miércoles, 15 de octubre de 2014

Las Caracolas, 16 años después


Las Caracolas, 16 años después

Las Caracolas, suplemento feminista de El Imparcial cumple, este mes de octubre, 16 años de vida y, como cada año, el recuento es básico solo como un acto de agradecimiento a quienes lo leen, pero también a quienes lo escriben, a quienes colaboran y de manera especial, siempre, para esta casa editorial que nos confirma cada día que la libertad de expresión no es un acto espontáneo sino que se construye, se solidifica en hechos concretos, como se patentiza en cada una de sus publicaciones. Gracias entonces a la familia Fernández Pichardo por alojar en sus páginas el sueño que se volvió tarea, satisfacción, emprendimiento.
Son 16 años de contar historias, las historias de las mujeres de Oaxaca, incluso, del país y del mundo, desde una visión donde ellas se vuelven protagonistas en la construcción cotidiana de una sociedad que busca la igualdad, alejarnos de la hegemonía masculina que tanto daño ha causado y sigue causando, en específico contra las mujeres por ser mujeres y, en lo general, contra todas las personas. Hoy es innegable que México vive condiciones de desigualdad que se manifiestan en la violencia que desangra familias, comunidades y sociedades enteras.
En estas páginas el análisis desde la academia y desde el activismo feminista, de todos los feminismos, han quedado plasmados, aquí todas las mujeres que emprenden acciones a favor de la igualdad sustantiva, real, concreta, las que sueñan y trabajan por un mundo mejor han encontrado el espacio y la libertad.
Las Caracolas de El Imparcial ha documentado a lo largo de sus casi 500 números esa violencia, lo ha dicho desde un principio, ha sido eco constante y permanente para que las organizaciones sociales nos alerten de esa condición de desventaja en la que vivimos. Esa violencia que hoy cobra víctimas inocentes en las niñas y en las mujeres y que ha ensanchado su práctica horrorosa y despreciable, como muestra irrefutable de que no hemos hecho lo suficiente para cambiar el destino de miles de mujeres cuyas vidas han sido robadas, como sus cuerpos utilizados, para satisfacer a las hordas de la misoginia con representaciones en todos los niveles sociales, desde los más preparados en las instituciones de educación hasta los analfabetas; desde los hombres ricos y con poder, hasta aquellos que carecen de todo; ateos y creyentes confesos, fundamentalistas que ven en las mujeres cuerpos-objeto y no seres humanos. Es la condición social, la cultura, la educación, la que pareciera no podemos cambiar, pero que tampoco hacemos nada por cambiar.
Las leyes siguen sin amedrentar a los feminicidas, no importan las pesadas condenas que pudieran recaer sobre ellos de encontrarse culpables; las mujeres como el resto de la sociedad vivimos el temor permanente, no podemos ignorar la realidad, en tanto los gobiernos -municipal, estatal y federal- siguen sin dar cuentas positivas a nuestra demanda de seguridad, se vuelven irremediablemente omisos porque no llegan al fondo. Sí, somos una sociedad harta de esos gobiernos y sus instituciones públicas que siguen sin articular políticas públicas reales y verdaderas desde una perspectiva feminista. 16 años son pocos años para ver cambios, pero la sociedad ha cambiado, peor para quienes no quieren ver eso. Quienes siguen sin moverse de la comodidad y los beneficios del patriarcado son los gobiernos, lo que incluyen por supuesto a mujeres y hombres, seres inconscientes pero satisfechos, conformes, gratificados por el falso aplauso y el mal consejo.
Hoy celebramos nuestros 16 años, con el acompañamiento de mujeres jóvenes en la edición de Las Caracolas de El Imparcial, nuevas generaciones de profesionistas con una visión diferente escriben en este espacio, gracias a esas tres plumas por acompañarnos en este último año: Aurea Ceja, Noemí Domínguez y Anel Flores, sus visiones son fundamentales, hoy más que nunca frente a la desgracia de vivir en un país donde la vida de las personas jóvenes parece ser despreciada por quienes cometen crímenes atroces como sucedió recientemente con estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en el Estado de Guerrero.
Son 16 años, no sabemos si habrá más o serán todos, pero lo hecho hasta hoy resulta altamente gratificante en esta tarea periodística que no busca otra cosa que reflejar la condición social de todas las mujeres.



