lunes, 18 de noviembre de 2013

Mujeres y Política Informe y demagogia



Gabino, inalcanzable y lejos de todo

Mujeres y Política
Informe y demagogia
Soledad JARQUIN EDGAR
El ritual se cumplió en Oaxaca. Se instaló la LXII Legislatura y un balance del gobierno de Gabino Cué que se autocalifica de bueno, de trascendente, de transformador. Así son las cosas no hay daño más terrible en lo personal, en lo social y todos los sentidos que el auto halago y, lo más terrible, tener un séquito aplaudiendo. Gabino Cué se convierte en el protagonista del cuento El rey desnudo o El traje nuevo del emperador de Christian Andersen.
Eso es lo que ocurre con todos los gobiernos, es como una epidemia, se contagian de un sexenio a otro y como vienen del mismo lugar podríamos decir que es una enfermedad hereditaria del priismo al multipartidismo y sin ideología y menos de principios básicos para caminar. Un obstáculo grave que les resulta difícil de saltar, porque como hemos dicho antes si algo falta en los políticos de este país es ética y ya no se diga la honestidad y no me refiero a la vergüenza con la gente, con el pueblo al que gobiernan, me refiero a la vergüenza con ellos mismos.
Aunque la corrupción del gobierno es un mal que atraviesa al país entero, algunos son peor que otros, pero a pesar de la corrupción en otras entidades del país las obras públicas se notan, si hablamos con la gente no con los funcionarios la gente se muestra contente, en Oaxaca no pasa eso. Y cuando vemos lo que dice Gabino en su actitud de aplauso personal y estrellita en la frente comprobamos que no hay límite ni pudor (visto este como un ensayo personal de la vergüenza).
El mandatario oaxaqueño habla de “avances” y de inversiones millonarias de pesos, destinados a miles proyectos de desarrollo social y combate a la pobreza, a obras públicas en salud, educación e infraestructura, entre otros muchos temas. Malas noticias para Oaxaca, sin duda, porque sus habitantes, mujeres y hombres, no han visto pasar nada. Porque una cosa es real, la comunicación social –es evidente- le ha fallado a Gabino Cué y no existe visibilidad efectiva y tangible o la comunicación social institucional ha hecho lo posible por sostener la mentira que, ¡oh cosa real y tangible! La ciudadanía no ve cómo ni por dónde quedaron los tres años de “esfuerzo, trabajo transformador…” y todas esas cosas que se dicen en los discursos políticos. Eso sin contar la respuesta del nuevo legislador, Jesús López de pena ajena, obediente, incapaz de hacer la mínima crítica, halagador, rastrero, sí también.
¿Por qué las obras del gobierno multicolor que encabeza Gabino Cué no se ven, no se sienten, no pegan ni en el imaginario ni en la vida de cada persona que reside en este territorio de desencuentros? La respuesta correcta es que entre el dicho y el hecho hay mucho trecho. Discursos poderosos sin sustento alguno.
Ejemplos sobran: seis mil 800 millones de pesos en el sector salud en los tres años y luego el desfile de obras como cuatro hospitales comunitarios y otras maravillas médicas, que traducidos a la realidad ustedes saben lo que representan esos hospitales y que luego terminan en partos mal atendidos, en mujeres que paren como ya lo hemos dicho en el jardín, en la calle o en el baño, todo dentro o cerca de una clínica y cuyos problemas se resuelven corriendo al director.
Sin duda es importante hacer obras como hospitales, pero más importante es dotarlos de equipo y personal médico consciente, sensible y no machista o misógino que no ve a las mujeres como personas con derechos, de ahí que “el tesoro más preciado” por el sistema patriarcal, como es el hecho de que las mujeres sean madres no importe en los hechos concretos. Por eso las decisiones que se toman en el sistema de salud local, y como decía mi abuela Lucha: el hilo siempre se rompe por lo más delgado. Tal parece que los Servicios de Salud de Oaxaca son pura cabeza y cabeza de amigo.
