos a convocatoria abierta, quienes una vez que demuestren las más altas calificaciones, serán propuestos por el Ejecutivo y ratificados por el Senado. Además de ser profesionales en materia de competencia, radiodifusión y telecomunicaciones, lo cual elimina la improvisación que ha imperado en el sector, se impone el candado de que en los últimos cinco años previos a su nombramiento no hayan trabajado para las empresas reguladas. No obstante, hace falta que al término de su encargo también se fije un plazo para que no se integren a las filas de los operadores con toda la información que poseen.
El Ifetel deberá emitir reglas para la multiprogramación, es decir, la capacidad técnica de que en un mismo canal de transmisión se difundan más señales de televisión digital. Hasta antes de la reforma, no existía una política que regulara la multiprogramación. Ahora se establece que el Ifetel “otorgará las autorizaciones para el acceso a la multiprogramación, bajo los principios de competencia y calidad, y garantizando el derecho a la información y atendiendo de manera particular la concentración nacional y regional de frecuencias, incluyendo el pago de las contraprestaciones”.
En materia de retransmisión de señales de televisión, la iniciativa se queda corta porque no garantiza la gratuidad de las señales radiodifundidas, en beneficio de las televisoras. Se señala que los concesionarios que presten servicios de televisión radiodifundida (Televisa y TV Azteca) están obligados a permitir la retransmisión de su señal, de manera gratuita y no discriminatoria. Sin embargo, estas señales no serán gratuitas para operadores que hayan sido declarados con poder sustancial de mercado.
Otro tema relevante es que desde el texto constitucional se prohíbe la transmisión de publicidad o propaganda presentada como información periodística o noticiosa, es decir, engañosa, una práctica común de concesionarios y autoridades para confundir a las audiencias. También se crearán mecanismos que aseguren la promoción de la producción nacional independiente.
Los partidos firmantes del Pacto por México deberán aprobar las reformas constitucionales en materia de radiodifusión y telecomunicaciones, para que rápidamente sean avaladas por los congresos locales. También debe darse cabal cumplimiento a los plazos que fijan los artículos transitorios de la reforma, para que se avance en la integración del Ifetel, en la convocatoria para licitar nuevas frecuencias que permitan agrupar dos nuevas cadenas de televisión nacional, y en la determinación de agentes económicos preponderantes en la industria.
La AMEDI reconoce que esta iniciativa derivada del consenso de los partidos, recoge muchas de las demandas históricas que diversos sectores de la sociedad hemos exigido para cambiar sustancialmente el actual modelo concentrado y excluyente de la radiodifusión y las telecomunicaciones.
Al mismo tiempo estaremos vigilantes de los detalles en su discusión en el Congreso para evitar retrocesos y hacemos un llamado a la ciudadanía para que exija a los legisladores a estar a la altura de las propuestas y no dejarse doblegar por los poderes fácticos.
México, D. F. 11 de marzo de 2013.
Asociación Mexicana de Derecho a la Información
Aleida Calleja
Presidenta
Alberto Aziz Nassif
Coordinador del Consejo Consultivo