El delito de llamarse Escolástica Martínez y vivir en México

El delito de llamarse Escolástica Martínez y vivir en México

Anel FLORES CRUZ
En México sabemos que hablar de libertad puede resultar satírico, mientras más se habla de libertad más lejano resulta el concepto para la realidad de muchas personas. Cuando se trata de mujeres, la libertad aparece como una utopía y como principio lucha. En el caso de las mujeres presas, “la libertad” se constriñe, se condiciona, se intercambia, se compra, o en muchos casos, se olvida.
Este es el caso de Escolástica Martínez Gutiérrez, originaria de Palomares, Matías Romero, de 41 años de edad, con cuatro hijos y una hija, madre soltera, pobre e indígena, condiciones sociales que resultan vulnerables en un país en donde existen seres humanos de primera y de segunda. Este es un claro ejemplo de un paquidérmico sistema de justicia, que no escucha, que no ve y que atropella sin menoscabo a quien intenta levantarse de la afrenta cotidiana.
En enero de 2012, mientras Escolástica cuidaba a Miguel Ángel, su hijo, que en ese entonces tenía 9 años y que se encontraba en estado de coma internado en el Hospital General Aurelio Valdivieso, fue arrestada por el presunto delito de violencia intrafamiliar y lesiones calificadas. Las “razones” de su detención fueron, por una parte, que los médicos que atendían al niño la señalaron como responsable de un golpe que tenía el menor en la cabeza y que como consecuencia le había provocado una lesión traumática en el cerebro, aunado a otros golpes en el cuerpo que, de acuerdo a este diagnóstico, configuraba el Síndrome del niño maltratado.
La segunda “razón”, por la que se le dictó auto de formal prisión a Escolásticas, sin que hasta la fecha ─a casi tres años─ tenga resolución jurídica por un juez, y tampoco una averiguación con suficiente sustento jurídico, fue que, según la Procuraduría de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia, en la averiguación previa, un grupo de niños, compañeros de Miguel Ángel en la escuela Patria Libre, comentaron que una niña de la misma escuela había visto por una ventana a Escolástica azotar a Miguel Ángel en la pared.
De acuerdo a un grupo de profesionistas que de manera voluntaria se han involucrado en el caso y han estudiado el expediente, además de ofrecer apoyo jurídico, médico y psicológico, el caso de Escolástica ha dado elementos con muchas irregularidades que evidencian no solo una cultura burocrática lastimosa y una encarnada misoginia por parte de quienes en teoría debían servir al estado, sino también una serie de expresiones discriminatorias que devastaron al menos seis vidas, la de Escolástica y la de sus cinco hijos.
¿Un caso de Bullyng no atendido?
Semanas antes de que Miguel Ángel cayera en estado de coma, como señala Escolástica, él  menor había sido golpeado por compañeros de su escuela: “vieron que lo arrastraron y golpearon. Cada día que iba a la escuela le sacaban su dinero (…) supuestamente  me había dicho el maestro que al niño que lo molestaba lo iban a expulsar y nunca lo hicieron, ellos se lavan las manos y me culpan a mí”.
Este hecho, de acuerdo a Misael Antonio Silva, uno de los abogados que estudia el caso, pone en entredicho la actuación y la falta de sensibilidad de la Procuraduría, en primer lugar porque las acusaciones tienen que tener una denuncia formal y testigos, y en este caso no existe. En segundo lugar, cuando Escolástica compareció, sin saber de leyes, dijo que sabía que le habían pegado a su hijo y la Procuraduría no actúo en consecuencia, pues ellos, que sí saben de derecho y de leyes, no le propusieron una querella, por lo tanto cometieron una omisión.
Aunado a esto, existen contradicciones en los dichos de los menores de edad, en el director de la escuela y en la niña que supuestamente vio a Escolástica golpear a Miguel Ángel, pues ella declara no haber visto nada y en el momento de hacer una descripción de Escolástica la describe totalmente diferente. Entre otras anomalías, en la averiguación no se señala el hecho de que la casa de Escolástica no tiene ventanas que den a la calle.