Me pregunto si la muerte materna, aunque las cifras oficiales digan que han disminuido, así como los cánceres que afectan a las mujeres y que nos alejan de los vergonzosos primeros lugares, producto también de la desigualdad social y de género,  como los hechos de mujeres pariendo fuera de las clínicas por falta de atención oportuna, con eficiencia y profesionalismo, pero sobre todo con humanidad y ética, no les quita el sueño ni al secretario de Salud, Germán Tenorio ni al propio gobernador. Misoginia pura.
Por eso dicen las expertas, de nada sirven las obras si lo que está ausente son las políticas públicas con visión de género, lo cierto es que en Oaxaca “esas políticas” no existen y los resultados los tenemos a la vista, lo que sí hay en el Instituto de la Mujer Oaxaqueña son actos de corrupción y nula atención a quienes tocan las puertas de ese lugar. En cambio, su titular Anabel López descuida sus actividades para cabildear y convencer a los diputados y diputadas que ya se fueron sobre la idea de no aprobar la Secretaría de la Mujer, que por supuesto y de acuerdo con el dictamen, la dejaría sin hueso. No hay ética ni honestidad.
Estoy segura, muy segura que cuando se refiere al porcentaje de personas que se alejaron de la pobreza extrema se refiere al Gabinetazo, sus colaboradores cercanos, algunos de los cuales salieron súper-vivos; porque por otro lado, las cosas no pintan nada bien para nadie. Porque en su propio gobierno existe la lista de raya ¡Viva Don Porfirio! Y luego nos quejamos de lo que en el norte le pagan a los jornaleros peor que esclavos y esclavas tenemos que decir.
En su administración el asesinato de mujeres también ha quedado corto en su andar. No se trata de mirar las alarmantes cifras que no reconocen, primer error; segundo se piensa que con reuniones con organizaciones sociales se va a resolver el problema, pero algo pasa, algunas de esas organizaciones dejan de protestar, de salir a la calle a demandar, optan por callar, por bajar la voz, así les dijeron que se ven más bonitas.
Y aunque el gobernante dice, con toda desfachatez que combate el feminicidio, lo cierto es que no es así. Las cifras de su gobierno han superado con mucho las que en 2010 dejó Ulises Ruiz, aún con todo y que el ex mandatario no hacía nada para evitar la impunidad y la violencia contra las mujeres.
Con Gabino, como con Ulises Ruiz, José Murat y Diódoro Carrasco nada cambia, porque la perversidad los atraviesa. Cada uno tiene su dedo chiquito para ejecutar acciones contra el pueblo. El ex procurador Roberto Pedro Martínez, de tiempos de Carrasco Altamirano, de infeliz memoria para los pueblos loxichas; con Murat podríamos mencionar a varios pero él, el propio ex mandarario se bastaba a sí mismo, claro está; con Ulises Ruiz ¿quién olvida al Chucky y la burbuja cegadora? Y ahora con Gabino envuelto en una nueva burbuja integrada por los niños bien del primer círculo, pero el capo de capos resultó ser Jorge Castillo. Por eso tanta molestia en una buena parte de la ciudadanía, porque los escenarios de la maldad se repiten y Gabilón como si nada y la contralora Perla Woolrich ni se entera o también le dicen que se quede calladita.
Lástima no tengo idea si un día llegará el tiempo en que un gobernante se pare en la tribuna del Legislativo para decir que combate la corrupción y que decidió encarcelar a sus amigos por corruptos, o que renuncia por incompetente… entonces ese sí será informe, por lo pronto la ciudadanía oaxaqueña fue testigo de otro acto demagógico sin trascendencia en la gente a la que dice gobernar.
La buena noticia la dio el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana a través de la Dirección de Sistemas Normativos Internos, que dirige la académica Gloria Zafra. Porque este organismo ordenó al gobierno municipal de San Bartolo Coyotepec reponer la elección de sus autoridades, luego de que las mujeres fueron objeto de violación a sus derechos políticos. Eso demuestra que no es lo mismo tener hermano diputado a no tener hermano diputado, como ha de pensar Horacio Sosa.
Sin duda alguna, la denuncia de las mujeres de San Bartolo Coyotepec será ejemplo para el resto de las mujeres de la entidad porque sienta un precedente frente al machismo que prevalece en esta entidad, como muestra de que lo que no existen son políticas públicas con perspectiva de género.
@jarquinedgar