Palabra de Antìgona: no a la interrupción del embarazo, Televisa


Palabra de Antígona
No a la interrupción del embarazo: Televisa

Sara Lovera
Mientras los grupos de mujeres apoyan al sector más crítico y democrático de “expertos” que estarán vigilando la reforma a las telecomunicaciones, Televisa lanzó, el 9 de marzo, a todo color, una serie de 10 historias que se trasmitirán los sábados a las 18 horas, dedicado a homenajear el embarazo, el parto y las bondades de la maternidad.
Nueva Vida, como se llama el programa, reforzará los cambios legislativos estatales en que se ha construido lentamente la idea de que interrumpir un embarazo no debe ser un derecho para las mujeres.
Llama la atención el nivel de alejamiento entre la crítica social, en este caso de las feministas, a los medios y la realidad. Se ha promovido una cadena epistolar para promover que la reforma en las telecomunicaciones sea equitativa y democrática; que se amplié el acceso de distintos sectores a las concesiones de cadenas y canales de televisión; que se ponga remedio al monopolio y que se abra todo el espacio radioeléctrico, sin reparar en el contenido misógino de la programación, el contenido retrógrado de las historias que en televisión abierta llegan a millones de personas.
Hasta ahora los sectores ocupados en la democratización de los medios no han proveído  el perfil discriminatorio del contenido de lo que transmiten los monopolios. Nadie puede hacerlo todo, se han ocupado perfecta y sistemáticamente en el tema de la propiedad de los medios. No tienen tiempo para analizar los contenidos. Eso supongo.
Durante décadas, las feministas han criticado la invisibilidad que se aplica a la mitad de la población, no obstante las discusiones y los acuerdos, la construcción del Capítulo J en los acuerdos de la IV Conferencia Mundial de la Mujer (celebrada en Pekin, China, 1995), no existe ninguna instancia feminista de discusión. Hay, como siempre, las antropólogas o académicas que en tubo de ensayo analizan los medios, pero el activismo y la práctica feminista está totalmente alejada de esta problemática.
Preocupa  que la reforma pasará por encima de nuestras cabezas sin saber qué sucederá en este sentido.
Tal vez por eso, sin pena ni gloria comenzó Nueva Vida, una serie de diez capítulos para reverenciar a la maternidad en el siglo XXI, producción a cargo de Luis de Llano, con una hermosa canción de cuna cantada por Yuri y con la actuación de un elenco muy reconocido en el público, entre ellos, Héctor Suárez.
De esta forma, Televisa a través de su pantalla, multiplicada hasta el infinito, dará juego a esa polémica que ha atravesado a los congresos de 18 Estados sobre el origen de la vida: a todo color se presentará cada sábado, el cigoto, en nombre de la vida. Una forma de apuntalar a la reforma constitucional que podría discutirse cualquier día en la Cámara de Diputados, cuya tendencia es anular las excepciones de ley sobre la interrupción del embarazo y por supuesto abatir el avance que en este sentido hemos logrado en el Distrito Federal.
Se anunció como un homenaje a las madres. Comenzó el 9 de marzo, cuando no habían sino comenzado las ceremonias, ritos, actividades y foros sobre la igualdad de las mujeres en torno al 103 aniversario del 8 de marzo. Cuando nos ocupábamos de invitar y convivir con la nueva administración, para defenestrarla enseguida y con una venda en los ojos que impide ver la construcción ideológica del poder.
¿Quién duda de la postura de Enrique Peña Nieto sobre el aborto? ¡Cuántos funcionarios y no sólo las mujeres del PRI condujeron el voto en los estados donde comenzó la andana contra la tradición despenalizadora del aborto en México?
Frente a la reforma en las comunicaciones Televisa está presta a coincidir con los deseos del señor presidente; tanto que tan pronto conoció del envío de la iniciativa de la reforma en telecomunicaciones, se adhirieron a ella, mientras activan a quienes como legisladores forman lo que se denominó como telebancada.
Es decir, las cosas no son aisladas unas de otras. Analizar a los medios, significa ver todo el panorama: medios que controlan la libertad de prensa de sus trabajadores y trabajadoras; que producen desde una perspectiva misógina y discriminatoria; tribunas para reafirmar los papeles tradicionales de hombres y mujeres, contrario a la ley que garantiza nuestros derechos, desde el artículo uno de la constitución; mecanismos de propaganda de la ideología del gobierno en turno; concesionarios de la propiedad de la nación a quienes debíamos pedir rendición de cuentas.
También violan la constitución en el tema del laicismo, después de las 12 de la noche, en canal 4, entran los sacerdotes y las iglesias a decir, actuar y difundir sus dogmas, todo ello contra la ley, como explica muy bien Raúl Trejo Delabre en un magnífico artículo del último número de la revista Zócalo.
Es muy parcial la participación feminista y como se dice desde la perspectiva de género en el debate de los medios de comunicación. Se ha dejado toda la cancha a especialistas poco sensibles a los derechos humanos de las mujeres, más preocupados por sus propios asuntos.
Debíamos también preocuparnos por la telebasura que ha impedido la alfabetización de mexicanos y mexicanas. Apenas este 12 de marzo, Emilio Chayffet, el secretario de Educación, aseguró que 15 millones de personas en México son analfabetas, pero seguro sí ven la televisión.
El horror de este entramado tendría que enfrentarse por todas sus aristas. Es muy importante, es básico quien los va a manejar, en la misma medida de cómo los manejan y qué contenidos se acuerdan.
Hasta ahora muchos sectores de la sociedad, incluidas las mujeres organizadas, progresistas y feministas, sólo piensan en los medios como instrumentos de propaganda, de sí mismas, de sus causas o sus dichos; se ha privilegiado tener algunos espacios de difusión  sobre el conocimiento.
Somos una sociedad donde los observatorios de medios, se han desarrollado para la cuestión ciudadana y electoral, pero vivimos un atraso tremendo sobre esa observación desde la perspectiva de  género. No tenemos un observatorio de género serio, con bases y con recursos que nos pudiera dar información profunda y análisis con hondura. Yo no creo en la crítica fácil acientífica, necesitamos saber y conocer.
Si hubiera crítica feminista, que no anda buscando presencia mediática únicamente, hace varias semanas que sabríamos y hubiéramos analizado el contenido de Nueva Vida, este programa que abonará contra nuestros derechos sexuales y reproductivos, y relevará la célula de nuestra opresión: la maternidad como destino principal de las mujeres.
En fin. Qué tarea tenemos. La sociedad mexicana tendría que tener claro que en la transformación de los medios de comunicación, su nuevo marco normativo, su renovación, no sólo está en la mesa de discusión lo de las concesiones y los plazos  de concesión, sino porque sus emisiones son fundamentales para contrarrestar la ideología que ha mantenido a la mitad de la población en posición subordinada, ignorante, sumisa e incapaz de contribuir a la vida y a la libertad de las mujeres. Saber que no es suficiente una cadena epistolar y golpes en el pecho.
Urge una postura desde los sectores de mujeres progresistas. Urge una comprensión profunda que lo que podrá pasar sin alterarnos y sin indignarnos. En fin, que la cosa no es para menos.
Veremos.