Un hecho que tampoco fue averiguado es que Miguel Ángel tenía cuatro meses de haber regresado con su mamá, pues durante aproximadamente cinco años permaneció en la Ciudad de los Niños, un orfanato que además de recibir niños huérfanos, también resguarda a menores indígenas que no pueden ser mantenidos por sus familias ─y en donde también trabajó por un tiempo como costurera Escolástica cuando llegó a la capital─. Este dato resulta interesante cuando en entrevista ella señala que Miguel Ángel tuvo repercusiones en su conducta tras permanecer en este albergue: “ahí lo lastimaban, tenía una cortadura grande y cicatrices, decía que porque no obedeció le dieron con la escoba (…); le decían ′que se vayan al diablo tu mamá porque por ella estas aquí′”. Pero, ¿quién se atrevería a cuestionar esta institución?
En cuanto a la conclusión médica que apunta que Miguel Ángel padecía el Síndrome del niño maltratado, el doctor Jorge Ayala Villareal, neurólogo y neurocirujano que también estudia el caso, expresa que, dada las características y lugares en donde el menor tiene los golpes, no es posible que Escolástica haya provocado el estado  de su hijo, además de  que ella no es agresiva y no tiene problemas graves de conducta ni de personalidad. Entre otras cosas, el doctor apunta que los otros hijos de Escolástica no tienen ningún problema de salud ni señas de maltrato: “Escolástica lo quiere mucho y estuvo pendiente de él, pero los médicos por prejuicio dijeron que el peligro era la mamá”.
¿Por qué a nadie le interesó la vida de Escolástica?
Detrás del caso existen muchas anomalías, rumores, abusos y preguntas que tendrían que responder las personas involucradas. Por ejemplo, se menciona que los menores que golpearon a Miguel Ángel son hijos de “Las pájaras”, lideresas de la Central de Abastos. También se menciona que días después de que el caso fue mediatizado (en diciembre de 2011), Luis Ugartechea, presidente municipal de Oaxaca de Juárez en ese entonces, visitó la colonia donde vivía Escolástica y sus hijos y en ese momento un grupo de niños se acercó para decirle que se habían enterado de que su compañero estaba hospitalizado y que creían que era porque su mamá lo golpeaba; gracias a este hecho, Ugartechea le habló al procurador y le dijo que atendiera el asunto, lo cual podría explicar el hecho de que el proceso fue más rápido de lo que generalmente tarda un caso, pues en menos de 15 días armaron la averiguación, cuando generalmente el proceso dura tres meses. También se dice que existe la posibilidad de que ante el miedo de que el niño falleciera y pudiera señalarse una negligencia médica por no atenderlo pronto, los médicos concluyeron que el niño fue golpeado fuertemente por su madre.
Al parecer todos saben lo que sucedió, todos se sacudieron las manos, todos señalaron, todos se deslindaron. A nadie le importó la vida de Escolástica y sus 5 hijos. Los profesores, los médicos, la Ministerio Público, la procuradora que después de enterarse del caso no pidió que se averiguaran las arbitrariedades, los agentes que le robaron mil pesos a Escolástica cuando la detuvieron; los abogados de oficio que no se esmeraron en continuar con el caso; los medios de comunicación que se dedicaron a linchar mediáticamente sin corroborar los hechos… Escolástica se convierte ahora en un botón de prueba que expone los múltiples nexos entre la condición de género, la pobreza y el racismo, parece ser que la vida de escolástica no tuvo valor en ningún espacio.
Mientras tanto Miguel Ángel sigue en coma en el DIF sin ninguna posibilidad de que se recupere; sus hermanos padeciendo la ausencia de su madre con una tía que no cuenta con recursos suficientes para poder alimentarlos, y Escolástica con estragos de un encierro injusto, esperando que el juez dicte su sentencia. Para ella “la libertad se consigue con dinero”.

El Cuerpo, nuestro primer territorio -Primera Parte-



El Cuerpo, nuestro primer territorio
-Primera Parte-

“No se nace mujer: se llega a serlo. Ningún destino biológico, físico o económico define la figura que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana; la civilización en conjunto es quien elabora ese producto intermedio entre el macho y el castrado al que se califica como femenino” .
Simone de Beauvoir.

Noemí DOMÍNGUEZ GASPAR*
En 1990, durante el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Argentina, la Asamblea del Movimiento Feminista Latinoamericano decidió declarar el 28 de septiembre como el Día por la Despenalización del Aborto.
¿Esto que tiene que ver con el cuerpo? ¿Y con el territorio? Planteo este texto como un ensayo a mediano plazo, en el que sí bien no habrá retroalimentación directa, me gustaría generar un dialogo con quienes me leen, reflexionando en como vivimos-habitamos nuestros cuerpos, y como estos cohabitan e interactúan con otros cuerpos.
Dada la conmemoración del Día por la despenalización del aborto, quisiera comenzar por dicho tópico.
¿Es el aborto o la maternidad libre y voluntaria un tema que nos atañe?
La respuesta es sí y no, si por que al ser mujeres es un tema que no interpela, y no por que cada sujeto/a debería tener la autonomía suficiente para decidir que hacer con su cuerpo(dígase interrupción de embarazo, modificaciones corporales- que van desde cortarse el cabello, tatuajes hasta cirugías plásticas- prácticas sexuales,entre otras expresiones culturales en el cuerpo). 
La sociedad en su conjunto ha establecido a través de diversas instituciones (familia, religión, etc.) diversos mecanismo para la regulación de la vida de las personas, que invariablemente tiene una incidencia en los cuerpos que habitamos, así pues hay regulaciones en la estética corporal, genérica, sexual, y demás  formas que tengan que ver con cada individuo/a que integra el conjunto social.
En este sentido, el aborto, nombrado así, nos conlleva a una serie de elementos con que le relacionamos, con o sin prejuicio, es uno de esos temas en los que no se pueden tener medias tintas, que polariza opiniones, que genera escozor, debate y controversia. Puedo imaginar la expresión de algunas personas “Aborto ¡No! ¿Por que asesinar a un ser inocente?” Ó “¡Aborto si, aborto no, eso lo decido yo!” en ese punto especifico, son el tipo de personas con quienes me identifico sin conocerles  coincidiendo en dicho tema.
Si bien el aborto en Oaxaca es considerado un delito, las leyes estipulan razones específicas que están despenalizadas, enseguida un breve estado de la cuestión en material legal sobre el tema.
Código Penal
En su artículo 316, el Código Penal de Oaxaca establece que no es punible el aborto en los siguientes casos:
I.- Cuando el aborto sea causado sólo por imprudencia de la mujer embarazada;
II.- Cuando el embarazo sea el resultado de una violación y decida la víctima por sí o por medio de sus representantes legítimos la expulsión del correspondiente producto, con intervención médica y dentro de los tres meses, contados a partir de esa violación;
III.- Cuando de no provocarse el aborto, la mujer embarazada corra peligro de muerte, a juicio del médico que la asista, oyendo éste el dictamen de otro médico, siempre que esto fuere posible y no sea peligrosa la demora;
IV.- Cuando el aborto se deba a causas eugenésicas graves según el previo dictamen de dos peritos.
Código Procesal Penal
El procedimiento para realizar abortos no punibles se regula en la fracción VIII del artículo 127 y en el artículo 255 BIS se establece la actuación del Ministerio Público para autorizar la interrupción no punible del embarazo por causa de violación.
Ley de Salud
Si bien la Ley de Salud de Oaxaca no establece artículos expresos sobre la interrupción del embarazo, en sus artículos 62 al 65 reglamenta la planificación familiar.
Normatividad relacionada
En junio de 2011 se publicó la Circular 09/2011 que contiene normas y criterios interpretativos del procedimiento para la práctica del aborto en casos de que el embarazo sea producto de la violación, que como facultad potestativa le corresponde aplicar al Ministerio Público para establecer su estricta uniformidad.
Reformas legales
El 11 de septiembre de 2009 fue reformada la constitución de Oaxaca para proteger la vida desde el momento de la concepción. El artículo 12º se modificó para quedar de la siguiente manera:
(...) "En el estado de Oaxaca se protege y garantiza el derecho a la vida. Todo ser humano desde el momento de la fecundación entra bajo la protección de la ley se le reputa como nacido para todos los efectos legales hasta su muerte natural. (...)
Como podemos ver “la ley” no es clara en cuanto a los mecanismos de operación para acceder al ejercicio de dicho derecho, en cuanto al sector salud, existe una nula capacitación   del personal para brindar dicha atención, sin embargo, es sabido que hay lugares dentro y fuera de Oaxaca para lograr un aborto seguro, lamentablemente no todas las mujeres cuentan con los recursos económicos para acceder a estos espacios de salud, y son ellas, las que presentan mayor índice de mortandad.
Simone de Beauvoir, una filosofa existencialista del siglo XX planteaba en su apartado sobre maternidad de su obra El segundo sexo, que la maternidad debía ser producto de la libre elección de la mujer, se manifestaba  a favor de la anticoncepción y del aborto. Ella afirmaba que la opresión de la mujer conllevaba a la opresión de los/as hijos/as(y así la reproducción de múltiples opresiones) y que por lo tanto, difícilmente mujeres “insatisfechas”  podían ser “buenas madres”. Una mujer que quiere ser o es madre, decía Simone, debiese  velar , en principio por su propio bienestar: si ella no está bien, los hijos tampoco, por lo tanto el aborto es una posibilidad de ejercer la libertad de nuestra autonomía como seres humanas.
Fue interesante observar como el día 28 de septiembre circularon en diversas redes posts para reivindicar dicho derecho aún pendiente cuyo deuda esta vinculada con el gobierno. Hubo algunas personas que como respuesta virulenta publicaban imágenes reflejo de una moral conservadora y de un chantaje gráfico a través del intento de “concientizar a las mujeres asesinas” en el plano de la sensibilidad de las personas  vía imágenes -violentas- de fetos o embriones-que al parecer hablan español por que sus imágenes están acompañadas por frases pidiendo -como sujetos de derechos, (increíblemente se saben ya humanos a pesar de no haber nacido ni tener conciencia, ni vida autónoma fuera del cuerpo de la mujer-genitora)- oponiéndose rotundamente al aborto defendiendo sus argumentos(faltos de toda justificación o legitimación científica, basados en creencias) con argumentos que en un Estado laico y democrático, como en el que se supone habitamos, resultan inverosímiles pero reales.
Indudablemente cada mujer presente en su individualidad, particularidades que le requieren diversas necesidades, no podemos pensar que a todas las mujeres  se le invita a abortar, tiene que ver con una problemática atravesada por la edad, la condición étnica, de clase y hasta orientación sexual,sin embargo, por compartir una condición genérica, no deberíamos permanecer insensible ante una situación, que indudablemente lástima, vulnera y da muerte a muchas mujeres.
* Antropóloga feminista.


Sugerencias bibliográficas:
Manual para el aborto seguro y libre en Bolivia
Interrupción voluntaria del embarazo. Reflexiones teóricas, filosóficas y políticas/ Coordinadora: Martha Patricia Castañeda Salgado.
El segundo sexo/ Simone de Beauvoir.
https://www.gire.org.mx
 

Susana Chía ¿Yo feminista? Feminismo debe abrir puertas y nuevos paradigmas



Susana Chía ¿Yo feminista?
Feminismo debe abrir puertas y nuevos paradigmas
·      La perspectiva de género para controlar

Soledad JARQUÍN EDGAR
Laura Susana Chía Pérez nació rebelde, confrontadora, cuestionadora, crítica e insumisa frente al sistema establecido y del deber ser que socialmente ha sido impuesto a las mujeres. Habla de la necesidad de crear nuevos paradigmas que generen nuevos roles, espacios, lugares alternativos de vida, donde las mujeres puedan insertarse de otra manera, abriendo nuevas puertas y propone caminos que incluso generen un nuevo porvenir.
Sí soy feminista, afirma, luego explica que es feminista desde una postura que tiene que ver con un replanteamiento de las mujeres y desde las mujeres, hacia nuevos paradigmas. No queremos que nos abran la puerta para ocupar los mismos lugares que hoy tienen los hombres, queremos un replanteamiento en la economía, en el mercado y en el poder, sostiene.
Maestra en Psicoanálisis y en Formación Docente, y licenciada en Biología por la UNAM, Chía Pérez es tajante al afirmar que si las mujeres no entramos (a ese lugar) la crisis ocasionada por el neoliberalismo seguirá igual y generará una externalidad, es decir, una gran bolsa de pobres, con “sujetos del desencanto” o “sujetos neoliberados de valores y de ética” dirigiendo el poder. Nuestra apuesta debe ser, quizá, sacarlos de ahí.
Luego afirma que las mujeres, a veces sin darse cuenta, encuentran otras manera de habitar los espacios de la vida pública, de una empresa, del trabajo, generando nuevas competencias a costa sus vidas.
Seria entre tazas de buen café, propone que a la vida hay que pagarla con dones como la buenas salud, el tiempo libre, la palabra que debieran ser los nuevos espacios de las mujeres, no el silencio, no el agotamiento, no el cansancio, no la de llegar como fardos, caerte en la cama, dormir y al día siguiente pararnos como autómatas para trabajar. Debemos transmitir otra imagen.
El feminismo, su feminismo, apuesta a una sociedad donde hombres y mujeres sean realmente los dueños del planeta, diferente a lo que plantea el neoliberalismo.
Mujeres emblemáticas
Nació en los años cincuenta en la ciudad de México donde vivió hasta los 35 años. Su segunda casa ha sido Oaxaca. Su pasado está escrito a través de sus ancestras. Su madre Concepción que vivió decepcionada con la vida porque no pudo ser artista de cine o televisión y pasó sus días condenada a la cocina y al cuidado de sus hijos e hijas, quienes no fueron un sostén suficiente para ella e intentó en dos ocasiones quitarse la vida, relata Susana Chía lejos del susto que durante años le ocasionó esa historia y que ve como la necesidad de su madre de decir ¡Aquí estoy!
La otra imagen es la de su abuela Juventina que anduvo en la revolución, que se fue con un hombre y que aseguraba que fumaba desde chiquita, cuenta entre carcajadas cuando se acuerda que su mamá callaba a su abuela diciendo que esas cosas no se contaban a las niñas.
La tercera mujer emblemática en su vida fue su maestra de segundo grado de primaria. Se llamaba Amalia Calvo, descendiente de españoles que entonces tenía casi 60 años, pero se comportaba como de 18. Cada día, leía su horóscopo en el periódico y sostenía que estaba de suerte. Su maestra, dice Chía Pérez, vivía la pasión de ser mujer, desde la felicidad, del amor, del porvenir, plena. Una mujer diferente a las otras profesoras y otras mujeres que conocía, que vivían desde la obligación, desde el deber.
Una abuela “liberada” y muy trabajadora que siempre le aconsejó que el mejor amigo es un peso en la bolsa; una madre bonita pero triste e inconformada, y una maestra que gozaba su cuerpo sin pena, le permitieron tomar lecciones de lo que ella quería ser en la vida.
Latosa y alocada
Chía fue una niña y adolescente “latosa” en la escuela y hasta “alocada” para las demás personas porque usaba botas y en la calle le gritaban “bruja”; en lugar de anotar las clases llenaba sus cuadernos de dibujos, nunca logró que su uniforme luciera limpio al término de la jornada escolar. Incluso, recuerda que en varias ocasiones las maestras le pegaron y hasta la llegaron a amarrar.
Quiso ser amiga de la niña de dieces pero esta la acusó de “retozar, parece animalito”, dijo la bien portada compañerita, lo que la llenó de vergüenza, porque lo único que quería era platicar pues era una niña y la otra estaba más estructurada, llena de estereotipos. En la secundaria le prohibieron al resto de las niñas llevarse con ella, porque no era santa de la devoción de las maestras, incluso fue suspendida por leer una novela Jackie la Universitaria. Hoy como mujer madura no alcanza a entender el por qué de tanto susto.
Imágenes de mujeres insignificantes, que no representaban al resto de las otras mujeres, frente a otras importantes que no correspondían a la mayoría y aunque quiso ser como sus compañeras de diez no pudo, asegura que su insumisión llegó a desafiar a su madre que quería que fuera Contadora y ella rechazó esa idea porque quería estudiar Literatura y dejaron que no fuera Contadora solo porque de último momento pensó en ser Bióloga, y se insertó en el radicalismo en que vivía la juventud universitaria de los años setenta, que se opusieron a que Luis Echeverría fuera a la UNAM o que agarró a jitomatazos al rector.
No fueron tiempos fáciles para ella porque como estudiante cuestionó el método científico, “porque la ciencia está hecha para hombres, donde la mujer nada más es un problema, es un dolor, es un cuerpo para parir, es una matriz y si quieres estar ahí, debes ser una mujer muy inteligente, porque la inteligencia es lo más importante, ninguna otra cosa es importante. En la ciencia los sujetos hablan y los objetos callan y la mujer sujeto no existe”.
Cuando hizo el servicio social le tocó ir al laboratorio del sueño con el doctor René Drucker, quien al verla embarazada de su primer hijo le advirtió: “con un día que llegues tarde, te vas, no quiero panzonas aquí”, señaló el connotado científico quien además se caracterizó por acosar a sus alumnas.
Las mujeres, recuerda, ayudábamos en las causas de la “revolución”, porque los revolucionarios eran ellos no había revolucionarias. A nosotras nos tocaba botear no había discurso de las mujeres. Nosotras éramos “las compañeras” que respondían el teléfono. “Si me quería inscribir en el Partido Comunista me decían después Susana, después, aquí lo importante es la actividad”, dice entre risas, para luego aseverar que esas eran las historias de las mujeres en la izquierda, en la revolución, en la oposición.
Pero yo era diferente, mi rebeldía ya pintaba, pintaba en los otros, yo no podía sacar como mujer una voz, una opinión, sino era apoyar los vacíos de los otros, ese vacío los llenamos las mujeres, porque nosotras no podemos sacar el nuestro y nos apropiamos de sus vacíos, los empoderamos, ya sea en la política o la ciencia, expone en entrevista.
Con dos hijos, Susana Chía hace frente a una nueva vida, “primero fue mi desgracia y después una bendición venirme a Oaxaca”. En un principio no encontró trabajo alguno en el que pudiera compaginar su vida de madre con la de profesionista y le dio un giro nuevo a su actividad. A pesar de todo salió adelante, con los años tuvo una nueva pareja, Diego Woolrich, con quien escribe otra historia, una historia que no deja de ser difícil, dice. Se volvió empresaria, vendió una propiedad para instalar su negocio actual y en 2006 fue expulsada de la Canirac porque se opuso a la propuesta de “paz a costa de la represión”, desde hace un tiempo la volvieron a llamar pero les advirtió como era para que después no se sorprendan.
Abrir espacios, resignificar
Por eso asegura que no se trata de abrir espacios para que entren las mujeres sino para resignificar desde lo real, en lo concreto, la lucha de las mujeres no es para que las metan por una puerta y luego les abran otra para que salgan.
Ex consejera de la CEDH y consejera del IMO, Susana Chía explica que esta “un poco peleada con la perspectiva de género” que permite hacer pequeñas reconfiguraciones en lo económico, las leyes, la jurisprudencia, los derechos humanos, la calidad de vida, el fundamento de la estructura social, los aportes del capitalismo donde las mujeres no son vistas. Excedentes de ese capitalismo es la pobreza, la falta de trabajo, el trato de mujeres, las guerras, a la economía, a la mercancía. La externalidad son los problemas sociales, ahí estamos las mujeres.
“Yo no quiero que me abran el espacio, quiero que haya nuevas reconfiguraciones, no quiero que abran las puertas para que entremos y seamos parte de lo mismo, para sostener la estructura de la opresión, necesitamos nuevas reconsideraciones en todos los ámbitos de la vida, pero de manera especial en lo económico, donde el factor social no ha sido fundamental y ahí estamos las mujeres.
Estamos frente a un fracaso del capitalismo, ese fracaso es la externalidad que tiene que ver con la mujer, la pobreza, la escuela, lo social, la salud…Una bolsa que nos están aventando a las mujeres. Un sistema que disminuye las pensiones, la seguridad social, aumenta la migración femenina, la inseguridad de las mujeres, los feminicidios, que reduce el gasto social, pocos empleos y salarios mínimos y lo social es sinónimo de mujer. El capitalismo no se está haciendo cargo de esa externalidad.
Situación que disminuye la calidad de vida de la mujer, porque en este sistema neoliberal y de opresión, la mercancía es lo prioritario. Ahí, las mujeres tenemos que vivir con las consecuencias de estar en el espacio privado y público al mismo tiempo, hasta agotarse a morir, una condena gozosa, porque creemos que cumplimos aunque nos muramos en la raya, de acuerdo con el aprendizaje de la madre perfecta, cumplidora.
Hoy, gracias a ese sistema neoliberal ya no se sufre por falta de…sino por excesos, lo que tenemos que entender no desde lo individual sino desde lo social.
“El capital no piensa en lo social piensa en la movilidad de ese mercado, que fluya el dinero, la mercancía, la utilidad, los cuerpos, pero los cuerpos en tanto mercancías y las mujeres son buenas en tanto están buenas y son mercancía”. De ahí que fuera de ese mercado hay una externalidad, un bote de basura, lo social que está asociado a la pobreza, la miseria, la enfermedad, al daño, la violencia, la depredación, la guerra.
Empresaria feminista plantea que es por ello que se tiene que resignificar esa historia, insertarnos en estos nuevos ámbitos, los que nosotras mismas estamos abriendo, construyendo frente a una sociedad que quiere voltearse pero que ya no puede.
La mirada profunda de Chía Pérez está lejos de lo que los organismos de las mujeres plantean, explica y luego sostiene que son bienvenidas las cuotas de género y la perspectiva de género que no es sino un puente que nos permite insertarnos pero que  nos dice qué hacer y cómo hacerlo.
Perspectiva de género para controlar
“No creo en la perspectiva de género porque está elaborada para tener un control de la insumisión de las mujeres”, afirma en un franco desafío crítico del pensamiento académico que estudia el Género, que asegura busca eliminar la insumisión y que las mujeres sean como los demás.
Consejera del INE hasta 2016 plantea que la paridad generará una “lucha a muerte” por los espacios. Incluso, revela sin decir el nombre, un diputado afirmó: “pinches viejas, que se vayan a su casa”.
Pero las mujeres estamos aprendiendo a relacionarnos entre mujeres, a recomponer el camino y no ser sujetos de la culpa o del castigo, desde nuevos paradigmas no desde la perspectiva de género sino desde el feminismo que tiene una relación con la comunidad, la salud, el bienestar, la sustentabilidad y la vida. Y sí se puede, echémosle un vistazo a Finlandia a Noruega, dice esta feminista que asegura que hoy para muchas personas el feminismo no es sino solo un membrete.
“No sé si estoy mal, no sé si sea la que me equivoque, pero sí creo que las mujeres necesitamos tiempo para repensar, reconsiderar la política pública, la economía, la inseguridad y la guerra” y agrega que todo esto es necesario porque el mercado ha encuerado a los hombres del poder de valores y de ética para colocarlos en el lugar del poder y del dinero, donde las mujeres solo entran como cuerpos, como mercancías para usarlas, usufructuarlas y desecharlas.
La alternativa, concluye, es que abramos puertas, pero distintas a las que ya existen. Puertas donde puedas tener una alternativa de vida. Posibilidades de un porvenir para la niñez y la juventud, no son posibilidades de un destino que para México no es sino pobreza.


Mujeres al poder: Paridad en México


Mujeres al poder: Paridad en México

Soledad JARQUÍN y Sara LOVERA, SEMlac
El acceso de las mujeres a puestos de representación política en México ha estado marcado por la impronta masculina, la resistencia en los partidos políticos y la creencia de que ellas no pueden o no quieren y aunque eso ya cambió por ley, la percepción ciudadana sigue esos patrones, resumen tres excandidatas a la presidencia de la República.
Acompañadas por una expresidenta municipal, cuatro exregidoras y una jefa delegacional en el Distrito Federal y frente a cientos de mujeres, narraron sus experiencias durante la cuarta jornada de un Foro Nacional de Análisis Político, celebrado en el contexto del 61 aniversario del voto universal en México (17 de octubre) y el arranque de la jornada electoral este 7 de octubre para los comicios de 2015.
El año próximo, por primera vez, las mujeres participarán paritariamente. Más de 5 mil mujeres podrán estar en campaña y participar en los comicios que renovarán nueve gubernaturas, 18 congresos locales y 903 ayuntamientos, éstos donde apenas el siete por ciento son mujeres. Las elecciones serán en junio y julio del próximo año.
Hasta ahora, según las cuentas del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), 18 entidades del país ya han legislado sobre la participación paritaria, 15 de los que tendrán elecciones (en rezago están Morelos y Yucatán), lo cual significa representación paritaria en todos los puestos, federales y locales, incluidos los ayuntamientos.
En esta sesión del foro, las excandidatas presidenciales Cecilia Soto, quien contendió entonces por el Partido del Trabajo, Patricia Mercado, feminista por el desaparecido Partido Alternativa Socialdemócrata, y Josefina Vázquez Mota, por el Partido Acción Nacional, hicieron un recuento de los hechos más relevantes ocurridos en cada una de sus campañas marcadas por la hegemonía de los varones, los errores que cometieron, las cosas que mal escribieron.
Al mismo tiempo, resaltaron los avances fundamentales, los datos de encuestas que muestran cómo ha cambiado la percepción de la ciudadanía respecto a mujeres en el poder, así como los retos y oportunidades.
Mientras Cecilia Soto, quien participó en la contienda comicial de 1994, señaló que entonces hubo una encuesta a la ciudadanía que indicaba que la Presidencia de la República y el sacerdocio eran dos actividades no idóneas para las mujeres, Patricia Mercado, quien participó en 2005, destacó que en la actualidad la ciudadanía busca nuevos liderazgos, y ahí están las mujeres y los hombres jóvenes. Ahí está un cambio, dijo.
En tanto, Josefina Vázquez Mota, aspirante en las elecciones de 2010, sostuvo que las leyes han cambiado, y coincidió con las otras dos excandidatas en la oportunidad que representa la paridad.
En ese sentido, hizo un llamado para que ninguna mujer se preste a ser una "juanita", es decir presentarse, ganar y dejar el puesto a un hombre, porque es importante hacer conciencia de que las mujeres hemos hecho ganar a muchos pero no siempre ellos han hecho ganar a muchas de nosotras.
Las expresidenciables coincidieron en la importancia de las acciones con y para las mujeres, "nunca más desde una perspectiva mujerista", dijo Cecilia Soto, aduciendo a su propia participación; en tanto que Patricia Mercado destacó la importancia de los pactos con las mujeres y sostuvo la trascendencia de no romper esos acuerdos.
Josefina Vázquez Mota afirmó que hoy por hoy ha quedado en desuso el estereotipo que incluso utilizó en un libro en el que se afirma que "mujeres juntas solo difuntas". "Eso es parte del pasado", añadió.
Cecilia Soto narró cómo fue descartada de participar en el debate de candidatos pese a que había recibido la invitación del postulante del Partido Revolucionario Institucional Luis Donaldo Colosio.
Una vez asesinado éste, por decisión de Ernesto Zedillo, ella quedó fuera del debate con los tres principales aspirantes y también narró cómo mientras para algunas personas el mote de "Cexilia" representaba un halago, ella consideraba que una mujer que aspira a gobernar no quiere ser considerada sexy. "Yo no votaría por una mujer cuyo atributo fundamental es ser sexy".
Patricia Mercado, por su parte, señaló "no podemos hacerlo solas", en referencia a una campaña denominada "Él por ellas", pero advirtió que los lazos primeros tienen que ser con las mujeres, ahí "vamos a encontrar las lealtades necesarias".
Contó cómo perdió la perspectiva de la alianza construida con otras mujeres "y en el momento en que me creo el cuento de que llegué a las ligas mayores y que mis aliados son los otros señores que me acompañaron en el proceso de la candidatura a la presidencia, ¡me equivoqué!", afirmó ante un público mayoritariamente compuesto por mujeres.
"Me caí hasta el fondo, perdimos el partido, yo salí de ese partido…En ese momento me quedé sin nada, no sólo en términos emocionales, financieros, físicos, sin nada en términos de la pérdida de mis compañeras de la alianza" y luego añadió que su equivocación fue no permitir que otra mujer fuera la presidenta del Partido Socialdemócrata "y claro, esos hombres, no por malos ni por nada, saben que el poder no se comparte y fueron construyendo una dirección política que nos aisló, nos expulsó".
Recordó algunas de las recomendaciones que durante cinco años dio a mujeres de todo el país en la tarea que con Iniciativa SUMA llevó a cabo en todo el territorio nacional para fortalecer liderazgos políticos de las mujeres y recordó que las mejores alianzas también se han construido entre mujeres, en las mejores condiciones y en las peores circunstancias.
No nos equivoquemos, advirtió, necesitamos a las otras mujeres, tenemos que hablar las diferencias, seguir adelante en esa diversidad y en esa pluralidad, nuestros pactos se hacen con ambiciones individuales, con liderazgos políticos, con convicciones ideológicas y de plataforma.
Patricia Mercado abundó que en política los paradigmas se rompen. "Si quieren estar en política hay que salir a bailar y no esperar a que las saquen a bailar", no podemos negar nuestras ambiciones políticas, apuntó la actual Secretaria del Trabajo en el gobierno del Distrito Federal desde diciembre pasado.
La excandidata panista, por su parte, se refirió a los obstáculos, nuevas oportunidades y nuevas realidades en las campañas políticas, experiencia adquirida a veces con muchas sorpresas, "agradables a veces y otras muy dolorosas".
Expuso que el proceso interno del que derivó su candidatura, porque su partido "es muy democrático", provocó que "aunque se tomen la foto muy sonrientes contigo, algo queda fracturado y si no hay unidad la adversidad es muy terrible", dijo en relación con su elección y su partido político.
Vázquez Mota también refirió que en todo el país escuchó una misma pregunta: ¿México está preparado para ser gobernado por una mujer? Es una interrogante que descalifica y pone en duda la capacidad de las mujeres, como si ocupar ese puesto fuera una prebenda y no un derecho, una pregunta que no se hace a los varones. Incluso los juicios son más duros, algo de lo que le había prevenido la actual presidenta de Chile, Michelle Bachelet.
A pesar de todo, tenemos nuevos escenarios, las redes sociales juegan un papel fundamental, con una participación de jóvenes activos en los procesos electorales, además las leyes han cambiado, dijo al celebrar la paridad, aprobada en la Reforma Política.
Sin embargo, recomendó "tomarse el tiempo o de otra manera llegaremos tarde con lo que significa", dijo en referencia a la pasada contienda donde sus contrincantes llevaban seis y 12 años de campaña política adelantada.


Buenas Prácticas: Mujeres en la vida política, contribución actual y potencial


Buenas Prácticas:
Mujeres en la vida política, contribución actual y potencial
*La perspectiva de género tiene que traducirse en acciones afirmativas

Bárbara GARCÍA CHÁVEZ*
Las cifras de mujeres que participan en la vida pública y política del país revelan una participación desigual, pero también muestran que la contribución actual y potencial de las mujeres al desarrollo político es una realidad.
Sin embargo, es necesario que existan procesos de igualdad, condiciones equitativas normativas y estructurales que contrarresten  el acceso a posiciones de decisión de carácter público, ya que subsiste una cultura política discriminatoria en el aparato público y en los partidos políticos.
Es real que las mujeres que ocupan ciertos espacios de poder suelen sufrir aislamiento y ser excluidas de la toma de decisiones, si no cuentan o no logran obtener el apoyo mayoritario de los hombres. Además, son tratadas como minoría y condicionadas a favorecer los mandatos masculinos.
Lo cierto es que estas y otras restricciones en la participación política no están determinadas  por sus cualidades individuales sino que son expresión de una cultura política androcéntrica que realza los valores masculinos y establece oportunidades desiguales.
Las mujeres en los espacios políticos nos hemos creído el discurso de que cuando nos insertamos en los escaños públicos, nuestra mayor capacidad se traduce en lograr un mayor gasto hacia los sectores sociales, reflejo del arraigado compromiso frente a  la feminización de la pobreza.
Innovar democráticamente en materia de gobiernos municipales significa readecuar las estructuras de administración, los mecanismos de interacción con la ciudadanía y el marco institucional de gobierno a un nuevo escenario, de tal forma que los resultados sean mejores tanto en la calidad de las acciones y servicios del gobierno local, como en la gobernabilidad democrática y en la confianza de la ciudadanía.
La fuerza de una experiencia innovadora está en el compromiso responsable de las autoridades y en el impacto social de las acciones, que dirigidas con una verdadera perspectiva de género tendrán necesariamente que traducirse en acciones afirmativas.
La transición democrática y la alternancia política reviste posibilidades para introducir la innovación de la perspectiva de género en las políticas públicas y la institucionalización de programas o acciones afirmativas, es decir, estrategias que buscan garantizar la igualdad de oportunidades, contrarrestar o corregir la  discriminación como resultado de prácticas sociales injustas. Estrategias que pretenden reducir las brecas de desigualdad entre hombres y mujeres.
Un ejemplo es la paridad en la reforma electoral, que para efectos municipales no está contemplada, toda vez que, siendo el cabildo un órgano colegiado debería estar conformado por hombres y mujeres, alternadamente.
Conceptos como perspectiva de género, igualdad de oportunidades, acción afirmativa, equidad entre los géneros, ciudadanía de las mujeres, representan una sustancial innovación conceptual y práctica en comparación con la larga tradición de asistencialismo y paternalismo hacia las mujeres.
La perspectiva de género en las políticas públicas locales facilita una nueva forma de mirar y pensar los problemas, las necesidades y demandas, los procesos sociales y los objetivos del desarrollo local. Significa:
• Una metodología de trabajo a favor del principio de equidad de género y en contra de la discriminación-subordinación de las mujeres.
• El reconocimiento de la heterogeneidad de las necesidades y demandas de la población, considerando las de los hombres y las de las mujeres sin confundirlas como lo mismo, así como el reconocimiento de las consecuencias diferenciales de las políticas y programas en la vida de las mujeres y los hombres.
• La posibilidad de establecer una nueva relación de calidad entre el gobierno local y las mujeres, que privilegie la identidad ciudadana de las mujeres, sus derechos humanos y su papel de actoras estratégicas del desarrollo local.
Así, la innovación democrática en este sentido hará una gestión municipal diferente.
Las instancias directamente responsables de esta gestión son: el ayuntamiento como órgano de gobierno que decide las políticas y el aparato administrativo como ejecutor operativo de dichas políticas.
El enfoque de género, entonces, podrá lograr la ampliación real y permanente de las opciones de las mujeres respecto de su acceso igualitario a las oportunidades de desarrollo, a la vez que potencia a las organizaciones sociales, como actores estratégicos de la política pública local.
Por medio de la incorporación de la perspectiva de género en la gestión municipal, se contribuye a romper barreras culturales y a redistribuir el poder entre los géneros en un esfuerzo decidido por fortalecer la equidad social y lograr las metas del desarrollo humano.
La transversalidad de las políticas municipales de género, así como la institucionalización de las mismas, probablemente presentan el mayor grado de dificultad y constituyen un reto difícil de consolidar en este campo de innovación. Para empezar, la argumentación de la transversalidad quiere decir que la equidad entre los géneros es un asunto de competencia intersectorial, que requiere del involucramiento de todas las áreas de la organización política-administrativa municipal, y que es un criterio básico opuesto al criterio de segregación de aquellos temas considerados de las mujeres, desarticulada del resto de la institución, como asunto de competencia exclusiva “de las mujeres” y de menor jerarquía frente a las otras competencias municipales.
Hago hincapié: combatir el problema de la desigualdad corresponde a todas las autoridades municipales y no sólo a las áreas o personas que se encargan de las cuestiones relacionadas con las mujeres.
Perspectiva de género, transversalidad e institucionalidad, triada que debe ser acompañada por el “triángulo ideal” que contiene los componentes y requisitos que estimamos necesarios para establecer las bases de la institucionalización de las políticas de género en los gobiernos locales, lo que demanda su establecimiento dentro del organigrama municipal, mediante una instancia específica, con cierta autonomía, que asegure acciones para el adelanto de las mujeres.
La institucionalización, entonces, demanda ciertos requisitos básicos que cumplir:
1.- Un posicionamiento de jerarquía dentro del organigrama, con el propósito de evitar la marginación y el aislamiento de la instancia específica de las mujeres, con el fin de que pueda ejercer influencia y desarrollar la capacidad de sensibilización, coordinación y transversalidad, sobre las áreas y órganos de la institución municipal.
2. Un piso de recursos propios garantizado dentro del presupuesto municipal, de manera que inserte a las políticas y acciones de equidad de género tanto para la instancia en particular como la creación de un presupuesto con perspectiva de género debidamente transversalizado.
3. Una cultura institucional de género dispuesta a la articulación de consensos abierta al pluralismo político y a las alianzas por encima –y a pesar– de las divisiones partidarias, las contiendas electorales, los desacuerdos y distanciamientos de militantes feministas.
Las políticas públicas locales que se dirigen a la igualdad de género encuentran caminos diversos que aceleran o retardan los logros dependiendo de lo arraigado de las costumbres y tradiciones que pueden o no fomentar las igualdades y discriminación que sufren las mujeres.
En Oaxaca, como en el resto del país sigue imperando la presencia de los varones en la política, condición que se agudiza por las particularidades de la entidad, su diversidad política, social, cultural y étnica, que multiplica el número de municipios y problemas.
Los retos aún siguen siendo claros, sabemos perfectamente que la problemática de las mujeres no sólo se reduce a la violencia, que la inequidad y la distribución asimétrica de puestos laborales, de acceso a la salud, educación, bienes y servicios son parte de la tarea que aún debemos realizar.
*Extracto de la ponencia presentada en el Foro Nacional de Análisis Político, Buenas Prácticas Municipales, en Monterrey N.L., octubre 2014.